martes, 20 de noviembre de 2018

#hemeroteca #lenguaje #lgtbi | 5 expresiones LGBTfóbicas que convertimos en palabras de empoderamiento

Imagen: Huffpost / 'La más draga', show audiovisual mexicano
5 expresiones LGBTfóbicas que convertimos en palabras de empoderamiento.
María José | Homosensual, 2018-11-20
https://soyhomosensual.com/lgbt/5-expresiones-lgbtfobicas-que-convertimos-en-palabras-de-empoderamiento/

Quisieron ofendernos y discriminarnos con estas expresiones LGBTfóbicas, pero mejor nos las apropiamos como palabras de empoderamiento.

Chécate estas 5 expresiones LGBTfóbicas que convertimos en palabras de empoderamiento. ¡Tómenla, LGBTfóbicos!

1. Jotería. La palabra ‘joto’ se utilizó para referirse despectivamente a los homosexuales más o menos desde 1910. En aquellos tiempos, ser gay era motivo para ser encarcelados y, cuando los homosexuales eran recluidos, los llevaban al ‘área jota’ del Palacio Negro de Lecumberri. La concepción de ‘jotería’ implicaba todo lo que se creía que hacían menos a los hombres homosexuales, como expresar su feminidad. Sin embargo, a pesar de ser una expresión discriminatoria y homofóbica, la comunidad LGBT+ ahora la utiliza como palabra de empoderamiento. De tal forma que la jotería no solo es ser femenino o ser extravagante, sino que es todo un estilo de vida y de carácter. Es ser exageradamente tú, disfrutarlo, y celebrarlo.

2. Lencha. Algunas creen que su etimología es una mezcla entre lesbiana y marimacha. Pero aunque no conocemos el origen exacto de esta palabra, sí sabemos que es un despectivo para lesbiana. No obstante, las ‘lenchas’ le dimos la ‘vuelta a la tortilla’ y la convertimos también en una palabra que nos empodera decir, ya que con mucho orgullo proclamamos: “Sí, soy ‘lencha’”.

3. Draga. Esta es otra palabra despectiva para referirse a las ‘drag queens’. Pero, al igual que las expresiones anteriores que ya revisamos, le quitamos la connotación despectiva y denigrante para enorgullecernos de ser dragas. Es más, la más draga.

4. Chacal. Aunque la palabra inicialmente se usaba para designar a personas de clase baja, de buen cuerpo pero cara no tan agraciada, la convertimos en la fantasía gay por excelencia. Y ahora no hay gay que no haya probado —o desee probar— las carnes de un chacal varonil y buenote.

5. Tratamiento en femenino. Finalmente, esta que tanto tienden a aplicar los homófobos: hablarles a los hombres LGBT+ en femenino. En realidad a esta le falta mucha congruencia y le sobra mucha misoginia, ya que lo dicen porque creen que insinuar que alguien es femenino o “mujer” es denigrante. Y no, papacitos. Y la comunidad lo sabe bien, por eso no nos ofende su tratamiento en femenino ya que, a diferencia de ustedes, nosotros sí sabemos de igualdad y no caemos en su ridícula ignorancia que les hace pensar en un ‘sexo débil’ y uno fuerte. Nuestra masculinidad no es tan frágil.

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