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| Imagen: El Diario Vasco |
Ikuspegi recoge que uno de cada tres extranjeros es iberoamericano y que el colectivo destaca por su alta inserción laboral en el hogar
María José Tomé | El Diario Vasco, 2015-08-14
http://www.diariovasco.com/sociedad/201508/14/mujeres-latinas-sostienen-sistema-201508140730.html
Mujer, regularizada y empleada en labores domésticas y de cuidado personal. Este es el perfil predominante entre la población latinoamericana residente en Euskadi, el colectivo inmigrante con mayor presencia en la comunidad autónoma al que ya pertenece uno de cada tres extranjeros o casi la mitad si tenemos en cuenta a los ya nacionalizados. Destaca especialmente su «alta inserción laboral» -que en algunos casos supera hasta en diez puntos la media del conjunto de extranjeros (75%)-, enfocada mayoritariamente al empleo en el hogar y al cuidado de mayores, niños y discapacitados. Tanto es así que ya es considerado por los expertos como un colectivo «clave» en el mantenimiento del Estado de Bienestar, al dar respuesta a las necesidades de la dependencia y al facilitar el «acceso de la mujer autóctona al mercado laboral vasco».
La realidad que cualquier ciudadano intuye al pasar junto a un colegio de Euskadi a la hora de la salida de los escolares o cuando ve a una persona dependiente paseando por la calle viene a ser confirmada ahora con datos por el Observatorio Vasco de Inmigración, Ikuspegi, que dedica su última panorámica a la población latinoamericana afincada en el País Vasco. Un colectivo que, aunque ha descendido desde 2012 debido tanto a la crisis como a las nacionalizaciones, conforma el grueso de la población inmigrante: en la actualidad está constituido por 46.271 individuos mientras otros 33.261 (dato de 2014 que a día de hoy será más numeroso) disfrutan de la nacionalidad española si bien su lugar de nacimiento se ubica en el continente americano. Bolivianos (18,5), colombianos (13,5%), nicaragüenses (11,3%) y paraguayos (10,6%) son las nacionalidades más numerosas.
El predominio femenino es una de las principales señas de identidad de un colectivo formado por un 63% de mujeres, aunque hay determinadas nacionalidades, como la nicaragüense, hondureña o paraguaya, que superan el 75%. Estos porcentajes «demuestran claramente que el modelo vasco de inmigración es feminizado, porque las nacionalidades relevantes de sustitución de las anteriores son cada vez más feminizadas. Frente a lo que dice el sentido común y la información al uso -matizan los expertos de Ikuspegi- siempre escoge el que recibe. Más que un efecto llamada, hay un efecto de petición o de selección».
Porque lo cierto es que, sin las mujeres latinas, el Estado de Bienestar del que disfrutamos no sería el mismo. Ellas constituyen uno de sus pilares, el que sostiene el sistema de dependencia y los cuidados personales en el hogar, el que permite el mantenimiento de la actual «estructura demografica laboral», detallan los autores de la panorámica.
En general, la mayoría de la población ocupada de procedencia iberoamericana se concentra en el sector servicios, como es el caso de las personas oriundas de Argentina, Chile y Uruguay (82%), Paraguay (84%), Bolivia (81%) y Colombia, Ecuador y Perú (73,9%). Es «reseñable», a juicio de los expertos, la «alta concentración» en este ámbito laboral de las mujeres procedentes de Bolivia, que rozaría el 100%, Paraguay (98%) o Colombia, Ecuador y Perú (97,7%). Por ramas de actividad, las latinas de orientan mayoritariamente al sector doméstico -en el que destaca especialmente el elevado porcentaje de mujeres paraguayas y bolivianas que trabajan como asistentas, con un 78,5% y 69,4% respectivamente-, seguido de la hostelería y, en menor medida, del comercio.
Asímismo, la situación laboral de la población latinoamericana destaca por su elevada inserción en el mercado laboral, superior al 75%. Con las tasas más altas de ocupación se encuentran los uruguayos (86,7%), bolivianos (78,1%) y también colombianos, ecuatorianos y peruanos (77,9%). Su índice de paro se sitúa por debajo de la media de la población extranjera (31%) en el caso de procedencias como Colombia, Ecuador y Perú (24%), Bolivia (27%) y Paraguay (22,9%).
Buena integración
Respecto a su situación administrativa, tres de cada cuatro latinoamericanos está regularizados. La mayoría, según Ikuspegi, manifiesta no tener ningún problema de integración ni con las personas autóctonas ni con otros imigrantes, aunque son paraguayos y bolivianos los que adolecen de una menor participación social con otros colectivos.
La valoración de la población autóctona hacia los latinoamericanos es mayoritariamente positiva. Los argentinos son los mejor considerados, seguido de paraguayos, nicaragüenses, ecuatorianos, bolivianos y colombianos. Según los propios inmigrantes, su intención al inicio del viaje ha sido «conseguir dinero y volver a su país», un planteamiento que no se cumple para algunas nacionalidades. Para argentinos, chilenos, uruguayos, brasileños, venezolanos y dominicanos, cuya principal motivación fue «iniciar una nueva vida», quieren quedarse Euskadi a más largo plazo; por ello muchos de los miembros de estas nacionalidades se han animado a comprar una vivienda.
Un colectivo con más peso en Bizkaia y Gipuzkoa
Por territorios históricos, el peso de la población latinoamericana en relación al colectivo extranjero es mayor en Bizkaia (38,7%), seguido por Gipuzkoa (32%) y después por Álava (23,9%). En clave evolutiva, los expertos de Ikuspegi constatan su desigual crecimiento en los territorios desde 1998. Así, en términos relativos, mientras en Bizkaia se mantiene su importancia, su presencia ha descendido en Álava y ha aumentado en Gipuzkoa. Por comarcas, el mayor grupo de población reside en Plentzia-Mungia (47%), el Gran Bilbao (45,8%), y San Sebastián (43,2%).
La realidad que cualquier ciudadano intuye al pasar junto a un colegio de Euskadi a la hora de la salida de los escolares o cuando ve a una persona dependiente paseando por la calle viene a ser confirmada ahora con datos por el Observatorio Vasco de Inmigración, Ikuspegi, que dedica su última panorámica a la población latinoamericana afincada en el País Vasco. Un colectivo que, aunque ha descendido desde 2012 debido tanto a la crisis como a las nacionalizaciones, conforma el grueso de la población inmigrante: en la actualidad está constituido por 46.271 individuos mientras otros 33.261 (dato de 2014 que a día de hoy será más numeroso) disfrutan de la nacionalidad española si bien su lugar de nacimiento se ubica en el continente americano. Bolivianos (18,5), colombianos (13,5%), nicaragüenses (11,3%) y paraguayos (10,6%) son las nacionalidades más numerosas.
El predominio femenino es una de las principales señas de identidad de un colectivo formado por un 63% de mujeres, aunque hay determinadas nacionalidades, como la nicaragüense, hondureña o paraguaya, que superan el 75%. Estos porcentajes «demuestran claramente que el modelo vasco de inmigración es feminizado, porque las nacionalidades relevantes de sustitución de las anteriores son cada vez más feminizadas. Frente a lo que dice el sentido común y la información al uso -matizan los expertos de Ikuspegi- siempre escoge el que recibe. Más que un efecto llamada, hay un efecto de petición o de selección».
Porque lo cierto es que, sin las mujeres latinas, el Estado de Bienestar del que disfrutamos no sería el mismo. Ellas constituyen uno de sus pilares, el que sostiene el sistema de dependencia y los cuidados personales en el hogar, el que permite el mantenimiento de la actual «estructura demografica laboral», detallan los autores de la panorámica.
En general, la mayoría de la población ocupada de procedencia iberoamericana se concentra en el sector servicios, como es el caso de las personas oriundas de Argentina, Chile y Uruguay (82%), Paraguay (84%), Bolivia (81%) y Colombia, Ecuador y Perú (73,9%). Es «reseñable», a juicio de los expertos, la «alta concentración» en este ámbito laboral de las mujeres procedentes de Bolivia, que rozaría el 100%, Paraguay (98%) o Colombia, Ecuador y Perú (97,7%). Por ramas de actividad, las latinas de orientan mayoritariamente al sector doméstico -en el que destaca especialmente el elevado porcentaje de mujeres paraguayas y bolivianas que trabajan como asistentas, con un 78,5% y 69,4% respectivamente-, seguido de la hostelería y, en menor medida, del comercio.
Asímismo, la situación laboral de la población latinoamericana destaca por su elevada inserción en el mercado laboral, superior al 75%. Con las tasas más altas de ocupación se encuentran los uruguayos (86,7%), bolivianos (78,1%) y también colombianos, ecuatorianos y peruanos (77,9%). Su índice de paro se sitúa por debajo de la media de la población extranjera (31%) en el caso de procedencias como Colombia, Ecuador y Perú (24%), Bolivia (27%) y Paraguay (22,9%).
Buena integración
Respecto a su situación administrativa, tres de cada cuatro latinoamericanos está regularizados. La mayoría, según Ikuspegi, manifiesta no tener ningún problema de integración ni con las personas autóctonas ni con otros imigrantes, aunque son paraguayos y bolivianos los que adolecen de una menor participación social con otros colectivos.
La valoración de la población autóctona hacia los latinoamericanos es mayoritariamente positiva. Los argentinos son los mejor considerados, seguido de paraguayos, nicaragüenses, ecuatorianos, bolivianos y colombianos. Según los propios inmigrantes, su intención al inicio del viaje ha sido «conseguir dinero y volver a su país», un planteamiento que no se cumple para algunas nacionalidades. Para argentinos, chilenos, uruguayos, brasileños, venezolanos y dominicanos, cuya principal motivación fue «iniciar una nueva vida», quieren quedarse Euskadi a más largo plazo; por ello muchos de los miembros de estas nacionalidades se han animado a comprar una vivienda.
Un colectivo con más peso en Bizkaia y Gipuzkoa
Por territorios históricos, el peso de la población latinoamericana en relación al colectivo extranjero es mayor en Bizkaia (38,7%), seguido por Gipuzkoa (32%) y después por Álava (23,9%). En clave evolutiva, los expertos de Ikuspegi constatan su desigual crecimiento en los territorios desde 1998. Así, en términos relativos, mientras en Bizkaia se mantiene su importancia, su presencia ha descendido en Álava y ha aumentado en Gipuzkoa. Por comarcas, el mayor grupo de población reside en Plentzia-Mungia (47%), el Gran Bilbao (45,8%), y San Sebastián (43,2%).
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