Imagen: El País / MADO 2018 |
Servimedia | El Economista, 2018-07-09
http://ecodiario.eleconomista.es/sociedad/noticias/9261780/07/18/Quejas-de-activistas-lgtb-al-feminismo-no-le-hacen-falta-carrozas-para-hacer-historia.html
Varios activistas LGTB han dado la voz de alarma por lo que consideran una ruptura del "equilibrio" entre la vertiente reivindicativa y la festiva del Orgullo LGTB. Decisiones como adelantar la manifestación a las 17.30 horas en pleno mes de julio para alargar el desfile de carrozas y la inclusión de grandes empresas han levantado ampollas en varios colectivos.
Si en 2016 participaron 29 carrozas en el Orgullo, este año lo han hecho 47. Esto implica dedicar más tiempo al desfile en detrimento de la manifestación que precede a la parte festiva, con la consecuencia de que los manifestantes una minoría comparada con los asistentes al paso de las carrozas- marcharon a pleno sol y con prisas para dar pie al desfile.
"Al feminismo no le hacen falta carrozas para hacer historia", criticó en declaraciones a Servimedia el escritor y divulgador LGTB Ramón Martínez, al recordar el apoyo "masivo" a la manifestación del 8 de marzo. Para él, "el feminismo tiene un análisis global y acertado" que, a su juicio, ha perdido el movimiento LGTB al despreciar su "teoría crítica".
Otro activista asegura que el Orgullo LGTB se ha convertido en un "desfile de marcas", un modelo amparado por los organizadores al priorizar, a su juicio, la vertiente festiva a la protesta.
Y es que el desfile sale sumamente rentable para los organizadores Cogam y la Federación LGTB-, que llegan a cobrar "hasta 6.000 euros" por carroza, según las fuentes consultadas por esta agencia, y que estuvieron fletadas por compañías como Vodafone, Red Bull o Deliveroo; partidos políticos como Podemos, PSOE y Ciudadanos, y sindicatos como CCOO.
"La parte festiva es algo que decora y atrae la atención; desde el año pasado, hemos visto una deriva en que la parte reivindicativa se ve mermada", explicó Martínez. Otro activista que prefiere no ser citado aseguró que el Orgullo se ha convertido en un "desfile de marcas" que ha hecho que se pierda el espíritu reivindicativo.
Sábado a pleno sol
Según varios colectivos LGTB, la manifestación de este año tuvo "menos seguimiento", y acusaron directamente a los organizadores Cogam y la Federación Estatal LGTB- de modificar los horarios para priorizar el desfile. En 2016, año anterior al World Pride, la protesta se inició a las 18.30 horas, mientras que este año se adelantó a las 17.30, una "tortura para los manifestantes" por el calor.
Para Ramón Martínez, Orgullo "siempre ha sido tanto manifestación como fiesta, la manifiesta", pero este año ha habido "una gestión del orgullo con interés de parte" al perderse el "equilibrio" entre ambos aspectos del evento.
Por eso reclaman a los organizadores que expliquen "por qué este nuevo modelo" que, a su juicio, se basa en una "manifestación rápida" para dar paso cuanto antes a la fiesta y las carrozas.
Si en 2016 participaron 29 carrozas en el Orgullo, este año lo han hecho 47. Esto implica dedicar más tiempo al desfile en detrimento de la manifestación que precede a la parte festiva, con la consecuencia de que los manifestantes una minoría comparada con los asistentes al paso de las carrozas- marcharon a pleno sol y con prisas para dar pie al desfile.
"Al feminismo no le hacen falta carrozas para hacer historia", criticó en declaraciones a Servimedia el escritor y divulgador LGTB Ramón Martínez, al recordar el apoyo "masivo" a la manifestación del 8 de marzo. Para él, "el feminismo tiene un análisis global y acertado" que, a su juicio, ha perdido el movimiento LGTB al despreciar su "teoría crítica".
Otro activista asegura que el Orgullo LGTB se ha convertido en un "desfile de marcas", un modelo amparado por los organizadores al priorizar, a su juicio, la vertiente festiva a la protesta.
Y es que el desfile sale sumamente rentable para los organizadores Cogam y la Federación LGTB-, que llegan a cobrar "hasta 6.000 euros" por carroza, según las fuentes consultadas por esta agencia, y que estuvieron fletadas por compañías como Vodafone, Red Bull o Deliveroo; partidos políticos como Podemos, PSOE y Ciudadanos, y sindicatos como CCOO.
"La parte festiva es algo que decora y atrae la atención; desde el año pasado, hemos visto una deriva en que la parte reivindicativa se ve mermada", explicó Martínez. Otro activista que prefiere no ser citado aseguró que el Orgullo se ha convertido en un "desfile de marcas" que ha hecho que se pierda el espíritu reivindicativo.
Sábado a pleno sol
Según varios colectivos LGTB, la manifestación de este año tuvo "menos seguimiento", y acusaron directamente a los organizadores Cogam y la Federación Estatal LGTB- de modificar los horarios para priorizar el desfile. En 2016, año anterior al World Pride, la protesta se inició a las 18.30 horas, mientras que este año se adelantó a las 17.30, una "tortura para los manifestantes" por el calor.
Para Ramón Martínez, Orgullo "siempre ha sido tanto manifestación como fiesta, la manifiesta", pero este año ha habido "una gestión del orgullo con interés de parte" al perderse el "equilibrio" entre ambos aspectos del evento.
Por eso reclaman a los organizadores que expliquen "por qué este nuevo modelo" que, a su juicio, se basa en una "manifestación rápida" para dar paso cuanto antes a la fiesta y las carrozas.
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