Imagen: El País / Kayden Gray |
Celebramos el Día Mundial de la Lucha contra el SIDA recopilando las historias de las caras conocidas que lograron visibilizar la enfermedad.
Carlos Megía | SModa, 2019-12-01
https://smoda.elpais.com/celebrities/confesiones-famosos-tabu-vih/100328354/image/100328363
Jonathan Van Ness - El pasado mes de septiembre, el estilista y uno de los cinco fabulosos presentadores del formato de Netflix ‘Queer Eye’ publicó un libro de memorias (‘Over The Top: A Raw Journey To Self-Love’) en el que revela que es VIH positivo. Lo descubrió a los 25 años, al hacerse un análisis tras desmayarse mientras trabajaba, y se ha decidido a contarlo para combatir las ideas sesgadas sobre la comunidad homosexual propagadas por el actual residente de la Casa Blanca. “Cuando entré en ‘Queer Eye’ fue realmente complicado porque no estaba seguro de querer hacer público mi estado, pero después recapacité porque la administración Trump ha hecho todo lo posible para que la estigmatización de la comunidad LGTBI se extienda a mi alrededor”, declaró en una entrevista con ‘The New York Times’.
Freddie Mercury - El cantante de Queen descubrió que era seropositivo en 1987, pero lo mantuvo en secreto hasta los últimos días de su vida. El 23 de noviembre, 24 horas antes de morir, la agencia publicitaria del cantante, para entonces ya prácticamente moribundo, lanzó a la luz pública un comunicado en el que confesaba su grave estado. Mercury murió a los 45 años, esperando que “todos se unan a mí, a mis médicos y a todos cuantos trabajan por combatir esta terrible enfermedad, para luchar contra ella”.
Magic Johnson - El mundo de deporte y la sociedad internacional en general asistió conmocionada a la que quizá sea la confesión más controvertida de la lista. El 7 de noviembre de 1991, Magic Johnson, mito del baloncesto y estrella de Los Angeles Lakers, anunció su retiro temporal de las pistas tras conocer en un chequeo médico casual que estaba infectado. Su declaración supuso un fuerte choque social e incluso hubo compañeros que se negaron a jugar contra él, pero fue clave para concienciar sobre el VIH. Desde entonces, y como declaró al diario neoyorquino The Daily News, la educación sobre la enfermedad se convirtió en su principal misión. “No estoy enfadado con nadie. De verdad, no lo estoy. Si acaso estoy decepcionado. Porque tuve que abandonar el deporte por la mentalidad de la gente. Si he aprendido algo en las últimas semanas es que tengo mucho trabajo por delante, tengo que hacer un mayor esfuerzo para educar a la gente sobre el SIDA”.
Conchita Wurst - La ganadora del festival de Eurovision de 2014 anunció, en una publicación de Instagram y cuatro años después de reinar en el certamen, que era portadora del virus. Lo hizo como respuesta al chantaje de una expareja que la amenazó con ofrecer la información a los medios. “Espero dar ánimos y haber dado un paso más en contra de la estigmatización de las personas que se han infectado, ya sea a través de su propio comportamiento o sin culpa propia”, afirmó la cantante de ‘Rise Like a Phoenix’.
Rock Hudson - "No estoy feliz por tener el SIDA, pero si esto puede ayudar a otros, al menos sé que mi propia desgracia tiene un valor positivo", sostenía el actor en unas declaraciones recogidas por El País. El que constituyera el perfecto sueño del galán de Hollywood murió en octubre de 1985 apenas un par de meses después de confesar su condición. Hudson ocultó durante toda su vida tanto su homosexualidad como la enfermedad, pero la repercusión por su fallecimiento ayudó a que personalidades amigas como Elizabeth Taylor impulsaran fundaciones para luchar contra su propagación.
Charlie Sheen - “Estoy aquí para admitir que tengo VIH”. Con esta contundente sentencia comenzó el actor de ‘Dos hombres y medio’, y chico malo oficial de Hollywood, su confesión pública en el programa matutino ‘Today’ de la televisión estadounidense en 2015. Sheen admitió que como celebridad era su responsabilidad ayudar a los contagiados con el virus. Sus exparejas se pronunciaron después con diferentes opiniones: unas alabaron su valentía y otras denunciaron que el intérprete no las había avisado de su estado antes de mantener relaciones sexuales con ellas, como publicó 'The Telegraph'.
Anthony Perkins - El actor conocido por dar vida a Norman Bates, el joven psicópata que regentaba un motel en el clásico de Alfred Hitchcock ‘Psicosis’, mantuvo en secreto su enfermedad hasta los últimos días, desencantado por el trato que Hollywood ofrecía a los enfermos. Antes de fallecer a los 60 años, hizo público un comunicado (recogido en ‘El País’) en el que se despachaba inmisericorde con la hipocresía presente en la meca del cine: “Hay muchos que creen que esta enfermedad es una venganza de Dios, pero yo creo que fue enviada para enseñar a la gente cómo amarse y comprenderse, y para tener compasión por el prójimo. He aprendido más sobre el amor y la comprensión humana entre la gente que me he encontrado durante esta gran aventura en el mundo del SIDA que en el asesino y competitivo mundo en el que he malgastado mi vida".
Arthur Ashe - Este icono imperecedero del deporte, el primer y único tenista negro que ha ganado Wimbledon y que da nombre a la pista central en la que se juega cada año el US Open, confesó en 1992, solo cinco meses después de Magic Johnson, que había contraído el SIDA. Ashe adquirió el virus durante una operación a corazón abierto a causa de una transfusión de sangre contaminada. Murió al año siguiente, no sin antes condenar ante medios como The New York Times las presiones mediáticas que recibió para desvelara su condición. “Estoy enfadado porque se me ha situado en una posición en la que he tenido que mentir para proteger mi privacidad. No he cometido ningún crimen”.
Gareth Thomas - Aunque quizá no te suene del todo, esta leyenda del rugby galés es una de las figuras más importantes de la sociedad británica reciente. Thomas fue el primer rugbier en revelar su homosexualidad y, el pasado septiembre, también su condición de seropositivo. “Quiero compartir mi secreto con vosotros. ¿Por qué? Porque es mi decisión hacerlo, y no los mails que hacen mi vida un infierno, tratando de contarlo antes de que yo lo hiciera, y porque yo creo y confío en vosotros”, sostuvo. Su confesión en Twitter fue celebrada hasta por el mismísimo príncipe Harry en Instagram, que le felicitó por “ayudar a salvar vidas y destrozar el estigma”.
Kayden Gray - La confesión de esta estrella del porno gay ya cuenta con más de 200.000 visualizaciones en Youtube. El vídeo ha recibido todo tipo de halagos por lo honesto y educativo de su alegato, once minutos en los que describe sin temor alguno cómo lo contrajo y alienta a sus seguidores a tener una vida sexual lo más segura posible. Gray también sostiene que la peor parte de vivir con la diagnosis es enfrentarse “al juicio y a la crueldad” de la sociedad.
Freddie Mercury - El cantante de Queen descubrió que era seropositivo en 1987, pero lo mantuvo en secreto hasta los últimos días de su vida. El 23 de noviembre, 24 horas antes de morir, la agencia publicitaria del cantante, para entonces ya prácticamente moribundo, lanzó a la luz pública un comunicado en el que confesaba su grave estado. Mercury murió a los 45 años, esperando que “todos se unan a mí, a mis médicos y a todos cuantos trabajan por combatir esta terrible enfermedad, para luchar contra ella”.
Magic Johnson - El mundo de deporte y la sociedad internacional en general asistió conmocionada a la que quizá sea la confesión más controvertida de la lista. El 7 de noviembre de 1991, Magic Johnson, mito del baloncesto y estrella de Los Angeles Lakers, anunció su retiro temporal de las pistas tras conocer en un chequeo médico casual que estaba infectado. Su declaración supuso un fuerte choque social e incluso hubo compañeros que se negaron a jugar contra él, pero fue clave para concienciar sobre el VIH. Desde entonces, y como declaró al diario neoyorquino The Daily News, la educación sobre la enfermedad se convirtió en su principal misión. “No estoy enfadado con nadie. De verdad, no lo estoy. Si acaso estoy decepcionado. Porque tuve que abandonar el deporte por la mentalidad de la gente. Si he aprendido algo en las últimas semanas es que tengo mucho trabajo por delante, tengo que hacer un mayor esfuerzo para educar a la gente sobre el SIDA”.
Conchita Wurst - La ganadora del festival de Eurovision de 2014 anunció, en una publicación de Instagram y cuatro años después de reinar en el certamen, que era portadora del virus. Lo hizo como respuesta al chantaje de una expareja que la amenazó con ofrecer la información a los medios. “Espero dar ánimos y haber dado un paso más en contra de la estigmatización de las personas que se han infectado, ya sea a través de su propio comportamiento o sin culpa propia”, afirmó la cantante de ‘Rise Like a Phoenix’.
Rock Hudson - "No estoy feliz por tener el SIDA, pero si esto puede ayudar a otros, al menos sé que mi propia desgracia tiene un valor positivo", sostenía el actor en unas declaraciones recogidas por El País. El que constituyera el perfecto sueño del galán de Hollywood murió en octubre de 1985 apenas un par de meses después de confesar su condición. Hudson ocultó durante toda su vida tanto su homosexualidad como la enfermedad, pero la repercusión por su fallecimiento ayudó a que personalidades amigas como Elizabeth Taylor impulsaran fundaciones para luchar contra su propagación.
Charlie Sheen - “Estoy aquí para admitir que tengo VIH”. Con esta contundente sentencia comenzó el actor de ‘Dos hombres y medio’, y chico malo oficial de Hollywood, su confesión pública en el programa matutino ‘Today’ de la televisión estadounidense en 2015. Sheen admitió que como celebridad era su responsabilidad ayudar a los contagiados con el virus. Sus exparejas se pronunciaron después con diferentes opiniones: unas alabaron su valentía y otras denunciaron que el intérprete no las había avisado de su estado antes de mantener relaciones sexuales con ellas, como publicó 'The Telegraph'.
Anthony Perkins - El actor conocido por dar vida a Norman Bates, el joven psicópata que regentaba un motel en el clásico de Alfred Hitchcock ‘Psicosis’, mantuvo en secreto su enfermedad hasta los últimos días, desencantado por el trato que Hollywood ofrecía a los enfermos. Antes de fallecer a los 60 años, hizo público un comunicado (recogido en ‘El País’) en el que se despachaba inmisericorde con la hipocresía presente en la meca del cine: “Hay muchos que creen que esta enfermedad es una venganza de Dios, pero yo creo que fue enviada para enseñar a la gente cómo amarse y comprenderse, y para tener compasión por el prójimo. He aprendido más sobre el amor y la comprensión humana entre la gente que me he encontrado durante esta gran aventura en el mundo del SIDA que en el asesino y competitivo mundo en el que he malgastado mi vida".
Arthur Ashe - Este icono imperecedero del deporte, el primer y único tenista negro que ha ganado Wimbledon y que da nombre a la pista central en la que se juega cada año el US Open, confesó en 1992, solo cinco meses después de Magic Johnson, que había contraído el SIDA. Ashe adquirió el virus durante una operación a corazón abierto a causa de una transfusión de sangre contaminada. Murió al año siguiente, no sin antes condenar ante medios como The New York Times las presiones mediáticas que recibió para desvelara su condición. “Estoy enfadado porque se me ha situado en una posición en la que he tenido que mentir para proteger mi privacidad. No he cometido ningún crimen”.
Gareth Thomas - Aunque quizá no te suene del todo, esta leyenda del rugby galés es una de las figuras más importantes de la sociedad británica reciente. Thomas fue el primer rugbier en revelar su homosexualidad y, el pasado septiembre, también su condición de seropositivo. “Quiero compartir mi secreto con vosotros. ¿Por qué? Porque es mi decisión hacerlo, y no los mails que hacen mi vida un infierno, tratando de contarlo antes de que yo lo hiciera, y porque yo creo y confío en vosotros”, sostuvo. Su confesión en Twitter fue celebrada hasta por el mismísimo príncipe Harry en Instagram, que le felicitó por “ayudar a salvar vidas y destrozar el estigma”.
Kayden Gray - La confesión de esta estrella del porno gay ya cuenta con más de 200.000 visualizaciones en Youtube. El vídeo ha recibido todo tipo de halagos por lo honesto y educativo de su alegato, once minutos en los que describe sin temor alguno cómo lo contrajo y alienta a sus seguidores a tener una vida sexual lo más segura posible. Gray también sostiene que la peor parte de vivir con la diagnosis es enfrentarse “al juicio y a la crueldad” de la sociedad.
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