Imagen: El Periódico de Aragón / Beatriz Gimeno |
Estrella Setuáin | El Periódico de Aragón, 2020-02-23
https://www.elperiodicodearagon.com/noticias/como-hemos-cambiado-mujer/beatriz-gimeno-no-puede-hacer-politicas-igualdad-si-no-estan-dotadas-economicamente_1410313.html
Esta activista política fue responsable del área de igualdad de Podemos en Madrid. Ahora es la nueva directora del Instituto de la Mujer y para la Igualdad de Oportunidades (IMIO). Es consciente de que el feminismo institucional sufre falta de personal y presupuesto, pero cree que el reto de devolverle a este organismo el papel que tuvo cuando se fundó, poco antes de los 90.
--¿Cómo ha sido su aterrizaje en el instituto?
--Bien, con ilusión y puede que cierta sorpresa. Me he dado cuenta de la cantidad de trabajo de gestión que hay aquí, muchas veces trabajo invisible, pero que se come el día a día.
--¿Hay poco personal?
--Hay poco personal, es una de las carencias que he notado en el instituto. El personal es muy bueno, está muy motivado porque es vocacional pero no está bien recompensado porque los complementos específicos a los funcionarios que hay en el instituto son muy bajos, de los más bajos de la Administración. Sí, tenemos problemas de personal y vamos a ver cómo lo corregimos.
--¿Faltan recursos para las políticas de igualdad?
--Sí, claro. A nosotras nunca nos parecería bastante. A todas las feministas nos parece que la igualdad requiere muchos más recursos porque le damos la máxima importancia. Pero en todo caso es evidente que sí faltan recursos de una manera muy evidente. No puede ser que en las cuestiones de igualdad, los específicos que cobran los funcionarios, por ejemplo, sean los menores. Eso es no darle la suficiente importancia. La dotación al instituto ha ido bajando en los últimos años hasta este Gobierno del PSOE, que los ha subido. Con la llegada del PP se perdieron muchos recursos.
--Esto se va a intentar cambiar, supongo.
--Claro, es una de las cosas que yo creo que el ministerio tiene en la agenda como muy importante. No se pueden hacer políticas de igualdad si no están dotadas económicamente. No podemos convertir el instituto en lo que querríamos que fuese si no tenemos suficientes recursos de personal y económicos.
--¿Sabe cómo está la situación en otros institutos de la mujer de España?
--Me tengo que reunir y retomar un embrión de red que había en los institutos de la mujer para ver qué se está haciendo. Algunas directoras sí que me han escrito que compartimos el diagnóstico y los problemas, incluso más allá de que seamos de diferentes partidos. Hay una queja fundamental en las mujeres que nos dedicamos a la igualdad y tiene que ver con la escasez de recursos y que muchas veces se abusa de la igualdad y del feminismo para hacer política pero luego no se plasma en lo que hace que pueda haber un cambio real, que es el dinero.
--¿Ha hablado con María Goikoetxea, la directora del Instituto Aragonés de la Mujer?
--He hablado pero no en profundidad. Me felicitó, nos vimos en el Consejo Ciudadano de Podemos, pero tenemos pendiente una reunión.
--¿Cómo ha evolucionado el IMIO desde 1990? ¿Qué papel ha adquirido ahora?
--Nació ligado a las urgencias que en aquel momento tenía el feminismo y asumió sus retos. Hoy muchas de estas cosas están conseguidas. Quería un observatorio que denunciara la publicidad machista, estudiar la normativa y corregir los sesgos machistas, hacer formación en feminismo, trabajar los temas de planificación familiar y aborto, querían que las estadísticas oficiales se desagregaran por sexo para poder tener estudios serios sobre mujer... Fue evolucionando al mismo tiempo que el feminismo. Con los gobiernos del PP sufrió un bajón en presupuesto y en importancia. El reto es devolverle el papel que tuvo cuando se fundó y en los primeros años de los gobiernos socialistas.
--Acaba de llegar pero, ¿cuáles son sus planes para el IMIO?
--No sé si son muy concretos porque el instituto es una organización muy compleja, que gestiona muchos programas, como fondos europeos, formación, subvenciones... Llevo casi tres semanas y lo que he hecho es intentar comprender todo el funcionamiento. Tengo que ver cómo viabilizar todos los planes que tengo. Lo que quiero es racionalizar la gestión y también, como feminista, convertir el instituto en un centro de referencia apoyando y blindando las carreras y estudios feministas en la universidad, tener una escuela de feminismo propia que sea referencia, hacer cursos de verano, poner el Centro de Documentación en funcionamiento, fomentar el trabajo en red con los otros institutos... También hay una parte importante que tiene que ver con la igualdad en el mundo de la empresa y laboral. Contamos con el apoyo del Gobierno pero fundamentalmente en Universidades y en Trabajo tenemos una sintonía especial que vamos a aprovechar.
--¿Se quiere pasar de la transversalidad a hablar de feminismo de manera concreta?
--No es pasar de una cosa a otra, la transversalidad es fundamental. Queremos seguir trabajando en en esa línea, pero sí que queremos tener algo propio y concreto del instituto que tenga que ver con el conocimiento y los estudios feministas. Incidir en lo concreto para que el instituto sea una referencia y se vea más. Esa visibilidad se la dará una escuela de feminismo propia y potente, por ejemplo.
--¿Se va a trabajar en ese conocimiento, por ejemplo, en que el sexo no se vea como algo a rechazar? Lo digo por las críticas que recibió por los artículos que escribió sobre sexualidad.
--No sé muy bien qué contestar, porque cuando leía esas críticas no daba mucho crédito. No me avergüenzo de lo que he escrito, ni me arrepiento. Yo con mis artículos y mis ponencias he sido invitada a dar charlas incluso en universidades católicas. Si de un libro de 200 páginas que trata sobre sexualidad extraes una frase es posible que quede rara o llamativa...
--¿Quizá por eso hay que abordar el sexo desde la Educación?
--Desde luego una educación afectivo sexual es imprescindible pero no porque lo diga yo, lo dicen los expertos. En Europa no se pude combatir el machismo si no se ofrece una educación de este tipo. Si que sabemos que la única educación en estos temas que reciben los niños y las niñas es el porno que están vídeos desde muy temprano en el teléfono móvil. Sí que están recibiendo educación sexual, pero es pésima y eso hay que combatirlo por otro lado.
--Ha hablado de que se va a trabajar para lograr más igualdad en las empresas. ¿Cómo?
--El Gobierno socialista también aprobó un Real Decreto que era un paso significativo en relación a la paridad y en extensión a la Ley de Igualdad. Nuestra intención es luchar de una manera muy efectiva por la igualdad retributiva. Eso lo vamos a hacer mediante los planes de igualdad, que ahora exige tenerlo a las empresas de más de 50 trabajadores. Este plan está pendiente de su desarrollo reglamentario y es ahí desde el instituto donde podemos incidir. Lo que hay que hacer es luchar contra la brecha de género. Hay que combatir la división sexual del trabajo y vamos a utilizar la inspección de trabajo, hacer formación en las empresas, asesoramiento…
--¿Y para conseguir que las mujeres vean interesantes las profesiones y estudios científicos?
--Es muy complicado. Se pueden hacer cosas concretas pero lo que estamos pidiendo es un cambio cultural y eso se hace mediante muchas acciones. Formación, adecuar la normativa… Nos hemos dado cuenta, aunque no era muy difícil, que el porcentaje de mujeres en estas carreras no llega al 30%. El PSOE propuso alguna acción como un año de gratuidad en la matrícula para las mujeres, pero yo creo que es una cuestión de visibilidad. Desde las familias o desde los medios de comunicación o la cultura en general no se está presentando a las jóvenes como vinculadas a estas carreras y lo que hay que forzar es que haya una mayor visibilidad para que las niñas tengan referentes y se vean en estos papeles. Desde el instituto tenemos programas para promover el interés de las alumnas.
--¿Hay desigualdad entre las mujeres que viven en el mundo rural y las que residen en la ciudad?
--La despoblación alude a falta de recursos, a que el Estado se retira de determinados lugares, a que no hay servicios. Cuando no hay prestaciones sociales, como sistemas de dependencia o escuelas infantiles, las más perjudicadas van a ser las mujeres. Los servicios a quienes más apoyo dan es a las familias, pero en tanto que son las mujeres quienes más se hacen cargo de ese trabajo, es a ellas a quienes más afecta su falta. Al no haber esta red en el mundo rural son las mujeres las que se tienen que hacerse cargo de todo: tienen que trabajar en el campo o en la ganadería, como han hecho siempre, y muchas veces no reciben salario ni jubilación y además tienen que hacerse cargo de sus hijos o familiares dependientes; quizá en mayor medida que en la ciudad.
--¿Cómo se va a abordar la fiscalidad con perspectiva de género, la llamada 'tasa rosa'?
--Nosotras siempre hemos tenido una idea de introducir la perspectiva de género en casi toda la normativa y creemos que en el sistema fiscal tiene que haberlo en su conjunto. Si la fiscalidad no es muy progresiva y además progresista, tenemos claro que las mujeres van a salir perdiendo. Olvidamos que las rentas bajas están representadas por mujeres. Muchas veces la fiscalidad de las familias está pensada para dos progenitores y no para familias monoparentales, que son casi todas monomarentales, o para parejas de lesbianas, o mujeres que se dedican al trabajo del hogar. No hay una medida concreta, pero creo que se debe revisar poco a poco todo el sistema impositivo.
--¿Se va a hacer?
--Poco a poco se irá haciendo. Algunas de las cosas las tenemos en agenda y otras ya las hemos llevado al Congreso de los Diputados y también a los parlamentos autonómicos.
--¿Cómo se encara la violencia de género desde el instituto?
--No es nuestro principal ámbito trabajo, para eso está Victoria Rosell --delegada del Gobierno contra la Violencia de Género-- y el Ministerio de Igualdad, que lo tiene como una de sus prioridades, al igual que lo ha tenido siempre Podemos. La ministra Irene Montero ha dicho varias veces que la primera ley que quiere sacar es la de libertades sexuales, la ley del sí es sí. El instituto lo que tiene que hacer es retomar las campañas de sensibilización, que antes hacía muchas y tiene un presupuesto grande para campañas en medios.
--¿Cómo ha evolucionado el movimiento asociativo feminista en España desde los 90?
--Ha habido varios cambios. Hubo una efervescencia feminista durante la transición vinculada al divorcio, al aborto, a la sexualidad... fue un movimiento de emergencia social. Luego ha seguido luchando. Ahora ha surgido la cuarta ola feminista, que lo ha convertido en un movimiento global y ha puesto en el centro las múltiples violencias machistas que padecemos cada día. Este movimiento ha evidenciado que esto es una desigualdad estructural, lo ha visibilizado y lo ha hecho masivo y capaz de llegar a lugares donde antes no habría llegado. Es emocionante ver como en los últimos 8M había manifestaciones en pueblos pequeños donde salían las mujeres con su pancarta. Eso es penetración social.
--Queda menos de un mes para el 8M. ¿Qué prepara el IMIO?
--No lo puedo contar todavía. Como es el estreno del instituto, del ministerio y de la ministra, queremos hacer un gran acto para explicar nuestra agenda política para los próximos años.
--¿Cómo ha sido su aterrizaje en el instituto?
--Bien, con ilusión y puede que cierta sorpresa. Me he dado cuenta de la cantidad de trabajo de gestión que hay aquí, muchas veces trabajo invisible, pero que se come el día a día.
--¿Hay poco personal?
--Hay poco personal, es una de las carencias que he notado en el instituto. El personal es muy bueno, está muy motivado porque es vocacional pero no está bien recompensado porque los complementos específicos a los funcionarios que hay en el instituto son muy bajos, de los más bajos de la Administración. Sí, tenemos problemas de personal y vamos a ver cómo lo corregimos.
--¿Faltan recursos para las políticas de igualdad?
--Sí, claro. A nosotras nunca nos parecería bastante. A todas las feministas nos parece que la igualdad requiere muchos más recursos porque le damos la máxima importancia. Pero en todo caso es evidente que sí faltan recursos de una manera muy evidente. No puede ser que en las cuestiones de igualdad, los específicos que cobran los funcionarios, por ejemplo, sean los menores. Eso es no darle la suficiente importancia. La dotación al instituto ha ido bajando en los últimos años hasta este Gobierno del PSOE, que los ha subido. Con la llegada del PP se perdieron muchos recursos.
--Esto se va a intentar cambiar, supongo.
--Claro, es una de las cosas que yo creo que el ministerio tiene en la agenda como muy importante. No se pueden hacer políticas de igualdad si no están dotadas económicamente. No podemos convertir el instituto en lo que querríamos que fuese si no tenemos suficientes recursos de personal y económicos.
--¿Sabe cómo está la situación en otros institutos de la mujer de España?
--Me tengo que reunir y retomar un embrión de red que había en los institutos de la mujer para ver qué se está haciendo. Algunas directoras sí que me han escrito que compartimos el diagnóstico y los problemas, incluso más allá de que seamos de diferentes partidos. Hay una queja fundamental en las mujeres que nos dedicamos a la igualdad y tiene que ver con la escasez de recursos y que muchas veces se abusa de la igualdad y del feminismo para hacer política pero luego no se plasma en lo que hace que pueda haber un cambio real, que es el dinero.
--¿Ha hablado con María Goikoetxea, la directora del Instituto Aragonés de la Mujer?
--He hablado pero no en profundidad. Me felicitó, nos vimos en el Consejo Ciudadano de Podemos, pero tenemos pendiente una reunión.
--¿Cómo ha evolucionado el IMIO desde 1990? ¿Qué papel ha adquirido ahora?
--Nació ligado a las urgencias que en aquel momento tenía el feminismo y asumió sus retos. Hoy muchas de estas cosas están conseguidas. Quería un observatorio que denunciara la publicidad machista, estudiar la normativa y corregir los sesgos machistas, hacer formación en feminismo, trabajar los temas de planificación familiar y aborto, querían que las estadísticas oficiales se desagregaran por sexo para poder tener estudios serios sobre mujer... Fue evolucionando al mismo tiempo que el feminismo. Con los gobiernos del PP sufrió un bajón en presupuesto y en importancia. El reto es devolverle el papel que tuvo cuando se fundó y en los primeros años de los gobiernos socialistas.
--Acaba de llegar pero, ¿cuáles son sus planes para el IMIO?
--No sé si son muy concretos porque el instituto es una organización muy compleja, que gestiona muchos programas, como fondos europeos, formación, subvenciones... Llevo casi tres semanas y lo que he hecho es intentar comprender todo el funcionamiento. Tengo que ver cómo viabilizar todos los planes que tengo. Lo que quiero es racionalizar la gestión y también, como feminista, convertir el instituto en un centro de referencia apoyando y blindando las carreras y estudios feministas en la universidad, tener una escuela de feminismo propia que sea referencia, hacer cursos de verano, poner el Centro de Documentación en funcionamiento, fomentar el trabajo en red con los otros institutos... También hay una parte importante que tiene que ver con la igualdad en el mundo de la empresa y laboral. Contamos con el apoyo del Gobierno pero fundamentalmente en Universidades y en Trabajo tenemos una sintonía especial que vamos a aprovechar.
--¿Se quiere pasar de la transversalidad a hablar de feminismo de manera concreta?
--No es pasar de una cosa a otra, la transversalidad es fundamental. Queremos seguir trabajando en en esa línea, pero sí que queremos tener algo propio y concreto del instituto que tenga que ver con el conocimiento y los estudios feministas. Incidir en lo concreto para que el instituto sea una referencia y se vea más. Esa visibilidad se la dará una escuela de feminismo propia y potente, por ejemplo.
--¿Se va a trabajar en ese conocimiento, por ejemplo, en que el sexo no se vea como algo a rechazar? Lo digo por las críticas que recibió por los artículos que escribió sobre sexualidad.
--No sé muy bien qué contestar, porque cuando leía esas críticas no daba mucho crédito. No me avergüenzo de lo que he escrito, ni me arrepiento. Yo con mis artículos y mis ponencias he sido invitada a dar charlas incluso en universidades católicas. Si de un libro de 200 páginas que trata sobre sexualidad extraes una frase es posible que quede rara o llamativa...
--¿Quizá por eso hay que abordar el sexo desde la Educación?
--Desde luego una educación afectivo sexual es imprescindible pero no porque lo diga yo, lo dicen los expertos. En Europa no se pude combatir el machismo si no se ofrece una educación de este tipo. Si que sabemos que la única educación en estos temas que reciben los niños y las niñas es el porno que están vídeos desde muy temprano en el teléfono móvil. Sí que están recibiendo educación sexual, pero es pésima y eso hay que combatirlo por otro lado.
--Ha hablado de que se va a trabajar para lograr más igualdad en las empresas. ¿Cómo?
--El Gobierno socialista también aprobó un Real Decreto que era un paso significativo en relación a la paridad y en extensión a la Ley de Igualdad. Nuestra intención es luchar de una manera muy efectiva por la igualdad retributiva. Eso lo vamos a hacer mediante los planes de igualdad, que ahora exige tenerlo a las empresas de más de 50 trabajadores. Este plan está pendiente de su desarrollo reglamentario y es ahí desde el instituto donde podemos incidir. Lo que hay que hacer es luchar contra la brecha de género. Hay que combatir la división sexual del trabajo y vamos a utilizar la inspección de trabajo, hacer formación en las empresas, asesoramiento…
--¿Y para conseguir que las mujeres vean interesantes las profesiones y estudios científicos?
--Es muy complicado. Se pueden hacer cosas concretas pero lo que estamos pidiendo es un cambio cultural y eso se hace mediante muchas acciones. Formación, adecuar la normativa… Nos hemos dado cuenta, aunque no era muy difícil, que el porcentaje de mujeres en estas carreras no llega al 30%. El PSOE propuso alguna acción como un año de gratuidad en la matrícula para las mujeres, pero yo creo que es una cuestión de visibilidad. Desde las familias o desde los medios de comunicación o la cultura en general no se está presentando a las jóvenes como vinculadas a estas carreras y lo que hay que forzar es que haya una mayor visibilidad para que las niñas tengan referentes y se vean en estos papeles. Desde el instituto tenemos programas para promover el interés de las alumnas.
--¿Hay desigualdad entre las mujeres que viven en el mundo rural y las que residen en la ciudad?
--La despoblación alude a falta de recursos, a que el Estado se retira de determinados lugares, a que no hay servicios. Cuando no hay prestaciones sociales, como sistemas de dependencia o escuelas infantiles, las más perjudicadas van a ser las mujeres. Los servicios a quienes más apoyo dan es a las familias, pero en tanto que son las mujeres quienes más se hacen cargo de ese trabajo, es a ellas a quienes más afecta su falta. Al no haber esta red en el mundo rural son las mujeres las que se tienen que hacerse cargo de todo: tienen que trabajar en el campo o en la ganadería, como han hecho siempre, y muchas veces no reciben salario ni jubilación y además tienen que hacerse cargo de sus hijos o familiares dependientes; quizá en mayor medida que en la ciudad.
--¿Cómo se va a abordar la fiscalidad con perspectiva de género, la llamada 'tasa rosa'?
--Nosotras siempre hemos tenido una idea de introducir la perspectiva de género en casi toda la normativa y creemos que en el sistema fiscal tiene que haberlo en su conjunto. Si la fiscalidad no es muy progresiva y además progresista, tenemos claro que las mujeres van a salir perdiendo. Olvidamos que las rentas bajas están representadas por mujeres. Muchas veces la fiscalidad de las familias está pensada para dos progenitores y no para familias monoparentales, que son casi todas monomarentales, o para parejas de lesbianas, o mujeres que se dedican al trabajo del hogar. No hay una medida concreta, pero creo que se debe revisar poco a poco todo el sistema impositivo.
--¿Se va a hacer?
--Poco a poco se irá haciendo. Algunas de las cosas las tenemos en agenda y otras ya las hemos llevado al Congreso de los Diputados y también a los parlamentos autonómicos.
--¿Cómo se encara la violencia de género desde el instituto?
--No es nuestro principal ámbito trabajo, para eso está Victoria Rosell --delegada del Gobierno contra la Violencia de Género-- y el Ministerio de Igualdad, que lo tiene como una de sus prioridades, al igual que lo ha tenido siempre Podemos. La ministra Irene Montero ha dicho varias veces que la primera ley que quiere sacar es la de libertades sexuales, la ley del sí es sí. El instituto lo que tiene que hacer es retomar las campañas de sensibilización, que antes hacía muchas y tiene un presupuesto grande para campañas en medios.
--¿Cómo ha evolucionado el movimiento asociativo feminista en España desde los 90?
--Ha habido varios cambios. Hubo una efervescencia feminista durante la transición vinculada al divorcio, al aborto, a la sexualidad... fue un movimiento de emergencia social. Luego ha seguido luchando. Ahora ha surgido la cuarta ola feminista, que lo ha convertido en un movimiento global y ha puesto en el centro las múltiples violencias machistas que padecemos cada día. Este movimiento ha evidenciado que esto es una desigualdad estructural, lo ha visibilizado y lo ha hecho masivo y capaz de llegar a lugares donde antes no habría llegado. Es emocionante ver como en los últimos 8M había manifestaciones en pueblos pequeños donde salían las mujeres con su pancarta. Eso es penetración social.
--Queda menos de un mes para el 8M. ¿Qué prepara el IMIO?
--No lo puedo contar todavía. Como es el estreno del instituto, del ministerio y de la ministra, queremos hacer un gran acto para explicar nuestra agenda política para los próximos años.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.