Hoyesarte, 2015-08-13
http://www.hoyesarte.com/evento/2015/06/vogue-fotografia-pictorica-en-el-thyssen/
El Museo Thyssen-Bornemisza (Madrid) presenta hasta el próximo mes de octubre la exposición 'Vogue: Like a Painting', que reúne sesenta fotografías de moda de inspiración pictórica procedentes de los archivos de la revista 'Vogue' y realizadas por grandes fotógrafos de las últimas tres décadas.
Debra Smith, comisaria de la exposición, ha sido la encargada de estudiar los extensos fondos de la revista y seleccionar las que conforman la muestra, imágenes que han sido elegidas por poseer las características que tradicionalmente se atribuyen a la pintura y la dotan de un valor especial. “Vogue alberga un gran tesoro fotográfico, cuya originalidad fue dar a sus profesionales total libertad a la hora de realizar su trabajo”, explica Guillermo Solana, director artístico del Museo Thyssen-Bornemisza.
La exposición “recoge todos los períodos artísticos”, asegura Yolanda Sacristán, directora de la revista en España, desde movimientos como el Renacimiento y el Rococó, hasta la pintura española del Siglo de Oro, el retrato holandés, los cuadros del periodo victoriano y los Prerrafaelitas, o las diferentes escuelas presentes en las colecciones reales europeas.
Todos han servido de modelo a fotógrafos que, a través de sus producciones centradas en la belleza femenina, han forjado la imagen de la revista Vogue a lo largo de los años, y también han sido ejemplo para muchos artistas contemporáneos.
Hilvanada con libertad
La muestra, cuya cronología abarca casi un siglo, no responde a unos criterios estrictos, sino más bien está hilvanada con cierta libertad, y basada en estados de ánimo y en recuerdos un poco imprecisos. En algunas de las imágenes se utiliza el relieve escultórico, y en otras la luz tiene una factura pictórica. Muchas de ellas nos hacen pensar en cuadros o artistas concretos: está aquí Vermeer, y también están Hopper y Millais, Balthus, Van Eyck, Botticelli y Zurbarán, Degas, Sargent, Dalí, Hogarth, Rossetti y Magritte. Como explica Smith, “el hilo común que recorre toda la muestra es una especie de ralentización: una atemporalidad en la pose de las modelos; una especie de lapso mental en el que todo está muy, muy quieto”.
La exposición hace un guiño también a la obra de Constable, Zuloaga o Sorolla, entre otros, que están presentes en las piezas de grandes nombres de la fotografía clásica a los que acompañan talentos de las nuevas generaciones, como el maestro de las líneas puras Irving Penn; la retratista de iconos Annie Leibovitz; el retratista de lo puro Paolo Roversi; Steven Klein y su visión cinematográfica; la magia sorprendente de David Sims; Erwin Olaf y su mirada contemporánea; el fotógrafo del alma Michael Thompson; o Peter Lindbegh, señor del drama en blanco y negro, entre muchos otros.
“Vogue. Like a painting” incluye, además, dos vestidos: el de la diseñadora china Guo Pei llamado “Queen Orchid”, que interacciona con el retrato de Irving Penn hizo de Cate Blanchett como Isabel I de Inglaterra; y un diseño de Valentino con motivos florales que se encuentra en la sala de la fotografía dedicada a exteriores y jardines.
Debra Smith, comisaria de la exposición, ha sido la encargada de estudiar los extensos fondos de la revista y seleccionar las que conforman la muestra, imágenes que han sido elegidas por poseer las características que tradicionalmente se atribuyen a la pintura y la dotan de un valor especial. “Vogue alberga un gran tesoro fotográfico, cuya originalidad fue dar a sus profesionales total libertad a la hora de realizar su trabajo”, explica Guillermo Solana, director artístico del Museo Thyssen-Bornemisza.
La exposición “recoge todos los períodos artísticos”, asegura Yolanda Sacristán, directora de la revista en España, desde movimientos como el Renacimiento y el Rococó, hasta la pintura española del Siglo de Oro, el retrato holandés, los cuadros del periodo victoriano y los Prerrafaelitas, o las diferentes escuelas presentes en las colecciones reales europeas.
Todos han servido de modelo a fotógrafos que, a través de sus producciones centradas en la belleza femenina, han forjado la imagen de la revista Vogue a lo largo de los años, y también han sido ejemplo para muchos artistas contemporáneos.
Hilvanada con libertad
La muestra, cuya cronología abarca casi un siglo, no responde a unos criterios estrictos, sino más bien está hilvanada con cierta libertad, y basada en estados de ánimo y en recuerdos un poco imprecisos. En algunas de las imágenes se utiliza el relieve escultórico, y en otras la luz tiene una factura pictórica. Muchas de ellas nos hacen pensar en cuadros o artistas concretos: está aquí Vermeer, y también están Hopper y Millais, Balthus, Van Eyck, Botticelli y Zurbarán, Degas, Sargent, Dalí, Hogarth, Rossetti y Magritte. Como explica Smith, “el hilo común que recorre toda la muestra es una especie de ralentización: una atemporalidad en la pose de las modelos; una especie de lapso mental en el que todo está muy, muy quieto”.
La exposición hace un guiño también a la obra de Constable, Zuloaga o Sorolla, entre otros, que están presentes en las piezas de grandes nombres de la fotografía clásica a los que acompañan talentos de las nuevas generaciones, como el maestro de las líneas puras Irving Penn; la retratista de iconos Annie Leibovitz; el retratista de lo puro Paolo Roversi; Steven Klein y su visión cinematográfica; la magia sorprendente de David Sims; Erwin Olaf y su mirada contemporánea; el fotógrafo del alma Michael Thompson; o Peter Lindbegh, señor del drama en blanco y negro, entre muchos otros.
“Vogue. Like a painting” incluye, además, dos vestidos: el de la diseñadora china Guo Pei llamado “Queen Orchid”, que interacciona con el retrato de Irving Penn hizo de Cate Blanchett como Isabel I de Inglaterra; y un diseño de Valentino con motivos florales que se encuentra en la sala de la fotografía dedicada a exteriores y jardines.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.