Alejandro Velazco | Vice, 2016-03-22
http://www.vice.com/es_mx/read/sobre-cine-y-homofobia-una-entrevista-con-alex-anwandter
El músico Álex Anwandter presentó su película ‘Nunca vas a estar solo’ en México en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara, en su apartado para la diversidad sexual llamado Premio Maguey. Se trata de una obra que retrata el punto más extremo de la violencia homófoba: los crímenes de odio. Con un gran recibimiento por parte del público, Álex contó ante los asistentes cómo inició la necesidad de hacer una película que invitara a la reflexión sobre esta cruda violencia que se vive en Chile.
El dos de marzo de 2012, en el Parque San Borja de Santiago, un joven de 24 años de nombre Daniel Zamudio fue atacado violentamente por un grupo neonazi, provocándole la muerte unas semanas después, el 27 de marzo. El caso cimbró al país entero, pero en lugar de ver un problema tan trágico como es la discriminación social que lleva al asesinato jóvenes homosexuales, se habló como si fuera un caso aislado, triste y único. Los medios de comunicación incluso culpaban tangencialmente al propio Daniel.
Esto afectó profundamente a Álex, cuyas canciones eran de las favoritas de Daniel. La violencia sistemática y el tratamiento que le dan los medios de comunicación fueron la base para que el músico preparara la idea para una película, sin tomar elementos de la historia de Daniel pero poniendo el foco en la violencia que afecta a todos.
Así nació ‘Nunca vas a estar solo’, una película sobre un asunto de vida o muerte, porque la homofobia mata; son muchos los que necesitan escuchar que no es normal que los violenten por ser lo que son y que nunca van a estar solos.
Platicamos con Álex Anwandter sobre la situación en Chile y México, su incursión en el cine y las muchas problemáticas sociales que compartimos.
Vice: Hola Álex. México es una de las sociedades latinas con mayor número de crímenes de odio, ¿qué importancia tiene el estreno de tu película en este país?
Álex Anwandter: Se trata de un tema muy complejo. Los cambios culturales toman décadas, no resultan espontáneamente, hay que insistir y forzar una reflexión. Yo creo que la visibilización es una herramienta importante y también lo es forzar el debate.
A mí me gusta bastante eso y también confrontar porque si no lo único que tiene la gente es la reproducción de discursos violentos a través de los medios masivos.
La semana pasada una niña fue descuartizada en Chile y el diario más popular tituló la noticia con "El amor y los celos la mataron", esa banalización de la violencia e invisibilización del problema real pasa desapercibido si alguien no dice "Esperen, el amor no tiene nada qué ver con el asesinato de una mujer", pero la gente no tiene esa información aún.
Yo personalmente creo en forzar que esa información llegue, el arte me parece un vehículo importante para eso, sobre todo por su capacidad de cargar emocionalmente los mensajes o las ideas en lugar de ser panfletario.
En Chile por ejemplo hay un rechazo gigantesco al concepto de feminismo porque la gente está muy desinformada, piensa que son mujeres enojadas y que quieren dominar a los hombres y no entienden que feminismo no tiene que ver con la superioridad de la mujer, así de básica es la desinformación, que es algo que va por la igualdad y que se llama feminismo para no invisibilizar al género que está siendo afectado por la violencia, y por eso no se llama igualitarismo, igualismo o lo que sea.
Pero todas esas ideas, empatías y tolerancias no llegan a la gente porque sí, creo que hay que juntar fuerza y hacerlo.
¿Fue difícil el proceso de hacer la película?
Lo que encontré más difícil (pero interesante) fue la escritura del guión. Cómo hacer una separación entre uno mismo y la cultura que estás intentando retratar, sin caer en la reproducción de las violencias.
Lo encontré súper desafiante, me sorprendí a mí mismo en un borrador temprano del guión con personajes femeninos involucrados sentimentalmente con el hombre de la película y no había ninguna razón lógica para que eso sucediera, excepto que es así como se retratan los personajes femeninos en el cine y ya, entonces estar alerta me pareció un desafío muy interesante.
En tu película tocas brevemente otros problemas del Chile hiper privatizado, específicamente en el área de salud, ¿cuál es tu postura sobre eso?
La verdad es que tenemos como una lista de temas por resolver y casi todo tiene raíz en la dictadura, por ejemplo el no tener ningún tipo de aborto legal viene de una ley que se promulgó en la última semana de la dictadura, antes de apagar la luz hicieron eso.
Tenemos una desigualdad enorme, está la privatización, pero el tema de la salud que toco parcialmente en la película todavía no se destapa, estamos todos pagando por tener algo privado más o menos decente. Ahora está normalizado y fue algo impuesto a la fuerza.
¿Tu creación artística va a retomar más problemas sociales?
Sí, pero lo haré a través de otro camino. La música funciona de una manera muy distinta, no te podría hacer una lista de temáticas que mi disco nuevo, ‘Amiga’ (que será lanzado en abril) toca, porque no funciona así, no existe la canción contra la privatización, etcétera, eso ya no tiene ningún impacto, es obsoleto.
Pero sí hay otro camino muy interesante que tomé como método, que es ser extremadamente personal y ahí colar lo político, son más bien imágenes, no son discursos, y me gusta eso como herramienta, creo que las canciones son muy potentes pero de la manera en que la música puede serlo.
¿Cómo te colocarías en un espectro político? ¿Crees en el Estado?
Es una buena pregunta. Pero a ver, qué tan de izquierda puede ser uno si lleva una vida más o menos burguesa.
Son temas que pienso, pero al final todos tranzamos con el capitalismo constantemente y en nuestra vida aceptamos que estamos más privilegiados que otra persona y nos vamos a dormir tranquilos sabiendo eso.
Yo favorezco que eso no suceda y por favor hagámonos cargo en conjunto de esas personas que tienen menos, pero igual todas las noches me voy a dormir sabiendo que eso existe, y duermo sin más. No sé de qué sirve definirse a uno mismo súper de izquierda, nunca es suficiente.
¿Cómo ves a México en cuanto a la diversidad sexual?
Me parece que están más avanzados que nosotros, sus comunidades gays son más grandes, bueno, también son más habitantes, pero son más visibles también, hay mucha visibilidad, hay mucha presencia mediática, todo esto comparado con Chile, claro.
A nivel social y de la legislación protegiendo a los ciudadanos de la diversidad sexual me parece que están más avanzados, tienen matrimonio igualitario, y no sé cómo funcionarán sus leyes anti discriminación.
¿Te gustó creativamente incursionar en el cine?
Sí, y lo voy a volver a hacer, estoy empezando a planificar mi próximo guión. La verdad lo encontré fascinante, es un nivel apasionante que no podría ni empezar a describir, es lo segundo en dificultad en la vida [risas]. Me decían "¿hay algo más difícil que hacer una película?" y sí, es hacer una primera película. Pero a mí me gusta mucho sentirme desafiado, conectarme cada vez más profundamente con el público y el cine me pareció perfecto para hacer esa conexión distinta a la de la música.
El dos de marzo de 2012, en el Parque San Borja de Santiago, un joven de 24 años de nombre Daniel Zamudio fue atacado violentamente por un grupo neonazi, provocándole la muerte unas semanas después, el 27 de marzo. El caso cimbró al país entero, pero en lugar de ver un problema tan trágico como es la discriminación social que lleva al asesinato jóvenes homosexuales, se habló como si fuera un caso aislado, triste y único. Los medios de comunicación incluso culpaban tangencialmente al propio Daniel.
Esto afectó profundamente a Álex, cuyas canciones eran de las favoritas de Daniel. La violencia sistemática y el tratamiento que le dan los medios de comunicación fueron la base para que el músico preparara la idea para una película, sin tomar elementos de la historia de Daniel pero poniendo el foco en la violencia que afecta a todos.
Así nació ‘Nunca vas a estar solo’, una película sobre un asunto de vida o muerte, porque la homofobia mata; son muchos los que necesitan escuchar que no es normal que los violenten por ser lo que son y que nunca van a estar solos.
Platicamos con Álex Anwandter sobre la situación en Chile y México, su incursión en el cine y las muchas problemáticas sociales que compartimos.
Vice: Hola Álex. México es una de las sociedades latinas con mayor número de crímenes de odio, ¿qué importancia tiene el estreno de tu película en este país?
Álex Anwandter: Se trata de un tema muy complejo. Los cambios culturales toman décadas, no resultan espontáneamente, hay que insistir y forzar una reflexión. Yo creo que la visibilización es una herramienta importante y también lo es forzar el debate.
A mí me gusta bastante eso y también confrontar porque si no lo único que tiene la gente es la reproducción de discursos violentos a través de los medios masivos.
La semana pasada una niña fue descuartizada en Chile y el diario más popular tituló la noticia con "El amor y los celos la mataron", esa banalización de la violencia e invisibilización del problema real pasa desapercibido si alguien no dice "Esperen, el amor no tiene nada qué ver con el asesinato de una mujer", pero la gente no tiene esa información aún.
Yo personalmente creo en forzar que esa información llegue, el arte me parece un vehículo importante para eso, sobre todo por su capacidad de cargar emocionalmente los mensajes o las ideas en lugar de ser panfletario.
En Chile por ejemplo hay un rechazo gigantesco al concepto de feminismo porque la gente está muy desinformada, piensa que son mujeres enojadas y que quieren dominar a los hombres y no entienden que feminismo no tiene que ver con la superioridad de la mujer, así de básica es la desinformación, que es algo que va por la igualdad y que se llama feminismo para no invisibilizar al género que está siendo afectado por la violencia, y por eso no se llama igualitarismo, igualismo o lo que sea.
Pero todas esas ideas, empatías y tolerancias no llegan a la gente porque sí, creo que hay que juntar fuerza y hacerlo.
¿Fue difícil el proceso de hacer la película?
Lo que encontré más difícil (pero interesante) fue la escritura del guión. Cómo hacer una separación entre uno mismo y la cultura que estás intentando retratar, sin caer en la reproducción de las violencias.
Lo encontré súper desafiante, me sorprendí a mí mismo en un borrador temprano del guión con personajes femeninos involucrados sentimentalmente con el hombre de la película y no había ninguna razón lógica para que eso sucediera, excepto que es así como se retratan los personajes femeninos en el cine y ya, entonces estar alerta me pareció un desafío muy interesante.
En tu película tocas brevemente otros problemas del Chile hiper privatizado, específicamente en el área de salud, ¿cuál es tu postura sobre eso?
La verdad es que tenemos como una lista de temas por resolver y casi todo tiene raíz en la dictadura, por ejemplo el no tener ningún tipo de aborto legal viene de una ley que se promulgó en la última semana de la dictadura, antes de apagar la luz hicieron eso.
Tenemos una desigualdad enorme, está la privatización, pero el tema de la salud que toco parcialmente en la película todavía no se destapa, estamos todos pagando por tener algo privado más o menos decente. Ahora está normalizado y fue algo impuesto a la fuerza.
¿Tu creación artística va a retomar más problemas sociales?
Sí, pero lo haré a través de otro camino. La música funciona de una manera muy distinta, no te podría hacer una lista de temáticas que mi disco nuevo, ‘Amiga’ (que será lanzado en abril) toca, porque no funciona así, no existe la canción contra la privatización, etcétera, eso ya no tiene ningún impacto, es obsoleto.
Pero sí hay otro camino muy interesante que tomé como método, que es ser extremadamente personal y ahí colar lo político, son más bien imágenes, no son discursos, y me gusta eso como herramienta, creo que las canciones son muy potentes pero de la manera en que la música puede serlo.
¿Cómo te colocarías en un espectro político? ¿Crees en el Estado?
Es una buena pregunta. Pero a ver, qué tan de izquierda puede ser uno si lleva una vida más o menos burguesa.
Son temas que pienso, pero al final todos tranzamos con el capitalismo constantemente y en nuestra vida aceptamos que estamos más privilegiados que otra persona y nos vamos a dormir tranquilos sabiendo eso.
Yo favorezco que eso no suceda y por favor hagámonos cargo en conjunto de esas personas que tienen menos, pero igual todas las noches me voy a dormir sabiendo que eso existe, y duermo sin más. No sé de qué sirve definirse a uno mismo súper de izquierda, nunca es suficiente.
¿Cómo ves a México en cuanto a la diversidad sexual?
Me parece que están más avanzados que nosotros, sus comunidades gays son más grandes, bueno, también son más habitantes, pero son más visibles también, hay mucha visibilidad, hay mucha presencia mediática, todo esto comparado con Chile, claro.
A nivel social y de la legislación protegiendo a los ciudadanos de la diversidad sexual me parece que están más avanzados, tienen matrimonio igualitario, y no sé cómo funcionarán sus leyes anti discriminación.
¿Te gustó creativamente incursionar en el cine?
Sí, y lo voy a volver a hacer, estoy empezando a planificar mi próximo guión. La verdad lo encontré fascinante, es un nivel apasionante que no podría ni empezar a describir, es lo segundo en dificultad en la vida [risas]. Me decían "¿hay algo más difícil que hacer una película?" y sí, es hacer una primera película. Pero a mí me gusta mucho sentirme desafiado, conectarme cada vez más profundamente con el público y el cine me pareció perfecto para hacer esa conexión distinta a la de la música.
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