Imagen: Google Imágenes / Escenario Santander |
Oscar Allende | El Faradio, 2016-03-31
http://www.elfaradio.com/2016/03/31/agresion-homofoba-a-un-menor-a-la-salida-de-un-concierto-en-santander/
Un joven, menor de edad, ha sufrido una agresión homófoba la semana pasada en Santander, donde fue agredido a la salida de un concierto, cuando estaba con su pareja, y por personas que le pegaron tras insultarle aludiendo a su condición sexual.
Los hechos sucedieron en torno a las tres de la madrugada del pasado miércoles al jueves (en Semana Santa) a la salida de un concierto en Escenario Santander, fuera de las instalaciones, según confirman al periódico digital cántabro El Faradio fuentes policiales que también corroboran la existencia de los insultos homófobos.
Lo que pasó fue que a la salida del concierto varios jóvenes que se encontraban en un botellón que se produjo en el parque esa noche, les increparon e insultaron, cuando la pareja se encontraba sentada en un banco.
Los agresores se marcharon, pero volvieron y, por detrás del banco, les comenzaron a insultar y agredir.
Uno de los miembros de la pareja salió a pedir ayuda, y el otro, el agredido, trató de defenderse (recibiendo golpes en el pecho), resultando agredido y sufriendo contusiones, no graves, por las que se ha cursado denuncia policial.
Delitos de odio
Las agresiones por la orientación sexual se inscriben en lo que se denomina delitos de odio, un concepto más amplio en el que entran otro tipo de hechos violentos, como los motivados por la raza, el sexo, la religión…
En este sentido, Cantabria fue la comunidad autónoma española que registró menos delitos de odio el año pasado: nueve casos, según recoge el Ministerio del Interior en una estadística que se ciñe a los casos de los que queda constancia documental (denuncias, juicios…), ya que, según señalan distintos estudios de asociaciones e instituciones que trabajan contra la intolerancia, el 90% de los casos queda sin denunciar.
En esa estadística se constató, en relación al año anterior, un incremento en los delitos relacionados con la orientación sexual, que pasaron de cero a dos, dentro de una tendencia nacional (con significativos casos en Madrid) al alza debido a que se producen más denuncias y las reacciones agresivas de ciertas personas ante las expresiones normalizadas de amor en público por parte de parejas del mismo sexo.
Algunos casos trascienden ya a los medios de comunicación, como sucedió en 2015 con la agresión a una pareja homosexual a la salida de una discoteca en Torrelavega, entre insultos a su condición sexual, y que un juez de Torrelavega ha rechazado considerar como delito de odio pese a que fue precedido de insultos relacionados también con la condición sexual de las víctimas.
En Cantabria, la Consejería de Educación del Gobierno de Cantabria ha avanzado que quiere combatir con planes específicos al detectar tics homófobos y machistas en las aulas cántabras, dentro de una tendencia al alza en estos casos.
En el conjunto de España, los delitos por motivos de orientación sexual ocupan la tercera posición en los delitos de odio, con 169 casos. La primera posición la sigue ocupando el racismo y la xenofobia.
Los hechos sucedieron en torno a las tres de la madrugada del pasado miércoles al jueves (en Semana Santa) a la salida de un concierto en Escenario Santander, fuera de las instalaciones, según confirman al periódico digital cántabro El Faradio fuentes policiales que también corroboran la existencia de los insultos homófobos.
Lo que pasó fue que a la salida del concierto varios jóvenes que se encontraban en un botellón que se produjo en el parque esa noche, les increparon e insultaron, cuando la pareja se encontraba sentada en un banco.
Los agresores se marcharon, pero volvieron y, por detrás del banco, les comenzaron a insultar y agredir.
Uno de los miembros de la pareja salió a pedir ayuda, y el otro, el agredido, trató de defenderse (recibiendo golpes en el pecho), resultando agredido y sufriendo contusiones, no graves, por las que se ha cursado denuncia policial.
Delitos de odio
Las agresiones por la orientación sexual se inscriben en lo que se denomina delitos de odio, un concepto más amplio en el que entran otro tipo de hechos violentos, como los motivados por la raza, el sexo, la religión…
En este sentido, Cantabria fue la comunidad autónoma española que registró menos delitos de odio el año pasado: nueve casos, según recoge el Ministerio del Interior en una estadística que se ciñe a los casos de los que queda constancia documental (denuncias, juicios…), ya que, según señalan distintos estudios de asociaciones e instituciones que trabajan contra la intolerancia, el 90% de los casos queda sin denunciar.
En esa estadística se constató, en relación al año anterior, un incremento en los delitos relacionados con la orientación sexual, que pasaron de cero a dos, dentro de una tendencia nacional (con significativos casos en Madrid) al alza debido a que se producen más denuncias y las reacciones agresivas de ciertas personas ante las expresiones normalizadas de amor en público por parte de parejas del mismo sexo.
Algunos casos trascienden ya a los medios de comunicación, como sucedió en 2015 con la agresión a una pareja homosexual a la salida de una discoteca en Torrelavega, entre insultos a su condición sexual, y que un juez de Torrelavega ha rechazado considerar como delito de odio pese a que fue precedido de insultos relacionados también con la condición sexual de las víctimas.
En Cantabria, la Consejería de Educación del Gobierno de Cantabria ha avanzado que quiere combatir con planes específicos al detectar tics homófobos y machistas en las aulas cántabras, dentro de una tendencia al alza en estos casos.
En el conjunto de España, los delitos por motivos de orientación sexual ocupan la tercera posición en los delitos de odio, con 169 casos. La primera posición la sigue ocupando el racismo y la xenofobia.
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