Imagen: El Diario Vasco / Tanttaka |
La obra de la compañía donostiarra se representa hoy y mañana en la Sala Club del Victoria Eugenia.
T.F. | El Diario Vasco, 2016-10-19
La violencia de género, la identidad sexual, el acoso escolar, la homofobia y los problemas familiares son los temas principales que aborda 'Un beso', la obra de la compañía donostiarra Tanttaka que esta noche y mañana se representa en la Sala Club del Teatro Victoria Eugenia. Se trata de una adaptación de la novela 'Un bacio' del italiano Iván Cotroneo, que tiene como intérpretes a Mireia Gabilondo, Haritz Morrás y Ander Iruretagoiena.
La pieza está inspirada en un suceso real que tuvo lugar hace dieciséis años en Estados Unidos, cuando un adolescente disparó a un compañero por sentir que este se le insinuaba. Fernando Bernués, director de la puesta en escena, señala que «'Un beso' aborda desde un sentido nada pedagógico, nada maniqueo que no busca la corrección sino la osadía, cuestiones como la identidad sexual, la homofobia y el bullying, pero también la ineficacia de la escuela para crear personas con un digno nivel de aceptación y normalización frente a las opciones sexuales. También trata otros temas que están todos los días en los medios de comunicación como la violencia de género o los malos tratos a los hijos».
Mientras Cotroneo escribió un monólogo por cada uno de los personajes implicados en los sucesos ocurridos en California en 2008 cuando Larry King fue asesinado por un compañero de clase de un tiro, en la obra teatral se van cruzando los recuerdos de los protagonistas. «No es la parte truculenta la que más importa. El relato tiene muchísima fuerza y aborda situaciones que nos salpican día a día desde una honestidad vital y emocional, por lo que creímos que era un material magnífico para adaptar a escena. Es una obra donde no hay héroes, contada con una simpleza muy humana, pero desde la sensibilidad y la poética», apunta el director.
'Un beso' mantiene un suspense que se va incrementando a medida que se construye el relato. Todo un reto para dos actores -Morrás e Iruretagoiena- procedentes del Taller de Artes Escénicas de Donostia que se enfrentan a su primer papel profesional.
También en Latinoamérica
'Un beso' y su versión en euskera 'Muxu' nació dentro de la dinámica de Tanttaka de incluir en sus trabajos espectáculos que denominan de proximidad, con el público cercano, una propuesta que denominan «teatro sin teatro» porque puede realizarse en salas polivalentes, casas de cultura y similares. Bernués reconoce que «comenzó como algo sin demasiadas pretensiones económicas, cuando nos encontramos por casualidad esta pequeña joya en una librería, pero la verdad es que no está dando muchas alegrías». La obra ya ha sido representada en más de cincuenta ocasiones en sus dos versiones e incluso con ella han viajado a Montevideo y Buenos Aires donde recogieron muy buenas críticas.
La pieza está inspirada en un suceso real que tuvo lugar hace dieciséis años en Estados Unidos, cuando un adolescente disparó a un compañero por sentir que este se le insinuaba. Fernando Bernués, director de la puesta en escena, señala que «'Un beso' aborda desde un sentido nada pedagógico, nada maniqueo que no busca la corrección sino la osadía, cuestiones como la identidad sexual, la homofobia y el bullying, pero también la ineficacia de la escuela para crear personas con un digno nivel de aceptación y normalización frente a las opciones sexuales. También trata otros temas que están todos los días en los medios de comunicación como la violencia de género o los malos tratos a los hijos».
Mientras Cotroneo escribió un monólogo por cada uno de los personajes implicados en los sucesos ocurridos en California en 2008 cuando Larry King fue asesinado por un compañero de clase de un tiro, en la obra teatral se van cruzando los recuerdos de los protagonistas. «No es la parte truculenta la que más importa. El relato tiene muchísima fuerza y aborda situaciones que nos salpican día a día desde una honestidad vital y emocional, por lo que creímos que era un material magnífico para adaptar a escena. Es una obra donde no hay héroes, contada con una simpleza muy humana, pero desde la sensibilidad y la poética», apunta el director.
'Un beso' mantiene un suspense que se va incrementando a medida que se construye el relato. Todo un reto para dos actores -Morrás e Iruretagoiena- procedentes del Taller de Artes Escénicas de Donostia que se enfrentan a su primer papel profesional.
También en Latinoamérica
'Un beso' y su versión en euskera 'Muxu' nació dentro de la dinámica de Tanttaka de incluir en sus trabajos espectáculos que denominan de proximidad, con el público cercano, una propuesta que denominan «teatro sin teatro» porque puede realizarse en salas polivalentes, casas de cultura y similares. Bernués reconoce que «comenzó como algo sin demasiadas pretensiones económicas, cuando nos encontramos por casualidad esta pequeña joya en una librería, pero la verdad es que no está dando muchas alegrías». La obra ya ha sido representada en más de cincuenta ocasiones en sus dos versiones e incluso con ella han viajado a Montevideo y Buenos Aires donde recogieron muy buenas críticas.
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