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| Imagen: El Mundo / Antoinette Torres |
Mujeres negras denuncian que el borrador del Plan ignora sus reivindicaciones. El consistorio se defiende y dice que ahora se abre la fase de debate para incluirlas y que cuentan con ellas.
Isabel F. Lantigua | El Mundo, 2016-11-18
http://www.elmundo.es/sociedad/2016/11/18/582dff25268e3ee7218b466d.html
Mucha decepción. Eso es lo que sintió Antoinette Torres Soler, directora de la organización Afroféminas, tras ver esta semana el borrador del II Plan de Igualdad del Ayuntamiento de Zaragoza para el periodo 2017-2020. Tras haber mantenido desde marzo reuniones largas con la concejala de Igualdad, Arantza Gracia, y con una de sus colaboradoras más cercanas, tras haber participado, por invitación del propio Ayuntamiento, en un foro en la Casa de la Mujer para hablar de sus reivindicaciones y tras haber tenido la impresión de que tenían en cuenta sus argumentos, fue una desilusión comprobar que "el borrador no recoge nada de lo hablado y que no hay ningún punto de partida para incluirnos".
Antoinette, cubana afincada en España desde hace una década, cuenta a El Mundo que "pese a mi asistencia a todo lo que se me citó no existimos, no ha servido para nada que fuese. Ni siquiera somos mencionadas, ni por activa ni por pasiva. Cuando alcé la voz para comentarlo, desde la Concejalía de Igualdad me dijeron que las que figuraban en el texto eran sus prioridades".
En efecto, en el borrador de 86 páginas no se hace mención específica a las mujeres negras ni de otras razas, ni tampoco "al racismo ni la discriminación que sufrimos y que son aspectos que dificultan la igualdad", dice esta activista. De hecho, sólo en un apartado se cita la palabra etnia, cuando se habla de "visibilizar mujeres destacadas científica, cultural y socialmente (recogiendo la diversidad de culturas y etnias, corporeidades y diversidad sexual, jóvenes adultas y mayores...)". Nada más.
Desde Afroféminas llevan tres años reivindicando otras formas de hacer las cosas para incluir a la mujer negra. "Nos tratan como un colectivo aparte, como inmigrantes, pero no como mujeres. Y sólo pedimos que se nos tenga en cuenta cuando se habla de mujer. Porque además, no todas somos inmigrantes. ¿Qué hay de las afroespañolas, por ejemplo?", plantea Torres, cuya decepción viene también por el hecho de que el Ayuntamiento maño, liderado por Zaragoza en Común, se presenta como el Ayuntamiento del cambio y, "sin embargo, su actitud es la misma que la de todos los anteriores. Se han reído en nuestra cara. Para este plan de igualdad, las mujeres negras no existen. Es un plan colonialista y, por tanto, sumamente racista y cuando expresó esto la respuesta fue: 'es verdad, tenemos que aprender'".
Esta mujer se siente utilizada. "Esto ha sido algo como: yo te invito, pones la nota de color y luego te excluyo. Una realidad en la que mujeres blancas, desde su posición de privilegio, pueden permitirse hacer eventos sobre nosotras y al mismo tiempo, las mujeres negras quedamos completamente excluidas de estos mismos espacios". Tan decepcionada está que advierte de que "si el Ayuntamiento de Zaragoza no rectifica sus planes de Igualdad con respecto a la mujer, pondré una denuncia en Europa por discriminación a las mujeres negras y de otras etnias, por racismo institucional y por tanto por clara violación de los derechos humanos". Porque considera que su reivindicación "no es una causa de derechas ni de izquierdas, sino de derechos humanos".
El Ayuntamiento afirma que quiere incluirlas
Desde el Ayuntamiento de Zaragoza, en cambio, se han mostrado sorprendidos por las quejas de esta organización. Argumentan, en conversación telefónica con este periódico, que "lo presentado se trata sólo de un borrador preliminar, nada definitivo, tras una fase de diagnóstico. Ahora se abre la fase de debate en la que, por supuesto, vamos a contar con Afroféminas, a la que consideramos un referente en igualdad, y con otras organizaciones".
Indican también que su voluntad es "apostar por la visibilización de las desigualdades no sólo por género sino también por raza. En la fase que viene ahora se les ha transmitido que contamos con ellas para mejorar el borrador y para saber cómo podemos concretar sus reivindicaciones en medidas concretas, que es lo que queremos todos".
Sin embargo, no es ésa la conclusión que sacó Antoinette, que salió llorando de la Casa de la Mujer de Zaragoza y que explica que esa fase "en la que ahora intentan rectificar es la que ya pasó. Hay cinco talleres organizados para debatir el borrador y ninguno incluye nuestras prioridades", afirma.
"España, pese a lo que diga, es un país racista. Microrracista, en concreto, porque son actitudes cotidianas que se ven como normales, como cuando el señor de una editorial vino a mi casa a vender algo y me preguntó, al abrir, que si podía llamar a la señora de la casa. He recibido insultos por mi color y por mi pelo". Eso Antoinette lo tiene asumido y sabe lidiar con ello. El problema, dice, es que "estas actitudes están presentes en las instituciones. Que cuando hablan de fomentar la igualdad de género lo hacen sólo desde el punto de vista de la mujer blanca".
Antoinette, cubana afincada en España desde hace una década, cuenta a El Mundo que "pese a mi asistencia a todo lo que se me citó no existimos, no ha servido para nada que fuese. Ni siquiera somos mencionadas, ni por activa ni por pasiva. Cuando alcé la voz para comentarlo, desde la Concejalía de Igualdad me dijeron que las que figuraban en el texto eran sus prioridades".
En efecto, en el borrador de 86 páginas no se hace mención específica a las mujeres negras ni de otras razas, ni tampoco "al racismo ni la discriminación que sufrimos y que son aspectos que dificultan la igualdad", dice esta activista. De hecho, sólo en un apartado se cita la palabra etnia, cuando se habla de "visibilizar mujeres destacadas científica, cultural y socialmente (recogiendo la diversidad de culturas y etnias, corporeidades y diversidad sexual, jóvenes adultas y mayores...)". Nada más.
Desde Afroféminas llevan tres años reivindicando otras formas de hacer las cosas para incluir a la mujer negra. "Nos tratan como un colectivo aparte, como inmigrantes, pero no como mujeres. Y sólo pedimos que se nos tenga en cuenta cuando se habla de mujer. Porque además, no todas somos inmigrantes. ¿Qué hay de las afroespañolas, por ejemplo?", plantea Torres, cuya decepción viene también por el hecho de que el Ayuntamiento maño, liderado por Zaragoza en Común, se presenta como el Ayuntamiento del cambio y, "sin embargo, su actitud es la misma que la de todos los anteriores. Se han reído en nuestra cara. Para este plan de igualdad, las mujeres negras no existen. Es un plan colonialista y, por tanto, sumamente racista y cuando expresó esto la respuesta fue: 'es verdad, tenemos que aprender'".
Esta mujer se siente utilizada. "Esto ha sido algo como: yo te invito, pones la nota de color y luego te excluyo. Una realidad en la que mujeres blancas, desde su posición de privilegio, pueden permitirse hacer eventos sobre nosotras y al mismo tiempo, las mujeres negras quedamos completamente excluidas de estos mismos espacios". Tan decepcionada está que advierte de que "si el Ayuntamiento de Zaragoza no rectifica sus planes de Igualdad con respecto a la mujer, pondré una denuncia en Europa por discriminación a las mujeres negras y de otras etnias, por racismo institucional y por tanto por clara violación de los derechos humanos". Porque considera que su reivindicación "no es una causa de derechas ni de izquierdas, sino de derechos humanos".
El Ayuntamiento afirma que quiere incluirlas
Desde el Ayuntamiento de Zaragoza, en cambio, se han mostrado sorprendidos por las quejas de esta organización. Argumentan, en conversación telefónica con este periódico, que "lo presentado se trata sólo de un borrador preliminar, nada definitivo, tras una fase de diagnóstico. Ahora se abre la fase de debate en la que, por supuesto, vamos a contar con Afroféminas, a la que consideramos un referente en igualdad, y con otras organizaciones".
Indican también que su voluntad es "apostar por la visibilización de las desigualdades no sólo por género sino también por raza. En la fase que viene ahora se les ha transmitido que contamos con ellas para mejorar el borrador y para saber cómo podemos concretar sus reivindicaciones en medidas concretas, que es lo que queremos todos".
Sin embargo, no es ésa la conclusión que sacó Antoinette, que salió llorando de la Casa de la Mujer de Zaragoza y que explica que esa fase "en la que ahora intentan rectificar es la que ya pasó. Hay cinco talleres organizados para debatir el borrador y ninguno incluye nuestras prioridades", afirma.
"España, pese a lo que diga, es un país racista. Microrracista, en concreto, porque son actitudes cotidianas que se ven como normales, como cuando el señor de una editorial vino a mi casa a vender algo y me preguntó, al abrir, que si podía llamar a la señora de la casa. He recibido insultos por mi color y por mi pelo". Eso Antoinette lo tiene asumido y sabe lidiar con ello. El problema, dice, es que "estas actitudes están presentes en las instituciones. Que cuando hablan de fomentar la igualdad de género lo hacen sólo desde el punto de vista de la mujer blanca".
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