Imagen: El Mundo / Ventura Pons (1i) y Lluís Llach (2i) |
Tras alinearse incondicionalmente con Puigdemont, el director de 'Què t'hi jugues Mari Pili?' ha visto cómo los cines que adquirió han ido hundiéndose.
Luis Fernando Romo | LOC, El Mundo, 2020-01-18
https://www.elmundo.es/loc/famosos/2020/01/18/5e217f0bfc6c8392298b45d7.html
Un sueño hecho añicos. Cuando 'The New York Times' bautizó a Ventura Pons como el "Woody Allen catalán", no se podía imaginar que llegaría a ser tan desafortunado como el director estadounidense... aunque por motivos diferentes. Tras dirigir y producir decenas de películas de éxito a través de Els Films de la Rambla SL, constituida en 1985 ('Què t'hi jugues Mari Pili?', 'La vida abismal' o 'Caricias'), en 2014 fundó la empresa Raig d'Idees i Propostes Visuals SL, con un capital social de 530.000 euros para dedicarse a la exhibición cinematográfica. Aquella apuesta romántica, nostálgica y arriesgada fue el principio de su quiebra.
Como administrador único, Pons se tiró a la piscina (prácticamente sin agua) y alquiló en 2014 por unos 7.000 euros los cines Lauren Gràcia -previamente pertenecían a otro gran ególatra de la industria, el fundador de Lauren Films, Antoni Llorens, ya fallecido-, antiguo comedor social durante la Guerra Civil y reconvertidos en las salas de reestreno Texas. Como el local ya estaba tuneado, invirtió menos de un millón de euros para la digitalización, cambiar el sistema de sonido, poner butacas nuevas, hacer un hall igualmente nuevo... Enseguida, el cine se convierte en la gallina de los huevos de oro. Hay colas para entrar. Algo inaudito en la época del 'streaming'.
Eso le llevó en 2017 a alquilar y reformar por casi un millón de euros los antiguos cines Albatros de Valencia, que renombró como Albatexas. ¿Su finalidad? Exhibir filmes en versión original con subtítulos en valenciano y cine catalán en versión original. A finales de 2018 recondujo la programación ante la escasez de público e incorporó espectáculos de pequeño formato, cine actual a un precio inferior y películas de autor. Le cambió el nombre por el de Cinemes Las Vegas, para hermanarlo con el que había adquirido en Figueres a comienzos de 2018. Pero el de Valencia cerró en abril de 2019.
El detonante que ha provocado su hundimiento como exhibidor empezó a gestarse en 2017 durante el rodaje de 'Miss Dalí', protagonizada por actrices clásicas inglesas como Claire Bloom o Siân Phillips y actores locales de la talla de Josep Maria Pou o Vicky Peña. Su pasión por el pintor catalán, así como su amor por la Costa Brava, donde posee una impresionante casa rústica de piedra frente a la Casa-Museo de Salvador Dalí en Portlligat, fueron motivos sobrados para que hiciera su apuesta más fuerte. Renovó por tres millones de euros los cines Las Vegas del centro de Figueres (Costa Brava) para convertirlo en cuatro salas de proyección. Una de ellas, con algo más de 500 butacas y con una de las pantallas más grandes de Cataluña. Pero la vanidad fagocitó a Pons. En abril de 2018 se inauguraron con la proyección mundial de 'Miss Dalí' y justo un año después, empezaron los impagos a los trabajadores. En diciembre de 2019, la empresa Picking SPI empezó a gestionar las salas.
Lamentablemente, Ventura Pons se deshizo de las salas de Valencia y Figueres por una cantidad irrisoria que no sirvió para tapar el enorme socavón financiero. Un extrabajador de Pons asegura a LOC que "su gran error fue poner todos los cines a nombre de la misma sociedad, Raig d'Idees i Propostes Visuals SL, y no abrir una empresa por cada uno de los que adquiría. De esta manera, si uno no funcionaba, la empresa se cerraba". Pero Ventura no escuchaba a nadie y se rodeó de un equipo de contables que le llevaron al abismo. Resultaba inviable que la gallina de los huevos de oro de los Texas de Barcelona alimentara a los otros cines deficitarios.
Esta situación ha provocado la ruina de uno de los más reputados realizadores del cine catalán. Por tal motivo, los Texas se encuentran actualmente en la cuerda floja: hay retrasos en el pago del alquiler, no se abonan las nóminas desde hace meses, la mitad de los empleados ya no están y los que quedan están muy enfadados porque el jefe niega la realidad, existen demoras en el pago a los distribuidores, aparecieron pintadas como "Ventura paga, Ventura moroso"... Una bola de nieve que cada vez se va haciendo más grande.
A la espera de traspasar el local, Ventura ha tenido que aportar capital privado y ha empezado a deshacerse de varios inmuebles. Hasta donde ha podido averiguar LOC, Pons ha vendido un gran piso en Barcelona, ha puesto a la venta su paraíso en Port Lligat y de momento sigue viviendo en el exclusivo enchanche barcelonés en una vivienda de 235 metros cuadrados valorada en unos 1,25 millones de euros. LOC intentó ponerse en contacto con Els Films de la Rambla sin éxito.
Además, también ha terminado perjudicándole su fuerte convicción política. Su apuesta pública a favor del Procés, la independencia y Puigdemont le ha granjeado importantes enemigos y se le han cerrado innumerables puertas en Madrid
En lo personal, tampoco brilla el sol. Según cuenta a LOC uno de sus allegados, el director está sumido en una gran depresión porque el año pasado falleció su pareja, muchos de sus amigos le han dejado de lado y "se encuentra muy perdido y delicado de salud". Y añade: "Si hablas con él te dirá que todo está controlado y que no hay para tanto".
Como administrador único, Pons se tiró a la piscina (prácticamente sin agua) y alquiló en 2014 por unos 7.000 euros los cines Lauren Gràcia -previamente pertenecían a otro gran ególatra de la industria, el fundador de Lauren Films, Antoni Llorens, ya fallecido-, antiguo comedor social durante la Guerra Civil y reconvertidos en las salas de reestreno Texas. Como el local ya estaba tuneado, invirtió menos de un millón de euros para la digitalización, cambiar el sistema de sonido, poner butacas nuevas, hacer un hall igualmente nuevo... Enseguida, el cine se convierte en la gallina de los huevos de oro. Hay colas para entrar. Algo inaudito en la época del 'streaming'.
Eso le llevó en 2017 a alquilar y reformar por casi un millón de euros los antiguos cines Albatros de Valencia, que renombró como Albatexas. ¿Su finalidad? Exhibir filmes en versión original con subtítulos en valenciano y cine catalán en versión original. A finales de 2018 recondujo la programación ante la escasez de público e incorporó espectáculos de pequeño formato, cine actual a un precio inferior y películas de autor. Le cambió el nombre por el de Cinemes Las Vegas, para hermanarlo con el que había adquirido en Figueres a comienzos de 2018. Pero el de Valencia cerró en abril de 2019.
El detonante que ha provocado su hundimiento como exhibidor empezó a gestarse en 2017 durante el rodaje de 'Miss Dalí', protagonizada por actrices clásicas inglesas como Claire Bloom o Siân Phillips y actores locales de la talla de Josep Maria Pou o Vicky Peña. Su pasión por el pintor catalán, así como su amor por la Costa Brava, donde posee una impresionante casa rústica de piedra frente a la Casa-Museo de Salvador Dalí en Portlligat, fueron motivos sobrados para que hiciera su apuesta más fuerte. Renovó por tres millones de euros los cines Las Vegas del centro de Figueres (Costa Brava) para convertirlo en cuatro salas de proyección. Una de ellas, con algo más de 500 butacas y con una de las pantallas más grandes de Cataluña. Pero la vanidad fagocitó a Pons. En abril de 2018 se inauguraron con la proyección mundial de 'Miss Dalí' y justo un año después, empezaron los impagos a los trabajadores. En diciembre de 2019, la empresa Picking SPI empezó a gestionar las salas.
Lamentablemente, Ventura Pons se deshizo de las salas de Valencia y Figueres por una cantidad irrisoria que no sirvió para tapar el enorme socavón financiero. Un extrabajador de Pons asegura a LOC que "su gran error fue poner todos los cines a nombre de la misma sociedad, Raig d'Idees i Propostes Visuals SL, y no abrir una empresa por cada uno de los que adquiría. De esta manera, si uno no funcionaba, la empresa se cerraba". Pero Ventura no escuchaba a nadie y se rodeó de un equipo de contables que le llevaron al abismo. Resultaba inviable que la gallina de los huevos de oro de los Texas de Barcelona alimentara a los otros cines deficitarios.
Esta situación ha provocado la ruina de uno de los más reputados realizadores del cine catalán. Por tal motivo, los Texas se encuentran actualmente en la cuerda floja: hay retrasos en el pago del alquiler, no se abonan las nóminas desde hace meses, la mitad de los empleados ya no están y los que quedan están muy enfadados porque el jefe niega la realidad, existen demoras en el pago a los distribuidores, aparecieron pintadas como "Ventura paga, Ventura moroso"... Una bola de nieve que cada vez se va haciendo más grande.
A la espera de traspasar el local, Ventura ha tenido que aportar capital privado y ha empezado a deshacerse de varios inmuebles. Hasta donde ha podido averiguar LOC, Pons ha vendido un gran piso en Barcelona, ha puesto a la venta su paraíso en Port Lligat y de momento sigue viviendo en el exclusivo enchanche barcelonés en una vivienda de 235 metros cuadrados valorada en unos 1,25 millones de euros. LOC intentó ponerse en contacto con Els Films de la Rambla sin éxito.
Además, también ha terminado perjudicándole su fuerte convicción política. Su apuesta pública a favor del Procés, la independencia y Puigdemont le ha granjeado importantes enemigos y se le han cerrado innumerables puertas en Madrid
En lo personal, tampoco brilla el sol. Según cuenta a LOC uno de sus allegados, el director está sumido en una gran depresión porque el año pasado falleció su pareja, muchos de sus amigos le han dejado de lado y "se encuentra muy perdido y delicado de salud". Y añade: "Si hablas con él te dirá que todo está controlado y que no hay para tanto".
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