Imagen: El Mundo / Centro de Menores, Melilla |
Las cuatro víctimas están acogidas en un centro de menores tutelado por la Ciudad Autónoma. Uno de los menores declaró que el detenido aprovechaba para hacerles tocamientos aprovechando que los estupefacientes les "anulaba".
Paqui Sánchez | El Mundo, 2016-10-21
http://www.elmundo.es/sociedad/2016/10/21/580a28e5e5fdea571e8b45de.html
Un melillense de 41 años ha sido detenido como presunto autor de varios delitos de abuso sexual y corrupción de menores. De momento cuatro, uno por cada uno de los niños que han declarado ante la Guardia Civil haber sufrido tocamientos y otros actos de contenido sexual por parte de este individuo a cambio de drogas y alcohol. Los cuatro están acogidos en un centro tutelado por la Ciudad Autónoma, aunque los agentes que llevan el caso creen que podría haber más víctimas, por lo que la investigación sigue abierta.
La detención se produjo ayer por la tarde, en el marco de un amplio operativo que la unidad orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil llevó a cabo en un local del barrio del Rastro, muy cerca del centro de Melilla. Un buen número de agentes irrumpieron en la calle Alférez Díaz Otero, que mantuvieron cortada durante cerca de tres cuartos de hora mientras registraban un local con uno de los perros del Servicio Cinológico. Después, salieron de allí con varios objetos metidos en unas bolsas y un hombre detenido que iba completamente tapado para no ser reconocido.
Hoy se ha sabido que ese individuo, que tiene antecedentes por tráfico de drogas, llevaba siendo investigado un mes por la Guardia Civil. El Instituto Armado sospechó de él cuando lo interceptaron en un periodo de apenas unos días conduciendo dos coches distintos y llevando como copiloto a un menor tutelado por la Ciudad Autónoma con el que no tenía ningún vínculo. Cuando los agentes le preguntaron qué estaba ocurriendo, el ahora detenido les respondió que simplemente se había ofrecido a llevar al chico en su vehículo.
Esta versión no convenció a la Guardia Civil, que pudo averiguar más tarde que el chaval estaba acogido en el centro de menores de La Purísima, tutelado por la Ciudad Autónoma, ocupado prácticamente en su totalidad por menores extranjeros no acompañados de origen magrebí. Casi todos menores marroquíes que pasan la frontera de forma irregular, y que según las últimas cifras ofrecidas por el consejero de Bienestar Social, rondan el medio millar.
Esta circunstancia hizo sospechar a la Guardia Civil que pudiera tratarse de algún caso de actos ilícitos con menores de edad, teniendo en cuenta que se trata de un colectivo social muy vulnerable y desfavorecido que ha llegado hasta Melilla huyendo de la miseria, la mayoría con la idea de viajar a Europa en busca de una vida mejor. De hecho, en Melilla ya se han dado anteriormente casos de menores que han sido víctimas de individuos que aprovechan esas circunstancias para abusar de ellos, ofreciéndoles dinero, estupefacientes o regalos a cambio.
La Guardia Civil inició una investigación, en la que tomó declaración al menor que iba de copiloto y a otros tres chicos, también acogidos en el mismo centro tutelado. Los cuatro confirmaron las sospechas de los agentes al afirmar que el individuo los abordó para ofrecerles drogas y alcohol, y que cuando ingirieron esas sustancias, vieron disminuida su capacidad volitiva. En definitiva, quedaron "anulados", momento en el que fueron, supuestamente, sometidos a tocamientos y otros actos de contenido sexual por parte del hombre.
Los agentes encargados del caso creen que este individuo llevó a cabo todos estos abusos en el local que fue registrado en el Rastro, que al parecer tenía alquilado, y también en los dos vehículos en los que fue interceptado en apenas unos días de distancia con el mismo menor. No en vano, las descripciones facilitadas por los menores coinciden con las características del local, donde además la Guardia Civil halló "vestigios de interés" para la causa, al igual que en los dos turismos.
Todo ello será analizado en la investigación, que sigue abierta para ver si, como el instituto armado sospecha, pudiera haber más menores que hayan sido víctimas de este melillense de 41 años. Próximamente pasará a disposición judicial, acusado de presuntos delitos de abuso sexual, corrupción de menores y otros afines.
La detención se produjo ayer por la tarde, en el marco de un amplio operativo que la unidad orgánica de Policía Judicial de la Guardia Civil llevó a cabo en un local del barrio del Rastro, muy cerca del centro de Melilla. Un buen número de agentes irrumpieron en la calle Alférez Díaz Otero, que mantuvieron cortada durante cerca de tres cuartos de hora mientras registraban un local con uno de los perros del Servicio Cinológico. Después, salieron de allí con varios objetos metidos en unas bolsas y un hombre detenido que iba completamente tapado para no ser reconocido.
Hoy se ha sabido que ese individuo, que tiene antecedentes por tráfico de drogas, llevaba siendo investigado un mes por la Guardia Civil. El Instituto Armado sospechó de él cuando lo interceptaron en un periodo de apenas unos días conduciendo dos coches distintos y llevando como copiloto a un menor tutelado por la Ciudad Autónoma con el que no tenía ningún vínculo. Cuando los agentes le preguntaron qué estaba ocurriendo, el ahora detenido les respondió que simplemente se había ofrecido a llevar al chico en su vehículo.
Esta versión no convenció a la Guardia Civil, que pudo averiguar más tarde que el chaval estaba acogido en el centro de menores de La Purísima, tutelado por la Ciudad Autónoma, ocupado prácticamente en su totalidad por menores extranjeros no acompañados de origen magrebí. Casi todos menores marroquíes que pasan la frontera de forma irregular, y que según las últimas cifras ofrecidas por el consejero de Bienestar Social, rondan el medio millar.
Esta circunstancia hizo sospechar a la Guardia Civil que pudiera tratarse de algún caso de actos ilícitos con menores de edad, teniendo en cuenta que se trata de un colectivo social muy vulnerable y desfavorecido que ha llegado hasta Melilla huyendo de la miseria, la mayoría con la idea de viajar a Europa en busca de una vida mejor. De hecho, en Melilla ya se han dado anteriormente casos de menores que han sido víctimas de individuos que aprovechan esas circunstancias para abusar de ellos, ofreciéndoles dinero, estupefacientes o regalos a cambio.
La Guardia Civil inició una investigación, en la que tomó declaración al menor que iba de copiloto y a otros tres chicos, también acogidos en el mismo centro tutelado. Los cuatro confirmaron las sospechas de los agentes al afirmar que el individuo los abordó para ofrecerles drogas y alcohol, y que cuando ingirieron esas sustancias, vieron disminuida su capacidad volitiva. En definitiva, quedaron "anulados", momento en el que fueron, supuestamente, sometidos a tocamientos y otros actos de contenido sexual por parte del hombre.
Los agentes encargados del caso creen que este individuo llevó a cabo todos estos abusos en el local que fue registrado en el Rastro, que al parecer tenía alquilado, y también en los dos vehículos en los que fue interceptado en apenas unos días de distancia con el mismo menor. No en vano, las descripciones facilitadas por los menores coinciden con las características del local, donde además la Guardia Civil halló "vestigios de interés" para la causa, al igual que en los dos turismos.
Todo ello será analizado en la investigación, que sigue abierta para ver si, como el instituto armado sospecha, pudiera haber más menores que hayan sido víctimas de este melillense de 41 años. Próximamente pasará a disposición judicial, acusado de presuntos delitos de abuso sexual, corrupción de menores y otros afines.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.