Imagen: El País / Nick Youngquest |
El australiano dejó el rugby profesional para convertirse en la televisiva imagen del perfume Invictus de Paco Rabanne. Charlamos con él en París sobre la fama, los tatuajes y las diferencias salariales entre mujeres y hombres.
Clara Ferrero | El País, 2017-02-06
http://smoda.elpais.com/moda/actualidad/nick-youngquest-modelo-anuncio-invictus-paco-rabanne/
Probablemente no sepan su nombre. Lo que a buen seguro sí reconocerán es su hercúleo torso abriéndose paso ante un aluvión de ‘flashes’ al ritmo de ‘Power’ de Kanye West. Nick Youngquest (Sídney, 1983) es el flamante protagonista de uno de los anuncios de perfume más recordados de los últimos tiempos. El australiano dejó el rugby profesional para convertirse, allá por 2013, en imagen de la fragancia Invictus de Paco Rabanne. Su aparición en uno de los spots más emitidos –y contemplados– de los últimos años situó su nombre en el mapa de la moda y le valió la comparación con David Beckham. Puede que la repercusión mediática de Youngquest aún se sitúe a años luz de la del deportista reconvertido a modelo más famoso del mundo pero, por odiosas que resulten las comparaciones, su actitud seductora y su físico cuajado de tatuajes resultan tanto o más magnéticos que los del exfutbolista inglés.
Lo comprobamos en París, ciudad que acogió al australiano afincado en Nueva York en la presentación de los nuevos perfumes de Paco Rabanne. La marca vuelve a confiar en él como rostro visible de Invictus Intense, la fragancia que verá la luz este mes de febrero junto a Olympea Intense, la versión femenina personificada por la modelo brasileña Luma Grothe. Horas antes de la presentación de los nuevos aromas en el Museo Grévin –museo de cera– de la capital francesa, nos citamos con Youngquest en una suite Louis XVI del Hotel Meurice. A pesar de la discreción de su riguroso estilismo negro, no consigue pasar desapercibido. “La verdad es que pensaba que nadie me reconocería en París pero ayer mismo uno de los conserjes del hotel me paró para preguntarme si era ‘el tío del anuncio’. Se me acercó porque quería saber si mis tatuajes eran de verdad o falsos. Cuando le dije que eran reales se quitó sus guantes blancos para enseñarme los suyos. Fue muy divertido”, nos cuenta entre risas.
Cuando el mismísimo Bruce Weber lo fotografió a principios de la década para una campaña de ropa interior, el trabajado ‘six pack’ del australiano apareció como un lienzo en blanco por obra y gracia del photoshop. Ni rastro de sus tatuajes. “Es verdad que hacerte tantos ‘tattoos’ puede limitar tu carrera como modelo pero no me importa. Forman parte de mí y todos tienen un significado especial”, aclara. “Mi favorito es este –afirma señalando la sirena que luce en el antebrazo–. Me gusta porque personifica la belleza del mar, todo aquello que se esconde debajo de las aguas y se escapa a nuestra vista”. Esta respuesta resume muy bien nuestro encuentro: Youngquest se esfuerza en dejar claro que debajo de su evidente atractivo, hay algo más. Ya saben, romper con el estereotipo. Reitera en sus respuestas lo afortunado que es por estar en una posición que le permite hacer las cosas que le interesan: desde posar desnudo para recaudar fondos contra el cáncer de testículos hasta correr una maratón para la ONG Team for Kids, como hizo el año pasado. “No me veo a mí mismo como una celebridad pero, gracias a las redes sociales, puedo tener cierta influencia e interactuar con la gente. Quiero aprovechar eso como plataforma para apoyar causas solidarias que me importan”, insiste.
Una de esas causas es su activismo por los derechos LGTB. No es homosexual –está casado con una joven llamada Mira Jones que también le acompaña en su viaje a la ciudad de la luz– pero se ha posicionado en numerosas ocasiones a favor de la libertad sexual. Cuando su compañero, el jugador de rugby Gareth Thomas salió del armario, Youngquest le mostró su apoyo públicamente. “La verdad es que todos recibimos muy bien la noticia y no afectó para nada al equipo”, recuerda. “No entiendo por qué aún resulta difícil salir del armario en el ámbito del deporte. Puede que sea por el estereotipo de que los deportistas tienen que ser masculinos y ‘fuertes’ pero esa creencia está totalmente desfasada. Estamos en 2017 y es una locura que tantísima gente que practica deporte no hable de su verdadera orientación sexual. Pero estoy seguro de que cambiará”, afirma agravando el gesto.
A pesar de que abandonó el rugby profesional para entregarse por completo a su carrera como modelo, no ha dejado el deporte. Es profesor de yoga y lo practica todos los días: “Cuando viajo es más difícil pero por lo menos le dedico veinte minutos diarios”. En Instagram, red social en la que es bastante activo, suele colgar vídeos haciendo gala de sus proezas en esta disciplina. “Lo llevo practicando desde que me retiré del deporte y me ayuda a encontrar el equilibrio. A estar tranquilo y tener la mente clara”, explica. La constancia entrenando y su afición por cuidarse la piel son las claves de su rutina de belleza. “Desde que tenía 16 años mi madre me enseñó la importancia de utilizar limpiadores y cremas. Y se lo agradezco. No me obsesiono con ello pero sí me gusta aplicarme un par de productos mañana y noche. Y no me lleva más de cinco minutos. Para algunos hombres esto será mucho tiempo porque salen de la ducha y listo pero es verdad que las cosas están cambiando. Es bonito cuidarse a uno mismo”, nos cuenta.
Youngquest se expresa con una naturalidad bastante alejada de esa imagen arrogante que proyectan algunos modelos. Lleva horas hablando con prensa de todo el mundo y no parece cansado. Se nota que le gusta su trabajo o que, al menos, sabe cómo aparentarlo. “¿De verdad no hay nada malo en esto de ser modelo?”, le preguntamos. “Si tuviera que elegir qué es lo que menos me gusta diría que esperar en el set. Soy una persona con mucha energía y disparar una campaña requiere de muchas esperas. Nunca terminan de preparar las cosas y yo digo todo el rato: ‘Estoy listo, estoy listo’. Pero si esto es lo peor que tiene ser modelo me parece bien, compro”, contesta entre risas.
La industria del modelaje es una de las pocas, tal vez la única, en la que las mujeres están mucho mejor pagadas que los hombres (en muchos casos ellos cobran un 75% menos, según la BBC). Tampoco este dato consigue perturbar ni ofender el ego del australiano: “Me parece muy bien”, espeta sin pensárselo dos veces. “Sería genial que ocurriese en otros sectores. Las mujeres están peor pagadas en cualquier otra profesión, así que creo que es genial que cobren más en esta. Hay mujeres increíbles ahí fuera modelando que no solo utilizan esta plataforma para ganar dinero, sino para ser activistas y poder mejorar el mundo: ayudando a los niños en sus países de procedencia o luchando por los derechos femeninos”. Y tampoco titubea –como siguen haciendo multitud de ‘celebrities’– cuando le preguntamos si se considera feminista: “Por supuesto. Creo que las marchas de hace unos días en las que mujeres, hombres y niños de todo el mundo salieron a la calle para protestar son muy poderosas”. Y termina con convicción: “Las mujeres han estado tapadas durante mucho tiempo y ya es hora de cambiar”.
Lo comprobamos en París, ciudad que acogió al australiano afincado en Nueva York en la presentación de los nuevos perfumes de Paco Rabanne. La marca vuelve a confiar en él como rostro visible de Invictus Intense, la fragancia que verá la luz este mes de febrero junto a Olympea Intense, la versión femenina personificada por la modelo brasileña Luma Grothe. Horas antes de la presentación de los nuevos aromas en el Museo Grévin –museo de cera– de la capital francesa, nos citamos con Youngquest en una suite Louis XVI del Hotel Meurice. A pesar de la discreción de su riguroso estilismo negro, no consigue pasar desapercibido. “La verdad es que pensaba que nadie me reconocería en París pero ayer mismo uno de los conserjes del hotel me paró para preguntarme si era ‘el tío del anuncio’. Se me acercó porque quería saber si mis tatuajes eran de verdad o falsos. Cuando le dije que eran reales se quitó sus guantes blancos para enseñarme los suyos. Fue muy divertido”, nos cuenta entre risas.
Cuando el mismísimo Bruce Weber lo fotografió a principios de la década para una campaña de ropa interior, el trabajado ‘six pack’ del australiano apareció como un lienzo en blanco por obra y gracia del photoshop. Ni rastro de sus tatuajes. “Es verdad que hacerte tantos ‘tattoos’ puede limitar tu carrera como modelo pero no me importa. Forman parte de mí y todos tienen un significado especial”, aclara. “Mi favorito es este –afirma señalando la sirena que luce en el antebrazo–. Me gusta porque personifica la belleza del mar, todo aquello que se esconde debajo de las aguas y se escapa a nuestra vista”. Esta respuesta resume muy bien nuestro encuentro: Youngquest se esfuerza en dejar claro que debajo de su evidente atractivo, hay algo más. Ya saben, romper con el estereotipo. Reitera en sus respuestas lo afortunado que es por estar en una posición que le permite hacer las cosas que le interesan: desde posar desnudo para recaudar fondos contra el cáncer de testículos hasta correr una maratón para la ONG Team for Kids, como hizo el año pasado. “No me veo a mí mismo como una celebridad pero, gracias a las redes sociales, puedo tener cierta influencia e interactuar con la gente. Quiero aprovechar eso como plataforma para apoyar causas solidarias que me importan”, insiste.
Una de esas causas es su activismo por los derechos LGTB. No es homosexual –está casado con una joven llamada Mira Jones que también le acompaña en su viaje a la ciudad de la luz– pero se ha posicionado en numerosas ocasiones a favor de la libertad sexual. Cuando su compañero, el jugador de rugby Gareth Thomas salió del armario, Youngquest le mostró su apoyo públicamente. “La verdad es que todos recibimos muy bien la noticia y no afectó para nada al equipo”, recuerda. “No entiendo por qué aún resulta difícil salir del armario en el ámbito del deporte. Puede que sea por el estereotipo de que los deportistas tienen que ser masculinos y ‘fuertes’ pero esa creencia está totalmente desfasada. Estamos en 2017 y es una locura que tantísima gente que practica deporte no hable de su verdadera orientación sexual. Pero estoy seguro de que cambiará”, afirma agravando el gesto.
A pesar de que abandonó el rugby profesional para entregarse por completo a su carrera como modelo, no ha dejado el deporte. Es profesor de yoga y lo practica todos los días: “Cuando viajo es más difícil pero por lo menos le dedico veinte minutos diarios”. En Instagram, red social en la que es bastante activo, suele colgar vídeos haciendo gala de sus proezas en esta disciplina. “Lo llevo practicando desde que me retiré del deporte y me ayuda a encontrar el equilibrio. A estar tranquilo y tener la mente clara”, explica. La constancia entrenando y su afición por cuidarse la piel son las claves de su rutina de belleza. “Desde que tenía 16 años mi madre me enseñó la importancia de utilizar limpiadores y cremas. Y se lo agradezco. No me obsesiono con ello pero sí me gusta aplicarme un par de productos mañana y noche. Y no me lleva más de cinco minutos. Para algunos hombres esto será mucho tiempo porque salen de la ducha y listo pero es verdad que las cosas están cambiando. Es bonito cuidarse a uno mismo”, nos cuenta.
Youngquest se expresa con una naturalidad bastante alejada de esa imagen arrogante que proyectan algunos modelos. Lleva horas hablando con prensa de todo el mundo y no parece cansado. Se nota que le gusta su trabajo o que, al menos, sabe cómo aparentarlo. “¿De verdad no hay nada malo en esto de ser modelo?”, le preguntamos. “Si tuviera que elegir qué es lo que menos me gusta diría que esperar en el set. Soy una persona con mucha energía y disparar una campaña requiere de muchas esperas. Nunca terminan de preparar las cosas y yo digo todo el rato: ‘Estoy listo, estoy listo’. Pero si esto es lo peor que tiene ser modelo me parece bien, compro”, contesta entre risas.
La industria del modelaje es una de las pocas, tal vez la única, en la que las mujeres están mucho mejor pagadas que los hombres (en muchos casos ellos cobran un 75% menos, según la BBC). Tampoco este dato consigue perturbar ni ofender el ego del australiano: “Me parece muy bien”, espeta sin pensárselo dos veces. “Sería genial que ocurriese en otros sectores. Las mujeres están peor pagadas en cualquier otra profesión, así que creo que es genial que cobren más en esta. Hay mujeres increíbles ahí fuera modelando que no solo utilizan esta plataforma para ganar dinero, sino para ser activistas y poder mejorar el mundo: ayudando a los niños en sus países de procedencia o luchando por los derechos femeninos”. Y tampoco titubea –como siguen haciendo multitud de ‘celebrities’– cuando le preguntamos si se considera feminista: “Por supuesto. Creo que las marchas de hace unos días en las que mujeres, hombres y niños de todo el mundo salieron a la calle para protestar son muy poderosas”. Y termina con convicción: “Las mujeres han estado tapadas durante mucho tiempo y ya es hora de cambiar”.
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