Imagen: Google Imágenes / Pino Solanas con el pañuelo verde durante su 'monumental' discurso |
Los dos últimos minutos de la intervención del senador Pino Solanas han acumulado en pocas horas cientos de miles de reproducciones.
Verne, El País, 2018-08-09
https://verne.elpais.com/verne/2018/08/09/articulo/1533812827_315336.html
La Ley del Aborto vigente en Argentina seguirá siendo la de 1921. A pesar de que la Cámara de los Diputados votó a favor de la despenalización del aborto –solo legal en casos de violación y riesgo para la madre– y de las multitudinarias manifestaciones a favor de la legalización, el Senado Argentino ha rechazado la reforma de la ley este 9 agosto. En la derrota, también ha habido mensajes de optimismo, como el del senador Pino Solanas, uno de los más comentados del debate. “Nadie podrá parar a la oleada de la nueva generación. Será ley, habrá ley, contra viento y marea”, afirmaba. El final de su discurso, publicado –entre otros– por el periodista argentino Guido Molteni, ha acumulado en pocas horas miles de retuits y cientos de miles de reporoducciones.
Pino Solanas, senador por la ciudad de Buenos Aires, asumió en su discurso la derrota de la nueva ley, pero quiso dedicar sus últimas palabras a las miles de jóvenes que, bajo la lluvia, aguardaban a las puertas del Senado para conocer los resultados. “Hoy no es una derrota, se lo digo a las chicas que están afuera”, contaba. “Esto es un triunfo monumental porque hemos logrado colocarlo en el debate nacional”.
El senador, con el pañuelo verde (símbolo del movimiento a favor de la despenalización) colocado en su chaqueta, defendió que Argentina “siempre fue vanguardia en América Latina de grandes causas que estaban prohibidas”. Pone como ejemplo los juicios por terrorismo de estado a los mandatarios de la dictadura argentina. “Dio una lección al mundo al juzgar a los terroristas de estado con un juicio ejemplar”.
“Esta causa, esta noche, tiene un pequeño descanso, pero en poquitas semanas todas de vuelta, de pie, porque si no sale hoy, el año que viene vamos a insistir, y si no sale el año que viene insistiremos el otro”, afirmaba. Y animaba a las mujeres a no darse por vencidas: “Que nadie se deje llevar por la cultura de la derrota [...], nadie podrá parar a la oleada de la nueva generación”.
Solanas intervino durante 20 minutos, en los que defendió no solo el derecho a un aborto despenalizado sino también “el derecho a la vida y el derecho a gozar, a gozar de su cuerpo”. También habla de cómo sufrió de cerca la ley actual cuando una novia de su adolescencia quedó embarazada. “Al tiempo, desapareció, o no la vi por un tiempo, y luego me enteré que había entrado en pánico”, cuenta. “Estaba tan perseguida por el miedo a la represión de sus padres y a la presión social que acabó haciendo un aborto clandestino”.
Pino Solanas, senador por la ciudad de Buenos Aires, asumió en su discurso la derrota de la nueva ley, pero quiso dedicar sus últimas palabras a las miles de jóvenes que, bajo la lluvia, aguardaban a las puertas del Senado para conocer los resultados. “Hoy no es una derrota, se lo digo a las chicas que están afuera”, contaba. “Esto es un triunfo monumental porque hemos logrado colocarlo en el debate nacional”.
El senador, con el pañuelo verde (símbolo del movimiento a favor de la despenalización) colocado en su chaqueta, defendió que Argentina “siempre fue vanguardia en América Latina de grandes causas que estaban prohibidas”. Pone como ejemplo los juicios por terrorismo de estado a los mandatarios de la dictadura argentina. “Dio una lección al mundo al juzgar a los terroristas de estado con un juicio ejemplar”.
“Esta causa, esta noche, tiene un pequeño descanso, pero en poquitas semanas todas de vuelta, de pie, porque si no sale hoy, el año que viene vamos a insistir, y si no sale el año que viene insistiremos el otro”, afirmaba. Y animaba a las mujeres a no darse por vencidas: “Que nadie se deje llevar por la cultura de la derrota [...], nadie podrá parar a la oleada de la nueva generación”.
Solanas intervino durante 20 minutos, en los que defendió no solo el derecho a un aborto despenalizado sino también “el derecho a la vida y el derecho a gozar, a gozar de su cuerpo”. También habla de cómo sufrió de cerca la ley actual cuando una novia de su adolescencia quedó embarazada. “Al tiempo, desapareció, o no la vi por un tiempo, y luego me enteré que había entrado en pánico”, cuenta. “Estaba tan perseguida por el miedo a la represión de sus padres y a la presión social que acabó haciendo un aborto clandestino”.
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