Imagen: El Mundo |
Juan Ramón Gómez | El Mundo, 2016-10-27
http://www.elmundo.es/yodona/lifestyle/2016/10/27/58109ad222601de85b8b4668.html
¿Por qué hay tan pocas mujeres trabajando en carreras tecnológicas? Sólo el 4% de los máximos directivos de compañías englobadas en el sector denominado STEM -por las siglas en inglés de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas- son mujeres. Pero el problema viene de atrás, porque en las carreras universitarias relacionadas las mujeres no representan más que el 27,9% de los estudiantes. Además, en su camino atraviesan lo que María Gómez del Pozuelo, directora general de Womenalia, describe como "una tubería llena de goteras, cada vez más estrecha, de la que van cayendo gotas y al final sólo llega un chorrito muy fino".
Si ya en el siglo XIX fue Ada Lovelace quien programó el primer algoritmo destinado a ser procesado por una máquina, y un siglo más tarde, en plena II Guerra Mundial, fue la conocida actriz Hedy Lamarr quien contribuyó a la victoria de los aliados con el invento de un complejo sistema de comunicaciones, ¿por qué la mujer de hoy no iba a ser capaz de lograr sus propósitos en cualquier materia tecnológica? Para analizar esta compleja cuestión, Womenalia ha desarrollado un estudio en colaboración con Universia, Accenture y el banco Santander.
Susana García Espinel, directora general de Universia España, constata un dato: del 60% de mujeres que estudian en la universidad sólo el 26% elige una ingeniería. En su opinión, muchas ni siquiera se lo plantean por una serie de ideas preconcebidas que les hacen asumir roles de género, como que son carreras masculinizadas, difíciles para las mujeres y con horarios agotadores una vez que lleguen al mercado laboral.
"Es una brecha de género que se abre en la adolescencia. Ya entonces saben que no quieren ser ingenieras, pero porque piensan que no valen para ello", lamenta. Y añade otro problema: "El 45% de las mujeres en puestos STEM causan baja antes de un año, frente al 10% de hombres. No es un problema sólo de captación de talento, sino también de retención".
Pero no siempre es culpa de los demás que las mujeres no asciendan profesionalmente. Para Juan Pedro Moreno, presidente de Accenture en España, el problema parte de que "en la sociedad española las mujeres se responden a preguntas que nadie les hace con un 'me van a decir que no, no me van a subir el sueldo, no me van a ascender, prefiero marcharme'. Son esas hipotecas mentales las que les impiden actuar con libertad".
Las soluciones
La directora de Women Tech, Cristina Aranda, profundiza en la cuestión al afirmar que las mujeres "cobramos menos porque pedimos menos en las entrevistas de trabajo", y subraya: "Es fundamental comprometer a los hombres, porque los hombres escuchan a los hombres. Necesitamos aliados". Y no sólo los hombres, sino la familia como institución, cobra importancia a la hora de derribar barreras, como señala José Luis Zimmermann, director de Adigital: "Desde el principio se debe trabajar el ámbito de la igualdad. Los padres no animan a sus hijas a estudiar carreras tecnológicas". Aunque esto va a cambiar en un futuro muy próximo porque, en su opinión, "gracias al entorno digital se van a producir oportunidades que no entenderán de diferencias biológicas".
Desde la experiencia de una mujer que ha triunfado en una carrera tecnológica, aunque sus estudios universitarios fueron por otras lindes, Francisca Huélamo, directora de Tecnología e Innovación en Travel Club, cree necesario que las empresas "realmente apuesten por la diversidad" y que tanto las mujeres como su entorno se deben concienciar de que las mujeres tienen las mismas capacidades que los hombres.
Las profesiones del futuro
Aunque sólo el 4% de los directores generales de empresas tecnológicas en España sean mujeres, parece evidente que aquellas que no han visto frenados su vocación y sus objetivos profesionales pueden tener una carrera brillante. La solución parece estar en superar los estereotipos e impulsar la diversidad desde la familia y la escuela. Por eso, Gómez del Pozuelo propone ir a lo que podría ser la raíz del problema: "Los hombres dirigen con el cerebro y nosotras con el corazón. Tenemos que desarrollar cada uno la otra parte para que deje de haber diferencias". Por su parte, García Espinel habla de la necesidad de igualar los sueldos, las oportunidades y las políticas de conciliación, y mejorar las políticas de selección de personal, "que suele estar copada por hombres".
"Los retos del futuro son la digitalización y la incorporación de mujeres a las profesiones tecnológicas", insiste Gómez del Pozuelo. Una afirmación que García Espinel confirma con datos: "El 50% de las nuevas profesiones en 2025 será del sector STEM, en un escenario que, además, va a acabar con el 50% de las profesiones actuales".
Si ya en el siglo XIX fue Ada Lovelace quien programó el primer algoritmo destinado a ser procesado por una máquina, y un siglo más tarde, en plena II Guerra Mundial, fue la conocida actriz Hedy Lamarr quien contribuyó a la victoria de los aliados con el invento de un complejo sistema de comunicaciones, ¿por qué la mujer de hoy no iba a ser capaz de lograr sus propósitos en cualquier materia tecnológica? Para analizar esta compleja cuestión, Womenalia ha desarrollado un estudio en colaboración con Universia, Accenture y el banco Santander.
Susana García Espinel, directora general de Universia España, constata un dato: del 60% de mujeres que estudian en la universidad sólo el 26% elige una ingeniería. En su opinión, muchas ni siquiera se lo plantean por una serie de ideas preconcebidas que les hacen asumir roles de género, como que son carreras masculinizadas, difíciles para las mujeres y con horarios agotadores una vez que lleguen al mercado laboral.
"Es una brecha de género que se abre en la adolescencia. Ya entonces saben que no quieren ser ingenieras, pero porque piensan que no valen para ello", lamenta. Y añade otro problema: "El 45% de las mujeres en puestos STEM causan baja antes de un año, frente al 10% de hombres. No es un problema sólo de captación de talento, sino también de retención".
Pero no siempre es culpa de los demás que las mujeres no asciendan profesionalmente. Para Juan Pedro Moreno, presidente de Accenture en España, el problema parte de que "en la sociedad española las mujeres se responden a preguntas que nadie les hace con un 'me van a decir que no, no me van a subir el sueldo, no me van a ascender, prefiero marcharme'. Son esas hipotecas mentales las que les impiden actuar con libertad".
Las soluciones
La directora de Women Tech, Cristina Aranda, profundiza en la cuestión al afirmar que las mujeres "cobramos menos porque pedimos menos en las entrevistas de trabajo", y subraya: "Es fundamental comprometer a los hombres, porque los hombres escuchan a los hombres. Necesitamos aliados". Y no sólo los hombres, sino la familia como institución, cobra importancia a la hora de derribar barreras, como señala José Luis Zimmermann, director de Adigital: "Desde el principio se debe trabajar el ámbito de la igualdad. Los padres no animan a sus hijas a estudiar carreras tecnológicas". Aunque esto va a cambiar en un futuro muy próximo porque, en su opinión, "gracias al entorno digital se van a producir oportunidades que no entenderán de diferencias biológicas".
Desde la experiencia de una mujer que ha triunfado en una carrera tecnológica, aunque sus estudios universitarios fueron por otras lindes, Francisca Huélamo, directora de Tecnología e Innovación en Travel Club, cree necesario que las empresas "realmente apuesten por la diversidad" y que tanto las mujeres como su entorno se deben concienciar de que las mujeres tienen las mismas capacidades que los hombres.
Las profesiones del futuro
Aunque sólo el 4% de los directores generales de empresas tecnológicas en España sean mujeres, parece evidente que aquellas que no han visto frenados su vocación y sus objetivos profesionales pueden tener una carrera brillante. La solución parece estar en superar los estereotipos e impulsar la diversidad desde la familia y la escuela. Por eso, Gómez del Pozuelo propone ir a lo que podría ser la raíz del problema: "Los hombres dirigen con el cerebro y nosotras con el corazón. Tenemos que desarrollar cada uno la otra parte para que deje de haber diferencias". Por su parte, García Espinel habla de la necesidad de igualar los sueldos, las oportunidades y las políticas de conciliación, y mejorar las políticas de selección de personal, "que suele estar copada por hombres".
"Los retos del futuro son la digitalización y la incorporación de mujeres a las profesiones tecnológicas", insiste Gómez del Pozuelo. Una afirmación que García Espinel confirma con datos: "El 50% de las nuevas profesiones en 2025 será del sector STEM, en un escenario que, además, va a acabar con el 50% de las profesiones actuales".
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