Imagen: 20 Minutos / Matt Shepard |
1 de cada 10 | 20 Minutos, 2016-10-13
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Matthew Shepard, fue atacado cerca de Laramie (Wyoming, USA). Cuatro días después, y a consecuencia de las torturas a las que le sometieron y las lesiones craneales que estas le produjeron, falleció. Ahora hace de aquello 18 años.
El asesinato de aquel jovencísimo estudiante de 22 años tuvo un fortísimo impacto en Estados Unidos. Aquel crimen de odio por motivos de su orientación sexual (Matthew era homosexual) no estaba recogido en ninguna ley. Aún así, los autores de aquel asesinato (Russell Arthur Henderson y Aaron James McKinney) fueron declarados culpables y condenados a cadena perpetua sin posibilidad de obtener la libertad condicional.
Dos años antes de que aquella fatídica fecha, en 1996, Matt había vivido una experiencia terrible en un viaje de estudios a Marruecos donde le atacaron y violaron. Aquello le dejó profundamente marcado, deprimido y vulnerable. Precisamente, sus asesinos, a quienes conoció en un bar, se aprovecharon de esta situación, se ganaron su confianza confesando su homosexualidad. Y con este engaño fue llevado a un descampado donde le golpearon en la cabeza, le ataron, azotaron y torturaron cruelmente para terminar robándole todo y abandonarlo en la cerca donde le había atado. Fue encontrado 18 horas después por un ciclista que llegó a pensar que era un espantapájaros. Seguía vivo pero había estaba en coma. Nada se pudo hacer para salvar su vida. La cerca a la que fue atado y abandonado moribundo se convirtió en un santuario improvisado para los visitantes donde se dejaban notas, flores y otros recuerdos. Sin embargo, con el tiempo, su dueño decidió retirarla.
Al ensañamiento de los asesinos, la juventud de todos y los motivos de aquello, se sumo la controversia que se vivió por la reacción homófoba de un pastor de una Iglesia Baptista que organizó una manifestación durante el funeral del chico así como durante las sesiones del juicio a sus asesinos. Manifestaciones en las que exhibieron pancartas donde se proclamaban frases como ‘Matt Shepard se pudre en el infierno’, ‘El Sida mata a los putos’ y ‘Dios odia a los maricas’. Una de las amigas de Matthew organizó, precisamente los días del juicio, una contra-manifestación donde se produjeron altercados que acabaron en detenciones.
El impacto que tanto los hechos como las reacciones a estos provocaron impulsaron las peticiones de un cambio legal que recogiera los delitos de odio. Sin embargo, esta modificación no se logró hasta más de una década después. Cada vez que se presentaba un proyecto de ley que reconociera la orientación sexual como motivo de odio, éste se encontraba con la oposición más férrea del ala conservadora del Partido Republicano. Hasta el propio presidente George W. Bush se comprometió a frenar cualquier propuesta de estas características que llegara a sus manos. La 'Ley Matthew Shepard' fue definitivamente aprobada por el Senado por 68 votos a favor y 29 en contra, bajo el mandato de Barack Obama. Todo este tiempo, los padres de Matthew Shepard, Judy y Dennis, han luchado incansablemente por el reconocimiento legal de la orientación sexual como motivo de odio.
Aún a fecha de hoy hay quienes ponen todo su empeño en desmitificar la historia de Matthew Shepard cuestionando el motivo de aquel crimen. El odio de algunos parece que no tiene fondo ni corazón. Qué útil sería esa cantidad de energía para arrimar el hombro en la defensa de todas las vidas humanas independientemente de si son homosexuales, bisexuales o trans.
En este tiempo, la historia de Matthew Shepard ha dado lugar a varias películas y documentales ('The Laramie Project', 'The Matthew Shepard Story', 'Anatomy of a Hate Crime' y 'Laramie Inside Out'. Todos muy recomendables pero quizá es el último, de hace dos años, el más especial. ‘Matt Shepard is a Friend of Mine’ está dirigido por una amiga del Matthew Shepard (Michelle Josue) y ha sido posible gracias a la recogida de fondos de amigos, familia y simpatizantes de esta causa. Con este documental tratan de seguir sensibilizando sobre una realidad injusta que sigue dándose en todos los lugares del mundo.
Sin duda, hoy era un buen día para recordar la historia de Matt Shepard, para honrar a sus padres que tanto han luchado por su memoria y un cambio legal que nos beneficia a todos. A pesar de quienes se opusieron y oponen, aquel horrible crimen sirvió para cambiar la historia. Gracias.
El asesinato de aquel jovencísimo estudiante de 22 años tuvo un fortísimo impacto en Estados Unidos. Aquel crimen de odio por motivos de su orientación sexual (Matthew era homosexual) no estaba recogido en ninguna ley. Aún así, los autores de aquel asesinato (Russell Arthur Henderson y Aaron James McKinney) fueron declarados culpables y condenados a cadena perpetua sin posibilidad de obtener la libertad condicional.
Dos años antes de que aquella fatídica fecha, en 1996, Matt había vivido una experiencia terrible en un viaje de estudios a Marruecos donde le atacaron y violaron. Aquello le dejó profundamente marcado, deprimido y vulnerable. Precisamente, sus asesinos, a quienes conoció en un bar, se aprovecharon de esta situación, se ganaron su confianza confesando su homosexualidad. Y con este engaño fue llevado a un descampado donde le golpearon en la cabeza, le ataron, azotaron y torturaron cruelmente para terminar robándole todo y abandonarlo en la cerca donde le había atado. Fue encontrado 18 horas después por un ciclista que llegó a pensar que era un espantapájaros. Seguía vivo pero había estaba en coma. Nada se pudo hacer para salvar su vida. La cerca a la que fue atado y abandonado moribundo se convirtió en un santuario improvisado para los visitantes donde se dejaban notas, flores y otros recuerdos. Sin embargo, con el tiempo, su dueño decidió retirarla.
Al ensañamiento de los asesinos, la juventud de todos y los motivos de aquello, se sumo la controversia que se vivió por la reacción homófoba de un pastor de una Iglesia Baptista que organizó una manifestación durante el funeral del chico así como durante las sesiones del juicio a sus asesinos. Manifestaciones en las que exhibieron pancartas donde se proclamaban frases como ‘Matt Shepard se pudre en el infierno’, ‘El Sida mata a los putos’ y ‘Dios odia a los maricas’. Una de las amigas de Matthew organizó, precisamente los días del juicio, una contra-manifestación donde se produjeron altercados que acabaron en detenciones.
El impacto que tanto los hechos como las reacciones a estos provocaron impulsaron las peticiones de un cambio legal que recogiera los delitos de odio. Sin embargo, esta modificación no se logró hasta más de una década después. Cada vez que se presentaba un proyecto de ley que reconociera la orientación sexual como motivo de odio, éste se encontraba con la oposición más férrea del ala conservadora del Partido Republicano. Hasta el propio presidente George W. Bush se comprometió a frenar cualquier propuesta de estas características que llegara a sus manos. La 'Ley Matthew Shepard' fue definitivamente aprobada por el Senado por 68 votos a favor y 29 en contra, bajo el mandato de Barack Obama. Todo este tiempo, los padres de Matthew Shepard, Judy y Dennis, han luchado incansablemente por el reconocimiento legal de la orientación sexual como motivo de odio.
Aún a fecha de hoy hay quienes ponen todo su empeño en desmitificar la historia de Matthew Shepard cuestionando el motivo de aquel crimen. El odio de algunos parece que no tiene fondo ni corazón. Qué útil sería esa cantidad de energía para arrimar el hombro en la defensa de todas las vidas humanas independientemente de si son homosexuales, bisexuales o trans.
En este tiempo, la historia de Matthew Shepard ha dado lugar a varias películas y documentales ('The Laramie Project', 'The Matthew Shepard Story', 'Anatomy of a Hate Crime' y 'Laramie Inside Out'. Todos muy recomendables pero quizá es el último, de hace dos años, el más especial. ‘Matt Shepard is a Friend of Mine’ está dirigido por una amiga del Matthew Shepard (Michelle Josue) y ha sido posible gracias a la recogida de fondos de amigos, familia y simpatizantes de esta causa. Con este documental tratan de seguir sensibilizando sobre una realidad injusta que sigue dándose en todos los lugares del mundo.
Sin duda, hoy era un buen día para recordar la historia de Matt Shepard, para honrar a sus padres que tanto han luchado por su memoria y un cambio legal que nos beneficia a todos. A pesar de quienes se opusieron y oponen, aquel horrible crimen sirvió para cambiar la historia. Gracias.
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