Imagen: Público / Gabriel J. Martín |
Es la frase con la que Gabriel J. Martín se despide de sus lectores en sus artículos sobre psicología afirmativa gay, y ha sido el título elegido para el libro que acaba de presentar.
Belén Escudero · EFE | Público, 2016-03-19
http://www.publico.es/culturas/quierete-mucho-maricon-manual-complice.html
"Quiérete mucho, maricón" es la frase con la que Gabriel J. Martín se despide de sus lectores en sus artículos sobre psicología afirmativa gay, y ha sido el título elegido para el libro que acaba de presentar y con el que, en un lenguaje cómplice, pretende ayudar a los homosexuales a ser más felices.
Es, por encima de todo, según dice su autor en una entrevista a Efe, un manual sobre autoestima para que, "queriéndote a ti mismo, puedas querer mejor a los demás y ser más feliz con ellos". "Tanto -añade en su libro- como tú te mereces, maricón".
¿Maricón? ¿No cree que se puede ofender alguien?
Hombre... si yo empezara diciendo '¡eres tonto maricón!' entendería que se molestara alguien, pero cuando alguien empieza diciendo '¡quiérete mucho', igual maricón no lo está diciendo con mala idea, sino con algún tipo de complicidad, que es lo que remarco.
El título es la expresión con la que acabo todos mis artículos desde 2012. Cuando nos la decimos dos gais, estamos usando una marca lingüística, de complicidad, la que existe entre dos hombres que comparten las grandes líneas de sus biografías y que pueden entenderse mucho mejor que con otros.
Es una palabra que empleamos para estar por encima de su uso insultante, para señalar que ya no nos duelen las palabras, sino las intenciones. La usaron durante muchos años para hacernos daño y por eso doy en el libro muchas razones de por qué la utilizo.
¿Cuales son los prejuicios que han hecho más daño a los homosexuales?
Hay uno muy fuerte y con el que más reticencia me encuentro en los sectores homófobos y es que piensen que la homosexualidad es algo que se ha elegido o algo que en algún momento de tu vida, por algún tipo de error en la educación, has ido adquiriendo.
Es el debate de si uno nace o se hace, que es muy antiguo y que el mundo académico tiene muy superado. En la calle todavía no, y por eso es muy bueno que se hable de esto.
Si piensas que algo ocurrió dentro de ti durante tu infancia que te torció hacia la homosexualidad, siempre irás con la sensación de que tienes algún tipo de tara y que tendrías que haber sido heterosexual. Pero cuando te das cuenta de que no, entiendes que eres tan natural como tu hermano heterosexual.
Es decir, se nace siendo gay....
La evidencia científica te dice que es imposible que la homosexualidad sea aprendida porque es una conducta que contraviene manifiestamente todas y cada unas de las leyes del aprendizaje.
Se nace siendo gay, otra cosa es que tardes más o menos en descubrirlo. La orientación sexo-afectiva se considera innata. La homosexualidad no es algo elegido, no es una construcción social (...)
No se decide, por tanto, ser homosexual
Nadie decide ser homosexual. Lo máximo que puedes hacer es intentar vivirlo con la mayor dignidad posible. Se trata de que una persona homosexual no se sienta avergonzada en su trabajo cuando le preguntan por su vida personal o por estar enamorada y mostrar ese cariño en público.
Se trata de que sea asertiva cuando lo hable con su familia, que se sienta muy contenta de ser quien es. Queriéndote a ti mismo, puedas querer mejor a los demás y ser más feliz.
Y el libro es el resultado de muchos años de trabajo en su consulta... Es psicólogo desde 1996 y lleva desde hace ocho años atendiendo exclusivamente a hombres homosexuales.
He tratado a más de mil homosexuales por distintos motivos. Hombres a los que les cuesta un poco asumir su homosexualidad o que tienen estrés postraumático como consecuencia del acoso homofóbico, que conviven con el VIH o que tienen problemas con sus parejas o pocas habilidades sociales. El libro está salpicado de anécdotas y de casos que han pasado por mi consulta.
Es, por encima de todo, según dice su autor en una entrevista a Efe, un manual sobre autoestima para que, "queriéndote a ti mismo, puedas querer mejor a los demás y ser más feliz con ellos". "Tanto -añade en su libro- como tú te mereces, maricón".
¿Maricón? ¿No cree que se puede ofender alguien?
Hombre... si yo empezara diciendo '¡eres tonto maricón!' entendería que se molestara alguien, pero cuando alguien empieza diciendo '¡quiérete mucho', igual maricón no lo está diciendo con mala idea, sino con algún tipo de complicidad, que es lo que remarco.
El título es la expresión con la que acabo todos mis artículos desde 2012. Cuando nos la decimos dos gais, estamos usando una marca lingüística, de complicidad, la que existe entre dos hombres que comparten las grandes líneas de sus biografías y que pueden entenderse mucho mejor que con otros.
Es una palabra que empleamos para estar por encima de su uso insultante, para señalar que ya no nos duelen las palabras, sino las intenciones. La usaron durante muchos años para hacernos daño y por eso doy en el libro muchas razones de por qué la utilizo.
¿Cuales son los prejuicios que han hecho más daño a los homosexuales?
Hay uno muy fuerte y con el que más reticencia me encuentro en los sectores homófobos y es que piensen que la homosexualidad es algo que se ha elegido o algo que en algún momento de tu vida, por algún tipo de error en la educación, has ido adquiriendo.
Es el debate de si uno nace o se hace, que es muy antiguo y que el mundo académico tiene muy superado. En la calle todavía no, y por eso es muy bueno que se hable de esto.
Si piensas que algo ocurrió dentro de ti durante tu infancia que te torció hacia la homosexualidad, siempre irás con la sensación de que tienes algún tipo de tara y que tendrías que haber sido heterosexual. Pero cuando te das cuenta de que no, entiendes que eres tan natural como tu hermano heterosexual.
Es decir, se nace siendo gay....
La evidencia científica te dice que es imposible que la homosexualidad sea aprendida porque es una conducta que contraviene manifiestamente todas y cada unas de las leyes del aprendizaje.
Se nace siendo gay, otra cosa es que tardes más o menos en descubrirlo. La orientación sexo-afectiva se considera innata. La homosexualidad no es algo elegido, no es una construcción social (...)
No se decide, por tanto, ser homosexual
Nadie decide ser homosexual. Lo máximo que puedes hacer es intentar vivirlo con la mayor dignidad posible. Se trata de que una persona homosexual no se sienta avergonzada en su trabajo cuando le preguntan por su vida personal o por estar enamorada y mostrar ese cariño en público.
Se trata de que sea asertiva cuando lo hable con su familia, que se sienta muy contenta de ser quien es. Queriéndote a ti mismo, puedas querer mejor a los demás y ser más feliz.
Y el libro es el resultado de muchos años de trabajo en su consulta... Es psicólogo desde 1996 y lleva desde hace ocho años atendiendo exclusivamente a hombres homosexuales.
He tratado a más de mil homosexuales por distintos motivos. Hombres a los que les cuesta un poco asumir su homosexualidad o que tienen estrés postraumático como consecuencia del acoso homofóbico, que conviven con el VIH o que tienen problemas con sus parejas o pocas habilidades sociales. El libro está salpicado de anécdotas y de casos que han pasado por mi consulta.
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