viernes, 21 de octubre de 2016

#hemeroteca #cruising | Iruñea: Denuncian ante la policía acoso homófobo en una zona de encuentros sexuales para gays

Imagen: Noticias de Navarra / Una pareja en 'El Bosque'
Denuncian ante la policía acoso homófobo en una zona de encuentros sexuales para gays.
Los hechos ocurrieron en la trasera del cementerio tras un amago de atropello a un chico por parte de jóvenes que merodeaban la zona. Gays revelan el aumento de amenazas y temen que los agredan.
Ana Ibarra / Javier Bergasa | Noticias de Navarra, 2016-10-21
http://www.noticiasdenavarra.com/2016/10/21/vecinos/pamplona/denuncian-ante-la-policia-acoso-homofobo-en-una-zona-de-encuentros-sexuales-para-gays

Un vecino de Pamplona ha presentado una denuncia ante la Policía Municipal de Pamplona por las coacciones y amenazas homosexuales sufridas recientemente en una zona de ‘cruising’ situada en la trasera del cementerio municipal. Manuel ha decidido destapar esta situación tras el último intento de “agresión” para visibilizar un problema cada vez más latente. Asegura que son muchas las personas que acuden regularmente a este espacio denominado ‘El Bosque’ para “conocer” a personas de su misma condición sexual y que por ello son objeto de insultos, vejaciones o que ven atacados los vehículos aparcados en las proximidades por parte de grupos de jóvenes.

Niegan que sea un lugar donde se ejerza la prostitución, subrayan que las relaciones son consentidas entre gays (no hay transexuales, afirman), que se desarrollan en la más absoluta “discreción e intimidad” -las 24 horas del día- y añaden que a la humillación homófoba se suma el ostracismo social en el que viven. Siempre han tenido miedo a mostrarse como gays y, ahora, miedo a que les hagan daño: “Tratan de coartar nuestra libertad y nos sentimos indefensos. Había que romper ese silencio. El mensaje tiene que ser tolerancia cero, de ahí la denuncia”.

No es un hecho puntual, aseguran varios gays que frecuentan este rincón “oscuro” de la ciudad para mantener relaciones sexuales y que temen otro tipo de ataques físicos dado el aumento de actos homófobos en los últimos meses.

Según detallan, los hechos denunciados ocurrieron de noche la semana pasada mientras Manuel circulaba con su vehículo por el camino que bordea el cementerio, en la trasera de las instalaciones deportivas de San Jorge. Al llegar a la zona ‘cruising’ se cruzó con otro coche que conducía en dirección contraria -con tres ocupantes- y que había estado “molestando” y tocando de forma insistente la bocina. El denunciante bajó la ventanilla y le increpó al visitante preguntándole si tenía algún problema, lo que el otro negó. Manuel le amenazó con llamar a la Policía para que depusiera su actitud de hostigamiento “y no molestara”. Como reacción, el presunto acosador hizo ademán con su vehículo de golpearle el coche sin llegar a tocarlo. “Al ver que yo cogía el teléfono con intención de llamar a la Policía se marchó de manera apresurada en dirección prohibida”, continúa. Tras regresar del ‘Bosque’, Manuel se volvió a topar con él al mover el vehículo a otra zona destinada a aparcamiento para el cementerio. Finalmente, se bajó para cogerle la matrícula, el conductor aceleró y se acercó conduciendo de forma violenta, por lo que temió ser atropellado. Posteriormente, ese mismo conductor se bajó y se acercó “con actitud violenta” mientras le amenazaba con comentarios “despectivos” antes de marcharse.

“Sólo buscamos privacidad, un lugar donde sentirnos libres y, además, no molestamos a nadie”, aseguraba ayer Mikel, otro usuario. Este mismo verano, desde la campa de Mendebaldea bajó otro grupo de jóvenes gritando: “¡Os vamos a matar, os vamos a cortar la cabeza; maricones! La gente se fue en estampida, fue un momento de pánico absoluto”. Otras veces las cuadrillas aparcan cerca de ‘El Bosque’ y profieren gritos desde la ventanilla o mientras “fingen que mean”. “¡Guarros, maricones, venid que tengo el culo húmedo!”, profieren. “Este año está siendo constante este acoso, sobre todo durante los fines de semana; también se meten con nuestra familia... Los reconocemos enseguida porque se ponen de reclamo para que nos acerquemos y, cuando la gente se aproxima, le insultan. Encienden las luces, pitan, pinchan ruedas, rompen cristales o tiran petardos”, critican.

“No entendemos ese odio que tienen al homosexual. Nos llaman guarros y pervertidos. Hay muchas parejas heterosexuales que eligen otros lugares escondidos para mantener relaciones, como el monte San Cristóbal, y nadie se mete con ellos. No entendemos que sea gente joven la más intolerante y agresiva. ¿Qué pasa por estas personas para que odien a quien no conocen, sólo por su condición sexual? Se ha producido una regresión social entre los jóvenes”, reiteran.

¿Quienes son los usuarios? “La mayoría es gay, también hay algún heterosexual que viene a experimentar, muchas personas mayores de diferentes estamentos sociales y, en el último año, se ha incrementado el número de parejas femeninas. Hay abogados, médicos, parados... padres de familia”.

¿Sólo sexo? “Sí y no. No se viene a tener relaciones de forma mecánica. Todo depende de la persona. Yo, por ejemplo, si alguien no me atrae, no me enrollo; algunos tienen el listón muy alto en materia sexual, otros no”.

¿Por qué entre la maleza? “En una ciudad como Pamplona, ¿a dónde vas? Si vas de la mano por la Plaza del Castillo seguro que te pegan. Aquí ves a mucha gente de la mano. ¿Qué diferencia una discoteca, el baño de un bar o una campa de este ‘Bosque’?”, responden.

Escenarios
Hay personas gays que ligan a través de aplicaciones móviles, otros prefieren un contacto más directo, observan. “Nos tratan como si fuéramos gente mala, proscritos, delincuentes y no entienden que si tuvieran un hijo gay cambiaría su forma de pensar. No queremos que nos entiendan, queremos que nos respeten”, destacan.

“El comportamiento de la sociedad te acorrala y te hace venir a sitios ocultos y oscuros. Pamplona es una ciudad muy pequeña y conservadora. Y más que nunca hay cuadrillas que se proponen como diversión meterse con el maricón. Por otro lado, los estereotipos televisivos hacen mucho daño porque muestran una imagen irreal de mariquita”, analizan.

“Tu vida es un calvario hasta que te haces fuerte, maduras, te valoras y normalizas tu situación, pero hay mucha gente débil a la que pueden hundir. Tememos que haya más que una hostia. Que encontremos a una persona tirada a la que hayan pateado y que nadie se entere”, concluyen.

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