Imagen: ABC / Una de las hermanas del presunto asesino |
ABC, 2018-10-10
https://www.abc.es/espana/abci-mueren-hombres-tiroteo-orcoyen-navarra-201810102136_video.html
Sacan los cuerpos de los dos fallecidos, el español de 54 años, vecino de Orcoyen y dueño de la vivienda donde se ha producido el tiroteo; el otro de un hombre de nacionalidad búlgara. La hermana del primero ha encontrado los cadáveres cuando ha ido a visitar a su hermano. Cree que ha sido asesinado por su expareja y asegura que ya le había amenazado de muerte. Los vecinos coinciden en que los dos hombres tuvieron una relación sentimental, pero hacía ya tiempo que se había acabado. De hecho, Josu había rehecho su vida y su excompañero hacía tiempo que no iba por el barrio. La Policía Foral analiza las heridas de ambos para comprobar si se trata de un crimen con suicidio en el ámbito de la violencia doméstica.
NOTA DE IGLU: Una vez más, el tratamiento informativo de un caso de violencia intragénero es intolerable. Seguramente se trataría de una relación tóxica (y seguramente acompañada de maltrato, no lo negamos, que, por los motivos que sean, no se supo abordar ni denunciar ni atajar), pero de modo alguno se justifica 'equiparar' al asesino y su víctima, que, como se ha indicado tras las primeras investigaciones, es Marin Vasilev Chernev; que fuera de nacionaldad búlgara, que hubiera tenido problemas económicos o que, incluso, hubiera 'amenazado' a su expareja no justifica su asesinato ni el modo en el que se ha ido dando la noticia; no es más que denigrar a la víctima, algo que comparte este tipo de violencia con la machista, a la que estamos tan acostumbradas. Los dos hombres, como dice este titular, no mueren en un 'tiroteo': uno asesina al otro y a continuación se suicida. Violencia intragénero de manual, sin más. Y una vez más hay que denunciar que ni las instituciones ni la representación política ni el asociacionismo LGTBI+ han dado la respuesta adecuada ante un nuevo caso de violencia intragénero. Tomarse la justicia por su mano, aun sin conocer los pormenores de este caso, nos parece traspasar una injustificable línea roja, del mismo modo que intentar explicarlo como una presunta autodefensa.
NOTA DE IGLU: Una vez más, el tratamiento informativo de un caso de violencia intragénero es intolerable. Seguramente se trataría de una relación tóxica (y seguramente acompañada de maltrato, no lo negamos, que, por los motivos que sean, no se supo abordar ni denunciar ni atajar), pero de modo alguno se justifica 'equiparar' al asesino y su víctima, que, como se ha indicado tras las primeras investigaciones, es Marin Vasilev Chernev; que fuera de nacionaldad búlgara, que hubiera tenido problemas económicos o que, incluso, hubiera 'amenazado' a su expareja no justifica su asesinato ni el modo en el que se ha ido dando la noticia; no es más que denigrar a la víctima, algo que comparte este tipo de violencia con la machista, a la que estamos tan acostumbradas. Los dos hombres, como dice este titular, no mueren en un 'tiroteo': uno asesina al otro y a continuación se suicida. Violencia intragénero de manual, sin más. Y una vez más hay que denunciar que ni las instituciones ni la representación política ni el asociacionismo LGTBI+ han dado la respuesta adecuada ante un nuevo caso de violencia intragénero. Tomarse la justicia por su mano, aun sin conocer los pormenores de este caso, nos parece traspasar una injustificable línea roja, del mismo modo que intentar explicarlo como una presunta autodefensa.
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