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| Imagen: EITB |
Itziar Ziga · Activista feminista | Gara, 2015-08-06
http://www.naiz.eus/es/hemeroteca/gara/editions/2015-08-06/hemeroteca_articles/panico-homosexual
A quienes hemos tenido el valor (y el placer) de catar la carne prohibida sin ocultarlo, de incumplir la norma heterosexual, de reventar el armario desde dentro, se nos parte el corazón al imaginar el sufrimiento inasumible de quienes no pudieron hacerlo. Millones de mujeres y hombres con el deseo inconfesable pudriéndoles noche a noche las entrañas, atrapados en el infame siglo XX, sin duda el más terrible de todos para la posibilidad homosexual.
El mismo siglo en que ya no pudimos más y nos la jugamos en una lucha de liberación sin precedentes, apuntalando ese «ni un paso atrás» en el que nos hemos ganado a pulso que nuestras vidas sean vivibles.
Eso sí, que el heterodestino esté herido de muerte no significa que haya desaparecido ni que haya perdido la capacidad de malograr más existencias. La homofobia interiorizada sigue siendo la piedra angular de la masculinidad patriarcal. Instala en los cuerpos de los hombres una zozobra intestina: el terror íntimo a ser, en el fondo, maricón. La mayor abominación con la que se les asusta desde que son pequeños, el fantasma más terrible de la virilidad.
Y es así como opera el pánico homosexual, como un agujero negro en el alma que te hará temer y despreciar lo que tengas dentro sin llegar a conocerlo. Así será mucho más fácil que te comportes como un macho, esa identidad tan dominante como insegura. Y así el patriarcado se reproduce una vez más.
Folle con quien folle, se identifique o no como gay, no creo que ningún hombre pueda ser feliz (aunque sí peligroso para sus congéneres, especialmente para las mujeres) sin conjurar su pánico homosexual, sin pegarle una patada en los huevos a la homofobia y escuchar sin miedo su propio deseo. Porque, si no, quizás termine haciendo el ridículo en una comisaria, en Baiona por ejemplo, atrapado en sus propias mentiras, tratando de negar lo que sus amigos saben y confesando ante esa quintaesencia de la autoridad masculina que es la policía, esa misma autoridad que tanto admira y teme, su secreto más impronunciable: nadie me metió la polla en la boca a la fuerza, la busqué yo.
El mismo siglo en que ya no pudimos más y nos la jugamos en una lucha de liberación sin precedentes, apuntalando ese «ni un paso atrás» en el que nos hemos ganado a pulso que nuestras vidas sean vivibles.
Eso sí, que el heterodestino esté herido de muerte no significa que haya desaparecido ni que haya perdido la capacidad de malograr más existencias. La homofobia interiorizada sigue siendo la piedra angular de la masculinidad patriarcal. Instala en los cuerpos de los hombres una zozobra intestina: el terror íntimo a ser, en el fondo, maricón. La mayor abominación con la que se les asusta desde que son pequeños, el fantasma más terrible de la virilidad.
Y es así como opera el pánico homosexual, como un agujero negro en el alma que te hará temer y despreciar lo que tengas dentro sin llegar a conocerlo. Así será mucho más fácil que te comportes como un macho, esa identidad tan dominante como insegura. Y así el patriarcado se reproduce una vez más.
Folle con quien folle, se identifique o no como gay, no creo que ningún hombre pueda ser feliz (aunque sí peligroso para sus congéneres, especialmente para las mujeres) sin conjurar su pánico homosexual, sin pegarle una patada en los huevos a la homofobia y escuchar sin miedo su propio deseo. Porque, si no, quizás termine haciendo el ridículo en una comisaria, en Baiona por ejemplo, atrapado en sus propias mentiras, tratando de negar lo que sus amigos saben y confesando ante esa quintaesencia de la autoridad masculina que es la policía, esa misma autoridad que tanto admira y teme, su secreto más impronunciable: nadie me metió la polla en la boca a la fuerza, la busqué yo.
DOCUMENTACIÓN
El joven que denunció una violación en Baiona retira la demanda tras admitir que era falsa El joven landés de 18 años que puso una denuncia porque supuestamente un hombre le obligó a hacerle una felación el primer día de las fiestas de Baiona ha retirado la denuncia y ha admitido que la relación fue «consentida».
Naiz, 2015-07-31
http://www.naiz.eus/es/actualidad/noticia/20150731/el-joven-que-denuncio-una-violacion-en-baiona-retira-la-demanda-tras-admitir-que-era-falsa
Investigan dos agresiones sexuales sucedidas en las fiestas de Baiona
EITB, 2015-07-31
http://www.eitb.eus/es/noticias/sociedad/detalle/3390272/violacion-baiona--un-joven-victima-violacion/
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