Imagen: El País / Gemma Watts |
Gemma Watts, de 21 años, buscaba a chicas muy jóvenes en las redes sociales y les hacía creer que era un adolescente varón. La policía cree que puede haber medio centenar de víctimas.
Rafa de Miguel | El País, 2020-01-10
https://elpais.com/sociedad/2020/01/10/actualidad/1578666031_205938.html
Se recogía el pelo en una coleta, vestía gorra de béisbol y sudadera e hizo creer a decenas de chicas adolescentes que se trataba de un chico encantador. La policía británica ha detenido a Gemma Watts, una mujer de 21 años, a la que acusa de haber abusado sexualmente de hasta medio centenar de menores.
"Para algunas de estas chicas se trataba de su primera relación. Todas ellas eran jóvenes, bastante inocentes y fueron engañadas por completo", ha explicado la agente Phillippa Kenwrigth, responsable de la investigación.
Watts, quien vivía con su madre en la localidad de Enfield, utilizaba las redes sociales para contactar con sus víctimas. Flirteaba con ellas durante semanas a través de Instagram o Snapchat antes de concertar una cita. Y cuando llegaba el momento, se disfrazaba de un modo tan convincente que ni las menores ni sus padres (a los que llegó a conocer y tratar en algunos casos) eran capaces de detectar el engaño. Usaba el alias de Jake Waton y colgaba en las redes vídeos de sí misma realizando proezas con su monopatín. Se deshacía en elogios y piropos con las menores hasta lograr conocerlas en persona.
Su actividad fue detectada por la policía en marzo de 2018, cuando una menor de 14 años reconoció a su médico de cabecera que había mantenido relaciones sexuales con su novio de 16 años. Los servicios de asistencia social de Hampshire y la policía local comenzaron a seguir su rastro.
Una vez localizada, Watts, que tenía entonces 19 años, negó esconderse detrás del nombre de Jake ni haber tenido contacto alguno con la menor. Acabó siendo finalmente arrestada en julio de ese mismo año después de que se supiera de dos nuevas víctimas, de 15 años, en Surrey y Plymouth. Watts fue puesta en libertad bajo fianza mientras las investigaciones seguían adelante. No se arredró y continuó maniobrando a lo largo de Inglaterra. Acosó a una nueva víctima en la región de West Midlands, a la que convenció para que huyera con ella a Londres. Alertados por el sistema público de personas desaparecidas, la policía logró abortar ese viaje y detener de nuevo a Watts. Su caracterización como adolescente varón llegó a confundir en un primer momento a los agentes policiales. Un juez dictó entonces una orden de seguimiento por riesgo de delito sexual para permitir a la policía controlar sus actividades. Aun así Watts siguió contactando con menores a través de las redes sociales.
En noviembre pasado, Watts se declaró finalmente culpable de tres delitos de abusos sexuales y uno de agresión con penetración. Las autoridades sospechan, por el rastro de sus actividades en las redes, de que podría haber abusado de hasta cincuenta menores. Se enfrenta a una pena de prisión permanente revisable.
"Para algunas de estas chicas se trataba de su primera relación. Todas ellas eran jóvenes, bastante inocentes y fueron engañadas por completo", ha explicado la agente Phillippa Kenwrigth, responsable de la investigación.
Watts, quien vivía con su madre en la localidad de Enfield, utilizaba las redes sociales para contactar con sus víctimas. Flirteaba con ellas durante semanas a través de Instagram o Snapchat antes de concertar una cita. Y cuando llegaba el momento, se disfrazaba de un modo tan convincente que ni las menores ni sus padres (a los que llegó a conocer y tratar en algunos casos) eran capaces de detectar el engaño. Usaba el alias de Jake Waton y colgaba en las redes vídeos de sí misma realizando proezas con su monopatín. Se deshacía en elogios y piropos con las menores hasta lograr conocerlas en persona.
Su actividad fue detectada por la policía en marzo de 2018, cuando una menor de 14 años reconoció a su médico de cabecera que había mantenido relaciones sexuales con su novio de 16 años. Los servicios de asistencia social de Hampshire y la policía local comenzaron a seguir su rastro.
Una vez localizada, Watts, que tenía entonces 19 años, negó esconderse detrás del nombre de Jake ni haber tenido contacto alguno con la menor. Acabó siendo finalmente arrestada en julio de ese mismo año después de que se supiera de dos nuevas víctimas, de 15 años, en Surrey y Plymouth. Watts fue puesta en libertad bajo fianza mientras las investigaciones seguían adelante. No se arredró y continuó maniobrando a lo largo de Inglaterra. Acosó a una nueva víctima en la región de West Midlands, a la que convenció para que huyera con ella a Londres. Alertados por el sistema público de personas desaparecidas, la policía logró abortar ese viaje y detener de nuevo a Watts. Su caracterización como adolescente varón llegó a confundir en un primer momento a los agentes policiales. Un juez dictó entonces una orden de seguimiento por riesgo de delito sexual para permitir a la policía controlar sus actividades. Aun así Watts siguió contactando con menores a través de las redes sociales.
En noviembre pasado, Watts se declaró finalmente culpable de tres delitos de abusos sexuales y uno de agresión con penetración. Las autoridades sospechan, por el rastro de sus actividades en las redes, de que podría haber abusado de hasta cincuenta menores. Se enfrenta a una pena de prisión permanente revisable.
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