Imagen: Google Imágenes / Celebración del Orgullo LGTBI en Lisboa |
El Parlamento acepta las sugerencias del presidente del país que reclamaba un análisis clínico para las personas de 16 y 17.
Javier Martín del Barrio | El País, 2018-07-12
https://elpais.com/internacional/2018/07/12/actualidad/1531403152_099891.html
Cambio del sexo indicado en el DNI a los 16 años, sí; pero con una declaración médica. El parlamento portugués ha aprobado una versión modificada de la propuesta 'ley de libre determinación de identidad de género', que implica que las personas de 16 y 17 años podrán cambiar sus documentos oficiales —incluido el nombre en el Registro Civil— para adecuarlos a su identidad de género, aunque necesitarán un informe médico. Las personas mayores de edad podrán hacerlo sin ese informe clínico, una novedad respecto a la actual ley, que consideraba imprescindible ese análisis médico que los colectivos llevaban años reclamando eliminar por considerarlo "patologizante".
La ley de "autodeterminación de género" se refiere únicamente a efectos burocráticos con la Administración, que se extiende también al tratamiento del alumno en la escuela. En ningún caso se autorizan las intervenciones quirúrgicas a menores de 18 años.
En abril, la ley fue aprobada por dos votos de diferencia, gracias a la posición favorable del PS y Bloco de Esquerda (BE) y la diputada socialdemócrata Teresa Leal Coelho. El PC se abstuvo, y PSD y CDS votaron en contra. La novedad de la ley consistía en rebajar a los 16 años la edad del cambio del sexo indicado en los documentos públicos, sin necesidad de incluir un informe médico que confirmara que la persona solicitante no tenía patología mental alguna.
El texto fue vetado por el presidente Marcelo Rebelo de Sousa, católico practicante, que, como suele ser su costumbre, razonaba el veto y aclaraba que no se debía a principios religiosos o ideológicos. A su parecer, ese cambio del sexo indicado a personas de 16 años debía ir acompañado de un informe médico. “La razón de esa solicitud”, escribió el presidente, “no se debe tomar como una cualificación de patología o situación mental anómala, sino con consideraciones más simples. La primera es que importa dejar a quien escoge el máximo de libertad o autonomía para la eventual reponderación de su opción, si fuera el caso. El parecer del informe médico puede ayudar a confirmar la aludida elección sin predeterminarla”.
Devuelto el texto, el parlamento tenía la opción de aprobarlo sin modificación alguna, provocando un roce con la primera autoridad el país —el político con mayor apoyo popular— o modificarlo. Si los grupos que lo apoyaban estaban a favor de seguir los consejos del presidente, discrepaban en la forma.
El Bloco intentó que la solicitud del cambio de sexo en la documentación oficial fuera acompañada de dos testimonios, como si fuera un matrimonio civil; pero no prosperó por la negativa del PS que propuso el respaldo médico, pero no como informe clínico, sino como mero testimonio de la voluntad del solicitante. Esa inclusión fue suficiente para que el PC votara a favor del nuevo texto, "aunque hubiéramos preferido que la exigencia de la declaración médica no fuera solo para los menores de 18 años", señaló el diputado comunista António Filipe.
Las críticas de los diputados de izquierda se dirigieron hacia la bancada de la derecha por mantener la exigencia de un informe médico patologizante, en contra del parecer del presidente del país y hasta de sus socios en el Europarlamento. Mientras la socialista Isabel Alves Moreira se felicitó por el fin de los exámenes médicos en caso del simple cambio de sexo en el DNI, la diputada Sandra Cunha (BE) recordó que en junio la Organización Mundial de la Salud (OMS) retiró la transexualidad del registro de dolencias mentales.
La ley de "autodeterminación de género" se refiere únicamente a efectos burocráticos con la Administración, que se extiende también al tratamiento del alumno en la escuela. En ningún caso se autorizan las intervenciones quirúrgicas a menores de 18 años.
En abril, la ley fue aprobada por dos votos de diferencia, gracias a la posición favorable del PS y Bloco de Esquerda (BE) y la diputada socialdemócrata Teresa Leal Coelho. El PC se abstuvo, y PSD y CDS votaron en contra. La novedad de la ley consistía en rebajar a los 16 años la edad del cambio del sexo indicado en los documentos públicos, sin necesidad de incluir un informe médico que confirmara que la persona solicitante no tenía patología mental alguna.
El texto fue vetado por el presidente Marcelo Rebelo de Sousa, católico practicante, que, como suele ser su costumbre, razonaba el veto y aclaraba que no se debía a principios religiosos o ideológicos. A su parecer, ese cambio del sexo indicado a personas de 16 años debía ir acompañado de un informe médico. “La razón de esa solicitud”, escribió el presidente, “no se debe tomar como una cualificación de patología o situación mental anómala, sino con consideraciones más simples. La primera es que importa dejar a quien escoge el máximo de libertad o autonomía para la eventual reponderación de su opción, si fuera el caso. El parecer del informe médico puede ayudar a confirmar la aludida elección sin predeterminarla”.
Devuelto el texto, el parlamento tenía la opción de aprobarlo sin modificación alguna, provocando un roce con la primera autoridad el país —el político con mayor apoyo popular— o modificarlo. Si los grupos que lo apoyaban estaban a favor de seguir los consejos del presidente, discrepaban en la forma.
El Bloco intentó que la solicitud del cambio de sexo en la documentación oficial fuera acompañada de dos testimonios, como si fuera un matrimonio civil; pero no prosperó por la negativa del PS que propuso el respaldo médico, pero no como informe clínico, sino como mero testimonio de la voluntad del solicitante. Esa inclusión fue suficiente para que el PC votara a favor del nuevo texto, "aunque hubiéramos preferido que la exigencia de la declaración médica no fuera solo para los menores de 18 años", señaló el diputado comunista António Filipe.
Las críticas de los diputados de izquierda se dirigieron hacia la bancada de la derecha por mantener la exigencia de un informe médico patologizante, en contra del parecer del presidente del país y hasta de sus socios en el Europarlamento. Mientras la socialista Isabel Alves Moreira se felicitó por el fin de los exámenes médicos en caso del simple cambio de sexo en el DNI, la diputada Sandra Cunha (BE) recordó que en junio la Organización Mundial de la Salud (OMS) retiró la transexualidad del registro de dolencias mentales.
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