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| Imagen: El País / Un momento de la operación |
El paciente, de 29 años, que siempre se ha sentido hombre, fue intervenido en un centro privado hace dos meses en Valencia.
Ignacio Zafra | El País, 2018-11-20
https://elpais.com/sociedad/2018/11/20/actualidad/1542733909_232652.html
Un equipo médico encabezado por el doctor César Noval ha comprimido en una única intervención de 17 horas una cirugía de reasignación de sexo, un proceso que en España suele durar entre dos y 10 años. La operación múltiple, presentada hoy, se realizó hace dos meses en el hospital privado Imed de Valencia. Al paciente, de 29 años, se le ha practicado la faloplastia, la retirada de los genitales internos femeninos con los que nació, las mastectomías y la masculinización facial, ha explicado este martes Noval.
El paciente, que siempre se ha sentido hombre, se ha recuperado satisfactoriamente. Hace ya vida prácticamente normal, aunque su actividad sexual todavía es limitada, ha explicado el cirujano.
Las operaciones a las que ha sido sometido incluyen retirar los pechos y remarcar los pectorales. La extracción de los órganos genitales femeninos. La implantación del falo, obtenido de la piel, antebrazo, la grasa, los nervios, las arterias y las venas del antebrazo del paciente, sobre el que después se colocó un injerto de piel de su muslo. Y la masculinización del rostro, con el objetivo de hacer la cara más cuadrada y la nariz un poco más ancha.
"La principal ventaja de hacerlo todo de una vez es que el paciente no se pasa varios años con la vida suspendida esperando la siguiente operación", ha afirmado Noval.
En la sanidad pública, completar la reasignación de sexo puede costar hasta 10 años de intervenciones sucesivas y en la privada un mínimo de dos, afirma el cirujano, que decidió llevar a cabo la técnica de una única operación tras conocer a dos médicos que la efectúan así en Estados Unidos. El doctor no ha querido revelar cuánto ha costado la operación y ha destacado que cada caso es diferente. Sí ha afirmado que estas intervenciones cuestan más de 20.000 euros.
No hay muchas personas aptas para someterse a una intervención semejante. De entrada, es necesario encontrarse en buena forma física y no ser fumador. Y en segundo lugar el paciente debe encontrarse en buen estado psicológico y contar con el apoyo familiar y social adecuados. El hombre que se ha operado en el Hospital Imed vive en un pueblo de la Comunidad Valenciana, lleva 15 años viviendo plenamente como un varón y tres años con tratamiento hormonal. Mantiene una relación estable desde hace una década. Y tanto su mujer como la familia de esta le han brindado, según Noval, "un apoyo espectacular".
La cirugía de reasignación de sexo tiene un alto riesgo de complicaciones. Las más graves tienden a concentrarse en las primeras 48 horas. El cirujano ha advertido que solo el 60% de los pacientes logran sensibilidad en el pene. El 30% sufre una pérdida total o parcial del falo. Y normalmente es necesario, además, colocar una prótesis de pene, si bien en el caso presentado este martes no se considera necesario.
En España se realizan en torno a 15 faloplastias al año. El número de vaginoplastias, las operaciones a las que se someten las mujeres transexuales, son más numerosas, y alcanzan en torno al centenar.
Operación irreversible
La intervención es irreversible, ha advertido Noval. En los poquísimos casos en los que los pacientes piden volver al estado anterior, un 0,6% del total, los resultados no son buenos. Lo primero que aconseja el médico a sus pacientes y a sus familiares es que acudan a las asociaciones LGTBI y conozcan a personas que han pasado por lo mismo y les ha ido bien. Lo segundo que les pide es que pasen, si no lo han hecho ya, por un periodo de "experiencia de vida real". "Que vivan en el cuerpo que sienten. Cuando ellos y su entorno se sienten confortables, podemos continuar".
El apoyo familiar y del círculo social más próximo también es esencial, prosigue Noval, tanto por el factor psicológico como por el auxilio que el acompañamiento que el paciente requiere durante el mes de convalecencia. "Es tan importante que si ese apoyo la cirugía no se debe hacer. Y es muy duro decirle a un paciente que no lo vas a operar, porque lo necesita para su desarrollo personal y social".
El paciente, que siempre se ha sentido hombre, se ha recuperado satisfactoriamente. Hace ya vida prácticamente normal, aunque su actividad sexual todavía es limitada, ha explicado el cirujano.
Las operaciones a las que ha sido sometido incluyen retirar los pechos y remarcar los pectorales. La extracción de los órganos genitales femeninos. La implantación del falo, obtenido de la piel, antebrazo, la grasa, los nervios, las arterias y las venas del antebrazo del paciente, sobre el que después se colocó un injerto de piel de su muslo. Y la masculinización del rostro, con el objetivo de hacer la cara más cuadrada y la nariz un poco más ancha.
"La principal ventaja de hacerlo todo de una vez es que el paciente no se pasa varios años con la vida suspendida esperando la siguiente operación", ha afirmado Noval.
En la sanidad pública, completar la reasignación de sexo puede costar hasta 10 años de intervenciones sucesivas y en la privada un mínimo de dos, afirma el cirujano, que decidió llevar a cabo la técnica de una única operación tras conocer a dos médicos que la efectúan así en Estados Unidos. El doctor no ha querido revelar cuánto ha costado la operación y ha destacado que cada caso es diferente. Sí ha afirmado que estas intervenciones cuestan más de 20.000 euros.
No hay muchas personas aptas para someterse a una intervención semejante. De entrada, es necesario encontrarse en buena forma física y no ser fumador. Y en segundo lugar el paciente debe encontrarse en buen estado psicológico y contar con el apoyo familiar y social adecuados. El hombre que se ha operado en el Hospital Imed vive en un pueblo de la Comunidad Valenciana, lleva 15 años viviendo plenamente como un varón y tres años con tratamiento hormonal. Mantiene una relación estable desde hace una década. Y tanto su mujer como la familia de esta le han brindado, según Noval, "un apoyo espectacular".
La cirugía de reasignación de sexo tiene un alto riesgo de complicaciones. Las más graves tienden a concentrarse en las primeras 48 horas. El cirujano ha advertido que solo el 60% de los pacientes logran sensibilidad en el pene. El 30% sufre una pérdida total o parcial del falo. Y normalmente es necesario, además, colocar una prótesis de pene, si bien en el caso presentado este martes no se considera necesario.
En España se realizan en torno a 15 faloplastias al año. El número de vaginoplastias, las operaciones a las que se someten las mujeres transexuales, son más numerosas, y alcanzan en torno al centenar.
Operación irreversible
La intervención es irreversible, ha advertido Noval. En los poquísimos casos en los que los pacientes piden volver al estado anterior, un 0,6% del total, los resultados no son buenos. Lo primero que aconseja el médico a sus pacientes y a sus familiares es que acudan a las asociaciones LGTBI y conozcan a personas que han pasado por lo mismo y les ha ido bien. Lo segundo que les pide es que pasen, si no lo han hecho ya, por un periodo de "experiencia de vida real". "Que vivan en el cuerpo que sienten. Cuando ellos y su entorno se sienten confortables, podemos continuar".
El apoyo familiar y del círculo social más próximo también es esencial, prosigue Noval, tanto por el factor psicológico como por el auxilio que el acompañamiento que el paciente requiere durante el mes de convalecencia. "Es tan importante que si ese apoyo la cirugía no se debe hacer. Y es muy duro decirle a un paciente que no lo vas a operar, porque lo necesita para su desarrollo personal y social".
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