Imagen: El Mundo / Rodsrigo Alves |
Se ha sometido a 51 operaciones y gastados 425.000 euros para parecerse al novio de Barbie. Se ha quemado una capa de la piel para parecer un bebé.
Conxa Rodríguez | El Mundo, 2017-02-27
http://www.elmundo.es/loc/2017/02/27/58b05c0646163f7e248b46a6.html
El brasileño residente en Londres Rodrigo Alves (33) ha sido incluido en el libro ‘Guinness de los Récords’ por haberse sometido al "Mayor número de procedimientos cosméticos", que incluyen 51 intervenciones de cirugía estética y un centenar de tratamientos. La última intervención ha sido la más sonada, realizada hace pocos días, al quemarle con un sistema de rayos láser CO2 la capa de piel de la cara para que la que surja debajo parezca "piel de bebé" o de "porcelana", según cuenta él a distintos medios.
"Antes de operarme, mi alma y mi personalidad no estaban cómodas con mi cuerpo, ahora me he encontrado a mí mismo con la nueva apariencia", cuenta el brasileño que empezó a los 17 años a someterse a intervenciones de cirugía estética porque se burlaban de su aspecto físico. Ahora le llaman el "Ken humano", el muñeco-pareja de la muñeca Barbie. Además, lleva gastadas 370.000 libras (unos 425.000 euros) en modificarse el aspecto físico y ha llegado a hacerse un oficio de su apariencia.
Ken participa en un programa de la televisión americana, ‘Plastics of Hollywood’, y es conocido, en un cierto círculo de medios y programas, por su transformación física. "Me invitan a los Oscar y a las fiestas de Elton John, soy conocido en casi todo el mundo", asegura, sin ningún tipo de duda. La vida como muñeco le conlleva también inconvenientes como cuando llega al control de pasaportes de un aeropuerto y su cara no coincide exactamente con la de la fotografía del pasaporte. "Siempre me ponen obstáculos y tardo más tiempo del previsto para pasar el control", explica.
Sobre la quema de una capa de la piel para aparentar cara de porcelana, dice que "ha sido la intervención más esperada de mi vida, la que me eliminará, además, todas las manchas y todas las marcas". Tras la intervención del láser CO2 no necesitará maquillaje ni potingues.
Rodrigo Alves, como Dorian Gray, el personaje literario que se resiste a envejecer, dice que quiere "alargar mi juventud porque me encuentro mejor con aspecto joven". Rodrigo no ha tenido que vender el alma al diablo, sino que promociona las clínicas de cirugía estética en las que se somete a las intervenciones.
A los 10 años tuvo acné y lo probó todo para combatirlo. Ha llegado a los 33 años con la piel de bebé. El ‘look’ natural, obviamente, no es para él.
"Antes de operarme, mi alma y mi personalidad no estaban cómodas con mi cuerpo, ahora me he encontrado a mí mismo con la nueva apariencia", cuenta el brasileño que empezó a los 17 años a someterse a intervenciones de cirugía estética porque se burlaban de su aspecto físico. Ahora le llaman el "Ken humano", el muñeco-pareja de la muñeca Barbie. Además, lleva gastadas 370.000 libras (unos 425.000 euros) en modificarse el aspecto físico y ha llegado a hacerse un oficio de su apariencia.
Ken participa en un programa de la televisión americana, ‘Plastics of Hollywood’, y es conocido, en un cierto círculo de medios y programas, por su transformación física. "Me invitan a los Oscar y a las fiestas de Elton John, soy conocido en casi todo el mundo", asegura, sin ningún tipo de duda. La vida como muñeco le conlleva también inconvenientes como cuando llega al control de pasaportes de un aeropuerto y su cara no coincide exactamente con la de la fotografía del pasaporte. "Siempre me ponen obstáculos y tardo más tiempo del previsto para pasar el control", explica.
Sobre la quema de una capa de la piel para aparentar cara de porcelana, dice que "ha sido la intervención más esperada de mi vida, la que me eliminará, además, todas las manchas y todas las marcas". Tras la intervención del láser CO2 no necesitará maquillaje ni potingues.
Rodrigo Alves, como Dorian Gray, el personaje literario que se resiste a envejecer, dice que quiere "alargar mi juventud porque me encuentro mejor con aspecto joven". Rodrigo no ha tenido que vender el alma al diablo, sino que promociona las clínicas de cirugía estética en las que se somete a las intervenciones.
A los 10 años tuvo acné y lo probó todo para combatirlo. Ha llegado a los 33 años con la piel de bebé. El ‘look’ natural, obviamente, no es para él.
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