Imagen: El Confidencial / Detalle de una falla |
Acompañantes que pueden obligar a falleras a modificar vestimenta, prohibición de transparencias y faldas cortas…un documento oficial de la Junta Central Fallera remite a la España negra.
Víctor Romero | El Confidencial, 2016-11-18
http://www.elconfidencial.com/espana/comunidad-valenciana/2016-11-18/manual-protocolo-falleras-mayores-valencia-machista_1291916/
“Si la indumentaria que llevan [las falleras] se considera indecorosa o no apropiada al acto al que asiste, el acompañante que las recoja tendrá la facultad de obligarlas a cambiarse y, en caso de negativa, y previa consulta con la Vicepresidencia correspondiente, dejarlas en sus domicilios”.
Esto es lo mismo que decir que si a tu acompañante no le gusta cómo vistes tiene la facultad de encerrarte en tu casa hasta que hagas lo que él te diga. Expresado así remite a la España de la crónica de sucesos y las llamadas al 016, que no deja rastro en la factura, pero forma parte de la norma de protocolo en vestimenta que la Junta Central Fallera de Valencia acaba de publicar para las falleras mayores y corte de honor en un gesto que ha tratado tamizarse como normalmente aceptado pero que ha incendiado la vida social y las tertulias mediáticas locales.
El documento no tiene desperdicio. Obliga a las falleras a emplear faldas no excesivamente cortas (“como mínimo por encima de la rodilla”), a evitar las transparencias y “los escotes excesivos”, los complementos “extravagantes” y a pedir autorización para llevar pantalones vaqueros. No se trata de una norma aplicable a la parafernalia de la vestimenta fallera tradicional, sino a los actos en los que acuden “de particular”, es decir, vestidas de calle, que se justifica porque, “como máxima representación de la fiesta fallera”, estas “niñas y señoritas” han de dar “la imagen que de su cargo se espera”. Y claro, no puede ser que en actos donde se vaya a desfilar o subir a un escenario se utilicen prendas “excesivamente cortas y llamativas”.
Este "sube y cámbiate", o ‘dress code’ carpetovetónico, ha sido justificado además con la peor de las explicaciones posibles para una fiesta que aspira a ser Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Son las que ha dado el secretario de la JCF, José Martínez Tormo, al manifestar: “No nos gusta hablar de ropa no apropiada, eso lo utilizamos únicamente como medida de protección hacia la chica.
Son las mismas chicas a las que se les ha obligado a firmar el texto para poder ejercer como falleras y participar en el proceso de selección de las llamadas Cortes de Honor y a las que se les ha prohibido quejarse en público del mismo porque el uso de redes sociales y la relación con los medios de comunicación están limitados a la autorización previa de la cúpula josefina.
Como concejal de fiestas del Ayuntamiento de Valencia, Pere Fuset, de Compromís, es el presidente de turno de la Junta Central Fallera y ha tratado de no salir muy salpicado de la polémica al explicar que el documento llevaba “décadas oculto en los cajones” y que ahora se ha publicado para “abrir un debate en el mundo fallero” que permita su “actualización” porque “está desfasado”. Lo cierto es que Fuset ha evitado enfrentarse directamente con la casta más conservadora de la fiesta fallera desde que inició su mandato. Con las normas de protocolo, ha optado por hacerlas públicas a través de la web con la esperanza de que esos sectores más conservadores cedan por presión social.
Supremacía sobre la mujer
La aparición del documento sí ha obligado este viernes a pronunciarse a la vicepresidenta valenciana, Mónica Oltra, responsable del área de Igualdad de la Generalitat. Oltra es fallera activa, viste los trajes tradicionales en pasacalles y actos y no duda en comparecer en los actos públicos con vestido o moños falleros durante los días de la fiesta en marzo. “Es una norma incompatible con los tiempos que corren, con una democracia que debe garantizar la relación igualitaria entre hombres y mujeres. Que se juzgue la vestimenta de las mujeres y no de los hombres no parece de este siglo”, ha señalado.
La norma de que el acompañante de la fallera pueda obligarla a cambiarse o quedarse en casa si considera que viste de forma “indecorosa” ha suscitado la afirmación más contundente de Oltra: "Esa frase pone los pelos de punta. ¿Quién es el acompañante para decirle a una mujer que tiene que ir a cambiarse. Entra en una cuestión de supremacía sobre la mujer”. La dirigente política ha anunciado que el Instituto Valenciano de la Mujer estudiará el documento de la Junta Central Fallera para decidir su toma medidas sancionadoras o solicita su retirada.
Esto es lo mismo que decir que si a tu acompañante no le gusta cómo vistes tiene la facultad de encerrarte en tu casa hasta que hagas lo que él te diga. Expresado así remite a la España de la crónica de sucesos y las llamadas al 016, que no deja rastro en la factura, pero forma parte de la norma de protocolo en vestimenta que la Junta Central Fallera de Valencia acaba de publicar para las falleras mayores y corte de honor en un gesto que ha tratado tamizarse como normalmente aceptado pero que ha incendiado la vida social y las tertulias mediáticas locales.
El documento no tiene desperdicio. Obliga a las falleras a emplear faldas no excesivamente cortas (“como mínimo por encima de la rodilla”), a evitar las transparencias y “los escotes excesivos”, los complementos “extravagantes” y a pedir autorización para llevar pantalones vaqueros. No se trata de una norma aplicable a la parafernalia de la vestimenta fallera tradicional, sino a los actos en los que acuden “de particular”, es decir, vestidas de calle, que se justifica porque, “como máxima representación de la fiesta fallera”, estas “niñas y señoritas” han de dar “la imagen que de su cargo se espera”. Y claro, no puede ser que en actos donde se vaya a desfilar o subir a un escenario se utilicen prendas “excesivamente cortas y llamativas”.
Este "sube y cámbiate", o ‘dress code’ carpetovetónico, ha sido justificado además con la peor de las explicaciones posibles para una fiesta que aspira a ser Patrimonio Inmaterial de la Humanidad. Son las que ha dado el secretario de la JCF, José Martínez Tormo, al manifestar: “No nos gusta hablar de ropa no apropiada, eso lo utilizamos únicamente como medida de protección hacia la chica.
Son las mismas chicas a las que se les ha obligado a firmar el texto para poder ejercer como falleras y participar en el proceso de selección de las llamadas Cortes de Honor y a las que se les ha prohibido quejarse en público del mismo porque el uso de redes sociales y la relación con los medios de comunicación están limitados a la autorización previa de la cúpula josefina.
Como concejal de fiestas del Ayuntamiento de Valencia, Pere Fuset, de Compromís, es el presidente de turno de la Junta Central Fallera y ha tratado de no salir muy salpicado de la polémica al explicar que el documento llevaba “décadas oculto en los cajones” y que ahora se ha publicado para “abrir un debate en el mundo fallero” que permita su “actualización” porque “está desfasado”. Lo cierto es que Fuset ha evitado enfrentarse directamente con la casta más conservadora de la fiesta fallera desde que inició su mandato. Con las normas de protocolo, ha optado por hacerlas públicas a través de la web con la esperanza de que esos sectores más conservadores cedan por presión social.
Supremacía sobre la mujer
La aparición del documento sí ha obligado este viernes a pronunciarse a la vicepresidenta valenciana, Mónica Oltra, responsable del área de Igualdad de la Generalitat. Oltra es fallera activa, viste los trajes tradicionales en pasacalles y actos y no duda en comparecer en los actos públicos con vestido o moños falleros durante los días de la fiesta en marzo. “Es una norma incompatible con los tiempos que corren, con una democracia que debe garantizar la relación igualitaria entre hombres y mujeres. Que se juzgue la vestimenta de las mujeres y no de los hombres no parece de este siglo”, ha señalado.
La norma de que el acompañante de la fallera pueda obligarla a cambiarse o quedarse en casa si considera que viste de forma “indecorosa” ha suscitado la afirmación más contundente de Oltra: "Esa frase pone los pelos de punta. ¿Quién es el acompañante para decirle a una mujer que tiene que ir a cambiarse. Entra en una cuestión de supremacía sobre la mujer”. La dirigente política ha anunciado que el Instituto Valenciano de la Mujer estudiará el documento de la Junta Central Fallera para decidir su toma medidas sancionadoras o solicita su retirada.
Y TAMBIÉN…
Prohibidos los escotes y las faldas por encima de la rodilla para las Falleras Mayores.
La Junta Central Fallera ha hecho públicas normas de vestimenta de particular que deben cumplir las Falleras Mayores. Incluye que deben ir con un acompañante que puede obligarlas a cambiarse de ropa si no cumple las normas. "Esa normas son incompatibles con una democracia", advierte la vicepresidenta y consellera de Igualdad, Mónica Oltra.
Inma Lidón | El Mundo, 2016-11-18
http://www.elmundo.es/comunidad-valenciana/2016/11/18/582ef13a468aeb023a8b4668.html
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