Imagen: El Confidencial / Protesta en Londres contra la homofobia en Chechenia |
El Gobierno ha llevado a cabo, junto con diversas ONG, un programa de acogida para rescatar a decenas de miembros de la comunidad LGTB en peligro.
T.F. | El Confidencial, 2017-09-04
https://www.elconfidencial.com/mundo/2017-09-04/chechenia-homosexuales-tortura-canada-refugio_1438267/
Rainbow Railroad se convirtió en organización oficial en 2013, pero años atrás ya había comenzado a preparar su camino: ayudar a la comunidad LGBT de todo el mundo. La fundación viajó en 2006 a Tel Aviv, donde la fiesta del Orgullo Gay reúne cada año a más de 200.000 personas y la convierte en el mejor destino para homosexuales en Oriente Próximo. Allí, un oasis de libertad en un país donde campa libremente la homofobia, conocieron a un joven palestino que había sufrido discriminación en su propia piel, y fue esta la razón que les hizo llegar hasta donde han llegado.
Ahora esta organización, con sede en Toronto, ha conseguido a 35 homosexuales de Chechenia a escapar de la región. La situación de los chechenos gais salió a la luz hace apenas unos meses, cuando dos periodistas del diario 'Novaya Gazeta' acreditaron la existencia de campos de concentración para este colectivo, que no está reconocido en el país.
El Gobierno checheno, tras ser acusado de la muerte de tres hombres por su condición sexual, negó toda esta información, tachándola de imposible: "En Chechenia no hay gais", era la respuesta del portavoz del líder checheno, Ramzan Kadirov. Ahora, 31 de esos 36 chechenos a los que han ayudado a escapar se encuentran a salvo en Canadá. "Hemos estado trabajando en un programa con el Gobierno de Canadá que ha permitido la entrada de chechenos de la comunidad LGTB perseguidos en el país", explica a la cadena canadiense CBC el director ejecutivo de la organización, Kimahli Powell.
Todo empezó después de que el diario ruso acreditara que el Gobierno de Kadirov está llevando a cabo una "limpieza" contra toda inclinación sexual que no sea la "tradicional", utilizando formas violentas que van desde la petición de abandonar el país hasta el asesinato. El propio Kadirov, en una entrevista con HBO Sports, insistió en que en Chechenia no hay gais. "Y si hay alguno, lleváoslos a Canadá. Pero llevadlos lejos, para purificar nuestra sangre", señaló.
El propio Powell viajó en mayo a Rusia para contactar con miembros de este colectivo que estuvieran buscando asilo. "Contactamos inmediatamente con el asesor especial Randy Bolissonnault —uno de los seis diputados abiertamente gais del Parlamento de Canadá— y comenzamos a hablar con la agencia de relaciones diplomáticas de Canadá", explica. A pesar de que hace hincapié en el "importante papel" que ha tenido el Gobierno de Justin Trudeau, no ofrece detalles ni de su participación ni de cómo han sido las evacuaciones.
Sin embargo, sí agradece la colaboración. "Aunque esperamos que este no sea el final", agrega. Powell explica que todavía quedan otros 40 chechenos ubicados en hogares seguros, esperando para poder salir de Rusia. En estos es en los que Rainbow Railroad se quiere enfocar ahora. "Canadá sigue siendo la mejor y la opción más segura para todas estas personas", subraya.
Este programa, no obstante, parece quedar fuera de lo previsto en el Derecho internacional y se ha llevado adelante con extrema discreción. "Para mantener su seguridad", sostiene Powell. Human Rights Watch, lejos de criticar la actuación del Gobierno, por no cumplir exquisitamente con la regulación internacional, ha alabado la actuación del Gobierno de Ottawa. "Canadá ha aceptado a un importante número de personas que estaban en peligro, y eso es maravilloso", sostiene Tania Lokshina, directora del programa de la ONG para Rusia.
"El Gobierno de Canadá se merece grandes elogios por demostrar tanta apertura y buena voluntad al ofrecer refugio a todas estas personas. Han hecho lo correcto", sentencia.
Ahora esta organización, con sede en Toronto, ha conseguido a 35 homosexuales de Chechenia a escapar de la región. La situación de los chechenos gais salió a la luz hace apenas unos meses, cuando dos periodistas del diario 'Novaya Gazeta' acreditaron la existencia de campos de concentración para este colectivo, que no está reconocido en el país.
El Gobierno checheno, tras ser acusado de la muerte de tres hombres por su condición sexual, negó toda esta información, tachándola de imposible: "En Chechenia no hay gais", era la respuesta del portavoz del líder checheno, Ramzan Kadirov. Ahora, 31 de esos 36 chechenos a los que han ayudado a escapar se encuentran a salvo en Canadá. "Hemos estado trabajando en un programa con el Gobierno de Canadá que ha permitido la entrada de chechenos de la comunidad LGTB perseguidos en el país", explica a la cadena canadiense CBC el director ejecutivo de la organización, Kimahli Powell.
Todo empezó después de que el diario ruso acreditara que el Gobierno de Kadirov está llevando a cabo una "limpieza" contra toda inclinación sexual que no sea la "tradicional", utilizando formas violentas que van desde la petición de abandonar el país hasta el asesinato. El propio Kadirov, en una entrevista con HBO Sports, insistió en que en Chechenia no hay gais. "Y si hay alguno, lleváoslos a Canadá. Pero llevadlos lejos, para purificar nuestra sangre", señaló.
El propio Powell viajó en mayo a Rusia para contactar con miembros de este colectivo que estuvieran buscando asilo. "Contactamos inmediatamente con el asesor especial Randy Bolissonnault —uno de los seis diputados abiertamente gais del Parlamento de Canadá— y comenzamos a hablar con la agencia de relaciones diplomáticas de Canadá", explica. A pesar de que hace hincapié en el "importante papel" que ha tenido el Gobierno de Justin Trudeau, no ofrece detalles ni de su participación ni de cómo han sido las evacuaciones.
Sin embargo, sí agradece la colaboración. "Aunque esperamos que este no sea el final", agrega. Powell explica que todavía quedan otros 40 chechenos ubicados en hogares seguros, esperando para poder salir de Rusia. En estos es en los que Rainbow Railroad se quiere enfocar ahora. "Canadá sigue siendo la mejor y la opción más segura para todas estas personas", subraya.
Este programa, no obstante, parece quedar fuera de lo previsto en el Derecho internacional y se ha llevado adelante con extrema discreción. "Para mantener su seguridad", sostiene Powell. Human Rights Watch, lejos de criticar la actuación del Gobierno, por no cumplir exquisitamente con la regulación internacional, ha alabado la actuación del Gobierno de Ottawa. "Canadá ha aceptado a un importante número de personas que estaban en peligro, y eso es maravilloso", sostiene Tania Lokshina, directora del programa de la ONG para Rusia.
"El Gobierno de Canadá se merece grandes elogios por demostrar tanta apertura y buena voluntad al ofrecer refugio a todas estas personas. Han hecho lo correcto", sentencia.
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