Imagen: El Diario / Acción arcoíris en Moscú durante el Mundial de Fútbol Rusia 2018 |
Un acción de la Federación Estatal de Lesbianas Gais Transexuales y Bisexuales logra colar a seis activistas formando la bandera multicolor durante el Mundial de Rusia 2018.
Óscar Abou-Kassem | El Diario, 2018-07-06
https://www.eldiario.es/sociedad/arcoiris-regatea-ley-homofoba-rusa_0_789871032.html
No es fácil ser gay en Rusia. Las leyes aprobadas en 2013 por el Parlamento ruso pretendían hacer de su país un lugar hostil para el colectivo LGTBI y un infierno para su activistas. Rusia no permite el matrimonio entre personas del mismo sexo y las marchas del orgullo gay están prohibidas. Los homosexuales no pueden adoptar. La prohibición se extiende a los solteros de los países donde es legal el matrimonio gay. Una ley “contra la propaganda homosexual” condena la difusión de cualquier tipo de información sobre la homosexualidad dirigida a menores de edad con multas y penas de cárcel. La obsesión de la autoridades rusas es tal que no quieren ver la bandera multicolor en ningún lado.
En este ambiente agresivo con la comunidad LGTBI se está celebrando en Rusia el Mundial de fútbol. Un grupo de seis activistas viajó a Moscú entre el 28 de junio y el 1 de julio para pasear la bandera arcoíris de una manera audaz ante el mismísimo Kremlin. Cada uno de los participantes usó la camiseta de su selección nacional, y sus respectivos colores, para formar entre todos la bandera del arcoíris. La icónica bandera quedó compuesta por las camisetas de España, Holanda, Brasil, México, Argentina y Colombia, éstas dos últimas con sus segundas equipaciones.
Todos viajaron a Moscú acompañados por el fotógrafo Javier Tles en una iniciativa organizada por la Federación Estatal de Lesbianas Gais Transexuales y Bisexuales (FELGTB) en colaboración con la agencia LOLA MullenLowe. La campaña, desarrollada bajo el lema #Hiddenflag pretende dar visibilidad a todas las personas que viven en Rusia y se enfrentan a la discriminación y el miedo a diario. Y también en otras partes del mundo donde las personas LGTBI son perseguidas, humilladas o marginadas.
Un estudio reciente del Centro de Investigación Social Independiente, con sede en Moscú, desvela que los crímenes de odio contra la comunidad LGTBI se han duplicado en Rusia desde 2013, mientras que Human Rights Watch International ha denunciado que "la policía rusa no cumple a la hora de prevenir el acoso o al investigar los crímenes contra la comunidad LGTBI”. El informe también hace referencia a los informes de que al menos 100 homosexuales han sido detenidos y torturados en Chechenia.
"Hacerse visible siempre es un riesgo. Pero hacerlo con miles de aficionados del mundial y la prensa delante, es lo que nos motivó a desarrollar esta original protesta", cuenta Uge Sangil, presidente de FELGTB España.
Los protagonistas de la acción fueron:
Marta Márquez: “Me llamaron y no me lo pensé dos veces”
Escritora española de 39 años y presidenta de GALEHI, Asociación de Familias LGBTI. Pertenece al grupo de familias de FELGTB. Se dio cuenta de que era lesbiana estando casada y con un hijo. Se separó, quedando sola, con un hijo de 2 años y sin amistades que pudiesen guiarle. Ahí es cuando decidió ser activista. Ya al entrar en la comunidad se dio cuenta de la importancia de luchar por los derechos aún no adquiridos.
“Estuvimos en varios eventos y en la fan zone de la Plaza Roja. Nadie se dio cuenta o nos dijo que nuestros colores formaban la bandera del orgullo. La experiencia ha sido un reto teniendo en cuenta lo que podía pasar”, cuenta Márquez en conversación telefónica con eldiario.es. Cuando comentó a su familia y amigos que viajaba a Rusia sin revelar el motivo de su viaje recibió todo tipo de advertencias aun sin saber el verdadero motivo de su viaje: “La verdad es que la experiencia ha sido todo un reto teniendo en cuenta lo que nos podía haber pasado”.
Mateo Fernández “Espero que algo de esto le llegue a Putin y se pueda cambiar la historia”
Bisexual desde los 18 años. Estudió en Estados Unidos y volvió a Colombia a terminar sus estudios. Se mudó a París hace 5 años tras recibir una oferta de trabajo como creativo publicitario en una agencia de publicidad internacional.
Guillermo Aguilar León, “Que la comunidad LGTBI Rusa sepa que no están solos”
Documentalista mexicano de 33 años. Con 21 años y cuando abandonó el hogar familiar comunicó a su familia que era homosexual. Su padre no lo recibió bien. Viajó a Barcelona para estudiar cine documental y se enamoró. Vive con su pareja Manolo con el que se casó hace 5 años. Actualmente viven en Barcelona.
Vanesa Paola Ferrario: “Quería protestar contra las injusticias que se cometen en Rusia y hacen llorar al mundo entero”
Argentina de 36 años. Vive en Buenos Aires, amante del fútbol y de la selección Argentina. Asumió públicamente su condición de lesbiana cuando tenía 23 años. Antes de eso pensaba convertirse en monja en búsqueda de un destino, una respuesta. Es editora de vídeo desde los 18 años. Considera que declararse lesbiana le dio la libertad para seguir haciendo lo que le gusta y perseguir sus sueños.
Eloi Pierozan: “Se trata de una llamada al amor”
Brasileño de 32 años. Descubrió que era gay a los 21. Viene de una ciudad pequeña de Brasil, donde fue muy difícil al vivir en un entorno muy conservador. Su hermana también es gay. Considera que éste es el proyecto más importante en el que ha participado, por el impacto de poder comunicar la naturaleza humana en Moscú. Vive desde hace un año en Holanda donde trabaja en el mundo del marketing.
Eric Houter: “Si nos hubiesen educado desde pequeños las personas LGBTI no tendrían que sentirse rechazados y podrían ser libres”
A pesar de ser heterosexual, desde niño tuvo que lidiar con la discriminación que ha sufrido su hermano que es bisexual y los prejuicios de un pueblo muy pequeño donde vivían. Se mudó a España de niño. Al ir creciendo se dio cuenta de que quería apoyar a su hermano e incentivar a que la gente abriera su mente. Decidió sumarse al proyecto cuando su hermano le pidió que fuese en representación suya. No lo dudó un segundo, no sólo para defender a su hermano sino que también la causa, tiene un cuñado marroquí que aún no puede declarase públicamente (ni siquiera con su familia), y por todos aquellos que no pueden expresar su amor libremente en el mundo. Un aliado en toda regla.
En este ambiente agresivo con la comunidad LGTBI se está celebrando en Rusia el Mundial de fútbol. Un grupo de seis activistas viajó a Moscú entre el 28 de junio y el 1 de julio para pasear la bandera arcoíris de una manera audaz ante el mismísimo Kremlin. Cada uno de los participantes usó la camiseta de su selección nacional, y sus respectivos colores, para formar entre todos la bandera del arcoíris. La icónica bandera quedó compuesta por las camisetas de España, Holanda, Brasil, México, Argentina y Colombia, éstas dos últimas con sus segundas equipaciones.
Todos viajaron a Moscú acompañados por el fotógrafo Javier Tles en una iniciativa organizada por la Federación Estatal de Lesbianas Gais Transexuales y Bisexuales (FELGTB) en colaboración con la agencia LOLA MullenLowe. La campaña, desarrollada bajo el lema #Hiddenflag pretende dar visibilidad a todas las personas que viven en Rusia y se enfrentan a la discriminación y el miedo a diario. Y también en otras partes del mundo donde las personas LGTBI son perseguidas, humilladas o marginadas.
Un estudio reciente del Centro de Investigación Social Independiente, con sede en Moscú, desvela que los crímenes de odio contra la comunidad LGTBI se han duplicado en Rusia desde 2013, mientras que Human Rights Watch International ha denunciado que "la policía rusa no cumple a la hora de prevenir el acoso o al investigar los crímenes contra la comunidad LGTBI”. El informe también hace referencia a los informes de que al menos 100 homosexuales han sido detenidos y torturados en Chechenia.
"Hacerse visible siempre es un riesgo. Pero hacerlo con miles de aficionados del mundial y la prensa delante, es lo que nos motivó a desarrollar esta original protesta", cuenta Uge Sangil, presidente de FELGTB España.
Los protagonistas de la acción fueron:
Marta Márquez: “Me llamaron y no me lo pensé dos veces”
Escritora española de 39 años y presidenta de GALEHI, Asociación de Familias LGBTI. Pertenece al grupo de familias de FELGTB. Se dio cuenta de que era lesbiana estando casada y con un hijo. Se separó, quedando sola, con un hijo de 2 años y sin amistades que pudiesen guiarle. Ahí es cuando decidió ser activista. Ya al entrar en la comunidad se dio cuenta de la importancia de luchar por los derechos aún no adquiridos.
“Estuvimos en varios eventos y en la fan zone de la Plaza Roja. Nadie se dio cuenta o nos dijo que nuestros colores formaban la bandera del orgullo. La experiencia ha sido un reto teniendo en cuenta lo que podía pasar”, cuenta Márquez en conversación telefónica con eldiario.es. Cuando comentó a su familia y amigos que viajaba a Rusia sin revelar el motivo de su viaje recibió todo tipo de advertencias aun sin saber el verdadero motivo de su viaje: “La verdad es que la experiencia ha sido todo un reto teniendo en cuenta lo que nos podía haber pasado”.
Mateo Fernández “Espero que algo de esto le llegue a Putin y se pueda cambiar la historia”
Bisexual desde los 18 años. Estudió en Estados Unidos y volvió a Colombia a terminar sus estudios. Se mudó a París hace 5 años tras recibir una oferta de trabajo como creativo publicitario en una agencia de publicidad internacional.
Guillermo Aguilar León, “Que la comunidad LGTBI Rusa sepa que no están solos”
Documentalista mexicano de 33 años. Con 21 años y cuando abandonó el hogar familiar comunicó a su familia que era homosexual. Su padre no lo recibió bien. Viajó a Barcelona para estudiar cine documental y se enamoró. Vive con su pareja Manolo con el que se casó hace 5 años. Actualmente viven en Barcelona.
Vanesa Paola Ferrario: “Quería protestar contra las injusticias que se cometen en Rusia y hacen llorar al mundo entero”
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Eric Houter: “Si nos hubiesen educado desde pequeños las personas LGBTI no tendrían que sentirse rechazados y podrían ser libres”
A pesar de ser heterosexual, desde niño tuvo que lidiar con la discriminación que ha sufrido su hermano que es bisexual y los prejuicios de un pueblo muy pequeño donde vivían. Se mudó a España de niño. Al ir creciendo se dio cuenta de que quería apoyar a su hermano e incentivar a que la gente abriera su mente. Decidió sumarse al proyecto cuando su hermano le pidió que fuese en representación suya. No lo dudó un segundo, no sólo para defender a su hermano sino que también la causa, tiene un cuñado marroquí que aún no puede declarase públicamente (ni siquiera con su familia), y por todos aquellos que no pueden expresar su amor libremente en el mundo. Un aliado en toda regla.
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