Imagen: Público / Diana Sacayán y Cristina Fernández de Kirchner |
El juicio por el asesinato de Diana Sacayán, activista argentina que impulsó la Ley Nacional de Identidad de Género, se convierte en la primera condena por travesticidio con agravante por odio de género en Latinoamérica. Un hito para el feminismo argentino.
Sandra Rodríguez | Público, 2018-06-28
http://www.publico.es/sociedad/travestis-trans-grandes-traicioneras-patriarcado-pagamos-vidas.html
Encogida en un rincón, con trece puñaladas, amordazada y atada de pies y manos, encontraron a Diana Sacayán el 13 de octubre de 2015. La activista internacional por los derechos de los colectivos travesti y trans fue asesinada a los 39 años en su casa, en el barrio porteño de Flores. El pasado lunes 18 de junio, Gabriel Marino, un joven con el que mantenía una relación ocasional desde hacía dos semanas, era condenado a cadena perpetua por su asesinato: homicidio agravado por odio de género y violencia, señalado en el inciso 4º del artículo 80 del Código Penal argentino. Así se ejecutaba la primera condena por travesticidio por odio de género en Latinoamérica. Un hito histórico para el feminismo argentino.
Diana Sacayán se convirtió en una referente internacional por la lucha de los derechos de las personas travesti y trans. La tucumana fue la primera postulante trans a Defensora del Pueblo en el año 2012; la primera secretaria mundial de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales (ILGA) en 2014; y una de las impulsoras de la Ley Nacional de Identidad de Género (2012), que le ayudó a obtener el cambio de DNI con el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. También creó el Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL) en 2001. Incluso una ley lleva su nombre: al menos el 1% del cupo de puestos de trabajo del sector público deberán estar ocupados por personal travesti, transexual o transgénero.
La incansable lucha de Sacayán no fue en vano. Su juicio implica la primera condena por travesticidio con agravante por odio de género en Latinoamérica, un gran avance en el movimiento feminista al reconocerse en este caso la identidad de género dentro del marco legislativo de la violencia de género. “Se está reclamando que estos crímenes no pasen desapercibidos para el sistema judicial”, reclama Silvina Perugino, abogada especialista en género y comunicación.
Este jueves 28 de junio se celebra la tercera manifestación nacional contra los travesticidios y transfemicidios, que recorrerá el camino entre la Plaza de Mayo y el Congreso de la Nación de Buenos Aires, a partir de las 18 horas. La consigna principal es reclamar estas muertes, hacerse escuchar, exigir el acceso al trabajo y reivindicar una reparación histórica por las compañeras asesinadas y perseguidas.
La organización Casa del Encuentro cifra en cuatro el número de travesticidios en lo que va de 2018, haciendo referencia a los datos publicados en los medios de comunicación, por lo que la cifra es inexacta dado que no se da visibilidad a este tipo de crímenes.
La prostitución, “el único medio de subsistencia”
“Los travesticidios y transfemicidios no son sólo crímenes de odio; se trata de una comunidad que tiene una expectativa de vida de 32 años y que va bajando, cada vez morimos más jóvenes”, denuncia Florencia Guimaraes, activista de Furia Trava y autora del libro ‘La Roy’. Guimaraes recrimina al Estado y a la sociedad las condiciones en las que viven las mujeres trans y travestis: “Quien se atreva a romper con las normas establecidas por el patriarcado, la heteronormatividad, será disciplinado, castigado y, en estos casos, somos asesinadas”.
La activista travesti señala la prostitución como único medio de subsistencia para esta comunidad, una vez son expulsadas de sus hogares y de un sistema que las discrimina y las excluye. “La identidad de género se manifiesta entre los 8 y 13 años y ahí es cuando su entorno la rechaza”, señala. Guimaraes asegura que al Gobierno no le importa dónde van a parar esas niñas tras la exclusión: “Esas niñas han terminado en una esquina, han caído en las redes de la prostitución, en una catarata de violencia. Una niña que no sabe manejarse ante el mundo ni lo que es un preservativo es abusada constantemente por señores que se aprovechan del poder económico y simbólico que tienen sobre las feminidades”.
La autora de ‘La Roy’ también es sobreviviente del sistema prostituyente, en el que estuvo sumergida durante 12 años. Guimaraes relata su historia en el libro, que utiliza como herramienta de lucha en el feminismo, con una mirada abolicionista: “¿Quién hay más subversivos que nosotras, las travestis y las trans, que somos las grandes traicioneras del patriarcado, que salimos al mundo renunciando a todo ese marco de privilegios? Rompemos con ese falocentrismo y por eso lo pagamos con nuestras vidas”.
La abogada añade un impedimento más para que estos crímenes lleguen a juicio: “El proxenetismo cuenta con el amparo policial y a la Justicia, que se rodea de un ámbito patriarcal y machista, los travesticidios y transfemicidios es lo que menos le interesa”.
Un gran triunfo del feminismo
Diana Sacayán y la también activista Lohana Berkins alzaron su voz durante toda su vida por los derechos de la comunidad trans y travesti. Su lucha por participar en los encuentros nacionales de mujeres fue constante, ya que al principio no se las aceptaba. “El aporte que dio Sacayán al feminismo en Argentina y en el mundo es algo que nunca le podremos devolver. Su cabeza siempre pensando más allá, rompiendo con lo establecido, soñando con cosas que a todas nos parecían inalcanzables y que ella logró. Es un ejemplo de lucha”, recalca la abogada.
La furia y el dolor se convirtieron en una lucha constante y rebeldía para salir a la calle y alzar su voz contra los travesticidios y el patriarcado. “Sabemos que va a llevar mucho tiempo y que muchas compañeras quedaremos en el camino, pero el capitalismo y el sistema patriarcal caerán juntos”, insiste Guimaraes.
Perugino tampoco desiste: “El próximo objetivo es el aborto legal, seguro y gratuito; otra deuda histórica que tienen los Estados modernos con las mujeres”.
Diana Sacayán se convirtió en una referente internacional por la lucha de los derechos de las personas travesti y trans. La tucumana fue la primera postulante trans a Defensora del Pueblo en el año 2012; la primera secretaria mundial de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales (ILGA) en 2014; y una de las impulsoras de la Ley Nacional de Identidad de Género (2012), que le ayudó a obtener el cambio de DNI con el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. También creó el Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL) en 2001. Incluso una ley lleva su nombre: al menos el 1% del cupo de puestos de trabajo del sector público deberán estar ocupados por personal travesti, transexual o transgénero.
La incansable lucha de Sacayán no fue en vano. Su juicio implica la primera condena por travesticidio con agravante por odio de género en Latinoamérica, un gran avance en el movimiento feminista al reconocerse en este caso la identidad de género dentro del marco legislativo de la violencia de género. “Se está reclamando que estos crímenes no pasen desapercibidos para el sistema judicial”, reclama Silvina Perugino, abogada especialista en género y comunicación.
Este jueves 28 de junio se celebra la tercera manifestación nacional contra los travesticidios y transfemicidios, que recorrerá el camino entre la Plaza de Mayo y el Congreso de la Nación de Buenos Aires, a partir de las 18 horas. La consigna principal es reclamar estas muertes, hacerse escuchar, exigir el acceso al trabajo y reivindicar una reparación histórica por las compañeras asesinadas y perseguidas.
La organización Casa del Encuentro cifra en cuatro el número de travesticidios en lo que va de 2018, haciendo referencia a los datos publicados en los medios de comunicación, por lo que la cifra es inexacta dado que no se da visibilidad a este tipo de crímenes.
La prostitución, “el único medio de subsistencia”
“Los travesticidios y transfemicidios no son sólo crímenes de odio; se trata de una comunidad que tiene una expectativa de vida de 32 años y que va bajando, cada vez morimos más jóvenes”, denuncia Florencia Guimaraes, activista de Furia Trava y autora del libro ‘La Roy’. Guimaraes recrimina al Estado y a la sociedad las condiciones en las que viven las mujeres trans y travestis: “Quien se atreva a romper con las normas establecidas por el patriarcado, la heteronormatividad, será disciplinado, castigado y, en estos casos, somos asesinadas”.
La activista travesti señala la prostitución como único medio de subsistencia para esta comunidad, una vez son expulsadas de sus hogares y de un sistema que las discrimina y las excluye. “La identidad de género se manifiesta entre los 8 y 13 años y ahí es cuando su entorno la rechaza”, señala. Guimaraes asegura que al Gobierno no le importa dónde van a parar esas niñas tras la exclusión: “Esas niñas han terminado en una esquina, han caído en las redes de la prostitución, en una catarata de violencia. Una niña que no sabe manejarse ante el mundo ni lo que es un preservativo es abusada constantemente por señores que se aprovechan del poder económico y simbólico que tienen sobre las feminidades”.
La autora de ‘La Roy’ también es sobreviviente del sistema prostituyente, en el que estuvo sumergida durante 12 años. Guimaraes relata su historia en el libro, que utiliza como herramienta de lucha en el feminismo, con una mirada abolicionista: “¿Quién hay más subversivos que nosotras, las travestis y las trans, que somos las grandes traicioneras del patriarcado, que salimos al mundo renunciando a todo ese marco de privilegios? Rompemos con ese falocentrismo y por eso lo pagamos con nuestras vidas”.
La abogada añade un impedimento más para que estos crímenes lleguen a juicio: “El proxenetismo cuenta con el amparo policial y a la Justicia, que se rodea de un ámbito patriarcal y machista, los travesticidios y transfemicidios es lo que menos le interesa”.
Un gran triunfo del feminismo
Diana Sacayán y la también activista Lohana Berkins alzaron su voz durante toda su vida por los derechos de la comunidad trans y travesti. Su lucha por participar en los encuentros nacionales de mujeres fue constante, ya que al principio no se las aceptaba. “El aporte que dio Sacayán al feminismo en Argentina y en el mundo es algo que nunca le podremos devolver. Su cabeza siempre pensando más allá, rompiendo con lo establecido, soñando con cosas que a todas nos parecían inalcanzables y que ella logró. Es un ejemplo de lucha”, recalca la abogada.
La furia y el dolor se convirtieron en una lucha constante y rebeldía para salir a la calle y alzar su voz contra los travesticidios y el patriarcado. “Sabemos que va a llevar mucho tiempo y que muchas compañeras quedaremos en el camino, pero el capitalismo y el sistema patriarcal caerán juntos”, insiste Guimaraes.
Perugino tampoco desiste: “El próximo objetivo es el aborto legal, seguro y gratuito; otra deuda histórica que tienen los Estados modernos con las mujeres”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.