Imagen: El Diario / Kike Sarasola |
El hotelero que aloja a Díaz Ayuso en un apartamento de lujo lleva tiempo cortejando a políticos de todo color. Su padre era íntimo de Felipe González y él apadrinó a Albert Rivera en Madrid. La Fiscalía pide cuatro años de cárcel contra él por un presunto delito fiscal.
Analía Plaza | El Diario, 2020-05-12
https://www.eldiario.es/economia/Kike-Sarasola-Ayuso-Amancio-Ortega_0_1026448154.html
Kike Sarasola (Madrid, 1963) está confinado en Colombia. Desde allí —a 40 grados y abanico en mano— participa en encuentros digitales sobre turismo, cuenta en redes sus acciones solidarias y se comunica con el Gobierno de la Comunidad de Madrid, con el que ha llegado a un acuerdo de colaboración "público-privada" para ceder sus hoteles. Sarasola fue, junto a Abel Matutes (Palladium), uno de los primeros empresarios que se ofreció a medicalizar establecimientos. Finalmente su cadena, Room Mate, ha abierto trece en todo el mundo: en Madrid, Granada, San Sebastián, Nueva York, Florencia y Milán. Asegura que lo hace "de forma desinteresada" y para alojar a personas mayores, personal sanitario y turistas que no pueden volver a su país.
Pero Kike Sarasola también cuenta entre sus huéspedes con un alto cargo inesperado. Según desveló este lunes la revista Vanity Fair, Isabel Díaz Ayuso se aloja desde hace dos meses en un apartamento de lujo de su otra cadena, Be Mate. Es una 'royal suite' cuyo precio de mercado es de 200 euros al día. Tras negarse a responder a este diario, Room Mate emitió un comunicado diciendo que la presidenta paga 80 euros al día. La versión coincide con la del gobierno regional, que en primera instancia solo dijo que este alojamiento no supondría ningún coste para la Comunidad de Madrid (más tarde adjudicó un contrato por medio millón de euros a Room Mate para poner a punto dos de sus hoteles, aunque el contrato duró dos horas publicado y el gobierno insistió en que fue un error).
Sarasola es un empresario español que sabe arrimarse al poder. En eso se parece a su padre, el también empresario Enrique Sarasola Lerchundi, fallecido en 2002.
Sarasola padre fue íntimo amigo de Felipe González, al que conoció en 1974 y acompañó en sus viajes americanos. Su actividad empresarial, recordaba el obituario de la agencia EFE, "se distinguió por la gran diversificación con la que actuó: en el sector exportador, armamentístico e importador". Participó como intermediario en la entrada de Endesa en México, en la construcción del metro de Medellín y estuvo relacionado con 'Los Albertos' en la operación que les permitió intercambiar los terrenos de la plaza de Castilla en Madrid por un paquete de acciones del Banco Central.
La fortuna la había hecho en Colombia, donde se casó con Cecilia Marulanda, hija del terrateniente Alberto Marulanda. Con ella tuvo dos hijos: Fernando y Kike. Actualmente, la fiscalía pide cuatro años de cárcel para los tres, madre e hijos, por defraudar cuatro millones heredados de su padre a Hacienda.
Felipe González sigue siendo amigo de la familia. Según reconoció el hotelero en una entrevista en La Sexta Noche, fue el expresidente quien le casó con su marido, Carlos Marrero. En esa misma entrevista, González le envió un mensaje de cariño: "[Eres] un gran emprendedor, eres como tu padre: generoso, solidario, con muchas iniciativas y, para colmo, con una enorme simpatía. Siempre tendrás mi afecto y mi apoyo".
González y su mujer, Mar García Vaquero, fueron dos de las personalidades que acudieron a la fiesta solidaria que dio el empresario en la azotea de su hotel Óscar, en el barrio de Chueca, pocos meses antes de que una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid la clausurara por no tener licencia. Es más: Micaela González García-Vaquero, hijastra de Felipe González, dirige desde hace casi tres años uno de los hoteles de Room Mate. Tiene 30 años. Antes fue adjunta a la dirección en formación de AC Hotels, la cadena de Antonio Catalán, otro hotelero amigo del PSOE: concretamente, de José Luis Rodríguez Zapatero.
Jinete convertido a 'empresario hecho a sí mismo'
Antes de hacerse empresario, Kike Sarasola fue deportista de alto nivel. Era jinete, como su hermano Fernando. Preparando los Juegos Olímpicos de Atenas, explica su biografía en la web del grupo, sufrió una caída y una lesión de espalda que le impidió ir. En el año 2000 fundó Room Mate, la cadena hotelera que preside desde entonces.
"La idea surge en una charla de amigos", explicaba en una entrevista en la revista Emprendedores. "Queríamos hacer algo juntos y estudiamos tres negocios que nos gustaban. Uno se llamaba Prêt à Manger, de Londres, que luego se convirtió en el Delina's español; otro eran los Wok Café de comida rápida, asiática. El tercero era el Hudson Hotel de Nueva York. Si te das cuenta, siempre era lo mismo: dar un buen servicio, a buen precio y con una imagen bonita".
Room Mate comenzó con Mario, un hotel en el centro de Madrid, y se expandió a base de hoteles urbanos 'low cost', que prescindían del servicio de habitaciones, gimnasios y restaurantes para ahorrar costes. Uno de sus emblemas es el Óscar, el de la azotea sin licencia, situado en la plaza de Vázquez de Mella y especialmente popular en las celebraciones del Orgullo Gay en Madrid. El edificio es propiedad de Regato S.L, la inmobiliaria del ex-CEO de la aseguradora Santalucía, Modesto Álvarez. Sarasola fue uno de los primeros deportistas de élite que reconoció públicamente que era homosexual, protagonizando una portada de la revista Zero. Desde entonces, aparece de forma recurrente en la lista de 'los gais más influyentes' del diario El Mundo.
Sarasola se casó en el año 2006. En 2007 dijo en una entrevista en Diez Minutos que quería adoptar niños. En 2014, sin embargo, recurrió a la gestación subrogada en California para obtener a su primera hija, Aitana. Fue defendiendo esta fórmula en 2018 cuando apareció junto al exlíder de Ciudadanos, Albert Rivera, que le ponía de ejemplo al plantearla.
Y es que Isabel Díaz Ayuso no es la primera política en activo a la que se pega Sarasola. Cuando Albert Rivera dejó Cataluña para presentarse a las elecciones generales, Sarasola lo apadrinó e introdujo a los empresarios de Madrid. El empresario tiene un gran apartamento en la Plaza del Rey, también en Chueca, al que en ocasiones invita a sus empleados más cercanos y en el que organizaba cenas para presentar al político en sociedad.
Ideológicamente, él se definió como "rojo" cuando el Ministerio de Industria del entonces gobierno del PP le otorgó la Medalla de Oro al Mérito Turístico. "Tengo que agradecerle al PP que me la haya dado siendo públicamente rojo y gay..." , dijo a El Mundo. "Tiene mucho mérito".
Las cuentas, en rojo
Kike Sarasola es un personaje algo acelerado. "Entraba un día espídico, de buenas, y al día siguiente llegaba y decía: tú, despedido", recuerda un empleado que trabajó en uno de sus hoteles. La empresa ha subsistido hasta la fecha gracias a la financiación de Rosalía Mera, la primera mujer de Amancio Ortega fallecida en 2013, y de su hija Sandra Ortega, dueña de ROSP Corunna, su vehículo de participaciones empresariales, desde que Mera murió.
La cuenta de resultados de Room Mate lleva diez años en pérdidas debido a las deudas contraídas y a las inversiones para expandir la cadena por todo el mundo. Aunque sus ingresos aumentan año a año y el beneficio bruto operativo ya está en números negros —5,1 millones en 2019, según sus propios datos— el resultado arroja una historia diferente. En 2018, las pérdidas consolidadas ascendieron a 7,3 millones. En 2017, a 8,4. En 2016, a más de 10. ROSP Corunna entró haciéndose con el 20% de la empresa hace más de diez años, pero elevó su participación al 30% en 2013, tras la intervención de Caja Castilla-La Mancha, que poseía el 10% del capital.
ROSP Corunna ha salvado varias veces a Room Mate de su propia disolución. A finales de 2017, según recogen las cuentas depositadas en el Registro Mercantil, Room Mate se encontraba "en causa de disolución dado su patrimonio neto negativo". La sociedad restableció su "equilibrio patrimonial" convirtiendo en préstamos participativos los créditos de la compañía de la hija de Amancio Ortega. En las cuentas de 2018, últimas disponibles, aparece reflejado que el importe total de estos préstamos es de 18 millones de euros, "siendo el vencimiento de los mismos el 28 de octubre de 2020". Preguntada por estos malos resultados, la empresa no había respondido al cierre de este artículo a eldiario.es.
Tras expandir Room Mate, en 2014 Kike Sarasola fundó la compañía de apartamentos turísticos Be Mate (participada al 30% por Room Mate) para competir contra Airbnb. Son propiedades de terceros, de fondos y family offices, que ceden a la compañía su gestión. De ahí sale el piso en el que pasa el confinamiento Díaz Ayuso, que pertenece a la inmobiliaria Cadarso 18 pero comercializa Be Mate.
Sarasola contrató a un equipo muy experimentado que venía del sector tecnológico español pero que apenas duró un año, porque su filosofía y la de la empresa no terminaron de encajar. Por aquel entonces, Sarasola se prodigó en eventos para emprendedores y 'startups' como el South Summit, organizado por María Benjumea, familiar de los dueños de Abengoa. La propia Benjumea le ponía de ejemplo de "estartapero y empresario" para promocionar este evento. Pero en las últimas cuentas presentadas, BeMate también declaró pérdidas: de 2,4 millones. Nada de esto ha evitado que Sarasola se postule a 'Chicote' de los hoteles en 'Este hotel es un infierno', un programa de DMAX en el que asesoraba a otros hoteleros a salir de una precaria situación.
Si nos atenemos a sus cuentas de resultados, Sarasola, que ya tiene 57 años, aún no ha demostrado ser un gran empresario. Pero sí ha sabido venderse como tal y rodearse constantemente de poderes de todo color. A quienes han trabajado para él no les sorprende en absoluto que Ayuso haya terminado confinada en un Be Mate. "Qué manera de arrimarse a políticos...", reacciona el ex-empleado de su hotel. "Pues no es listo ni ‘ná’".
Pero Kike Sarasola también cuenta entre sus huéspedes con un alto cargo inesperado. Según desveló este lunes la revista Vanity Fair, Isabel Díaz Ayuso se aloja desde hace dos meses en un apartamento de lujo de su otra cadena, Be Mate. Es una 'royal suite' cuyo precio de mercado es de 200 euros al día. Tras negarse a responder a este diario, Room Mate emitió un comunicado diciendo que la presidenta paga 80 euros al día. La versión coincide con la del gobierno regional, que en primera instancia solo dijo que este alojamiento no supondría ningún coste para la Comunidad de Madrid (más tarde adjudicó un contrato por medio millón de euros a Room Mate para poner a punto dos de sus hoteles, aunque el contrato duró dos horas publicado y el gobierno insistió en que fue un error).
Sarasola es un empresario español que sabe arrimarse al poder. En eso se parece a su padre, el también empresario Enrique Sarasola Lerchundi, fallecido en 2002.
Sarasola padre fue íntimo amigo de Felipe González, al que conoció en 1974 y acompañó en sus viajes americanos. Su actividad empresarial, recordaba el obituario de la agencia EFE, "se distinguió por la gran diversificación con la que actuó: en el sector exportador, armamentístico e importador". Participó como intermediario en la entrada de Endesa en México, en la construcción del metro de Medellín y estuvo relacionado con 'Los Albertos' en la operación que les permitió intercambiar los terrenos de la plaza de Castilla en Madrid por un paquete de acciones del Banco Central.
La fortuna la había hecho en Colombia, donde se casó con Cecilia Marulanda, hija del terrateniente Alberto Marulanda. Con ella tuvo dos hijos: Fernando y Kike. Actualmente, la fiscalía pide cuatro años de cárcel para los tres, madre e hijos, por defraudar cuatro millones heredados de su padre a Hacienda.
Felipe González sigue siendo amigo de la familia. Según reconoció el hotelero en una entrevista en La Sexta Noche, fue el expresidente quien le casó con su marido, Carlos Marrero. En esa misma entrevista, González le envió un mensaje de cariño: "[Eres] un gran emprendedor, eres como tu padre: generoso, solidario, con muchas iniciativas y, para colmo, con una enorme simpatía. Siempre tendrás mi afecto y mi apoyo".
González y su mujer, Mar García Vaquero, fueron dos de las personalidades que acudieron a la fiesta solidaria que dio el empresario en la azotea de su hotel Óscar, en el barrio de Chueca, pocos meses antes de que una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid la clausurara por no tener licencia. Es más: Micaela González García-Vaquero, hijastra de Felipe González, dirige desde hace casi tres años uno de los hoteles de Room Mate. Tiene 30 años. Antes fue adjunta a la dirección en formación de AC Hotels, la cadena de Antonio Catalán, otro hotelero amigo del PSOE: concretamente, de José Luis Rodríguez Zapatero.
Jinete convertido a 'empresario hecho a sí mismo'
Antes de hacerse empresario, Kike Sarasola fue deportista de alto nivel. Era jinete, como su hermano Fernando. Preparando los Juegos Olímpicos de Atenas, explica su biografía en la web del grupo, sufrió una caída y una lesión de espalda que le impidió ir. En el año 2000 fundó Room Mate, la cadena hotelera que preside desde entonces.
"La idea surge en una charla de amigos", explicaba en una entrevista en la revista Emprendedores. "Queríamos hacer algo juntos y estudiamos tres negocios que nos gustaban. Uno se llamaba Prêt à Manger, de Londres, que luego se convirtió en el Delina's español; otro eran los Wok Café de comida rápida, asiática. El tercero era el Hudson Hotel de Nueva York. Si te das cuenta, siempre era lo mismo: dar un buen servicio, a buen precio y con una imagen bonita".
Room Mate comenzó con Mario, un hotel en el centro de Madrid, y se expandió a base de hoteles urbanos 'low cost', que prescindían del servicio de habitaciones, gimnasios y restaurantes para ahorrar costes. Uno de sus emblemas es el Óscar, el de la azotea sin licencia, situado en la plaza de Vázquez de Mella y especialmente popular en las celebraciones del Orgullo Gay en Madrid. El edificio es propiedad de Regato S.L, la inmobiliaria del ex-CEO de la aseguradora Santalucía, Modesto Álvarez. Sarasola fue uno de los primeros deportistas de élite que reconoció públicamente que era homosexual, protagonizando una portada de la revista Zero. Desde entonces, aparece de forma recurrente en la lista de 'los gais más influyentes' del diario El Mundo.
Sarasola se casó en el año 2006. En 2007 dijo en una entrevista en Diez Minutos que quería adoptar niños. En 2014, sin embargo, recurrió a la gestación subrogada en California para obtener a su primera hija, Aitana. Fue defendiendo esta fórmula en 2018 cuando apareció junto al exlíder de Ciudadanos, Albert Rivera, que le ponía de ejemplo al plantearla.
Y es que Isabel Díaz Ayuso no es la primera política en activo a la que se pega Sarasola. Cuando Albert Rivera dejó Cataluña para presentarse a las elecciones generales, Sarasola lo apadrinó e introdujo a los empresarios de Madrid. El empresario tiene un gran apartamento en la Plaza del Rey, también en Chueca, al que en ocasiones invita a sus empleados más cercanos y en el que organizaba cenas para presentar al político en sociedad.
Ideológicamente, él se definió como "rojo" cuando el Ministerio de Industria del entonces gobierno del PP le otorgó la Medalla de Oro al Mérito Turístico. "Tengo que agradecerle al PP que me la haya dado siendo públicamente rojo y gay..." , dijo a El Mundo. "Tiene mucho mérito".
Las cuentas, en rojo
Kike Sarasola es un personaje algo acelerado. "Entraba un día espídico, de buenas, y al día siguiente llegaba y decía: tú, despedido", recuerda un empleado que trabajó en uno de sus hoteles. La empresa ha subsistido hasta la fecha gracias a la financiación de Rosalía Mera, la primera mujer de Amancio Ortega fallecida en 2013, y de su hija Sandra Ortega, dueña de ROSP Corunna, su vehículo de participaciones empresariales, desde que Mera murió.
La cuenta de resultados de Room Mate lleva diez años en pérdidas debido a las deudas contraídas y a las inversiones para expandir la cadena por todo el mundo. Aunque sus ingresos aumentan año a año y el beneficio bruto operativo ya está en números negros —5,1 millones en 2019, según sus propios datos— el resultado arroja una historia diferente. En 2018, las pérdidas consolidadas ascendieron a 7,3 millones. En 2017, a 8,4. En 2016, a más de 10. ROSP Corunna entró haciéndose con el 20% de la empresa hace más de diez años, pero elevó su participación al 30% en 2013, tras la intervención de Caja Castilla-La Mancha, que poseía el 10% del capital.
ROSP Corunna ha salvado varias veces a Room Mate de su propia disolución. A finales de 2017, según recogen las cuentas depositadas en el Registro Mercantil, Room Mate se encontraba "en causa de disolución dado su patrimonio neto negativo". La sociedad restableció su "equilibrio patrimonial" convirtiendo en préstamos participativos los créditos de la compañía de la hija de Amancio Ortega. En las cuentas de 2018, últimas disponibles, aparece reflejado que el importe total de estos préstamos es de 18 millones de euros, "siendo el vencimiento de los mismos el 28 de octubre de 2020". Preguntada por estos malos resultados, la empresa no había respondido al cierre de este artículo a eldiario.es.
Tras expandir Room Mate, en 2014 Kike Sarasola fundó la compañía de apartamentos turísticos Be Mate (participada al 30% por Room Mate) para competir contra Airbnb. Son propiedades de terceros, de fondos y family offices, que ceden a la compañía su gestión. De ahí sale el piso en el que pasa el confinamiento Díaz Ayuso, que pertenece a la inmobiliaria Cadarso 18 pero comercializa Be Mate.
Sarasola contrató a un equipo muy experimentado que venía del sector tecnológico español pero que apenas duró un año, porque su filosofía y la de la empresa no terminaron de encajar. Por aquel entonces, Sarasola se prodigó en eventos para emprendedores y 'startups' como el South Summit, organizado por María Benjumea, familiar de los dueños de Abengoa. La propia Benjumea le ponía de ejemplo de "estartapero y empresario" para promocionar este evento. Pero en las últimas cuentas presentadas, BeMate también declaró pérdidas: de 2,4 millones. Nada de esto ha evitado que Sarasola se postule a 'Chicote' de los hoteles en 'Este hotel es un infierno', un programa de DMAX en el que asesoraba a otros hoteleros a salir de una precaria situación.
Si nos atenemos a sus cuentas de resultados, Sarasola, que ya tiene 57 años, aún no ha demostrado ser un gran empresario. Pero sí ha sabido venderse como tal y rodearse constantemente de poderes de todo color. A quienes han trabajado para él no les sorprende en absoluto que Ayuso haya terminado confinada en un Be Mate. "Qué manera de arrimarse a políticos...", reacciona el ex-empleado de su hotel. "Pues no es listo ni ‘ná’".
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