Imagen: La Voz de Almería / La Veneno y Valeria Vargas |
La biógrafa de La Veneno asegura haberse encontrado “por sorpresa” con el rotundo éxito de ‘¡Digo! Ni puta ni santa’, libro que ya va por su tercera edición.
Emilio Ruiz | La Voz de Almería, 2016-10-18
http://www.lavozdealmeria.es/vernoticia.php?IdNoticia=115690&IdSeccion=5
Valeria Vegas (Valencia, 1985) es licenciada en Comunicación Audiovisual. Aún saborea el éxito de su penúltimo libro, ‘Grandes actrices del cine español’, cuando se ha encontrado –“por sorpresa”, dice- con un nuevo éxito editorial, esta vez como biógrafa. ‘¡Digo! Ni puta ni santa: las memorias de La Veneno’ va por su tercera edición y todo parece indicar que tendrá que imprimirse alguna más.
Valeria, ¿cómo surge el libro?
Conocí en 2006 a Cristina. Me hacía gracia el personaje por su espontaneidad y naturalidad. Se me ocurrió sugerirle que debía sacar unas memorias. Y me dijo: “Y por qué no las haces tú, que tienes estudios”. Vio en mí esa voz que podía canalizar lo que ella quería contar, y yo lo he hecho con la devoción que le tengo al personaje.
A lo largo de sus confesiones se le nota que guarda cierto rencor.
Hay un porqué y es porque viene del dolor. Hay que situarse en los años setenta, en Adra, para entender que en aquella época estaba mal visto que un niño contonee las caderas y la familia lo rechaza.
¿Por qué cree que se produce el fin de esa etapa de esplendor de la que habla?
Cristina no es ambiciosa. Se quedaba esperando que sonase el teléfono, que es lo que no hace nadie. La gente en España se mueve. Ella no quería representante, porque había sentido que le engañaban. La fama la fue perdiendo a cuentagotas. Pero no se perdió el personaje. Hay personajes que son icónicos, y aunque se pasen cinco años sin salir en televisión, la gente los recuerda. La gente sabe quién es La Veneno.
¿Cuál es el momento actual de La Veneno?
El libro le va a dar un empujón, tanto anímicamente como a nivel de popularidad. Ella es consciente de que ya pasa el medio siglo y como bien dice “va para abajo”. Dentro de cualquier altibajo creo que ahora se encuentra mucho mejor que meses atrás. Ella es persona de deseos y no de ambiciones, por lo que acaba siendo conformista con cualquier situación económica y se ajusta a sus necesidades. De un mes a esta parte se la reclama en diversas discotecas, por lo que se encuentra en buena situación. Hace muchísimos años que no se dedica a la prostitución.
¿Aceptaría Cristina una presentación del libro en Adra o en Almería?
Rotundamente no, pese a que también guarda recuerdos positivos de alguna gente.
Se le nota a Cristina dolida con su familia. España ha evolucionado mucho en este sentido. ¿No se plantea una normalización de las relaciones familiares?
En el trato que yo tengo con ella percibo siempre dolor y a la vez una necesidad de afecto familiar. No le gusta el trato que recibió. Me consta que parte de su entorno le sigue tratando en masculino, y eso obviamente no ayuda a la normalización, ni es de su agrado, después de más de veinte años. Sí puedo decir que habla con mucho cariño y orgullo de algunos de sus sobrinos.
La misma Cristina se declara como una persona inculta. ¿Es una persona lista, inteligente…?
Ella se define como analfabeta, que no es tal de manera rotunda, pero sí es cierto que no tiene destreza para leer ni escribir. Y estuvo perfectamente escolarizada en su infancia. Como bien matiza, es algo de lo que nunca se le privó en su familia. Es lista, intuitiva... pero no emocionalmente inteligente.
El libro lleva un bonito prólogo de Paco Bezerra.
Siendo Paco almeriense y fan declarado de Cristina, me apetecía mucho que un dramaturgo como él analizará a la persona y al personaje. El resultado es obviamente maravilloso. Me siento muy orgullosa de su colaboración.
La figura de La Veneno parecía que formaba parte de la historia de España. Ha sorprendido ahora que todo el mundo la reconozca como si fuera del tiempo presente. ¿Por qué cree que ha sucedido eso?
La Veneno está muy asentada en la memoria colectiva, como El Lute o las caras de Bélmez. Y lo digo sin titubear. Le pese a quien le pese es un mito creado por el pueblo, y la gente nunca olvidó el momento en que irrumpió en televisión.
Y TAMBIÉN…
La Veneno: “No pienso volver a Adra”.
Su libro de memorias ha agotado ya dos ediciones.
Emilio Ruiz | La Voz de Almería, 2016-10-12
Valeria, ¿cómo surge el libro?
Conocí en 2006 a Cristina. Me hacía gracia el personaje por su espontaneidad y naturalidad. Se me ocurrió sugerirle que debía sacar unas memorias. Y me dijo: “Y por qué no las haces tú, que tienes estudios”. Vio en mí esa voz que podía canalizar lo que ella quería contar, y yo lo he hecho con la devoción que le tengo al personaje.
A lo largo de sus confesiones se le nota que guarda cierto rencor.
Hay un porqué y es porque viene del dolor. Hay que situarse en los años setenta, en Adra, para entender que en aquella época estaba mal visto que un niño contonee las caderas y la familia lo rechaza.
¿Por qué cree que se produce el fin de esa etapa de esplendor de la que habla?
Cristina no es ambiciosa. Se quedaba esperando que sonase el teléfono, que es lo que no hace nadie. La gente en España se mueve. Ella no quería representante, porque había sentido que le engañaban. La fama la fue perdiendo a cuentagotas. Pero no se perdió el personaje. Hay personajes que son icónicos, y aunque se pasen cinco años sin salir en televisión, la gente los recuerda. La gente sabe quién es La Veneno.
¿Cuál es el momento actual de La Veneno?
El libro le va a dar un empujón, tanto anímicamente como a nivel de popularidad. Ella es consciente de que ya pasa el medio siglo y como bien dice “va para abajo”. Dentro de cualquier altibajo creo que ahora se encuentra mucho mejor que meses atrás. Ella es persona de deseos y no de ambiciones, por lo que acaba siendo conformista con cualquier situación económica y se ajusta a sus necesidades. De un mes a esta parte se la reclama en diversas discotecas, por lo que se encuentra en buena situación. Hace muchísimos años que no se dedica a la prostitución.
¿Aceptaría Cristina una presentación del libro en Adra o en Almería?
Rotundamente no, pese a que también guarda recuerdos positivos de alguna gente.
Se le nota a Cristina dolida con su familia. España ha evolucionado mucho en este sentido. ¿No se plantea una normalización de las relaciones familiares?
En el trato que yo tengo con ella percibo siempre dolor y a la vez una necesidad de afecto familiar. No le gusta el trato que recibió. Me consta que parte de su entorno le sigue tratando en masculino, y eso obviamente no ayuda a la normalización, ni es de su agrado, después de más de veinte años. Sí puedo decir que habla con mucho cariño y orgullo de algunos de sus sobrinos.
La misma Cristina se declara como una persona inculta. ¿Es una persona lista, inteligente…?
Ella se define como analfabeta, que no es tal de manera rotunda, pero sí es cierto que no tiene destreza para leer ni escribir. Y estuvo perfectamente escolarizada en su infancia. Como bien matiza, es algo de lo que nunca se le privó en su familia. Es lista, intuitiva... pero no emocionalmente inteligente.
El libro lleva un bonito prólogo de Paco Bezerra.
Siendo Paco almeriense y fan declarado de Cristina, me apetecía mucho que un dramaturgo como él analizará a la persona y al personaje. El resultado es obviamente maravilloso. Me siento muy orgullosa de su colaboración.
La figura de La Veneno parecía que formaba parte de la historia de España. Ha sorprendido ahora que todo el mundo la reconozca como si fuera del tiempo presente. ¿Por qué cree que ha sucedido eso?
La Veneno está muy asentada en la memoria colectiva, como El Lute o las caras de Bélmez. Y lo digo sin titubear. Le pese a quien le pese es un mito creado por el pueblo, y la gente nunca olvidó el momento en que irrumpió en televisión.
Y TAMBIÉN…
La Veneno: “No pienso volver a Adra”.
Su libro de memorias ha agotado ya dos ediciones.
Emilio Ruiz | La Voz de Almería, 2016-10-12
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