sábado, 31 de enero de 2015

#hemeroteca #mujeres | La fotógrafa de la Guerra Civil, Gerda Taro (1910-1937)


Imagen: Mujeres en la Historia / Gerda Taro
La fotógrafa de la Guerra Civil, Gerda Taro (1910-1937)
Mujeres en la Historia, 2015-01-31

http://www.mujeresenlahistoria.com/2015/01/la-fotografa-de-la-guerra-civil-gerda.html

Pensar en uno de los mejores fotoperiodistas de guerra del siglo XX es pensar sin duda en Robert Capa. Un fotógrafo húngaro "inventado" por una mujer de la que durante años muy poco se habló. Gerda Taro se encontró un día en París con un fotógrafo llamado André Friedman con el que compartió su breve existencia. Él le enseñó todo lo que se podía enseñar del mundo de la fotografía. Ella le ayudó a crear a un gran reportero gráfico. Gerda se convirtió en los ojos de la Guerra Civil Española, de la que inmortalizó algunos de sus momentos clave, entre ellos, la batalla de Brunete. Mujer independiente y con una gran valentía, Gerda Taro fallecía bajo un tanque republicano mientras se encontraba fotografiando su huida. Tras su muerte, el nombre de Robert Capa, al que ella misma ayudó a crear, silenció durante décadas su impagable labor como reportera gráfica.

Huyendo del nazismo
Gerda Pohorylle nació el 1 de agosto de 1910 en la ciudad alemana de Stuttgart, en el seno de una familia de origen judío y polaco. Gerda vivió una infancia acomodada, sus padres pertenecían a la burguesía, y estudió en un internado suizo durante un tiempo.

En 1929, Gerda y su familia se trasladaron a vivir a Leipzig donde empezó a participar activamente en los movimientos en contra del incipiente nazismo en Alemania. Gerda fue detenida en una ocasión mientras repartía panfletos en contra de las ideas de Hitler. En 1933 viendo que su vida podía correr peligro, decidió marchar a París ante las políticas antisemitas que cada vez eran más reales en el país. A pesar de que su familia también marchó poco tiempo después de Leipzid, Gerda no volvería a encontrarse nunca más con ellos.

Inventando a Gerda Taro y Robert Capa
Con poco más de veintitrés años, Gerda se instalaba en un piso en la parisina plaza de Port-Royal y empezaba una nueva vida como secretaria de un psicoanalista mientras entraba en contacto con un amplio grupo de hombres y mujeres afines al socialismo y en contra del cada vez más amenazante nazismo.

Una de estas nuevas amistades, Ruth Cerf, fue quien le presentó en aquel tiempo a un hombre que cambiaría para siempre su vida. Y ella la de él. André Friedman era un fotógrafo judío de origen húngaro, tres años más joven que Gerda.

En 1935 Gerda se marchó a vivir con André y empezó a apasionarse por el mundo de la fotografía. Mientras ella le ayudaba en su trabajo, él le enseñaba todo lo que sabía. Gerda aprendió rápido y en poco tiempo consiguió un trabajo como asistente en Alliance Photo. En 1936 la agencia holandesa ABC Press-Service la acreditaba como fotoperiodista.

Sin embargo, tanto Gerda como André eran conscientes de que su profesión iba a ser poco rentable si no hacían algo diferente. Así nació la idea de crear un personaje ficticio al que imaginaron como un elegante fotógrafo americano con un nombre atractivo. Así nacía Robert Capa quien, hasta que se descubrió su verdadera identidad, fue una mezcla de André y Gerda. Fue entonces cuando André tomó la identidad de Capa y Gerda decidió cambiar su apellido por el que pasaría a la historia de la fotografía, Gerda Taro.

La relación de ambos se movió siempre entre el amor y la independencia que sentían, sobre todo ella, hasta el punto de rechazar una proposición de matrimonio de André. Sin embargo, en lo profesional, se respetaron siempre mutuamente.

En el frente del 36

Cuando en julio de 1936 estallaba la Guerra Civil española, a las órdenes de una agencia, Robert y Gerda se trasladaron a Barcelona para cubrir la contienda. De allí marcharon a distintas ciudades donde fotografiaron los primeros momentos de la guerra. Tras una estancia breve en París en 1937 donde publicaron una serie de imágenes bajo la firma Capa & Taro con gran éxito, volvieron a España.

Gerda y Robert trabajaron en distintos lugares y se reencontraron en París en varias ocasiones. La última, en la celebración de la Toma de la Bastilla de 1937. Gerda regresaba al frente sin saber que aquella iba a ser la última vez que se verían.

La batalla de Brunete fue el principal destino de Gerda donde inmortalizó los momentos más crueles del conflicto. Y, a pesar de que consiguió salir con vida del campo de batalla, fue en la retirada del bando republicano cuando un tanque la arrolló dejándola mortalmente herida.

El cuerpo malherido de Gerda fue trasladado al hospital de El Goloso, en El Escorial, donde nada se pudo hacer por su vida. Fallecía al día siguiente. Era el 26 de julio de 1937. No pudo cumplir los veintisiete años.

Los restos mortales de Gerda fueron trasladados a París y enterrados en el cementerio de Père-Lachaise.

Durante años, el trabajo como fotoperiodista de Gerda Taro quedó totalmente eclipsado por el éxito como reportero gráfico de Robert Capa, considerado uno de los mejores fotoperiodistas del siglo XX. Sin embargo, en los últimos años se ha redescubierto la vida y la obra de Gerda colocándola en un sitio merecido en el mundo del fotoperiodismo.

#revistas #historiografia #mujeres | Revista de historiografía | 22 | Del ayer al mañana : la historiografía de la historia de las mujeres, del género y del feminismo

Del ayer al mañana : la historiografía de la historia de las mujeres, del género y del feminismo / María Jesús Fuente Pérez (ed.)
En: Revista de historiografía (RevHisto), n. 22 (Enero – Junio 2015)

/ ES / Revistas / MON / REC / Open Access
/ Feminismo / Género / Historiografía / Mujeres – Historia
TEXTO COMPLETO | UC3M · Universidad Carlos III de Madrid
http://e-revistas.uc3m.es/index.php/REVHISTO/issue/view/420
Biblioteca UPV/EHU
http://millennium.ehu.es/record=b1665672~S1*spi

Introducción / María Jesús Fuente Pérez

Alejarse del victimismo, de cuyo fomento se ha acusado al feminismo, puede pare­cer una simple reacción de defensa ante una acusación mezquina, sin embargo, es evidente que la historia de las mujeres y del feminismo está más interesada en otros aspectos que en remarcar el papel de víctimas que han soportado las mujeres en las sociedades patriarcales a lo largo de la Historia. Sin poder desaparecer del todo, el victimismo es solo un punto más a considerar dentro de la riqueza de aspectos de una historia de las mujeres, que evoluciona, toma nuevos caminos, y de la que podría afirmarse, sin temor a errar, que está en un momen­to de tránsito. En efecto, la temática que ha interesado en las últimas décadas muestra nuevas formas de mirar e investigar, y nuevos métodos que permiten la entrada de aire fresco a unas formas de análisis que, de lo contrario, podrían quedarse pronto obsoletas.

En este número de la “Revista de Historiografía”, dedicado a la historia de las mujeres y a la historia de género en las pasadas décadas, aparecen algunas claves que apuntan la llegada de nuevas líneas historiográficas. El número se inspiró en el seminario celebrado a finales del año 2013 en la Universidad Carlos III de Madrid, auspiciado por el Instituto de Historiografía Julio Caro Baroja, para celebrar la jubilación de la profesora Cristina Segura Graíño, una de las pioneras de la historia de las mujeres y del feminismo en España. Varias de las ponencias de ese seminario se presentan en este número, que se complementa con otros estudios que ayudan a ampliar el panorama historiográfico sobre este tema en todas las etapas de la historia. Algunos artículos muestran los trabajos realizados recientemente, otros las líneas de interés de los estudios actuales, y algunos permiten vislumbrar el futuro al analizar los caminos que va tomando esta temática histórica. En efecto, algunos de los artículos inciden en aspectos teóricos que están siendo superados o están cambiando. Así lo hace Violaine Sevillote que en su artículo “Regímenes de género y Antigüedad griega clásica (siglos V-IV a. C.)” apunta la necesidad de cambiar el discurso de la dominación de la mujer por parte del varón, cuestionar las categorías hombre/mujer, pues “las caracte­rísticas denominadas masculinas como las femeninas, varían en función de los contextos discursivos”, y en cierto modo abandonar el victimismo, algo con lo que están de acuerdo muchas de las historiadoras de la historia de las mujeres. Cambios en el discurso plantea también Pilar Díaz en su artículo sobre “Teoría y praxis”, que insiste en la necesidad de no olvidar que la historia de las mujeres ha de ser historia social, algo con lo que están de acuerdo también otras historiadoras que participan en este número.

Tras “Teoría y praxis” se ofrecen cuatro panorámicas generales de los estudios sobre la historia de las mujeres en la Antigüedad, Edad Media, Edad Moderna y Edad Con­temporánea, realizados por Rosa Cid, Isabel del Val y Diana Pelaz, María Victoria López-Cordón y María Dolores Ramos respectivamente, para luego incidir en temas concretos a través de los que ofrecer un panorama amplio de aspectos muy diversos a estudiar en la historia de las mujeres de cada una de las etapas históricas: la historiografía sobre mujeres de las distintas religiones que aparece en “las sabias cristianas” de Clelia Martínez Maza y las “andalusíes” de Maribel Pérez de Tudela, la historiografía sobre el trabajo de las mujeres del medio rural en la Edad Moderna de Ofelia Rey, o las experiencias plurales del femi­nismo español en el primer tercio del siglo pasado de Laura Branciforte. Como colofón se incluye un artículo sobre la construcción de la historia de las mujeres en España, a modo de “egohistoria” de su autora, Cristina Segura.

El conjunto consigue una muestra bien significativa de las diversas tendencias que pueden encontrarse en la historia actual, que ha dejado las “escuelas” para hacer una histo­ria “individual”. Con una perspectiva muy académica se ha perseguido una comunicación cristalina mediante un lenguaje claro, preciso y actual, con pocas concesiones a lo “extra­ño” –lo no aceptado por la Real Academia Española– excepto por el término “reginalidad”, que utilizado por muchas autoras que estudian las reinas medievales, carece de fundamen­to lingüístico que lo justifique.

Este abanico de estudios aportará un granito de arena más a la producción cultural “monstruosa” de la que se ha hecho eco el director de la “Revista de Historiografía” al inaugu­rar una nueva época de esta revista. Y este granito, como todas las aportaciones científicas de carácter historiográfico, tiene el enorme valor de permitir contemplar, como si de una bola de cristal mágica se tratara, lo presente y lo futuro, objetivo con el que se concibió el seminario en el que estos estudios se han inspirado.

SUMARIO
10-11 / Introducción / María Jesús Fuente Pérez
13-23 / Historia social e Historia cultural de las mujeres. Apuntes para un debate / Pilar Díaz Sánchez
25-49 / El género y los estudios históricos sobre las mujeres de la Antigüedad. Reflexiones sobre los usos y evolución de un concepto / Rosa María Cid López
51-81 / Regímenes de género y Antigüedad griega clásica (siglos V-IV a.C.) / Violaine Sebillotte Cuchet, Marina Muñoz (traducción), Ana Iriarte (edición)
83-100 / Cristianas sabias, arquetipo femenino en el mundo tardoantiguo. Una aproximación historiográfica / Clelia Martínez Maza
101-127 / La Historia de las Mujeres en el siglo XXI a través del estudio de la Reginalidad medieval / Diana Pelaz Flores, Mª Isabel del Val Valdivieso
129-146 / La Historiografía reciente acerca de las mujeres andalusíes. Itinerario y balance / Mª Isabel Pérez de Tudela Velasco
147-181 / Los estudios históricos sobre las mujeres en la Edad Moderna: estado de la cuestión / M. Victoria López-Cordón Cortezo
183-210 / El trabajo de las mujeres rurales en la España Moderna. Un balance historiográfico, 1994-2013 / Ofelia Rey Castelao
211-233 / Historia de las mujeres y género. Una mirada a la época contemporánea / María Dolores Ramos Palomo
235-254 / Experiencias plurales del feminismo español en el primer tercio del siglo pasado: un balance de la historiografía reciente / Laura Branciforte 255-271 / Cómo construimos la Historia de las Mujeres desde las Universidades españolas / Cristina Segura Graiño

#hemeroteca #franquismo | Una peligrosa social de 17 años

Imagen: El País
Una peligrosa social de 17 años
María es la primera lesbiana que ha sido indemnizada por la cárcel que sufrió durante el franquismo
Emilio de Benito | El País, 2015-01-31
http://politica.elpais.com/politica/2015/01/31/actualidad/1422726008_746332.html

María habla por teléfono desde un pueblo de España. No quiere dar más datos sobre su persona. A sus 60 años —“muy bien llevados”, dice coqueta— recuerda bien el episodio que acabó con una condena de cuatro meses en la cárcel para mujeres de Alcázar de San Juan. El motivo: “Es una homosexual rebelde a su familia”, dijo el juez, que, en virtud de la ley de peligrosidad social de 1970 (que no se derogó hasta el 31 de enero 1979, cuatro años después de morir el dictador Francisco Franco), la condenó en 1974 a una pena de “reeducación”.

María recuerda que en 1973, cuando ella tenía 17 años, tuvo una novia. “Nos besábamos por la calle y todo. Yo nunca me he cortado de nada”, afirma. “Tenía el lujo de hacer lo que me daba la gana. Tenía un nivel muy bonico, en casa había billetes”, cuenta. Pero ella iba a contracorriente. “Era la única chica en los bares de chicos. Me decían que era de la misma cooperativa”, recuerda entre risas. Aquel estilo de vida le supuso varias redadas. “La policía ya me conocía. Y, encima, era menor”.

Aunque la sentencia que la condenó decía que es “dominante a la hora de buscar a personas de su mismo sexo”, y que las “persigue y atrae”, María se ríe y lo niega. “Tengo mi carácter, pero fue ella la que me tiró los tejos”. “Nos estaban observando, nos seguían, hasta que un día la policía se presentó en casa de mi niña y en la mía”. A su novia no la detuvieron, pero a ella, “la rebelde”, sí. Su familia se movilizó. “Mi tío, que era abogado, me dijo que me iban a castigar el tiempo mínimo”.

Por fin, en 1974, la trasladaron en un furgón a la cárcel de Alcázar de San Juan (Ciudad Real). “Era para chicas solo. La llevaban una especie de monjitas, creo que eran de la Merced”, recuerda.

En aquel traslado era la única condenada por lesbiana. “Las otras me decían: ‘Sí, sí, lesbiana, tú eres puta, como las demás”. “Había una pobre que estaba embarazada. Pidió a los guardias que pararan en un bar, que tenía un antojo y en la cárcel no se lo iban a dar”. Era una especie de último deseo. “El guardia le dijo: ‘Si tú me haces un favor, yo te compro el bocadillo de jamón. Ella se bajó con él, y volvió con el bocadillo”. “Eso me dejó más traumatizada todavía”, recuerda. Del tiempo encerrada no tiene muchas quejas. “Pasábamos casi todo el tiempo en el patio y haciendo trabajos manuales. La verdad es que no me puedo quejar de la gente que había dentro”. Pero cuando salió, aún tuvo que estar durante dos años presentándose una vez por semana en la comisaría. “Y la sentencia me prohibía ir a bares donde sirvieran alcohol durante ese tiempo”.

Aquella experiencia no la doblegó. Pese a lo duro de su situación, no pudo evitar fijarse en que la “directora era monísima”, cuenta con una sombra de picardía. Pero aquella fortaleza no ha evitado que tenga algunas secuelas. “Tuve una manía persecutoria, que fue muy fuerte durante casi cinco años. Todavía hoy miro mucho para atrás. Me cambió el carácter, y adquirí una desconfianza en las instituciones que aún me dura”, relata. “Sobrevivo gracias a que alguien me dijo: ‘Ya que te atreves a ir así por la vida, sabrá defenderte”.

Después de aquello, María viajó, montó negocios. Ahora vive en un pueblo con su pareja. Ella ha sido la primera lesbiana que ha sido indemnizada por aquella represión, según Antoni Ruiz, presidente de la Asociación de Expresos Sociales. “No sabemos la cantidad”, dice Ruiz, pero, por el tiempo encerrada, calcula que serían alrededor de 4.000 euros. La asociación tiene registradas hasta julio del año pasado 183 peticiones de indemnización, de las que han sido denegadas 49 y resueltas positivamente 116. El resto está pendiente. “El tiempo pasa, y cada vez quedamos menos”, dice Ruiz, quien está seguro de que hubo muchos más perseguidos.

María no quiere hablar de ese tema. “Lo importante es el reconocimiento. Por mí y por todos los que cayeron. Hubo muchos suicidios. Por cada uno que hemos salido adelante, se habrán quedado cinco o seis”, lamenta.

Le ha costado tiempo a esta mujer contar su historia. Aún tiene muchas prevenciones. “Quien quiera que venga a un pueblo para saber lo que es homofobia”, afirma.

DOCUMENTACIÓN
“Declaro que M. C. D. es una homosexual rebelde a su familia”

La primera lesbiana que pide una indemnización después de ser represaliada por el franquismo fue condenada sin que su defensor alegara nada
El País | El País, 2012-10-19
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/10/19/actualidad/1350667699_954327.html
Primera lesbiana que pide indemnización por la represión franquista
La mujer fue condenada a “reeducación” con 17 años
Emilio de Benito | El País, 2012-10-16
http://sociedad.elpais.com/sociedad/2012/10/16/actualidad/1350408728_802890.html
30 años para una reparación moral
El Gobierno indemniza a 10 gays y transexuales represaliados por Franco
Reyes Rincón | El País, 2010-06-10
http://elpais.com/diario/2010/06/10/andalucia/1276122136_850215.html
De 'pervertido' a héroe
Con 17 años de edad fue detenido por cuatro policías y pasó tres meses en prisión por ser homosexual. Treinta y tres años más tarde, Antonio Ruiz ha sido resarcido con 4.000 euros
Lola Galán | El País, 2009-05-10
http://elpais.com/diario/2009/05/10/domingo/1241927555_850215.html
Indemnizado por primera vez un homosexual represaliado por Franco
Natalia Junquera | El País, 2009-05-05

http://elpais.com/diario/2009/05/05/espana/1241474416_850215.html
Reparación moral a un homosexual por sufrir prisión en 1976
El Gobierno expide la declaración de reconocimiento personal a la víctima de una ley franquista
EFE | El País, 2009-12-03
http://elpais.com/elpais/2009/12/03/actualidad/1259831855_850215.html
Homosexuales 'peligrosos'
La ley franquista de vagos y maleantes les envió a prisión. Hoy recuerdan su pesadilla y esperan indemnizaciones del Gobierno
Natalia Junquera | El País, 2006-12-27
http://elpais.com/diario/2006/12/27/espana/1167174016_850215.html
El Gobierno estudia indemnizar a los gays represaliados en la dictadura
EP | El País, 2006-12-26
http://elpais.com/diario/2006/12/26/sociedad/1167087609_850215.html

#libros #homofobia | Homofobia en los Balcanes

Homofobia en los Balcanes / Miguel Rodríguez Andreu
UOC, Barcelona : 2015 [01]
116 p.
Colección: 360º ; 6
ISBN 9788490645598 / 12 €

/ ES / ENS
/ Activismo / Balcanes / Europa / Homofobia / LGTBIfobia / Persecuciones políticas / Religiones / Testimonios / Yugoslavia

En los Balcanes occidentales, el colectivo LGTBIQ (Lésbico, Gay, Trans, Bisexual, Intersex, Queer) es ampliamente discriminado. En las dos últimas décadas, Belgrado, Split, Sarajevo, Budva o Skopje han sido escenarios de ataques contra este colectivo por parte de grupos extremistas que, en muchos casos, disfrutan del apoyo de las autoridades religiosas, de sectores importantes de la clase política o de la indiferencia del conjunto de la población. Más de veinte años después de la desintegración de Yugoslavia, el día del orgullo gay se ha convertido en motivo de tensiones sociales, cuyo rechazo por una gran parte de la sociedad hunde sus raíces en claves muy complejas. Lejos de instalarse en el estereotipado primitivismo balcánico, este reportaje hace un recorrido por la homofobia desde los tiempos de Yugoslavia, pero también del colectivo LGTBIQ, sobre todo, para tomarle el pulso a su actualidad: sus desafíos, divisiones y autocríticas. Un análisis profundo de la homofobia y el LGTBIQ en la región a través de sus protagonistas, sus testimonios y las circunstancias en las que viven. 

Y TAMBIÉN…
La Gay parade o cómo es la homofobia en Serbia
Miguel Rodríguez Andreu | Eurasia, 2014-10-01

http://eurasianet.es/2014/10/la-gay-parade-o-como-es-la-homofobia-en-serbia/
¿De dónde viene la homofobia de Ivan Rakitić?
Álvaro Corazón Rural | Jot Down, 2014-07-00

http://www.jotdown.es/2014/07/de-donde-viene-la-homofobia-de-ivan-rakitic/

#hemeroteka #frankismoa | ‘Arbel beltza’ erakusketa

Irudia: Naiz
‘Arbel beltza’ erakusketa
Doktrinamendu eta izuaren bidez, frankismoak Erlijioa eta Aberria (espainiarra) oinarri zituen hezkuntza eredua txertatu zuen. Euskal Herrian jazarpena are handiagoa izan zen: lurraldetasunarekin eta euskararekin zerikusia zuen guztia desagerrarazi beharra zegoen. Donostian, «Arbel beltza» erakusketak hori guztia jaso du.
Oihane Larretxea de la Granja | Gaur8, 2015-01-31
http://www.naiz.eus/eu/actualidad/noticia/20150131/francok-ikasle-eta-irakasleak-baliatu-zituen-totalitarismoa-sustraitzeko
>
http://www.naiz.eus/eu/hemeroteca/gaur8/editions/gaur8_2015-01-31-06-00/hemeroteca_articles/francok-ikasle-eta-irakasleak-baliatu-zituen-totalitarismoa-sustraitzeko

Nazio Batuek, 1948. urteko abenduan, hezkuntza funtsezko askatasuntzat jo zuten, Giza Eskubideen Adierazpen Unibertsalean. «Hezkuntzaren helburua giza nortasuna guztiz garatzea izango da eta giza eskubideen eta oinarrizko askatasunen errespetua indartzea; herrialde, arraza eta erlijio guztien arteko elkar-ulertze, jasankortasun eta adiskidetasunaren alde egingo du», zioen onartutako testuak.

Adierazpen hau onartu zenerako, urteak ziren Estatu espainiarrean izu, errepresio eta doktrinamenduaren bidez, frankismoak bere hezkuntza sistema propioa indarrean jarri zuela. «La letra con sangre entra» [Letra odolez sartzen da] printzipioari jarraituz, besteak beste, sistemak bitan banatzen zituen neskak eta mutilak, onak batetik, eta gaiztoak bestetik, eta, hala, ikasle gaiztoei maiz zigor fisikoak ezartzen zizkien.

Gertuko historiaren atal ilun hauek dokumentatu eta bai irudiekin bai garaiko objektu esanguratsuekin ilustratu dituzte Juantxo eta Iñaki Egaña anaiek. Erakusketa Donostiako Aiete auzoko kultur etxean dago ikusgai, datorren martxoaren 13ra bitartean.

«Arbel Beltza»k, hala du izena erakusketak, begiak zabalduko dizkie askori, harridura sortuko die, mina, jakingura, ezinegona… eta galdera asko. Zergatik? Beste askori, aitzitik, pasadizook beren larruan sufritu zituztenei, jasandako mina berpiztuko die. Garraztasunez, tristuraz, inpotentziaz.

Aretoa txikia da, baina edukiz josita dago. Hain zen mardula lortu zuten dokumentazio kopurua, beste erakusketa batzuk antolatzeko adina baitzegoen. Hala esan dute Egaña anaiek, beraiekin egindako bisitan. Ildo horretan, Juantxo Egaña argazkilariak aipatu du oso zaila egin zitzaiola ehunka argazkiren artean hautaketa egitea. Beste hainbeste gertatu zitzaien garai hartan ikasgeletan erabiltzen zituzten liburuekin. «Liburutegi bat osatzeko adina!», esan dute. Zorionez, beraz, bada dokumentazio nahikoa urte haien lekukotasuna bermatzeko.

Irakasleak, jopuntuan
Francisco Francoren diktadura ez zen salbuespena izan eta, Adolf Hitlerrek Alemanian eta Benito Mussolinik Italian egin zuten legez, hezkuntza baliatu zuen sistemaren printzipioak sustatzeko. Haurren malgutasunari, alegia, hauek manipulatzeko eta kontrolatzeko erraztasunari esker –neurri handi batean, adin horretan izaten den inozentzia eta defenditzeko gaitasun eskasagatik–, erregimena ikasgeletan sartu zen.

Bigarren Errepublikan sustatu zen hezkuntzaren doakotasuna eta laikotasuna amaitu egin zen, tropa frankistak Euskal Herrira ailegatu bezain pronto. Iñaki Egañak erakusketa hornitzeko idatzi duen liburuxkan –aretoan bertan dago salgai– kontatzen duenez, Jose Maria Arellanok, Gipuzkoako lehen gobernatzaileak eman zuen lehen agindua eskola publiko guztietako liburutegiak ikuskatzea izan zen. «Erlijioaren eta kristau-moralaren printzipio onetatik urrun dauden edo ikasleek Aberri bakar eta zatiezin bat gurtzea bultzatzen ez duten lan guztiak suntsitu egingo dira», adierazi zuen.

Maisuak eta maistrak «garbiketaren» helburu nagusietako bat izan ziren, eta, honenbestez, biktima zuzenak. Era berean, altxamendua babestu eta leial jokatu zutenek ardura handiko postuak lortu zituzten.

Gipuzkoan, frankismoak gutxienez bost maisu exekutatu zituen: Ángel Iturmendi, Miguel Irastorza, Daniel Garrido, Cosme Yagüez eta Trino Aguirre. Araba eta Nafarroan, bereziki gogorra izan ezen erregimena irakasleekin. Gutxienez, eta hurrenez hurren, 6 eta 28 exekutatu zituzten.

Garai hartako prentsan idatzitako artikulu batean, asmo krudelak zeintzuk ziren argi utzi zuen Ramón Sierra Gipuzkoako gobernadore militarrak: «Zuen izenak ezabatuko ditugu, eta hainbat belaunalditan madarikatuko dituzte. Mapetan Euskadi izeneko amarru hori marra berde batez adierazten duen maisurik badago, atzerriratu egingo dugu», mehatxatu zuen.

Hilario Murua historialariaren arabera, Iñaki Egañak jaso duenez, euskal eskolaren eraldaketan agintariak gehiago kezkatu ziren irakasleak eta ikasleak «garbitzeaz» eta doktrinatzeaz, hezkuntza-sistema bat eraikitzeaz baino. Aurrerantzean, bi izango ziren hezkuntzaren zutoinak: Erlijioa eta Aberria (espainiarra). Eliza hezkuntzan txertatu zen, bete-betean.

Ikur jakin batzuek ikasgeletan indar handia zuten, eta nahitaez, legeak hala agintzen zuelako, gurutzeak, bandera hori-gorriak eta Francoren erretratuak paretetan zintzilik egon behar zuten. Miguel Primo de Rivera Falangearen sortzaile izan zenaren irudiak ere alboan egon behar zuen. Haurren betebeharra, hauek goratzea zen. Bizkaia izan zen armada frankisten eskuetan geratu zen azken lurraldea, 1937ko ekainean. Hilabete gutxi geroago, lege batek betebehar horiek jaso zituen: «Beharrezkoa da Bizkaia osasuntsu, kristau eta espainiar honek jainko gabekoak eta aberri gabekoak garbitzea, kristori hartutako zorra ordaintzea, eta solemnitate osoz, Espainiako seme ugariren odolez bustita bere magalera itzuli den gurutzefika hori berriz jartzea».

Elizaren monopolioa
Elizak, Estatuaren funtzioak ordeztuz, indartzea lortu zuen. Lehen Hezkuntzari eragiten zion 1945eko lege batek Eliza Falangearen gainetik jarri zuen.

Donostiako erakusketan hainbat testigantza biltzen dira, tartean, Ricardo Ugarte eskultore pasaitarrarena. Urteak igaro arren, xehetasunez oroitzen ditu umetan eta gaztetan ikasgelan bizitakoak.

Gogoratzen du egunero-egunero eskola eteten zela, arratsaldeko bostetan Arrosario Santua errezatzeko, baita ‘Cara al sol’ kantatzera behartzen zituztela ere. Une hartan, «trapu bat» ateratzen zutela ere gogoratzen du: bandera nazia zen. Igandetan ere mezara joan beharra zegoen, nahitaez, «bestela zigorra zetorren».

Teodora Sevilla Eskola Nazionaleko ikasleak halako egoerak bizitu zituen, eta onartzen du kantatzen zutena zer zen jakin gabe abesten zutela. «Belarrondokoak, zaplastekoak, zigorrak… hori zen ordaindu beharrekoa agintzen zutena egiten ez bagenuen», kontatu du.

Zer abesten zuten jakin gabe, gauza asko ikasarazi zitzaizkien garai hartako neska-mutilei. Esaterako, Espiritu Nazionala zelakoa, baita militarren izen-abizenak, lekuak, datak, errege bisigodoen zerrenda eta erlijio katolikoaren oinarrizko otoitzak ere. «Historian bazeuden ulertzen ez genituen gauza asko, baina ez ginen galdetzera ausartzen». Buruz ikasi, errepikatu eta gainerakoan isilik egon behar.

Erlijioak zehaztutako egutegia ere oroitzen zuten ikasgeletan, eta hamaika ziren gorazarre egiteko egunak: Aita Santuaren Eguna, Jesusen Bihotzaren Eguna, Misioen Mundu Zabaleko Igandea, Amaren Eguna… «Maria Umearen eguna ere oroitzen genuen –gogoratzen du Sevillak–. Egun hartan, neska aberatsek txokolatezko opilak banatzen zizkiguten pobreak ginenoi. Umiliagarria zen».

Sistema ere arduratzen zen ikasleen artean ezberdintasunak egiteaz, klase sozialaren arabera. Sevillak deskribatzen duenez, uniformeak berdinak ziren guztientzat, baina, adibidez, neska dirudunak aterpean zeuden eskaileratatik igotzen ziren eskolara; txiroak zirenak, berriz, aldapatik.

Bazeuden beste gauza iraingarri asko, eta mojek askotan zerikusi handia izaten zuten horrekin. «Batzuk gaiztoak ziren, besteen aurrean barregarri uztea gustatzen zitzaien. Halakoetan ikusten genuen nor zen pertsona ona, eta nor bizi zen erresuminduta».

Egañak kontatu duenez, Elizaren monopolioak irakaskuntza pribatuaren loraldia eragin zuen. Errepublikaren aurretik ere hedatuta zeuden La Salle anaien ikastetxeek beste ordena batzuen lehia izan zuten. 1951. urtean, Euskal Herriko irakaskuntzaren %80 inguru erlijio-ordenen esku zegoen. Gainerakoak, Eskola Nazionalak delakoen eskuetan. Urte hartan, 346 ikastetxe pribatu zeuden euskal lurraldeetan, 88 mutilentzat eta 258 neskentzat.

Emakumea, garbitzeko jaioa
Apaizek ere iraintzen zituzten neskatoak, emakume izate hutsagatik. Umea zela, sekulako astakeriak entzun behar izan zituen Sevillak, baita garai hartako beste haur askok ere. «Meza ematen zigun apaiz batek publikoki onartzen zuen emakumeak gorroto zituela, eta geure patua fregatzea zela esaten zuen behin eta berriz».

Sistemak izugarrizko atzerakada ekarri zuen emakume eta neskatoentzat. Falangeak Sekzio Femeninoa sortu zuen, eta Pilar Primo de Rivera, diktadorearen alaba, izan zen agintari gorena. Hala baieztatzen zuen: «Emakumeek inoiz ez dute ezer deskubritzen. Zalantzarik gabe, Jainkoak gizonezkoen adimenerako gordetako talentu sortzailea falta zaie. Gizonek eginda ematen digutena hobeto edo okerrago interpreta dezakegu soilik emakumeok». Zer ez zuten esango eta pentsatuko gizonezkoek beste sexuaz, Pilar bera emakumea izanik hitzok adierazteko gai bazen…

Emakumea betiereko tentazioa zela azalduz, honen purutasuna sustatu eta ikasleak ezkontzarako prestatzen zituzten. Horixe zen lehen helburua. Hurrengoa, eta garrantzitsuetan garrantzitsuena, amatasuna.

Erregimenaren ustez «egokia» zena ikasten zutela ziurtatzeko, «Etxea» (Hogar) deitutako irakasgaia prestatu zuten: etxeko ekonomia, sukaldaritza, josketa eta eskulanak irakasten zitzaizkien neskatoei, besteak beste.

Ikastolen sorrera

Ikasleak eredu jakin baten baitan hezteaz gain, garrantzitsua zen maisuak eta maistrak izango zirenen hezkuntza arautu eta diseinatzea. 1945. urtean onartu zen Hezkuntza Legeak, besteak beste, beren eginkizuna «hezitzaile ororen sentimendu erlijiosoa eta giza sentimendua piztea» zela jasotzen zuen, baita «Aberriaren batasuna zerbitzatuko duen benetako espiritu nazionala eratzea» ere.

Elizako hierarkiak berak zuzentzen eta antolatzen zuen irakasleak prestatzeko eredua. Eskola Nazionaleko irakasle izateko, bi urteko ikasketak egin behar ziren, eta hirugarrena zentro batean egindako praktikekin osatzen zuten.

Francok ikastolak gerra garaian itxi zituenez, ofizialtasunik gabe, ildo horretan hutsunea zegoen eta diktadura bete-betean zegoela, klandestinitatean aritzea beste irtenbiderik ez zuten izan hainbat irakaslek.

Ziur asko, Elbira Zipitriarena da kasu ezagunenetako bat. Irakasle honek, ezkutuan, Donostiako Alde Zaharreko Fermin Calbeton kalean zuen etxe txikian hezten zituen neska-mutilak, 1943. urteaz geroztik, baina Gerra Zibilaren aurreko mugimenduan parte hartu zuen.

Mari Karmen Mitxelena irakasle ohiak oso gertutik ezagutu zuen, berarekin egin baitzituen urtebeteko praktikak. «Irakasteko modu hura niretzat deskubrimendu bat izan zen, izugarria izan zen esperientzia, haurrekin izaten genuen egunerokotasuna».

Poliziaren bizkarrera ibiltzen ziren eta hauek, susmoak eraginda, ate joka joaten ziren Zipitriarenera. Umeak korrika batean ohearen azpian ezkutatzen zituzten. «Itogarria zen jasaten genuen jazarpena, eta 1968. urtearen inguruan, ikusi genuen horrela ezin genuela jarraitu», errekonozitu du. Egoera muturrekoa zenez, gurasoek euren etxeak eskaintzen zizkieten, polizia despistatu eta eskolak eman ahal izateko.

Euskararekin zerikusia zuen oro desagerraraztea zen asmoa, eta helburu hori lortzeko ahaleginak egiten zituen erregimenak. Mitxelenak guraso batzuek zentzu horretan azaldu zituzten kemena eta ausardia goraipatu ditu. Beste askok, ordea, ez zuten, hala nahi arren, horretarako aukerarik izan. Ugartek nostalgiaz gogoratzen du amak zekien euskara «bikaina». «Etxean, ordea, ez genuen sekula erabili, beldurragatik; zelatari asko zegoen. Tamalez, euskarari dagokionez, belaunaldi galdua izan gara», esan du eskultoreak.

Eskola Nazionaletan ere euskara zekienaren aurkako jazarpena zegoen. Sevillak San Bartolomeko mojetan, bere eskola berean zegoen neskatxa baten kasua gogoratzen du oraindik orain. Herri batekoa zen eta baserritik heldu zen. Gaztelaniaz hitz erdirik ere ez zekien. «Asko sufritu zuen honen ondorioz, ez zelako eskola bakar bat jarraitzeko gai. Jolasteko ere ez zen gurekin elkartzen, integratu beharrean, arraro sentiarazten zuten, bakartu egiten zuten».

Jose Mari Arrazolak maitasun handiz gogoratzen du irakasle izan zuen Zipitria, baita 40 metro koadro baino gehiago ez zituen Alde Zaharreko etxea ere. «Lau talde zituen, bost haur bakoitzean», oroitu du. Metodologiaz ere gogoratzen da, irakasten zizkieten euskal kanta zaharrez, besteak beste. «Kantatuz ikasten genuen». Urgull mendira ere igotzen ziren, astean behin gutxi gorabehera. Alboan zutenez, aprobetxatu egiten zuten, adibidez, liburuetan agertutako hostoak eta zuhaitzak bertatik bertara ikusteko.

1959-1960ko ikasturtean, Gipuzkoako lehenengo hiru ikastolak sortu ziren, 60 ikaslerekin, baina oraindik klandestinitatean jardun behar izan zuten, eta lekuz aldatuz etengabe, poliziak ez atzemateko. Loraldia hurrengo hamar urteetan etorriko zen, eta Gipuzkoaz harago, izan ere, 1969an, Seaskaren babespean, Ipar Euskal Herrian ere hiru ikastola ireki ziren. Garai hartan 8.000 ikasle zeuden Gipuzkoan, 3.500 Bizkaian eta 1.500 Araban eta Nafarroan. Baita diasporan ere, gerraren eraginez alde egin zutenen herrialdeetan euskararen hazia erein baitzuten hainbat pertsona kementsuk.

viernes, 30 de enero de 2015

#hemeroteca #lgtbi #iconografia | Del clavel a la bandera. Breve historia de la iconografía gay

Imagen: Yorokobu / 'El Mago de Oz'
Del clavel a la bandera. Breve historia de la iconografía gay.
Enrique Alpañés | Yorokobu, 2015-01-30
https://www.yorokobu.es/gayconography-guillem-medina/

En marzo de 2013 miles de usuarios de las redes sociales empezaron a cambiar sus avatares por el símbolo matemático de ‘igual’. Las dos bandas paralelas resaltaban en tonos salmón sobre un fondo rojo. En los primeros días nadie sabía muy bien qué significado oculto tenía el símbolo, qué campaña de marketing estaba detrás. Fue entonces cuando el actor George Takei, abiertamente gay y popular por sus apariciones en ‘Star Trek’, lo puso como foto de perfil en su Facebook (donde tiene más de tres millones de likes) y su Twitter (con más de 600.000 seguidores). En los siguientes días la campaña, ideada por Human Right Watch para concienciar sobre los derechos homosexuales, se hizo viral.

Esta anécdota recoge todos los elementos de la iconografía gay. La activista, con un pequeño componente de diseño y uno grande de lucha, y la que hace referencia a la cultura popular, que encuentra su máximo exponente actual en actores, futbolistas y divas del pop. 'Gayconography' pretende moverse entre estos dos extremos. El libro del fotógrafo y periodista Guillem Medina plantea un difícil equilibrio entre las novelas victorianas de Oscar Wilde y los arpegios vocales de Barbra Streisand, pasando por la fotografía de Bruce Weber, la pintura de Frida Kahlo y las ilustraciones de Tom of Finland. A lo largo de 219 páginas, Medina ofrece una mirada artística y analítica de la cultura gay. «Quería hacer una aproximación cronológica, un repaso, a base de pequeñas píldoras, para representar la iconografía del mundo gay más allá de los cuatro estereotipos que tiene la gente», defiende en conversación telefónica. En su libro, Medina ha elegido ir más allá del cliché, que compara acertadamente con el que ofrece la película ‘Ocho apellidos vascos’ sobre los tópicos regionales de la España de pandereta.

La simbología y los códigos tienen en el mundo gay mayor importancia que en la mayoría de colectivos sociales. Históricamente se usaban para reconocerse sin levantar sospechas, gracias a detalles como los colores brillantes. Oscar Wilde llevaba un clavel verde en la solapa de su chaqueta, una flor que fue usada por los homosexuales europeos a finales del siglo XIX y principios del XX en una forma de código secreto para expresar su orientación sexual. La práctica fue recogida por el libro 'The Green Carnation', usado en el juicio contra Wilde por sodomía, y conecta con la que se daba en Australia, mutando aquí el color por el amarillo. Otra forma de reconocerse sin levantar sospechas era a través de un código oral, palabras que encerraban un doble significado como el ‘¿entiendes?’ que se dió en España o el declararse ‘amigo de Dorothy’ (por la protagonista de la película 'El mago de Oz') en EE.UU. Estos dos elementos, el visual, representado por los colores vivos, y el oral, que encarnaba la película más icónica del colectivo homosexual, convergieron en la década de los setenta para parir el símbolo definitivo de la comunidad: la bandera del arcoiris. Como explica Medina en su libro, el creador de la bandera multicolor aseguró haberse inspirado en la canción 'Somewhere over the rainbow' que entonaba Garland en la producción de la Metro-Goldwyn-Mayer. Y como afirman varios historiadores, el uso en el pasado de los colores vivos como código homosexual fue determinante en esta decisión.

En la actualidad la simbología gay responde a otras necesidades. Permanece en cierta medida la función de reconocimiento discreto, representada por la citada bandera, que se coloca en pegatinas o en su forma física en bares, hoteles y todo tipo de locales alrededor del mundo. Pero sobre todo tiene un componente lúdico, que impregna todas las artes -cine, música, literatura, fotografía, cómic- y otro reivindicativo que enlaza con la necesidad de sentirse parte de un colectivo y de dar un referente a los jóvenes homosexuales que pueden enfrentarse al rechazo de la sociedad. Para Medina, el formato que mejor representa esta iconografía actualmente, el que mayor impacto produce, es la televisión. Y dentro de esta, las series. Algunas como ‘Queer as Folk’, ‘The L word’ o el musical adolescente ‘Glee’ se han convertido ya en auténticos iconos. «Puede que en los temas sociales en España estemos más avanzados, pero a la hora de representar esta realidad tan diversa en la pequeña y la gran pantalla, estamos muy lejos de americanos e ingleses», reconoce el autor.

Precisamente una cinta inglesa, la reciente ‘Pride’, escenifica, en uno de sus pasajes, una característica recurrente de la iconografía gay. La película narra la unión de activistas por los derechos homosexuales con la comunidad minera en la Inglaterra de Margaret Thatcher. En una escena, un personaje recrimina a otro el haber utilizado el eslogan ‘Los pervertidos apoyan a los mineros’. «Nos apropiamos de las palabras que usan para insultarnos», replica este, «así las hacemos nuestras». Esta aseveración encuentra un reflejo en la realidad que va más allá del uso, cada vez menos peyorativo, de la palabra ‘maricón’; un reflejo que nos retrotrae a la barbarie nazi, cuando los homosexuales eran identificados en los campos de concentración con un triángulo rosa invertido. El mismo que ha utilizado el colectivo desde entonces para recordar su discriminación histórica, apropiándoselo.

Más de medio siglo separa este símbolo del clavel verde que lucía Wilde en su solapa. Más de medio siglo lo separa del símbolo ‘igual’ que inundó las redes sociales hace dos años. Sin embargo los tres tienen algo en común: haberse convertido en parte de la iconografía de un colectivo. Por encima de los arpegios de Barbra Streisand.

Enrique Alpañés es periodista. Escribe en Yorokobu, Ling y otros proyectos de Brands and Roses. Está obsesionado con la ilustración, la lucha LGTBI, el diseño, los dinosaurios, el feminismo y los delfines. No necesariamente por ese orden.

#hemeroteca #tesis #internet | @ es masculino

Imagen: El Diario
@ es masculino
Una tesis doctoral de la UPV demuestra que las mujeres no tienen influencia en Internet en temas de interés público. El estudio refleja que el 92% de las personas consideradas influyentes en Internet por el ‘establishment’ son hombres.
Patricia Burgo Muñoz | El Diario, 2015-01-30
http://www.eldiario.es/norte/euskadi/masculino_0_350665519.html

El signo @, además de ser el símbolo de Internet, se utiliza para englobar los géneros femenino y masculino en uno solo. Pero esta pretendida igualdad que destila la Red no se corresponde con los datos, y la realidad demuestra que a pesar de todas estas premisas, @ es masculino.

Una tesis doctoral defendida en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU), demuestra que las mujeres, aunque acceden por igual a internet, representan solo el 17% de los blogs influyentes. Y no solo eso: el 92% de las personas consideradas influyentes en internet por el ‘establishment’ son hombres. La conclusión es muy clara: las mujeres no tienen influencia en internet en temas de interés público, es decir, en los que afectan a las personas independientemente de sus gustos y aficiones.

El autor del estudio, Iker Merchán, comenzó este trabajo en 2011 con una visión optimista. “Pensaba que internet era el medio de comunicación, que al no tener barreras técnicas, permitía avanzar en la igualdad en diversos ámbitos. Sin embargo, no parece que sea así en el caso del género”, reconoce. Merchán, que realiza labores de consultoría en comunicación digital, ha llegado a esta conclusión tras analizar los 339 blogs más influyentes de España (los 10 más influyentes de 34 categorías y los 100 más influyentes independientemente de su temática).

Con estos números, el optimismo inicial de Merchán se vino abajo, y más si se tiene en cuenta que el número total de redactores cuadruplica al de redactoras y hay seis blogs escritos solo por hombres por cada blog en los que solo escriben mujeres. La tesis también sostiene que solo una quinta parte de los blogs individuales están gestionados por una mujer y el número de blogueras en las bitácoras mixtas se queda en menos de una cuarta parte.

Otro de los aspectos que resalta el informe es que el único ámbito en el que las mujeres alcanzan la igualdad es el del interés práctico, el que corresponde a gustos y aficiones, donde representan el 42% entre los blogs más influyentes. Un buen dato que se empaña cuando se desvelan los temas a los que viene ligada esta influencia: labores (100%), belleza (89%), bebés (89%) y moda (74%).

¿A qué se debe esta brecha digital de género? Iker Merchán tiene su propia opinión, “hay ciertos roles que se repiten en la vida real y en la virtual”, sostiene. Pero para ahondar en el problema planteó una serie de preguntas a 10 mujeres influyentes en la Red y a cuatro personas expertas en comunicación, internet y feminismo.

Marilín Gonzalo, periodista especializada en internet, y jefa de producto en eldiario.es, y Virginia Alonso, vicedirectora de 20 minutos, son dos de las mujeres que han traspasado la barrera ocupada por hombres y son consideradas influyentes. Ambas participaron en la tesis sin ser conscientes de que existía dicha brecha, y casi cuatro años después, reconocen que las conclusiones les hicieron abrir los ojos.

“Pensaba que internet era un medio que barría con las desigualdades, pero después de hablar con Iker me he ido metiendo más en el tema y he podido ver que en muchos casos son las propias mujeres las que se sitúan en un segundo plano”, reconoce Marilín Gonzalo, que insiste en que en internet se reproducen esquemas de la sociedad y que esa invisibilidad “hace que el machismo sea más poderoso”.

Virginia Alonso coincide con ella y cree que uno de los problemas es que “las mujeres no queremos enfrentarnos a ser cuestionadas”. Pero a la vez, la vicedirectora de 20 minutos, se niega a abandonar una actitud optimista y dice que “Internet ha abierto la puerta a mujeres que ofrecen informaciones relevantes y exclusivas importantes”. Pone como ejemplo a la periodista Ana Pastor, “mujeres como ella son las que abren el camino y muestran que también una mujer puede sentirse cómoda en una situación de confrontación, situaciones que si las protagoniza un hombre, no se cuestionan”, puntualiza.

Las mujeres reciben más ataques por Internet
Ese miedo a ser cuestionadas tiene además un factor clave: los ataques a través de la red a las mujeres son mucho más graves que hacia los hombres y suelen incidir en lo personal. Sobre este tema también pueden opinar las dos periodistas, ambas han sido objeto de ataques y reconocen que en un primer momento “te quedas bloqueda”, pero luego “aprendes a manejarlo”, dice Marilín Gonzalo. A pesar de ello entienden que haya personas que abandonen el espacio público tras recibir insultos o vejaciones.

Uno de los trucos que muchas mujeres utilizan para evitar la invisibilidad o los ataques es ocultar su identidad. Muchas blogueras optan por utilizar un nombre inventado o un avatar para ganar terreno en la red sin enfrentarse a los prejuicios. Sin embargo, según recoge el estudio, lejos de felicitarse porque el anonimato favorezca el acceso de las mujeres, estas lamentan que para obtener reconocimiento deban ocultar quiénes son.

Con todos los datos sobre la mesa, Iker Merchán es claro, “en Internet, como en otros espacios, se trata de sumar. Tanto hombres como mujeres tienen algo que aportar, si nos perdemos la opinión de la mitad de la población, perdemos todos”. 

DOCUMENTOS
La brecha digital de género = The gender digital divide / Iker Merchán ; directores, María José Cantalapiedra, José Ignacio Armentia.
[s.n.], [S.l.] : 2014.
633 p. : il., gráf.
Texto en español e inglés
Tesis UPV/EHU, Departamento de Periodismo, 2014
Biblioteca UPV/EHU

https://millennium.ehu.es/record=b1815054~S1*spi
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Y TAMBIÉN... 
La Wikipedia, ¿cosa de hombres?
Las grandes mujeres están bien representadas en la enciclopedia pero los artículos sobre ellas presentan desigualdades de género, según un estudio de las principales ediciones de la Wiki
Miguel Ángel Criado | El País, 2015-02-05
http://elpais.com/elpais/2015/02/05/ciencia/1423129591_044516.html
Twitter presenta un sesgo de género a favor de los hombres
Miguel Ángel Criado | Materia, 2014-05-06
http://esmateria.com/2014/05/06/twitter-genero-hombres-bechdel/

#hemeroteca #literatura #testimonios | El camino de Elena Fortún y Matilde Ras


Imagen: El Cultural
El camino de Elena Fortún y Matilde Ras
Dos mujeres en el cruce de caminos del siglo XX, entre la república, la guerra y el exilio. Elena Fortún y Matilde Ras, dos escritoras, intelectuales, feministas, amigas, amantes... La colección Obra Fundamental de la Fundación Banco Santander recupera su obra olvidada, sus artículos, sus relatos y sus diarios inéditos, en “El camino es nuestro”.
Daniel Arjona | El Cultural, El Mundo, 2015-01-30
http://www.elcultural.es/revista/letras/El-camino-de-Elena-Fortun-y-Matilde-Ras/35872

“Ellas son los grandes fantasmas de la modernidad española”. “Ellas”, la primera generación de feministas españolas, intelectuales y modernizadoras, que floreció en los años 30 del pasado siglo al calor de la II República: Hildegart Rodríguez, Clara Campoamor, María de Maeztu, Rosa Chacel, Maruja Mallo, Concha Méndez, Carmen Baroja... o Elena Fortún. Pseudónino de Encarmación Aragoneses de Urquijo, Elena Fortún fue en su tiempo tan conocida como después aceleradamente olvidada. Su serie de libros infantiles protagonizada por la niña huérfana Celia, tan lectora como pilla, fue uno de los fenómenos literarios de la primera mitad del siglo XX en nuestro país.

Ahora, la colección Obra fundamental (Fundación Banco Santander, 2015) recoge sus textos principales y los de su amiga del alma, Matilde Ras, también escritora y aún más necesitada de recuerdo. La edición, irreprochable, es obra de las investigadoras Nuria Capdevila-Argüelles y María Jesús Fraga. “La sociología de nuestro siglo XX y la historia de la literatura, cultura y arte españoles no estarán completas hasta que no hayamos incorporado un saber profundo sobre nuestras modernas que abarque su vida de autoras y su vida de mujeres disidentes”, explican.

Los caminos de Elena Fortún (Madrid, 1886-1952) y Matilde Ras (Tarragona, 1881-1969) se cruzan y entrecruzan a lo largo del pasado siglo, desde el optimismo de los primeros años republicanos hasta la desazón del exilio. Amigas, amantes, con un pie se adentraban en la modernidad mientras con el otro seguían firmemente ancladas en la tradición. Fortún trató desde su juventud la cuestión feminista en sus artículos periodísticos, clamó por el derecho a la educación de las mujeres mientras mantuvo fidelidad hasta sus últimos días, pese a episódicos raptos de escepticismo, a sus creencias religiosas. Ras fue conocida por introducir la grafología en España y, de forma tardía, por sus cuentos patrióticos y bélicos, sus ensayos en torno al Quijote y sus diarios. Vivió su homosexualidad de manera más abierta que Fortún -quien se casó y tuvo varioss hijos con el dramaturgo Eusebio de Gorbea- pero su elitismo inherente no acabó de aceptar nunca la “fraternidad igualitaria” a la que invitaban a unirse los nuevos aires de la época.

Los amores prohibidos
Los textos de Elena Fortún y Matilde Ras recogidos en este volumen ofrecen un mosaico fascinante de la actividad intelectual de aquellas dos mujeres. Abre Fortún con sus diarios inéditos de la infancia y juventud de una frescura insólita y luminosa, en donde asoma su tentativa sexualidad. Leemos después sus primeros artículos de compromiso feminista y social en la prensa tinerfeña pero también de temas curiosos y mundanos, en torno a la ciencia, la moral, el amor, el arte o la “nueva cocina madrileña impuesta por la guerra”. No faltan para finalizar muestras de aquellos relatos infantiles que le dieron fama, los protagonizados por Celia, y por otros niños, en los que adopta el punto de vista del infante con una desarmante y originalísima eficacia.

Siguen a continuación los escritos de la melancólica Matilde Ras, tan diferentes, quizás menos felices pero también con una mayor carga de profundidad. Sus disquisiciones iniciáticas sobre la muerte, sus perfiles en estado de gracia de los personajes del Quijote, sus exaltados “Cuentos de la guerra”, sus ajustados retratos de Azorín y Ramón Menéndez Pidal, sus reportajes sobre Fray Luis de León o Paul Verlaine, sus reflexiones y diarios inéditos en los que le sorprende la pequeña alegría de recibir una carta o “la fe en los afectos humanos”, siempre a la búsqueda de la esquiva interlocución de sus semejantes.

En la introducción al libro, Nuria Capdevila-Argüelles ilumina los orígenes y contextos de los diferentes escritos y se detiene especialmente en las dimensiones de la relación amorosa de las dos escritoras. No duda en situarlas en los “ambientes sáficos madrileños” tan bien recogidos en la novela “Acrópolis” de Rosa Chacel (1984), pero a la vez reconoce no poder “certificar el nivel de intimidad erótica” de una relación que, por su naturaleza y su momento histórico, debía ocultarse tras una serie de códigos. “El armario es un espectáculo a la vez que un espacio cerrado”.

Cuando en 1952 las dos mujeres han retornado del exilio y a Elena Fortún, muy enferma, la trasladan desde Barcelona a Madrid para morir, Matilde Ras, que la sobreviviría aún 17 años, la recibe con una postal: “¡Se muy bienvenida, Elena querida! Ya habrás visto que Madrid se ha puesto un traje de luces para recibirte. Esta mañana una clara voz de monjita me dijo que descansabas y que el viaje ha sido soportable. ¡Buen ánimo! ¡Ya estás en tu tierra querida, en tu Madrid! Mil besos de tu vieja. Tilde”.

¡Hembra!... ¡qué se va a hacer!


-Doña Manolita, ¡por Dios! ¡Que me pierde!... -decía el médico a mi madre agotada.
-¡¡No puedo más!!
Luego de media hora de forcejeo..., y tres días de angustia, salió aquella cabecita mía morada y tumefacta...
-¡Está muerto!
-Lo que importa es la madre -dijo el médico entregándome envuelta en una sábana a las mujeres...
Y ellas, ¡Dios las bendiga!, se pusieron a darme azotes, a sacudirme...
-¡Venga, vengan acá y dejen a la criatura! ¡Café caliente! ¡Coñac! ¡Vamos, vamos...! ¡Ligeras!
Y cuando mi madre, inconsciente, estuvo colocada en la cama, un grito ronco, un vagido nada humano brotó de aquel envoltorio.
-¡Está vivo! -dijo mi padre.
-Está vivo y es varón...
El médico rectificó casi en seguida sacándome de entre las sábanas.
-Está viva y es hembra...
-¡Hembra!... ¡Qué se va a hacer!
Entonces mi madre abrió los ojos y dijo humilde:
-¿Lo sientes?... Yo también...
-No, hija, no... ¡Una niña! ¡Aún vamos a quererla más!

Mi madre volvió a entrar en el limbo de los débiles... Se había quedado paralítica.

Escrito juvenil inédito de Elena Fortún sobre su nacimiento titulado “Nací de pie”

¿Felicidad?

El sustantivo -el fuerte sustantivo “pasión” viene de “padecer”: el apasionado debe estar dispuesto a padecer. Pero, por otra parte, lo que hace la vida son los estímulos; y no hay mayor estímulo que la pasión, sea del género que fuere. O quizá el equilibrio anímico, es decir, un padecer que se sostiene distante de la frialdad y del ardor, el carácter que es afectuoso sin violencia, no agitado por celos, ni por odios, ni por deseos intensos, con más de espectador curioso que de actor trágico, sea lo más conveniente para la posible felicidad de esta vida.

¿O resueltamente debemos borrar del repertorio esta palabra suntuosa: “felicidad”?

Cuando don Fr[ancisco Rodríguez Marín] había cumplido 84 años, le pregunté: “¿Ha sido usted feliz alguna vez en toda su vida?”. Permaneció silencioso unos minutos: pasó por su hermosa frente un tumulto de recuerdos; movió en signo de titubeo la cabeza y se acarició la barba bíblica.

Texto inédito de los diarios de Matilde Ras encontrados en cuartillas manuscritas en su archivo

#hemeroteca #feminismo | Vamos hacia la soberanía feminista de Euskal Herria

Imagen: Topatu
Vamos hacia la soberanía feminista de Euskal Herria
Estamos ante una gran oportunidad de construir el cambio en Euskal Herria desde el feminismo, para pasar del contrapoder al poder. Muestra de ello es el VI. Encuentro feminista de mujeres abertzales Jostorratzak dantzan ditugu, hacia la soberanía feminista de Euskal Herria que realizamos en Ondarru (Bizkaia) el pasado 13 de diciembre de 2014. Felicidades y muchas gracias a las 600 feministas que allí nos reunimos, a todas las feministas que tienen como objetivo la soberanía feminista de Euskal Herria.
Saioa Iraola Urkiola eta Amaia Zufia Erdogain · Euskal Herriko Bilgune Feminista | Naiz, 2015-01-30
http://www.naiz.eus/eu/iritzia/articulos/vamos-hacia-la-soberania-feminista-de-euskal-herria

Sabemos que la globalización, la libre movilidad del capital, las políticas económicas neoliberales y la crisis económica y social han precarizado totalmente la situación socioeconómica de la sociedad. Estamos inmersas en un importante proceso de cambios en el que el capitalismo se está refundando en su versión más cruda. Así, estamos ante transformaciones de las viejas instituciones de la modernidad y de sus relaciones sociales, y del imaginario colectivo que éstas producen. Aumenta la brecha entre ricas y pobres, y de esta manera se incrementa la competitividad social. En esta carrera las trabajadoras mujeres, migrantes, trans, presas, las que tenemos diversidad funcional no estamos en el bando de las ganadoras. La reinvención del sistema patriarcal que vivimos conlleva que cada vez se toman más lejos las decisiones que condicionan nuestras vidas, siempre bajo los intereses del poder económico. Están logrando imponernos todas sus reformas estructurales criminalizando la lucha social, castigando la solidaridad y con una gran militarización. Los sectores ultraderechistas que están en el poder se refuerzan y retroalimentan con un sinfín de mecanismos de explotación.

El sistema patriarcal y capitalista nos ha traído hasta aquí a la fuerza. Pero es el momento de romper las normas, de crear, de construir, de inventar, de hacerle frente al miedo. Es el momento de aprovechar la oportunidad de cambio que vivimos en Euskal Herria, sosteniendo la cuerda del feminismo y tirando fuerte de ella. Tenemos la capacidad y la oportunidad. Tenemos que direccionar el cambio, es el momento de avanzar en el camino de una transición feminista para nuestro pueblo.

Hoy, que vivimos una grave situación socioeconómica, que es cada vez más difícil desarrollar una vida digna, seguiremos trabajando por unas condiciones de vida dignas, pero al mismo tiempo, nos urge seguir profundizando en la conceptualización y en la práctica sobre el buen vivir y una vida digna.

Vamos hacia la soberanía feminista de Euskal Herria! Vamos a lograr el reconocimiento social de los trabajos de cuidados y a superar la división sexual del trabajo. A repartir los trabajos domésticos y a colectivizar los procesos de sostenimiento de la vida. Asi lograr un reparto justo y paritario del tiempo, creando los tempus-es que nos permitan satisfacer nuestras necesidades y deseos. Vamos: A enfrentar las políticas que tienen como objetivo el control de nuestros cuerpos, creando mecanismos para vivirnos en cuerpos libres, diversos, cambiantes. Vamos: A mostrar el daño que produce este modelo de familia, de relaciones, y estas identidades hegemónicas. A romper los binomios de sexo, género y sexualidad y a reinventar nuevas identidades colectivas e individuales. Cuestionando la heteronorma y la familia nuclear, y a visibilizar otros modelos de convivencia y de relación, sabiendo que éstos son dinámicos. Vamos: A crear herramientas para enfrentar la violencia sexista, sabiendo que es la mayor baza del sistema patriarcal, haciendo propuestas en organismos públicos, tejiendo nuestra red e impulsando la autodefensa feminista. Y para ello, para llevar a cabo nuestra revolución, tenemos que seguir creando sujetos políticos partiendo de las diversas opresiones que vivimos (sexo-género, clase, cultura-raza, edad...). Necesitamos sujetos políticos diversos que se articulen y alíen para desarrollar una práctica feminista contundente.

La transición feminista está en marcha. Para seguir caminando, la red que hemos creado durante tantos años, la que mostramos en Ondarroa, no puede detenerse. La soberanía feminista individual y colectiva es nuestro norte. No dibujamos esta soberanía como algo estático e inamovible, sino como un proceso dinámico y que cambiará según el momento. Es un proceso de lucha, de construir alternativas y de identificar nuevas reivindicaciones. Es nuestro deseo y el camino que transitaremos para cumplir nuestros objetivos.

Cada una aportará desde su lugar, desde su preocupación y motivación, pero tenemos que marcarnos objetivos comunes. Tenemos que constituir un liderazgo feminista fuerte. Ha llegado la hora de multiplicar las fuerzas y luchar juntas. Todas somos necesarias. Algunas quieren crear un estado feminista, otras hablan de una alianza estratégica del movimiento feminista, pero todas queremos avanzar en la transición feminista de nuestro pueblo. En este camino, creemos que es necesaria la puesta en marcha de un espacio feminista permanente en un corto plazo de tiempo. Para trabajar sobre consensos a largo plazo, para definir direcciones, para tomar decisiones y para ganar incidencia política.

Es el momento de aliarnos. De tejer una red feminista diversa, amplia y sólida, tejida en el reconocimiento mutuo y en la alianza. Que parta de las múltiples estrategias que componen el Movimiento Feminista, porque solo lograremos la soberanía feminista de Euskal Herria mediante la complementación de las mismas. Construiremos estas alianzas desde los acuerdos y las desarrollaremos también desde los desacuerdos. Serán alianzas puntuales y alianzas estratégicas que articulen a quienes procedemos de un origen, una generación, una disciplina o una cultura política distinta.

Vivimos un momento histórico. Tenemos más opciones que nunca para el cambio, y para que éste sea de raíz, para construir la soberanía feminista de Euskal Herria. Las feministas seremos dueñas del poder y lograremos capacidad e incidencia política: vamos a pasar del contra-poder al poder. Necesitamos el reconocimiento Movimiento Feminista como interlocutor político y social para poder condicionar e incidir en el mapa político, en todas las decisiones que se están tomando a expensas de nosotras. Podemos lograr esto en un corto plazo poniéndonos objetivos y estrategias comunes. Vamos hacia la soberanía feminista de Euskal Herria!

jueves, 29 de enero de 2015

#hemeroteca #derechos | De Charlie Hebdó a la ley contra la LGTBfobia: discursos de odio y censura estatal

Imagen: Pikara
De Charlie Hebdó a la ley contra la LGTBfobia: discursos de odio y censura estatal
Reforzar el poder del Estado para limitar por vía penal o administrativa la circulación de cualesquiera discursos, incluidos los que promueven la islamofobia o la homolesbotransfobia, es un arma de doble filo
Pablo Pérez Navarro | Pikara Magazine, 2015-01-29
http://www.pikaramagazine.com/2015/01/de-charlie-hebdo-a-la-ley-contra-la-lgtbfobia-discursos-de-odio-y-censura-estatal/

“Sí, pero”. El valor de la políticas adversativas

Mucho se ha escrito desde el atentado al semanario. Y mucho se ha criticado a quienes han aprovechado la ocasión para pensar en el papel de la política exterior de las democracias occidentales en la radicalización del terrorismo fundamentalista o en los escurridizos límites entre el uso legítimo de la libertad de expresión y la reproducción de los discursos de odio, islamofóbicos o de cualquier otra índole. Se les critica en ocasiones, a quienes plantean estas cuestiones, por utilizar la reprobable fórmula del “condeno el atentado, pero…”. Como si cualquier cosa que sucediera al este “pero” viniese a justificar, de una u otra manera, lo injustificable: el atentado en sí. Sin embargo, pero, no obstante, incluso una tragedia de esta índole debe convertirse, aunque sólo fuera por el enorme impacto social y mediático que la ha sucedido, en una ocasión para el ejercicio urgente del pensamiento crítico. No deja de tener gracia que quienes critican la fórmula del “sí, pero” pretendan limitar el espacio de lo pensable en esta ocasión a la defensa de la libertad de expresión en general y a la del Charlie Hebdó en particular. Aunque sólo fuera porque el humor satírico del Charlie Hebdó es un gran exponente de la fórmula del “sí, pero…”, incluso en su respuesta a atentados terroristas aún más sangrientos que el del propio Charlie Hebdó.

Sin ir más lejos, una de las portadas más difundidas en estos días es la que representa, tras la matanza de cien militantes de los Hermanos Musulmanes en Egipto, la caricatura de una cualquiera de sus víctimas tratando de protegerse de los disparos con un ejemplar del Corán bajo la leyenda “este Corán es una mierda, no para las balas”. De hecho, esta portada ni se molestaba en incluir la parte del “sí, condeno el atentado” –aunque la demos por supuesto, pues lo contrario sería moralmente abominable- para lanzarse directamente a señalar ese “pero” que ridiculizaba el componente religioso de la política de los Hermanos Musulmanes. Al margen de la opinión que nos merezca esta portada, es crucial que nos demos cuenta de que, en la política de los “peros”, no importa tanto la fórmula en sí como lo que la sigue. Para muestra, ese chiste en el que una apacible abuela le comenta a otra “yo no soy racista, pero quienes más me han oprimido son los hombres blancos, heterosexuales y de clase media”, o algo por el estilo. Y es que sin peros, incluyendo los más incómodos, nos quedaríamos de un plumazo sin pensamiento crítico y, por supuesto, sin sátira política. Sin peros, en definitiva, sólo podríamos pensar en blanco y negro, al estilo del peor de los fundamentalismos.

La construcción de la mirada islamofóbica

Uno de esos peros incómodos, y que más atención ha acaparado, es la cuestión de si Charlie Hebdó es o no, y de qué manera, una revista islamofóbica de izquierdas. No creo que lo sea, al menos, por el motivo aparentemente más obvio: por ser una revista blasfema. No por enseñar la cara –y hasta el culo- de Mahoma. A la vista está que tampoco han escatimado golpes contra otras confesiones. Y, sin embargo, al poner en una balanza las blasfemias cristianas y las islámicas, bien pudiera ser, así a bote pronto, que el lado contra el fundamentalismo islámico pese mucho más que el del resto de religiones. Sería incluso sorprendente si estuvieran, en realidad, todas a la par, dado que la revista se publica en un país donde la población islámica, y no digamos ya el fundamentalismo islámico, es obviamente muy minoritario. Hablamos de una minoría, además, que tampoco ocupa cotas de poder que expliquen la fijación temática con la figura de Mahoma o con la cultura religiosa musulmana en general. Ni siquiera si pensamos en una hipotética influencia retrógrada en la cultura nacional: no fue precisamente el fundamentalismo islámico quien llenó las calles en las protestas masivas contra el matrimonio gay y lesbiano hace apenas un año, ni quien pretendía expulsar a los gitanos del territorio francés.

En cualquier caso, más allá de la quizá reveladora cuestión de las proporciones, y diga lo que diga el papa y nuestra ley española en defensa de las sensibilidades religiosas, una cosa resulta clara: la libertad de expresión resultaría un derecho bastante escuálido si no incluyese el derecho a la blasfemia.

Por lo que a la islamofobia se refiere, más preocupante parece el tratamiento de las víctimas de diferentes formas de terrorismo, en portadas como la ya citada sobre el atentado a los Hermanos Musulmanes, o esa otra, también muy discutida estos días, sobre las niñas nigerianas, negras y musulmanas, víctimas de abusos sexuales caricaturizadas en aquella otra portada en la que gritaban “no toquen nuestras ayudas sociales”. Hay que dejar claro, eso sí, que pese al aire quasi fascista que emanaría de una lectura precipitada de esta última, el efecto buscado sería justamente el contrario, esto es, el de ridiculizar ese discurso arquetípico de la derecha para el cual muy diversas minorías precarizadas y discriminadas no tendrían mayor aspiración que la de convertirse en parásitos del Estado por la vía de las ayudas sociales. En este caso, llevando al absurdo del razonamiento, el semanario hacía escarnio del muy conocido discurso xenófobo para el que hasta la situación más invivible no sería más que un medio para obtener la ayuda de los servicios sociales.

Pero, no obstante, sin embargo, más allá de los objetivos políticos rastreables en portadas como esta, no es baladí la cuestión de la representación paródica de según qué víctimas. No tanto porque las víctimas del terrorismo, ya que no la blasfemia, deban ser, en cuanto tema, un límite natural de la libertad de expresión. Lo preocupante del caso es, más bien, con la sensibilidad de qué víctimas, y de qué audiencias, se permite entrar en conflicto directo, y con cuáles no. De hecho, no parece tan fácil encontrar las viñetas del Charlie Hebdó que hagan sátira política, por ejemplo, a costa de las cuarenta víctimas del terrorista fundamentalista cristiano de Oslo. O de las víctimas de ETA. O de las del atentado del 11S. La portada tras la caída de las torres gemelas, por ejemplo, no recurría a la caricatura de sus víctimas, sino a la de Bin Laden. Nada que ver, por ejemplo, con aquel videoclip electropop de Alma-X, que se burló del poder simbólico, fálico y económico de las torres con un diálogo en el que una le pedía sexo anal a la otra en los momentos que precedían al atentado, y que yuxtaponía las imágenes de los saltos al vacío desde las torres con la “reflexión” de que miles de puestos de trabajo se habían venido abajo. Ni con aquellas drag queens cuyo nombre no recuerdo pero que, en el epicentro del clímax patriótico, bélico y de recorte de derechos civiles tras el atentado, hicieron el tan manido play back de “It´s raining men” mientras proyectaban las imágenes reales de los mortales saltos desde las torres en llamas. La caricatura de Bin Laden pertenecía, sin duda, a un terreno mucho más seguro en lo que al uso de la libertad de expresión se refiere, a una distancia inconmensurable de la portada dedicada a las víctimas del atentado en Egipto.

Charlie Hebdó no llega tan fácilmente a según qué extremos cuando las víctimas en cuestión no son las de “los otros”. Probablemente porque, para empezar, el contexto ideológico más inmediato se lo impide. Pensemos, si no, en un ejercicio de imaginación, en el revuelo diplomático, o hasta jurídico, que se podría haber producido ante una portada que caricaturizase con cualquier fin a las víctimas del atentado del 11M en Madrid. O en el humorista Dieudonné –ideológicamente alineado con la extrema derecha antisemita- que acaba de ser imputado por un tuit en el que decía “Je suis Charlie Coulibaly”; es decir, en el que reclamaba para sí el nombre del terrorista que había acabado con la vida de varios judíos en un mercado Kosher.

Mi posición no es, desde luego, la de que cualquiera de estos ejemplos, empezando por Charlie Hebdó, debiera ser imputable, por indefendibles que puedan resultar. Al contrario, ese camino parece un billete en primera clase hacia el totalitarismo ideológico. Pero sí creo que deben servirnos para reflexionar hasta qué punto al participar, sin cuestionarla, de esa construcción de la mirada en la que las víctimas de ciertos terrorismos son intocables, mientras que otras no lo son en absoluto, no sólo no desafiamos el régimen de representación eurocéntrico, islamofóbico y racista en el que unas víctimas cuentan más que otras sino que lo estaríamos, además, alimentando, justificando y, en definitiva, consolidando.

Libertad de expresión, homofobia y censura estatal

Al fin y al cabo, es muy cómodo defender la libertad de expresión cuando no es nuestra sensibilidad la que se ve directamente atacada por su ejercicio. Y nada significa esa “libertad” cuando se administra a voluntad en función de los intereses políticos concretos de quienes la enarbolan como bandera. Si bien esto resulta evidente en el caso del cinismo de la derecha europea e internacional que se manifestó la semana pasada por las calles de París, la ocasión resulta más que propicia para arriesgarnos a pensar más allá, en relación con las llamadas a limitar la libertad de expresión que se hacen desde escenarios más próximos a la militancia de izquierdas.

Preocupante resulta, en este sentido, el amplio consenso que goza, entre los colectivos LGTB, la recientemente aprobada ley contra la lgtbfobia en Cataluña. Muy en especial respecto al valor de su parte punitiva –el resto, es decir, las medidas para fomentar el trato igualitario de la diversidad sexual en ámbitos diversos como el educativo, el del deporte, la salud o los medios de comunicación, podrían ser una gran herramienta en la lucha contra la lgtbfobia-, que tipifica como faltas administrativas, castigables con multas e inhabilitaciones para cargos públicos, el uso de expresiones vejatorias homofóbicas, bifóbicas y transfóbicas, además de cualquier acción que conduzca a la discriminación o menosprecio de las personas LGTB. Acciones que incluirían la propia difusión de los discursos homofóbicos, y hasta la distribución de ciertos libros, como pone de manifiesto la denuncia –eso sí, aún por resolver-, a El Corte Inglés por vender el libro ‘Curar la homosexualidad’. Denuncia que gozará de las simpatías, muy probablemente, de muchas de las que ahora defienden sin paliativos el “valor occidental” de la libertad de expresión, empezando por la que concierne a las publicaciones más claramente islamofóbicas del Charlie Hebdó.

Por mi parte, y no sólo por las razones con las que argumentaba Judith Butler en ‘Lenguaje, poder e identidad’ que “la censura estatal [del discurso del odio] produce discurso del odio”, y que siempre merece la pena revisitar, creo que la homofobia, la bifobia, la transfobia y, ahora más que nunca, la islamofobia, exigen a la vez mucho más y mucho menos de nosotras. Mucho más, porque ciertos discursos deben salir mucho más caros que la recepción de una simple multa, y no precisamente en términos penales o económicos. Debemos seguir siendo –o, mejor, serlo siempre más que nunca- capaces de organizar respuestas colectivas que, como la que está a punto de conseguir que la homofóbica y casposa letra que la murga Ni Fu Ni Fa preparaba para los carnavales de Tenerife sea retirada, no sólo desautoricen a quien nos pretende agredir con sus palabras, sino que tomen cada discurso de odio como punto de apoyo para señalar y combatir las mil y una formas de discriminación que conforman eso que llamamos “espacio público”.

Pero también exigen mucho menos, ya que reforzar el poder del Estado para limitar la circulación de cualesquiera discursos, para decidir cuáles merecen, y cuáles no, la intervención de la censura en cualquiera de sus formas es siempre un arma de doble, triple o cuádruple filo. Una cultura de lo “políticamente correcto”, que no tolerase, por la vía penal o administrativa, ni Charlies Hebdós, ni obispos de Alcalá, ni Ni Fu Ni Fas, antes o después se volvería contra nosotras, en nombre de la defensa de las sensibilidades religiosas, de la paz social o de la seguridad ciudadana: contra las que se besan al paso del papa, contra las que se manifiestan en capillas como la de Somosaguas, contra las que hacen parodias del PP con capuchas etarras, contra las que cocinan cristos, contra las que se manifiestan frente al congreso, contra las que cuelgan pancartas en la fachada de cualquier edificio; y un largo etcétera que conocemos ya, por desgracia, demasiado bien.

Visto el consenso, la distopía en la que solicitaremos en respetuoso silencio multas administrativas mientras se nos prohíbe manifestarnos ante la sede de quienes publiquen sus revistas satíricas a nuestra costa o nos insulten desde sus púlpitos podría estar preocupantemente cerca. Mucho más urgente sería, en la Europa que conocemos y en la que tan orquestadamente nos preparan, recorrer justamente el camino contrario. El de limitar el papel del Estado a la hora de censurar el flujo de discursos –y de cuerpos- en el espacio público. Incluyendo los que nos ponen como objetivo a diversas minorías, ya sea que procedan de semanarios de izquierda o de derechas, de las murgas carnavaleras o de las jerarquías eclesiáticas. Entre otras cosas para no tener que hacer recuento de leyes mordaza cada vez que salgamos a las calles para hacerles frente. Las políticas combativas y contestatarias pueden exigir más energía, pero tienen la ventaja de que su potencial transformador es de mucho mayor alcance que el de las políticas de la censura. Y quien crea que son compatibles, mal que nos pese a veces, se engaña.