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| Imagen: Google Imágenes / Antonio Luna y Sergi Enrich |
Son el alma de la fiesta en el vestuario del Eibar. Amigos íntimos desde que se conocieron, todo eran risas hasta que el miércoles se hizo viral el vídeo.
Sergio R. Viñas | El Mundo, 2016-10-08
http://www.elmundo.es/loc/2016/10/08/57f7963922601dd5418b464b.html
Hasta este miércoles, Sergi Enrich (26) y Antonio Luna (25) disfrutaban de todas las ventajas de ser personajes públicos, pero sin el peaje de ser reconocidos por la calle. Dos futbolistas del Eibar con buenos sueldos, pero anónimos hasta cierto punto. Hasta que hace cuatro días todo cambió drásticamente. De repente, Enrich y Luna fueron víctimas de las nuevas tecnologías. Aquel vídeo que habían grabado hace un año manteniendo relaciones sexuales con una chica al mismo tiempo circulaba por el móvil de miles, millones de españoles. Diecisiete segundos de intimidad convertidos en mensaje de WhatsApp por la imprudencia de haber compartido ese vídeo con terceras personas. Una metedura de pata que incluso podría acabar en una pena de entre tres meses y cinco años de cárcel tras la denuncia de la gran víctima, esa chica anónima que simplemente disfrutaba de su libertad sexual y que, al comprobar que estaba siendo grabada, dijo claramente: "Para, eso no, eh". No le hicieron caso.
"Están superados por todo esto", explican desde el entorno de los futbolistas, alejados de todo foco desde que este asunto estalló. El jueves, un día después de que el vídeo fuera público, el Eibar disputó un amistoso y su entrenador, José Luis Mendilibar, optó por no convocar a ninguno de los dos. No hay Liga este fin de semana, por lo que el técnico vasco tiene más tiempo para gestionar la situación con dos futbolistas muy importantes para su sistema de juego. Luna, lateral izquierdo, alterna titularidad con Juncà, algo más defensivo que él. Enrich, delantero centro, fue un futbolista clave para la salvación del Eibar la temporada pasada y lo sigue siendo.
Ambos llegaron a la localidad guipuzcoana durante el verano de 2015 para iniciar un nuevo proyecto. Para facilitar su adaptación al equipo y todo lo que le rodea, el club recomienda a todos sus futbolistas que residan en Eibar. Algunos prefieren el oropel de las grandes urbes cercanas, Bilbao y San Sebastián. Otros, como Enrich y Luna, aceptan de buen grado la recomendación. Un año después, continúan viviendo ahí.
Aunque ambos nacieron en las Baleares, a Luna la vida le llevó a Pedrera (Sevilla), donde inició su carrera como futbolista. Hasta que coincidieron en Eibar, ni se conocían. Con la camiseta azul y grana como denominador común, trabaron desde el primer día una gran amistad. Cuentan sus compañeros que coincidir con ellos es sinónimo de risas. La temporada pasada, una televisión les entrevistó a ambos a la vez. Estuvieron más de una hora delante de la cámara, pero no había mucho material que sirviera: la mayoría eran risas. Quien esto escribe, que a apenas unos metros entrevistaba a otro jugador para El Mundo, no daba crédito. "Están todo el día así", fue el resignado comentario del interlocutor. La difusión del vídeo sexual también parece ser una broma que, evidentemente, se les fue de las manos. En un audio que ha circulado también por WhatsApp, una voz que parece la de Enrich acusa directamente al futbolista del Cádiz Eddy Silvestre, ex compañero de ambos en el Eibar, de ser el culpable de todo este lío.
Causa saharaui
Su amistad les ha llevado incluso a compartir las vacaciones de verano. Juntos visitaron Nueva York, Orlando y la Riviera Maya. De todo ello dieron cuenta en sus perfiles de Instagram, ahora protegidos tras el terremoto que se ha desatado a su alrededor. Hasta hay una foto en la que se les ve caminando por la calle de la mano durante la gira por EEUU que hizo el Eibar al acabar la pasada temporada. Fue el propio Luna quien la subió a Instagram. "De parejeo...", decía el texto que acompañaba la fotografía, junto a emoticonos cariñosos. Hasta hace tres días, nadie había reparado en esta instantánea que llevaba meses publicada. "Son así, todo el día de cachondeo con cualquier cosa", explica un compañero, que lamenta que la foto coja protagonismo justo ahora.
Merece la pena detenerse en Antonio Luna, un futbolista que ni mucho menos responde al estereotipo de postadolescente endiosado que vive en una burbuja, alejado del mundo real. Desde que era un crío, Luna está muy identificado con la causa saharaui y colabora con la Asociación Eibar-Sáhara que ayuda a los refugiados del conflicto en el Sáhara Occidental. "Se pusieron en contacto conmigo porque habían leído una entrevista en la que yo contaba que en mi casa se acoge a niños saharauis todos los veranos desde hace unos 20 años", explicaba el jugador en octubre de 2015, apenas tres meses después de llegar a Ipurua. "Nosotros somos privilegiados y desde nuestra posición tenemos la oportunidad de ayudar a muchísima gente que lo necesita. Esto me toca de cerca y estoy encantado de colaborar con ellos", comentaba. Hay vida más allá del fútbol. Y hasta del sexo.
"Están superados por todo esto", explican desde el entorno de los futbolistas, alejados de todo foco desde que este asunto estalló. El jueves, un día después de que el vídeo fuera público, el Eibar disputó un amistoso y su entrenador, José Luis Mendilibar, optó por no convocar a ninguno de los dos. No hay Liga este fin de semana, por lo que el técnico vasco tiene más tiempo para gestionar la situación con dos futbolistas muy importantes para su sistema de juego. Luna, lateral izquierdo, alterna titularidad con Juncà, algo más defensivo que él. Enrich, delantero centro, fue un futbolista clave para la salvación del Eibar la temporada pasada y lo sigue siendo.
Ambos llegaron a la localidad guipuzcoana durante el verano de 2015 para iniciar un nuevo proyecto. Para facilitar su adaptación al equipo y todo lo que le rodea, el club recomienda a todos sus futbolistas que residan en Eibar. Algunos prefieren el oropel de las grandes urbes cercanas, Bilbao y San Sebastián. Otros, como Enrich y Luna, aceptan de buen grado la recomendación. Un año después, continúan viviendo ahí.
Aunque ambos nacieron en las Baleares, a Luna la vida le llevó a Pedrera (Sevilla), donde inició su carrera como futbolista. Hasta que coincidieron en Eibar, ni se conocían. Con la camiseta azul y grana como denominador común, trabaron desde el primer día una gran amistad. Cuentan sus compañeros que coincidir con ellos es sinónimo de risas. La temporada pasada, una televisión les entrevistó a ambos a la vez. Estuvieron más de una hora delante de la cámara, pero no había mucho material que sirviera: la mayoría eran risas. Quien esto escribe, que a apenas unos metros entrevistaba a otro jugador para El Mundo, no daba crédito. "Están todo el día así", fue el resignado comentario del interlocutor. La difusión del vídeo sexual también parece ser una broma que, evidentemente, se les fue de las manos. En un audio que ha circulado también por WhatsApp, una voz que parece la de Enrich acusa directamente al futbolista del Cádiz Eddy Silvestre, ex compañero de ambos en el Eibar, de ser el culpable de todo este lío.
Causa saharaui
Su amistad les ha llevado incluso a compartir las vacaciones de verano. Juntos visitaron Nueva York, Orlando y la Riviera Maya. De todo ello dieron cuenta en sus perfiles de Instagram, ahora protegidos tras el terremoto que se ha desatado a su alrededor. Hasta hay una foto en la que se les ve caminando por la calle de la mano durante la gira por EEUU que hizo el Eibar al acabar la pasada temporada. Fue el propio Luna quien la subió a Instagram. "De parejeo...", decía el texto que acompañaba la fotografía, junto a emoticonos cariñosos. Hasta hace tres días, nadie había reparado en esta instantánea que llevaba meses publicada. "Son así, todo el día de cachondeo con cualquier cosa", explica un compañero, que lamenta que la foto coja protagonismo justo ahora.
Merece la pena detenerse en Antonio Luna, un futbolista que ni mucho menos responde al estereotipo de postadolescente endiosado que vive en una burbuja, alejado del mundo real. Desde que era un crío, Luna está muy identificado con la causa saharaui y colabora con la Asociación Eibar-Sáhara que ayuda a los refugiados del conflicto en el Sáhara Occidental. "Se pusieron en contacto conmigo porque habían leído una entrevista en la que yo contaba que en mi casa se acoge a niños saharauis todos los veranos desde hace unos 20 años", explicaba el jugador en octubre de 2015, apenas tres meses después de llegar a Ipurua. "Nosotros somos privilegiados y desde nuestra posición tenemos la oportunidad de ayudar a muchísima gente que lo necesita. Esto me toca de cerca y estoy encantado de colaborar con ellos", comentaba. Hay vida más allá del fútbol. Y hasta del sexo.
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