Imagen: El Mundo / Iker Urbina, Onintza Enbeita y Rafa Larreina |
Larreina no fue elegido por las bases para liderar la plancha por Álava. Algunas voces critican que se aleje de la ortodoxia de la coalición abertzale.
Iker Rioja Andueza | El Mundo, 2015-11-22
http://www.elmundo.es/pais-vasco/2015/11/22/565187f4268e3eda208b45bc.html
La inclusión del veterano político alavés Rafa Larreina una vez más en las candidaturas de EH Bildu para las elecciones generales del 20 de diciembre ha levantado cierta polvareda en el ala más vinculada al feminismo y a la defensa de los derechos de los homosexuales de la coalición de la izquierda abertzale, integrada por Sortu, EA, Aralar y Alternatiba.
Larreina, dirigente histórico de EA desde su fundación en 1986 como escisión del PNV, es miembro reconocido del Opus Dei y, públicamente, ha declarado que no comparte la «licitud» del aborto como tampoco los matrimonios entre personas del mismo sexo. Algunas voces critican que se aleje de la ortodoxia de EH Bildu y más que se le haya buscado un puesto de salida en las listas al Congreso de los Diputados en Gipuzkoa para ajustar el reparto a las cuotas de cada una de las cuatro patas de la coalición, Sortu, Aralar, Alternatiba y la propia EA.
Como ha ocurrido esta legislatura, compartirán candidatura perfiles tan disímiles como Onintza Enbeitia, número uno al Congreso por Bizkaia y Rafa Larreina, que secunda a la ex alcaldesa de Hernani y actual parlamentaria vasca Marian Beitialarrangoitia en la plancha de Gipuzkoa. La primera se ganó titulares en los debates suscitados en las Cortes Generales en torno al endurecimiento de la Ley del Aborto planteado por el PP por su elocuente «En mi moño y en mi coño mando yo». El segundo, históricamente, ha mantenido posiciones conservadoras en temas sociales.
Larreina fue uno de los precandidatos que EH Bildu presentó a sus bases como aspirantes al Congreso y al Senado para Álava, su tierra natal. En esas primarias, en las que participaron en una asamblea conjunta las bases de Sortu, EA, Aralar y Alternatiba, el elegido para la circunscripción fue el abogado Iker Urbina, que ya ocupó la misma responsabilidad hace cuatro años.
Álava reparte sólo cuatro de los 350 escaños del Congreso y lo habitual es que las cuatro primeras fuerzas se lleven uno cada una. No hay margen real para que el número dos de EH Bildu en Álava resulte electo y mucho menos el número tres, cargo máximo al que aspiraría Larreina por la voluntad de la coalición independentista de articular listas cremallera mujer-hombre para garantizar la paridad.
Por ello, la formación le ha recolocado en Gipuzkoa, donde la plancha la lidera una mujer, Beitialarrangoitia, y donde EH Bildu tiene su mayor granero de apoyos. Así ocurrió también en 2011 y Larreina logró el acta de diputado después de casi dos décadas como parlamentario vasco por Álava, acta que perdió en 2009. De mantenerse los resultados de las elecciones forales del pasado 24 de mayo en Euskadi, Larreina volvería otros cuatro años al Congreso por Gipuzkoa, territorio que reparte seis escaños.
En las redes sociales se han multiplicado en los últimos días los mensajes contra Larreina, al que se llega a acusar de paracaidista en Gipuzkoa tras haber perdido las primarias en Álava, donde no contó con el respaldo de las asambleas locales.
Fuentes de EH Bildu inciden en que esas votaciones sólo comprometían los primeros puestos de cada circunscripción y que, a partir de ahí, el resto de los puestos se acordarían internamente respetando la representatividad de todas las formaciones. «Somos una coalición», incide un cuadro de Sortu sobre la necesidad de atender también el papel de EA en el futuro grupo parlamentario en Madrid. Aralar, por ejemplo, estará representada en las listas de Bizkaia con el aforado Jon Iñarritu.
Además, desde EH Bildu se repite que la posición particular de Larreina no ha condicionado el discurso político de la coalición en determinados temas. De hecho, recuerdan que nunca ha roto la disciplina de voto desde que está en las Cortes Generales (con anterioridad sí lo había hecho). En una votación sobre el aborto hubo un electo del entonces grupo de Amaiur que no se opuso a la reforma planteada por el PP, pero se trató de un error de Sabino Cuadra, no de una objeción de conciencia de Larreina.
Larreina, dirigente histórico de EA desde su fundación en 1986 como escisión del PNV, es miembro reconocido del Opus Dei y, públicamente, ha declarado que no comparte la «licitud» del aborto como tampoco los matrimonios entre personas del mismo sexo. Algunas voces critican que se aleje de la ortodoxia de EH Bildu y más que se le haya buscado un puesto de salida en las listas al Congreso de los Diputados en Gipuzkoa para ajustar el reparto a las cuotas de cada una de las cuatro patas de la coalición, Sortu, Aralar, Alternatiba y la propia EA.
Como ha ocurrido esta legislatura, compartirán candidatura perfiles tan disímiles como Onintza Enbeitia, número uno al Congreso por Bizkaia y Rafa Larreina, que secunda a la ex alcaldesa de Hernani y actual parlamentaria vasca Marian Beitialarrangoitia en la plancha de Gipuzkoa. La primera se ganó titulares en los debates suscitados en las Cortes Generales en torno al endurecimiento de la Ley del Aborto planteado por el PP por su elocuente «En mi moño y en mi coño mando yo». El segundo, históricamente, ha mantenido posiciones conservadoras en temas sociales.
Larreina fue uno de los precandidatos que EH Bildu presentó a sus bases como aspirantes al Congreso y al Senado para Álava, su tierra natal. En esas primarias, en las que participaron en una asamblea conjunta las bases de Sortu, EA, Aralar y Alternatiba, el elegido para la circunscripción fue el abogado Iker Urbina, que ya ocupó la misma responsabilidad hace cuatro años.
Álava reparte sólo cuatro de los 350 escaños del Congreso y lo habitual es que las cuatro primeras fuerzas se lleven uno cada una. No hay margen real para que el número dos de EH Bildu en Álava resulte electo y mucho menos el número tres, cargo máximo al que aspiraría Larreina por la voluntad de la coalición independentista de articular listas cremallera mujer-hombre para garantizar la paridad.
Por ello, la formación le ha recolocado en Gipuzkoa, donde la plancha la lidera una mujer, Beitialarrangoitia, y donde EH Bildu tiene su mayor granero de apoyos. Así ocurrió también en 2011 y Larreina logró el acta de diputado después de casi dos décadas como parlamentario vasco por Álava, acta que perdió en 2009. De mantenerse los resultados de las elecciones forales del pasado 24 de mayo en Euskadi, Larreina volvería otros cuatro años al Congreso por Gipuzkoa, territorio que reparte seis escaños.
En las redes sociales se han multiplicado en los últimos días los mensajes contra Larreina, al que se llega a acusar de paracaidista en Gipuzkoa tras haber perdido las primarias en Álava, donde no contó con el respaldo de las asambleas locales.
Fuentes de EH Bildu inciden en que esas votaciones sólo comprometían los primeros puestos de cada circunscripción y que, a partir de ahí, el resto de los puestos se acordarían internamente respetando la representatividad de todas las formaciones. «Somos una coalición», incide un cuadro de Sortu sobre la necesidad de atender también el papel de EA en el futuro grupo parlamentario en Madrid. Aralar, por ejemplo, estará representada en las listas de Bizkaia con el aforado Jon Iñarritu.
Además, desde EH Bildu se repite que la posición particular de Larreina no ha condicionado el discurso político de la coalición en determinados temas. De hecho, recuerdan que nunca ha roto la disciplina de voto desde que está en las Cortes Generales (con anterioridad sí lo había hecho). En una votación sobre el aborto hubo un electo del entonces grupo de Amaiur que no se opuso a la reforma planteada por el PP, pero se trató de un error de Sabino Cuadra, no de una objeción de conciencia de Larreina.
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