El País / El presunto asesino tras el registro en Irun // |
La Ertzaintza investiga un nuevo intento de asesinato en Bilbao por el criminal en serie.
Las pesquisas atribuyen a Nelson David M. B., de 25 años cuatro muertes y otras dos en grado de tentativa. La policía vasca no lanzó un aviso para prevenir al colectivo gay para no “generar alarma”.
Antonio Jiménez Barca / Patricia Ortega Dolz / Mikel Ormazabal | El País, 2022-05-06
https://elpais.com/espana/2022-05-06/la-ertzaintza-apura-el-interrogatorio-al-detenido-por-las-muertes-en-serie-de-bilbao-antes-de-entregarlo-al-juez.html
El vicelehendakari primero y consejero de Seguridad, Josu Erkoreka, reveló este viernes un dato nuevo en la investigación que se lleva a cabo sobre el presunto asesino en serie que ha actuado en Bilbao. Hasta ahora se sabía que el criminal había tratado de agredir a una persona que logró zafarse. Erkoreka aseguró a primera hora de la tarde que en realidad han sido dos casos en los que el criminal falló. Con todo, el vicelehendakari se mostró muy cauto a la hora de informar, debido a que, a su juicio, “hay que preservar la presunción de inocencia” y a que “hay que garantizar el éxito de la investigación”. Añadió que la Ertzaintza posee un alto grado de resolución de asesinatos. “Estamos en buenas manos”, resumió. La policía vasca pues, según informó Erkoreka, investiga hoy por hoy cuatro asesinatos y dos intentos de asesinatos, todos llevados a cabo en Bilbao, aunque el consejero vasco de Seguridad aseguró que no descarta que salten nuevos casos fuera de España.
Hay una persona detenida: Nelson David M. B., de 25 años, que el jueves se presentó voluntariamente a una comisaría de Irun (Gipuzkoa) debido a que, relacionado con el caso, su nombre y su fotografía se hizo pública en varios medios de comunicación y saltó a las redes sociales. El hombre, buscado efectivamente por la policía por el asunto, ha sido detenido y se encuentra aún prestando declaración. El detenido, nacido en Colombia, llegó a España hace más de tres años, y ha negado por su parte su implicación en los supuestos asesinatos múltiples y ha mostrado su disposición a colaborar en la investigación. Una denuncia por parte de una víctima que escapó del presunto asesino puso a la policía sobre la pista de David M. B. Ahora, una segunda intentona puede aclarar muchas cosas.
También este viernes, la Ertzaintza ha registrado una vivienda situada en el número 6 de la calle Pinar de Irun en presencia del joven detenido. Pasadas las 16.05 de la tarde, el arrestado, custodiado por agentes de la policía autonómica, ha abandonado el lugar, cubierto con una capucha negra y portando mascarilla, informa Efe.
El caso ha sacudido a la sociedad vasca y en concreto, a la comunidad LGTBI, dado que las víctimas contactaron con el asesino con aplicaciones de contactos de personas gais. A este respecto, el consejero quiso dejar claro que, a pesar de que la investigación lleva meses desarrollándose, no se dio un aviso “para no generar alarma” debido a la falta de conclusiones. En las redes sociales abundan las acusaciones de miembros de colectivos LGTBI que acusan a la Ertzaintza de no haber informado antes. Pero no todo el mundo LGTBI piensa así: varios portavoces de observatorios y colectivos gais del País Vasco, contactados con este periódico, aseguran que es mejor guardar la calma y no pronunciarse hasta que la información acabe. “Habrá tiempo de saber si se ha hecho bien, deprisa o despacio. Ahora no es aún el momento”, asegura Óscar Arroyuelo, secretario de Observatorio Vasco LGTBI. De la misma opinión es Amets Martínez de Heredita, coordinador de Ikusgune, Observatorio contra la LGTBfobia de Vitoria.
El detenido niega ser el autor
Los investigadores de la policía vasca están convencidos de que el detenido es el autor de los hechos. Los agentes necesitan reforzar la carga probatoria en una de las investigaciones más peliagudas de la historia de la Ertzaintza. Sin embargo, el arrestado, nacido en Colombia y que llegó hace más de tres años a España, ha negado su implicación en los supuestos asesinatos múltiples y ha mostrado su disposición a colaborar en la investigación. La policía autonómica mantiene al arrestado en la comisaría de Irun, dado que puede permanecer bajo custodia policial durante 72 horas antes de pasar a disposición del juez, que debe determinar qué tipo de delitos le imputa. Antes del arresto, estuvo en busca y captura por un supuesto delito de lesiones.
El detenido podría ser acusado de homicidio, ya que la policía sospecha que quedaba con sus víctimas a través de una red social de contactos y que posteriormente las drogaba con éxtasis líquido y las desvalijaba. Otro de los aspectos que deberá aclarar la investigación es si la motivación del supuesto autor es estrictamente económica (el robo) o tiene tintes homófobos.
El sospechoso, según fuentes del Departamento vasco de Seguridad, negó ser el autor de los hechos que se le imputan y dijo que había acudido a las dependencias de la Ertzaintza en la localidad fronteriza tras haber visto su fotografía publicada en algunos medios de comunicación y saber que estaba siendo buscado. Inicialmente, solo tiene una orden de detención por un delito de lesiones del Juzgado de Instrucción número 6 de Bilbao, ya que la denuncia de una de sus víctimas en diciembre, que logró zafarse de él fue la que puso a la policía sobre su pista, y lo relacionó con otros casos similares previos, con resultado de muerte. Ese es uno de los dos casos de tentativa de asesinato que investiga la policía vasca. El detenido, que se encontraba en situación irregular en España, tiene además antecedentes por estafa en 2019 en Bizkaia.
El titular del juzgado ha mostrado su malestar por la difusión de la identidad y la imagen del ahora detenido antes de que llegara a hacerlo la Ertzaintza con autorización judicial. Los investigadores afrontan en esta investigación una dificultad añadida, ya que el hecho de que inicialmente las muertes de las víctimas —cuatro de ellas registradas entre los meses de septiembre y noviembre— fuesen calificadas de “naturales” ha supuesto la pérdida de muchas pruebas y vestigios. “Algunos cuerpos fueron ya incinerados, las autopsias son incompletas y no se realizaron inspecciones oculares en el lugar de los hechos”, advierten fuentes policiales.
Antes de su intervención en rueda de prensa, Erkoreka ha subrayado que el secreto judicial que pesa sobre la causa “limita lógicamente” la información que se puede aportar sobre la misma. No obstante, ha explicado que trasladará a los medios de comunicación y la ciudadanía “lo que es posible trasladar” sin perjudicar la investigación.
La policía vasca había ampliado de cuatro a ocho las muertes investigadas —que han vuelto a ser cuatro, más las dos tentativas, en la rueda de prensa de la tarde de este viernes—, por tener un patrón común: las víctimas son varones que supuestamente el autor de los crímenes había localizado a través de la red de citas, a los que luego drogaba y robaba (fueron denunciados por familiares movimientos posteriores en sus cuentas corrientes). La Ertzaintza seguía al menos desde marzo la pista a Nelson David M. B., que se hacía llamar Carlos. Y los primeros datos que permitieron identificarlo se los dejó él mismo al huir de la casa del hombre que lo denunció en diciembre, que relató que pudo zafarse de su agresor cuando este intentaba estrangularle. Dentro de la mochila que Nelson David M. B. se olvidó en la vivienda, los policías vascos encontraron documentación y éxtasis líquido, la droga que aparentemente usaba para anular la voluntad de sus víctimas.
Las investigaciones se desarrollan también en la Comunidad Valenciana y en Madrid, donde no se descarta que el sospechoso haya participado en otros hechos delictivos.
Hay una persona detenida: Nelson David M. B., de 25 años, que el jueves se presentó voluntariamente a una comisaría de Irun (Gipuzkoa) debido a que, relacionado con el caso, su nombre y su fotografía se hizo pública en varios medios de comunicación y saltó a las redes sociales. El hombre, buscado efectivamente por la policía por el asunto, ha sido detenido y se encuentra aún prestando declaración. El detenido, nacido en Colombia, llegó a España hace más de tres años, y ha negado por su parte su implicación en los supuestos asesinatos múltiples y ha mostrado su disposición a colaborar en la investigación. Una denuncia por parte de una víctima que escapó del presunto asesino puso a la policía sobre la pista de David M. B. Ahora, una segunda intentona puede aclarar muchas cosas.
También este viernes, la Ertzaintza ha registrado una vivienda situada en el número 6 de la calle Pinar de Irun en presencia del joven detenido. Pasadas las 16.05 de la tarde, el arrestado, custodiado por agentes de la policía autonómica, ha abandonado el lugar, cubierto con una capucha negra y portando mascarilla, informa Efe.
El caso ha sacudido a la sociedad vasca y en concreto, a la comunidad LGTBI, dado que las víctimas contactaron con el asesino con aplicaciones de contactos de personas gais. A este respecto, el consejero quiso dejar claro que, a pesar de que la investigación lleva meses desarrollándose, no se dio un aviso “para no generar alarma” debido a la falta de conclusiones. En las redes sociales abundan las acusaciones de miembros de colectivos LGTBI que acusan a la Ertzaintza de no haber informado antes. Pero no todo el mundo LGTBI piensa así: varios portavoces de observatorios y colectivos gais del País Vasco, contactados con este periódico, aseguran que es mejor guardar la calma y no pronunciarse hasta que la información acabe. “Habrá tiempo de saber si se ha hecho bien, deprisa o despacio. Ahora no es aún el momento”, asegura Óscar Arroyuelo, secretario de Observatorio Vasco LGTBI. De la misma opinión es Amets Martínez de Heredita, coordinador de Ikusgune, Observatorio contra la LGTBfobia de Vitoria.
El detenido niega ser el autor
Los investigadores de la policía vasca están convencidos de que el detenido es el autor de los hechos. Los agentes necesitan reforzar la carga probatoria en una de las investigaciones más peliagudas de la historia de la Ertzaintza. Sin embargo, el arrestado, nacido en Colombia y que llegó hace más de tres años a España, ha negado su implicación en los supuestos asesinatos múltiples y ha mostrado su disposición a colaborar en la investigación. La policía autonómica mantiene al arrestado en la comisaría de Irun, dado que puede permanecer bajo custodia policial durante 72 horas antes de pasar a disposición del juez, que debe determinar qué tipo de delitos le imputa. Antes del arresto, estuvo en busca y captura por un supuesto delito de lesiones.
El detenido podría ser acusado de homicidio, ya que la policía sospecha que quedaba con sus víctimas a través de una red social de contactos y que posteriormente las drogaba con éxtasis líquido y las desvalijaba. Otro de los aspectos que deberá aclarar la investigación es si la motivación del supuesto autor es estrictamente económica (el robo) o tiene tintes homófobos.
El sospechoso, según fuentes del Departamento vasco de Seguridad, negó ser el autor de los hechos que se le imputan y dijo que había acudido a las dependencias de la Ertzaintza en la localidad fronteriza tras haber visto su fotografía publicada en algunos medios de comunicación y saber que estaba siendo buscado. Inicialmente, solo tiene una orden de detención por un delito de lesiones del Juzgado de Instrucción número 6 de Bilbao, ya que la denuncia de una de sus víctimas en diciembre, que logró zafarse de él fue la que puso a la policía sobre su pista, y lo relacionó con otros casos similares previos, con resultado de muerte. Ese es uno de los dos casos de tentativa de asesinato que investiga la policía vasca. El detenido, que se encontraba en situación irregular en España, tiene además antecedentes por estafa en 2019 en Bizkaia.
El titular del juzgado ha mostrado su malestar por la difusión de la identidad y la imagen del ahora detenido antes de que llegara a hacerlo la Ertzaintza con autorización judicial. Los investigadores afrontan en esta investigación una dificultad añadida, ya que el hecho de que inicialmente las muertes de las víctimas —cuatro de ellas registradas entre los meses de septiembre y noviembre— fuesen calificadas de “naturales” ha supuesto la pérdida de muchas pruebas y vestigios. “Algunos cuerpos fueron ya incinerados, las autopsias son incompletas y no se realizaron inspecciones oculares en el lugar de los hechos”, advierten fuentes policiales.
Antes de su intervención en rueda de prensa, Erkoreka ha subrayado que el secreto judicial que pesa sobre la causa “limita lógicamente” la información que se puede aportar sobre la misma. No obstante, ha explicado que trasladará a los medios de comunicación y la ciudadanía “lo que es posible trasladar” sin perjudicar la investigación.
La policía vasca había ampliado de cuatro a ocho las muertes investigadas —que han vuelto a ser cuatro, más las dos tentativas, en la rueda de prensa de la tarde de este viernes—, por tener un patrón común: las víctimas son varones que supuestamente el autor de los crímenes había localizado a través de la red de citas, a los que luego drogaba y robaba (fueron denunciados por familiares movimientos posteriores en sus cuentas corrientes). La Ertzaintza seguía al menos desde marzo la pista a Nelson David M. B., que se hacía llamar Carlos. Y los primeros datos que permitieron identificarlo se los dejó él mismo al huir de la casa del hombre que lo denunció en diciembre, que relató que pudo zafarse de su agresor cuando este intentaba estrangularle. Dentro de la mochila que Nelson David M. B. se olvidó en la vivienda, los policías vascos encontraron documentación y éxtasis líquido, la droga que aparentemente usaba para anular la voluntad de sus víctimas.
Las investigaciones se desarrollan también en la Comunidad Valenciana y en Madrid, donde no se descarta que el sospechoso haya participado en otros hechos delictivos.
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