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| Imagen: Colega / Concentración de Colega en Madrid, 2017-04-12 |
Informes muestran la existencia de campos de concentración en la región.
Colega, 2017-04-12
http://colega.info/denuncia-persecucion-lgbt-chechenia/
Colega, el colectivo LGTB de Madrid, junto con los madrileños que han querido unirse a nuestro llamamiento, ha protestado hoy en la madrileña Puerta del Sol, denunciando la persecución sistemática que las autoridades de Chechenia están realizando contra el colectivo LGBT de la región.
El pasado 1 de abril, el diario ruso Novaya Gazeta denunció el secuestro de cientos de hombres, orquestado por las autoridades de la república rusa de Chechenia, bajo el pretexto de ser homosexuales. Según la información de este medio, las víctimas fueron sometidas a torturas y malos tratos, para obligar a estas personas a delatar a otros miembros de la comunidad LGBT. Además, Novaya Gazeta también afirmaba que, al menos, tres personas habían sido asesinadas por esta misma razón.
Este diario también denunció, en los días siguientes a la publicación de esta noticia, la existencia de al menos un campo de concentración, cerca de Grozni, la capital de Chechenia. El propósito de este campo sería aparentemente el de poder confinar y torturar, secretamente, a los ciudadanos secuestrados. Además, Novaya Gazeta sugiere que este campo de concentración no sería el único del que dispone la policía chechena.
Varios organismos internacionales, como ILGA-Europe -la Oficina Europea de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales- o Amnistía Internacional ya han denunciado y condenado este hecho. Además, otras organizaciones rusas de defensa de los derechos LGBT están estudiando la manera de proteger a las personas LGBT, ofreciéndoles incluso la huida de Chechenia para garantizar su seguridad.
Chechenia y la Federación Rusa comparten la misma actitud LGBTfoba
Hablar de Chechenia es hablar de Rusia. Esta república del Cáucaso ruso ha sido un foco de inestabilidad constante, especialmente en la década de 1990. El gobierno ruso ha conseguido reducir el movimiento separatista, y colocar en el Gobierno a un hombre que responde a las tesis de Moscú, Razman Kadyrov, conocido por su cruzada para mantener el orden público y lo que es “tradicional”.
En Moscú, el Gobierno de la Federación lleva incrementando la represión y persecución de LGBT varios años, con la aprobación de varias leyes draconianas que persiguen cualquier promoción positiva de la homosexualidad, y por tanto impidiendo la libre expresión y la lucha por los derechos LGBT, que en definitiva son los Derechos Humanos.
Desde Colega, creemos que la lucha por la consecución de los derechos humanos es una aspiración universal que no admite pausas ni reconocimientos parciales. Es cierto que siempre las leyes de un país son justas, pero, en el caso ruso, la retórica antihomosexual está trufada de despropósitos, mentiras y tergiversaciones. Ya es conocida la confusión malintencionada de pedofilia y homosexualidad, usando la famosa excusa de que están “protegiendo a los menores”.
Otra muestra más del desprecio de las autoridades rusas hacia nuestro colectivo
Para Samir Bargachi, presidente de Colega Madrid, éste es “otro paso en un deterioro generalizado y organizado contra los LGBT rusos y sus defensores”. “Las informaciones publicadas son muestra de la omisión y la comisión de todo tipo de delitos por parte de las autoridades chechenas y rusas en su lucha contra nuestro colectivo”, continua Bargachi, “que incluso contribuyen a la violencia y el acoso con todo tipo de comentarios despectivos, insultantes y homófobos.”
Rusia es miembro del Consejo de Europa y firmante de varios tratados internacionales de protección de los derechos humanos. “Esta persecución es otro peligroso mensaje de odio que Rusia está dando al mundo sobre el respeto de los Derechos Humanos”, declara el presidente colega, “y la Unión Europea, el Consejo de Europa y la ONU deben reaccionar ante este atropello fragante de algo que dicen defender”.
Desde Colega Madrid exigimos a las autoridades de Chechenia y al Gobierno ruso que cesen en la persecución organizada de nuestra comunidad. Sus actitudes retrógradas condenan al ostracismo y el oscurantismo a todo un colectivo cada vez más visible y reivindicativo en un país que se considera occidental. No podemos tolerar la existencia de barreras que nos impidan disfrutar de nuestros derechos y libertades. Pero tenemos que protestar aún más fuerte cuando es la coacción, la violencia institucional y el asesinato de seres humanos, como en este caso, lo que no nos deja vivir en libertad.
El pasado 1 de abril, el diario ruso Novaya Gazeta denunció el secuestro de cientos de hombres, orquestado por las autoridades de la república rusa de Chechenia, bajo el pretexto de ser homosexuales. Según la información de este medio, las víctimas fueron sometidas a torturas y malos tratos, para obligar a estas personas a delatar a otros miembros de la comunidad LGBT. Además, Novaya Gazeta también afirmaba que, al menos, tres personas habían sido asesinadas por esta misma razón.
Este diario también denunció, en los días siguientes a la publicación de esta noticia, la existencia de al menos un campo de concentración, cerca de Grozni, la capital de Chechenia. El propósito de este campo sería aparentemente el de poder confinar y torturar, secretamente, a los ciudadanos secuestrados. Además, Novaya Gazeta sugiere que este campo de concentración no sería el único del que dispone la policía chechena.
Varios organismos internacionales, como ILGA-Europe -la Oficina Europea de la Asociación Internacional de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales- o Amnistía Internacional ya han denunciado y condenado este hecho. Además, otras organizaciones rusas de defensa de los derechos LGBT están estudiando la manera de proteger a las personas LGBT, ofreciéndoles incluso la huida de Chechenia para garantizar su seguridad.
Chechenia y la Federación Rusa comparten la misma actitud LGBTfoba
Hablar de Chechenia es hablar de Rusia. Esta república del Cáucaso ruso ha sido un foco de inestabilidad constante, especialmente en la década de 1990. El gobierno ruso ha conseguido reducir el movimiento separatista, y colocar en el Gobierno a un hombre que responde a las tesis de Moscú, Razman Kadyrov, conocido por su cruzada para mantener el orden público y lo que es “tradicional”.
En Moscú, el Gobierno de la Federación lleva incrementando la represión y persecución de LGBT varios años, con la aprobación de varias leyes draconianas que persiguen cualquier promoción positiva de la homosexualidad, y por tanto impidiendo la libre expresión y la lucha por los derechos LGBT, que en definitiva son los Derechos Humanos.
Desde Colega, creemos que la lucha por la consecución de los derechos humanos es una aspiración universal que no admite pausas ni reconocimientos parciales. Es cierto que siempre las leyes de un país son justas, pero, en el caso ruso, la retórica antihomosexual está trufada de despropósitos, mentiras y tergiversaciones. Ya es conocida la confusión malintencionada de pedofilia y homosexualidad, usando la famosa excusa de que están “protegiendo a los menores”.
Otra muestra más del desprecio de las autoridades rusas hacia nuestro colectivo
Para Samir Bargachi, presidente de Colega Madrid, éste es “otro paso en un deterioro generalizado y organizado contra los LGBT rusos y sus defensores”. “Las informaciones publicadas son muestra de la omisión y la comisión de todo tipo de delitos por parte de las autoridades chechenas y rusas en su lucha contra nuestro colectivo”, continua Bargachi, “que incluso contribuyen a la violencia y el acoso con todo tipo de comentarios despectivos, insultantes y homófobos.”
Rusia es miembro del Consejo de Europa y firmante de varios tratados internacionales de protección de los derechos humanos. “Esta persecución es otro peligroso mensaje de odio que Rusia está dando al mundo sobre el respeto de los Derechos Humanos”, declara el presidente colega, “y la Unión Europea, el Consejo de Europa y la ONU deben reaccionar ante este atropello fragante de algo que dicen defender”.
Desde Colega Madrid exigimos a las autoridades de Chechenia y al Gobierno ruso que cesen en la persecución organizada de nuestra comunidad. Sus actitudes retrógradas condenan al ostracismo y el oscurantismo a todo un colectivo cada vez más visible y reivindicativo en un país que se considera occidental. No podemos tolerar la existencia de barreras que nos impidan disfrutar de nuestros derechos y libertades. Pero tenemos que protestar aún más fuerte cuando es la coacción, la violencia institucional y el asesinato de seres humanos, como en este caso, lo que no nos deja vivir en libertad.
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