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| Imagen: El Correo / Obra de Elssie Ansareo |
El Bilbao Bizkaia Pride 2018 reivindica la libertad de orientación sexual con una exposición colectiva.
Gerardo Elorriaga | El Correo, 2018-06-20
http://www.elcorreo.com/culturas/arte-orgullo-20180620130534-nt.html
Una porción del Orgullo Gay es cultura y dentro de ese fragmento existe también lugar para la plástica contemporánea. La sala de exposiciones de las Juntas Generales reúne en Bilbao dibujos, pinturas, fotografías, estampación textil y grabado, de varios autores, dispares entre sí, pero que coinciden en mostrar la realidad del colectivo LGBTI. La semilla estuvo el año pasado en una muestra en la calle San Francisco y este año, a unos días de que esta comunidad celebre su fiesta anual, el proyecto impulsado por el Bilbao Bizkaia Pride 2018 se amplía con una convocatoria en la que concurren Eduardo Sourrouille, Azucena Vieites, Miriam Ocáriz o Bubi Canal, entre otros artistas.
Unai Goikolea, su comisario, reconoce que el proyecto ha ganado espacio y ambición. «Hay más técnicas, artistas y décadas representadas», señaló ayer y apuntó hacia el futuro: «Queremos crecer y profundizar, mostrar a la mujer como tal y en su condición de lesbiana, mirar hacia el pasado y ver cómo se expresaba durante el tiempo de la censura, o enseñar la realidad transexual o intersexual, la más desconocida».
Hay varios motivos para acercarse a 'El arte vasco por la diversidad sexual', la cita central de la propuesta, abierta hasta el próximo 2 de setiembre. «Porque es arte y son profesionales, y porque hablamos de una realidad infrarrepresentada que a todos nos toca, si no es en lo personal, será en lo familiar, por amistad o el ámbito profesional», alegó el responsable de la exposición, que recordó que, más allá de este espacio, también se ofrecen otras iniciativas, como la del Museo de Reproducciones, que interpretará el legado clásico desde el punto de vista homoerótico. En cualquier caso, las etiquetas resultan traicioneras. «No pueden encasillar y discriminar, hay que empezar a ser más abiertos y serios, visibilizar para aceptar», demandó Goikolea.
La visión cruda de la sexualidad masculina de Cachorro Lozano contrasta con la perspectiva femenina de Azucena Vieites o el círculo de amigos de Eduardo Sourrouille, para quien no debería ser necesario denunciar, pero la realidad evidencia carencias. «La teoría es muy bonita y todos la sabemos, la práctica pone de manifiesto que hay viñetas que incomodan», explicó este fotógrafo, partidario del diálogo y de superar definitivamente el machismo, al igual que Eduardo Gaviña, más conocido por su alter ego Yogurinha Borova, que se autodefinió como retratista y contador de cosas: «Yo me declaro queer y feminista, soy declaradamente gay y lo reivindico».
Unai Goikolea, su comisario, reconoce que el proyecto ha ganado espacio y ambición. «Hay más técnicas, artistas y décadas representadas», señaló ayer y apuntó hacia el futuro: «Queremos crecer y profundizar, mostrar a la mujer como tal y en su condición de lesbiana, mirar hacia el pasado y ver cómo se expresaba durante el tiempo de la censura, o enseñar la realidad transexual o intersexual, la más desconocida».
Hay varios motivos para acercarse a 'El arte vasco por la diversidad sexual', la cita central de la propuesta, abierta hasta el próximo 2 de setiembre. «Porque es arte y son profesionales, y porque hablamos de una realidad infrarrepresentada que a todos nos toca, si no es en lo personal, será en lo familiar, por amistad o el ámbito profesional», alegó el responsable de la exposición, que recordó que, más allá de este espacio, también se ofrecen otras iniciativas, como la del Museo de Reproducciones, que interpretará el legado clásico desde el punto de vista homoerótico. En cualquier caso, las etiquetas resultan traicioneras. «No pueden encasillar y discriminar, hay que empezar a ser más abiertos y serios, visibilizar para aceptar», demandó Goikolea.
La visión cruda de la sexualidad masculina de Cachorro Lozano contrasta con la perspectiva femenina de Azucena Vieites o el círculo de amigos de Eduardo Sourrouille, para quien no debería ser necesario denunciar, pero la realidad evidencia carencias. «La teoría es muy bonita y todos la sabemos, la práctica pone de manifiesto que hay viñetas que incomodan», explicó este fotógrafo, partidario del diálogo y de superar definitivamente el machismo, al igual que Eduardo Gaviña, más conocido por su alter ego Yogurinha Borova, que se autodefinió como retratista y contador de cosas: «Yo me declaro queer y feminista, soy declaradamente gay y lo reivindico».
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