sábado, 8 de abril de 2017

#hemeroteca #cine | La desconocida historia de Louis Le Prince, ¿el verdadero inventor del cine?

Imagen: La Vanguardia / Louis Le Prince
La desconocida historia de Louis Le Prince, ¿el verdadero inventor del cine?.
Un documental indaga en la figura del hombre que realizó en 1888 las primeras imágenes en movimiento.
Astrid Meseguer | La Vanguardia, 2017-04-08
http://www.lavanguardia.com/cultura/20170408/421520826889/desconocida-historia-louis-le-prince-inventor-cine.html

Muchos historiadores consideran a Louis Aimé Augustin Le Prince como el verdadero inventor del séptimo arte, ya que realizó sus primeras imágenes en movimiento en octubre de 1888 con una obra titulada ‘La escena del jardín de Roundhay’. Eran apenas dos segundos de metraje y para ello utilizó una cámara con una lente única, el mismo procedimiento que le sirvió para filmar los carros a caballo o a los peatones en ‘El puente de Leeds’ (Inglaterra). Estos dos títulos prueban que el francés se adelantó varios años a otros nombres ilustres como el estadounidense Thomas Edison, que patentó la primera cámara cinematográfica en 1891, o a sus famosos compatriotas los hermanos Lumière, que rodaron su primer película en 1895.

Sin embargo, ¿por qué se conoce tan poco acerca de la vida y la obra de este inventor y fotógrafo?. El realizador David Nicholas Wilkinson ha intentado investigar sobre su enigmática figura en el documental ‘El gran misterio de la Historia del cine (The First Film, 2015)’ que se emite este 8 de abril en el canal ‘TCM’. El filme recoge la desconocida y a la vez trágica existencia de este hombre que desapareció como por arte de magia el 16 de septiembre de 1890 tras visitar a su hermano en Dijon, tan solo unas semanas antes de presentar en público su invención. “Subió a bordo del tren de Dijon a París y nunca se volvió a saber de él”, afirma el director.

En el documental se puede apreciar a Wilkinson caminando sobre el puente de Leeds, donde se detiene para leer una placa: “Louis Aimé Augustin Le Prince llegó a Leeds en 1866 y llevó a cabo experimentos cinematográficos. En 1888 patentó una cámara de una lente con la que filmó el puente desde este edificio. Aquella fue seguramente la primera filmación de imágenes en movimiento”.

Lo cierto es que el inventor francés fue el primero en captar movimiento desde un punto de vista, además de inmortalizar el carácter y la coreografía. Todo en tres secuencias que han sobrevivido y que son anteriores a Edison y los Lumière. Una historia que ha obsesionado al autor del documental, que muestra evidencias que prueban que Le Prince fue el primer cámara del mundo, el primer director y el primer productor de cine.

En una industria plagada de tragedias, sin duda la de Le Prince fue la primera en sacudir los cimientos del sector, sentencia Wilkinson. Eso sí, prácticamente de forma anónima y sin dejar rastro alguno, porque nunca recibió el reconocimiento que merecía.

Nacido en Metz, Francia, el 28 de agosto 1841, en 1866 se mudó al Reino Unido y en 1881 visitó por primera vez los Estados Unidos. Al trabajar en el taller fotográfico de su padre adquirió grandes conocimientos sobre el funcionamiento de los daguerrotipos y la química para capturar imágenes. Comenzó a experimentar con la idea de fotos móviles y planeó presentar su obra en público por primera vez en Nueva York en 1890.

Su misteriosa desaparición es algo que ha permanecido por desgracia en el olvido. La policía francesa, Scotland Yard y la familia de Le Prince realizaron exhaustivas búsquedas, pero nunca llegaron a encontrar su cuerpo o su equipaje. Fue cómo si se lo hubiera tragado la tierra. Las teorías que se barajaron entonces van desde el suicidio por sus supuestos problemas económicos hasta un asesinato por parte de su hermano Albert debido a la herencia de su madre.

Tampoco se descarta que fuera la primera víctima de la llamada “guerra de patentes”, es decir, la encarnizada lucha que mantenía Edison por hacerse con la exclusiva y el monopolio del invento de las imágenes en movimiento. Al menos esa era la hipótesis que mantuvo siempre Lizzie, la viuda del inventor francés. Incluso hay quienes han especulado que su familia le ordenó que se fuera tras descubrir que era homosexual.

La película se sirve de numerosos testimonios para explicar la historia de este pionero que no logró inscribir su nombre en mayúsculas en la historia del cine, pero que sin duda se habría convertido en un personaje famoso, según sostiene Wilkinson. También recurre a antiguos policías para ordenar las piezas del misterioso puzle que significó su desaparición. Todo ello da como resultado una crónica realmente sorprendente que deambula entre la reconstrucción histórica y un filme de misterio, al más puro estilo de Agatha Christie.

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