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| Imagen: La Voz de Galicia / Carson McCuller |
La escritora estadounidense es uno de los grandes nombres de la literatura, en la estela de Faulkner y su gótico sureño.
Á.S. · Colpisa | La Voz de Galicia, 2017-02-19
http://www.lavozdegalicia.es/noticia/cultura/2017/02/19/reeditan-obra-carson-mccullers-centenario-nacimiento-cumple-hoy/0003_201702G19P34993.htm
Solo vivió 50 años, que además estuvieron llenos de turbulencias: una fiebre reumática que la castigó desde niña, un matrimonio fallido, problemas con el alcohol, un ataque cerebral que dejó paralizada la mitad de su cuerpo y finalmente, un cáncer de mama y un ataque al corazón que acabó con ella. Y pese a lo anterior, la escritora Carson McCullers (Columbus, Georgia, 1917-Nueva York, 1967) es uno de los grandes nombres de la literatura, en la estela de Faulkner y su gótico sureño. McCullers publicó siete libros y sus personajes al límite y sus atmósferas extrañas son un buen reflejo de su difícil vida. En el centenario de su nacimiento, que se cumple hoy, y en el cincuentenario de su muerte, Seix Barral recupera su obra completa en España.
El difícil sur de EE.UU. fue el trasfondo de su obra, aunque McCullers se marchó con 17 años a Nueva York, donde dejó su temprana vocación musical para centrarse en la literatura. Su primer relato fue ‘Wunderkind’ (que después incluyó en ‘La balada del café triste’) y su debut en la novela llegó con ‘El corazón es un cazador solitario’, con el personaje principal, el inolvidable sordomudo John Singer, como metáfora de la soledad, la marginación y el rechazo.
La literatura se convirtió en el refugio de McCullers. En los siguientes años, mientras su vida era un calvario, su producción literaria alcanzaba el éxito con ‘Reflejos de un ojo dorado’ (1941), en el que toca temas difíciles para la época, como la homosexualidad o la infidelidad, y sobre todo, su libro de relatos más reconocido, ‘La balada de un café triste’ (1943). Tras ‘Frankie y la boda’ (1945) llegó un silencio que se rompió en 1961 con ‘Reloj sin manecillas’, escrita seis años antes de su muerte y legado último de una escritora erigida ya en clásico.
El difícil sur de EE.UU. fue el trasfondo de su obra, aunque McCullers se marchó con 17 años a Nueva York, donde dejó su temprana vocación musical para centrarse en la literatura. Su primer relato fue ‘Wunderkind’ (que después incluyó en ‘La balada del café triste’) y su debut en la novela llegó con ‘El corazón es un cazador solitario’, con el personaje principal, el inolvidable sordomudo John Singer, como metáfora de la soledad, la marginación y el rechazo.
La literatura se convirtió en el refugio de McCullers. En los siguientes años, mientras su vida era un calvario, su producción literaria alcanzaba el éxito con ‘Reflejos de un ojo dorado’ (1941), en el que toca temas difíciles para la época, como la homosexualidad o la infidelidad, y sobre todo, su libro de relatos más reconocido, ‘La balada de un café triste’ (1943). Tras ‘Frankie y la boda’ (1945) llegó un silencio que se rompió en 1961 con ‘Reloj sin manecillas’, escrita seis años antes de su muerte y legado último de una escritora erigida ya en clásico.
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