Imagen: Deia / Inauguración de Zinegoak 2017 |
Jon Mujika | Deia, 2017-02-21
http://www.deia.com/2017/02/21/bizkaia/ecos-de-sociedad/el-cine-que-vuela-hacia-la-luna-diversidad
En la cuenta atrás que anunció el despegue de una nueva edición de Zinegoak (son ya, con este, catorce ‘calendarios’...) hubo un homenaje a Susan Sontag en el Museo Guggenheim, la proyección del documental ‘Mi reflejo’ de Yolanda Cosgaya y Silvia Pedraza, en torno a la infancia ‘tran’s en Bilborock, una ‘webfest’ de web series y videojuegos LGTB en Bilbao Berrikuntza Faktoria, todo ello dinamizado por Rose Of Dolls y una noche de variedades, también Bilborock, preámbulo todo ello del día de ayer, en el que el Teatro Arriaga se convirtió en el Cabo Cañaveral del festival, la plataforma desde la que saltó el cine hacia la luna ‘Diversidad’.
En una ceremonia presentado por Mitxel Santamaría y Aitziber Garmendia, el cineasta portugués João Pedro Rodrigues, acompañado por João Rui Guerra, recogió su premio honorífico Zinegoak 2017, mientras que Hassan Kamoga hizo lo propio con el premio especial Zinegoak al Queer Kampala, el festival de cine LGTB de Uganda. Para ellos fueron las mayores emociones del día, los fuegos artificiales de la noche.
Y, sin embargo, un escalofrío de emoción corrió por la espina dorsal de Pau G. Guillén, director del festival Zinegoak, supongo. Al menos así lo imagina uno al ver cómo el gentío se arremolinó alrededor de la gala inaugural, catorce años después de la primera. A la cita acudieron el consejero de Cultura y Política Lingüística, Bingen Zupiria; el alcalde de Bibao, Juan Mari Aburto; las concejalas Nekane Alonso, Itziar Urtasun y Beatriz Marcos, entre otra gente munícipe; Iñaki López de Aguileta, Beatriz Artolazabal, María Guijarro, Roberto Narbona, Ekaitz Alonso, Ibon Sánchez, Javier García, Xabier Legarreta e Iñigo Iturrate, entre otros nombres propios de la cita.
Entre la alfombra roja y el mármol desfilaron, además de los citados, Ignacio Malaina, gerente del teatro, y el director bilbaino Juan Flahn, junto a los actores Jorge Monge y Candela Peña para el estreno de los cortometrajes ‘La evidencia’ y ‘Alto riesgo’, que forman parte de la serie ‘Indetectables’ de Apoyo Positivo. Todos los nombrados fueron testigos de la proyección del documental ‘Les vies de Thérèse’, del director francés Sébastien Lifshitz. Junto a los citados, insisto, había cientos. Y entre ellos se encontraban Pedro Andrade, Roberto Alonso, Unai Carrera, Ager Mendieta, Itxaso Molinuevo, Vania San Martín, Ane Inés Landeta, Aitor Mesa, ‘embajador’ de la revista ‘Blue’; Bárbara Lady Nittles, Alfonso Setiey, Alex Argoitia, Nuria López Torres, autora del cartel; Pau Tebar, Roberto Castón, Txema Ezkerra, Jara Ayúcar, Oneka Álvarez, David Ontoria, Pedro Gallastegi, Mikel Arrate, Begoña Purroy, Nekane Guisasola y un sinfín de ‘invitadxs’ y ‘acreditadxs’, la forma correcta de escribirlo, según me chistan.
En una ceremonia presentado por Mitxel Santamaría y Aitziber Garmendia, el cineasta portugués João Pedro Rodrigues, acompañado por João Rui Guerra, recogió su premio honorífico Zinegoak 2017, mientras que Hassan Kamoga hizo lo propio con el premio especial Zinegoak al Queer Kampala, el festival de cine LGTB de Uganda. Para ellos fueron las mayores emociones del día, los fuegos artificiales de la noche.
Y, sin embargo, un escalofrío de emoción corrió por la espina dorsal de Pau G. Guillén, director del festival Zinegoak, supongo. Al menos así lo imagina uno al ver cómo el gentío se arremolinó alrededor de la gala inaugural, catorce años después de la primera. A la cita acudieron el consejero de Cultura y Política Lingüística, Bingen Zupiria; el alcalde de Bibao, Juan Mari Aburto; las concejalas Nekane Alonso, Itziar Urtasun y Beatriz Marcos, entre otra gente munícipe; Iñaki López de Aguileta, Beatriz Artolazabal, María Guijarro, Roberto Narbona, Ekaitz Alonso, Ibon Sánchez, Javier García, Xabier Legarreta e Iñigo Iturrate, entre otros nombres propios de la cita.
Entre la alfombra roja y el mármol desfilaron, además de los citados, Ignacio Malaina, gerente del teatro, y el director bilbaino Juan Flahn, junto a los actores Jorge Monge y Candela Peña para el estreno de los cortometrajes ‘La evidencia’ y ‘Alto riesgo’, que forman parte de la serie ‘Indetectables’ de Apoyo Positivo. Todos los nombrados fueron testigos de la proyección del documental ‘Les vies de Thérèse’, del director francés Sébastien Lifshitz. Junto a los citados, insisto, había cientos. Y entre ellos se encontraban Pedro Andrade, Roberto Alonso, Unai Carrera, Ager Mendieta, Itxaso Molinuevo, Vania San Martín, Ane Inés Landeta, Aitor Mesa, ‘embajador’ de la revista ‘Blue’; Bárbara Lady Nittles, Alfonso Setiey, Alex Argoitia, Nuria López Torres, autora del cartel; Pau Tebar, Roberto Castón, Txema Ezkerra, Jara Ayúcar, Oneka Álvarez, David Ontoria, Pedro Gallastegi, Mikel Arrate, Begoña Purroy, Nekane Guisasola y un sinfín de ‘invitadxs’ y ‘acreditadxs’, la forma correcta de escribirlo, según me chistan.
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