Imagen: Google Imágenes / Muriel Penicaud |
Ikusle, 2018-07-22
http://www.ikusle.com/francia-prohibe-llamar-a-los-ninos-begona-benat-garbine-inaki-o-zurine-porque-supone-un-atentado-contra-la-unidad-del-pais/
La ministra de Trabajo Muriel Penicaud ha ratificado la decisión adoptada por el Registro Civil de Francia, avalada por los tribunales galos, de prohibir inscribir en el mismo a niños cuyo nombre contenga signos diacríticos como la letra eñe. Con esta polémica decisión, un buen número de niños con nombres en euskera como Begoña, Beñat, Eñaut, Garbiñe, Iñaki, Iñigo o Zuriñe entre otros no podrán ser inscritos, salvo que sustituyan la eñe por la letra ene.
El origen de la disputa se remonta al caso de un niño bretón llamado Fañch (Francisco) cuyos padres llevan más de un año luchando con las autoridades para poder registrar el nombre original de su hijo. Según el Registro Civil y la Justicia francesa, la eñe contiene un signo diacrítico no admitido por la Academia Francesa.
El 23 de julio de 2014, el Registro Civil galo emitió una circular rechazando el uso de la ñ por suponer un “atentado contra la unidad del país”. A fin de cambiar esta normativa, los padres de Fañch acudieron a la Justicia pero un tribunal de la ciudad bretona de Quimper les negó la posibilidad de inscribir al pequeño con ese nombre ya que, según la sentencia, significaría “romper la voluntad de nuestro Estado de derecho para mantener la unidad del país y la igualdad sin distinción de origen”.
Según la ministra de Trabajo, el ejecutivo de Emmanuel Macron apoya la decisión tomada por el Registro Civil y la Justicia a pesar de que la eñe es imprescindible para el uso de idiomas como el bretón o el euskera que son hablados por decenas de miles de personas en el Estado francés. Según las leyes lingüísticas vigentes en Francia en la actualidad, el euskera o el bretón, entre otras tantas lenguas regionales, no tienen la consideración de idiomas oficiales o cooficiales, gozando de este privilegio en exclusiva el idioma francés.
El origen de la disputa se remonta al caso de un niño bretón llamado Fañch (Francisco) cuyos padres llevan más de un año luchando con las autoridades para poder registrar el nombre original de su hijo. Según el Registro Civil y la Justicia francesa, la eñe contiene un signo diacrítico no admitido por la Academia Francesa.
El 23 de julio de 2014, el Registro Civil galo emitió una circular rechazando el uso de la ñ por suponer un “atentado contra la unidad del país”. A fin de cambiar esta normativa, los padres de Fañch acudieron a la Justicia pero un tribunal de la ciudad bretona de Quimper les negó la posibilidad de inscribir al pequeño con ese nombre ya que, según la sentencia, significaría “romper la voluntad de nuestro Estado de derecho para mantener la unidad del país y la igualdad sin distinción de origen”.
Según la ministra de Trabajo, el ejecutivo de Emmanuel Macron apoya la decisión tomada por el Registro Civil y la Justicia a pesar de que la eñe es imprescindible para el uso de idiomas como el bretón o el euskera que son hablados por decenas de miles de personas en el Estado francés. Según las leyes lingüísticas vigentes en Francia en la actualidad, el euskera o el bretón, entre otras tantas lenguas regionales, no tienen la consideración de idiomas oficiales o cooficiales, gozando de este privilegio en exclusiva el idioma francés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.