miércoles, 8 de enero de 2020

#hemeroteca #violenciamachista | María Castellano: "Para proteger a la víctima, hay que conocer a su agresor"

Imagen: El Mundo / María Castellano
María Castellano: "Para proteger a la víctima, hay que conocer a su agresor".
La primera catedrática de Medicina española, María Castellano, es médico legal y forense, pero lleva más de 30 años estudiando la violencia de género. En su casa de campo de Jaén guarda 4.000 historias de parejas, víctimas y agresores.
Soledad Valle | El Mundo, 2020-01-08
https://www.elmundo.es/ciencia-y-salud/salud/2020/01/08/5e14984b21efa0c30b8b456e.html

En la noche de Reyes tampoco hubo tregua: Mónica de 28 años y su hija de tres han sido las primeras víctimas por violencia de género de 2020. Para poner freno a esta epidemia, María Castellano Arroyo (Jaén, 1948), pionera en el estudio de la violencia contra la mujer, primera catedrática de una Facultad de Medicina en España y miembro de la Real Academia Nacional de Medicina, tiene algunas ideas, extraídas de las 4.000 historias de parejas archivadas en su casa de campo en Jaén. Son páginas que recogen el trabajo de más de 30 años entrevistando a mujeres y hombres, víctimas y agresores, en un entorno de violencia familiar. «El objetivo número uno es que la mujer denuncie», cuenta.

P. Entre 2016 y 2018, el 30,5% de las 151 mujeres fallecidas a manos de sus parejas o exparejas habían denunciado.
R. Es algo inadmisible. Si ya ha habido una denuncia, de ninguna manera esa mujer puede acabar perdiendo la vida.

P. Entonces, ¿qué está fallando?
R. En el momento en que la mujer denuncia, empeora su situación. Su agresor se da cuenta de que está señalado por la sociedad. Por eso, la protección de la víctima exige un conocimiento perfecto de su agresor.

P. ¿Cree que se podría hacer más para ponderar el riesgo de la mujer que denuncia?
R. Sí, ahora no se evalúa al agresor cuando la mujer ya ha denunciado o las valoraciones que se hacen son muy superficiales, debe intervenir el médico.

P. ¿Cómo son estos hombres?
R. Hay un primer grupo de hombres agresores con una personalidad de rasgos neuróticos. Son muy sensibles, muy inmaduros, muy infantiles, que han estado muy protegidos muchas veces por la madre. Y con su mujer construyen un vínculo de dependencia, donde reclaman toda la atención.

P. Pero, en principio, esa no es una personalidad ni asesina, ni maltratadora.

R. No, claro, incluso hay mujeres que, al principio, les gusta ese tipo de hombres, porque les hace sentir que ellas son muy importantes para él.

P. ¿Cuándo se tuerce la relación?
R. Cuando termina asfixiando a la mujer y llega un momento en el que quiere romper o defender su espacio, pero él no lo acepta. Son relaciones en las que suele haber dos o tres rupturas, en las que ellas vuelven porque él les pide perdón. Les manda flores, les dice que hará lo que ellas quieran... Entonces, viven una luna de miel, hasta que, de nuevo, se impone esa personalidad del hombre.

P. Hasta que la mujer se planta y denuncia.
R. Cuando le dice: «Hasta aquí hemos llegado». Él se da cuenta de que la pierde y entra en una etapa de gran ansiedad. Está desorientado. Puede que se le impongan una serie de medidas judiciales de alejamiento, que le lleven a un cuadro de depresión y ansiedad muy peligroso.

P. ¿Cómo de peligroso?
R. Estos perfiles son los que matan a la mujer y luego se suicidan. Porque si su vida ya no les importa, pues no les importa llevarse por delante a la mujer y ahí se acaba todo. Ese es un grupo sobre el que llevo previniendo años, porque lo he visto. He hablado con algunas madres de estos hombres.

P. ¿Qué le decían?
R. Culpaban a la mujer de estar destrozando la vida de su hijo. Les explicaba que la mujer se había dado cuenta de que su hijo no le convenía y no quería estar con él y que ellas, como madres, no estaban ayudando a su hijo culpabilizando a la pareja, en lugar de decirle que se olvide, que mire hacia otro lado.

P. ¿Algún otro grupo de hombres que haya que tener en cuenta?
R. El otro perfil muy bien definido es el de la pareja inteligente con mucha autoestima, muy dominante, muy orgulloso, bien considerado socialmente, cuya mujer va ganando independencia en gustos y él no lo acepta. Si tienen un punto paranoide, piensan que ella le engaña cuando le dice que sale con las amigas a hacer senderismo.

P. ¿Cómo terminan estos casos en violencia?
R. Empiezan insultando y el punto de paranoia hace que les suba el nivel de ansiedad y frustración.

P. ¿Cómo reaccionan ante una denuncia?
R. Son ellos los que se sienten perjudicados. Sienten que han destrozado su fama ante los demás. Estos hombres pueden agredir con sentido de venganza y de rencor y también con unos niveles de ansiedad muy altos.

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