El gobierno municipal adopta la medida "para evitar la discriminación", según Laura Pérez, concejal de Ciclo de Vida, Feminismo y LGBTI.
Camilo S. Baquero | El País, 2016-02-04
http://ccaa.elpais.com/ccaa/2016/02/04/catalunya/1454602992_737178.html
El Ayuntamiento de Barcelona retirará la potestad de celebrar matrimonios a los ediles que no acepten casar parejas del mismo sexo. Así lo ha anunciado hoy la concejal Laura Pérez, encargada del área de Ciclo de Vida, Feminismo y LGBTI. "Se trata de una medida para evitar la discriminación", ha asegurado Pérez.
Los grupos municipales, ha explicado la regidora, ya han sido notificados de esta normativa. La alcaldesa Ada Colau firmará un decreto para tirar adelante la iniciativa, que también ha sido notificada al Síndic de Greuges, al que se le elevó una queja formal.
La decisión llega después de que hace dos años un regidor del Partido Popular en el distrito de Sarrià se negara a realizar una boda entre dos lesbianas alegando “objeción de conciencia”. La unión se celebró con toda normalidad porque los concejales conocen de antemano los turnos de los matrimonios y una concejal socialista se ofreció para tomar el puesto del edil popular.
La celebración de las bodas civiles es una potestad que el Código Civil le da a los jueces y los alcaldes. Este último delega su responsabilidad en los concejales. En el caso barcelonés, hay una ronda de matrimonios en la sede Ayuntamiento (donde las ceremonias se las rotan el alcalde, los tenientes de alcalde y los presidentes de grupo) y en los diez distritos, donde ofician los presidentes de distrito. No hay un calendario claro y, en virtud de sus agendas (y su conciencia), los ediles se intercambian los turnos. Nunca se ha dejado de celebrar una boda, insisten desde el Ayuntamiento.
Tras dicha polémica, el Síndic de Greuges de Cataluña pidió que los regidores aclararan su posición respecto a estas uniones. “Los concejales que tengan alguna reserva personal para oficiar estas ceremonias, que comuniquen su objeción en el mismo momento en que reciben la delegación del alcalde”, dijo Rafael Ribó.
“Sin perjuicio de considerar que la objeción de conciencia puede ser alegada y planteada respecto a la celebración del matrimonio entre personas del mismo sexo, el Síndic considera que esta circunstancia no puede impedir el ejercicio del derecho que tienen todos los contrayentes a celebrar la ceremonia el día que así lo soliciten”, puntualizó el Síndic.
Los grupos municipales, ha explicado la regidora, ya han sido notificados de esta normativa. La alcaldesa Ada Colau firmará un decreto para tirar adelante la iniciativa, que también ha sido notificada al Síndic de Greuges, al que se le elevó una queja formal.
La decisión llega después de que hace dos años un regidor del Partido Popular en el distrito de Sarrià se negara a realizar una boda entre dos lesbianas alegando “objeción de conciencia”. La unión se celebró con toda normalidad porque los concejales conocen de antemano los turnos de los matrimonios y una concejal socialista se ofreció para tomar el puesto del edil popular.
La celebración de las bodas civiles es una potestad que el Código Civil le da a los jueces y los alcaldes. Este último delega su responsabilidad en los concejales. En el caso barcelonés, hay una ronda de matrimonios en la sede Ayuntamiento (donde las ceremonias se las rotan el alcalde, los tenientes de alcalde y los presidentes de grupo) y en los diez distritos, donde ofician los presidentes de distrito. No hay un calendario claro y, en virtud de sus agendas (y su conciencia), los ediles se intercambian los turnos. Nunca se ha dejado de celebrar una boda, insisten desde el Ayuntamiento.
Tras dicha polémica, el Síndic de Greuges de Cataluña pidió que los regidores aclararan su posición respecto a estas uniones. “Los concejales que tengan alguna reserva personal para oficiar estas ceremonias, que comuniquen su objeción en el mismo momento en que reciben la delegación del alcalde”, dijo Rafael Ribó.
“Sin perjuicio de considerar que la objeción de conciencia puede ser alegada y planteada respecto a la celebración del matrimonio entre personas del mismo sexo, el Síndic considera que esta circunstancia no puede impedir el ejercicio del derecho que tienen todos los contrayentes a celebrar la ceremonia el día que así lo soliciten”, puntualizó el Síndic.
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