Imagen: El Mundo / Universidad Ochanomizu |
La Universidad Ochanomizu fue también la primera institución educativa de educación superior para mujeres de Japón. Es una decisión sin precedentes en un país que no reconoce legalmente ningún derecho a la comunidad LGTBI. El 53,2 % de los nipones no apoyaría a un amigo si descubrieran que es gay. Se estima que la comunidad LGBTI de Japón supone entre el 5 % y el 8 % de la población.
EFE | El Mundo, 2018-07-05
http://www.elmundo.es/internacional/2018/07/05/5b3da3dd468aebad2c8b45eb.html
Una universidad tokiota aceptará por primera vez en Japón a estudiantes transexuales a partir del curso 2020-2021, ha confirmado este jueves una portavoz del centro, una decisión pionera en un país que no reconoce legalmente ningún derecho a la comunidad LGTBI.
La Universidad de Ochanomizu es la primera institución educativa japonesa que va a permitir la inscripción a personas con identidad sexual distinta a la de su nacimiento, según corroboró una portavoz del Ministerio de Educación del país.
Fundada en 1875, la de Ochanomizu fue también la primera institución educativa de educación superior para mujeres de Japón.
Los centros educativos femeninos del país asiático sólo permiten actualmente solicitar plaza a aquellas personas inscritas como mujeres en el sistema de registro familiar, aunque algunos, como la Universidad de Tsuda y la Universidad para Mujeres de Japón, ambas en Tokio, están considerando modificar sus reglas, según medios locales.
Las universidades japonesas querrían así seguir los pasos de centros estadounidenses femeninos como el Mills College en Oakland (California), que en 2014 se convirtió en el primero en aceptar estudiantes transexuales en el país norteamericano.
Aunque la legislación nipona no concede ningún reconocimiento a la comunidad LGBTI (lesbianas, gais, bisexuales, transexual e intersexuales), iniciativas de instituciones educativas o administraciones locales han empezado a cambiar esta tendencia.
Varios colegios de secundaria han introducido uniformes unisex o códigos de vestimenta más flexibles para apoyar a estos estudiantes.
Por su parte, algunas localidades, con el distrito tokiota de Shibuya como pionero, comenzaron en 2015 a expedir certificados de unión civil para parejas del mismo sexo (lo que les concede algunos derechos equiparables a los de enlaces heterosexuales), dado que la legislación nacional no contempla estas uniones.
Una encuesta nacional realizada para medir por primera vez el grado de aceptación de estas relaciones reveló que el 53,2% de los nipones no apoyarían a un amigo si descubrieran que es gay (un 50,4% si fuese una mujer lesbiana), y que más del 70% de los varones de 40 años no aprobaría que un compañero de trabajo fuera homosexual.
Según varios sondeos, se estima que la comunidad LGBTI de Japón supone entre el 5% y el 8% de la población.
La Universidad de Ochanomizu es la primera institución educativa japonesa que va a permitir la inscripción a personas con identidad sexual distinta a la de su nacimiento, según corroboró una portavoz del Ministerio de Educación del país.
Fundada en 1875, la de Ochanomizu fue también la primera institución educativa de educación superior para mujeres de Japón.
Los centros educativos femeninos del país asiático sólo permiten actualmente solicitar plaza a aquellas personas inscritas como mujeres en el sistema de registro familiar, aunque algunos, como la Universidad de Tsuda y la Universidad para Mujeres de Japón, ambas en Tokio, están considerando modificar sus reglas, según medios locales.
Las universidades japonesas querrían así seguir los pasos de centros estadounidenses femeninos como el Mills College en Oakland (California), que en 2014 se convirtió en el primero en aceptar estudiantes transexuales en el país norteamericano.
Aunque la legislación nipona no concede ningún reconocimiento a la comunidad LGBTI (lesbianas, gais, bisexuales, transexual e intersexuales), iniciativas de instituciones educativas o administraciones locales han empezado a cambiar esta tendencia.
Varios colegios de secundaria han introducido uniformes unisex o códigos de vestimenta más flexibles para apoyar a estos estudiantes.
Por su parte, algunas localidades, con el distrito tokiota de Shibuya como pionero, comenzaron en 2015 a expedir certificados de unión civil para parejas del mismo sexo (lo que les concede algunos derechos equiparables a los de enlaces heterosexuales), dado que la legislación nacional no contempla estas uniones.
Una encuesta nacional realizada para medir por primera vez el grado de aceptación de estas relaciones reveló que el 53,2% de los nipones no apoyarían a un amigo si descubrieran que es gay (un 50,4% si fuese una mujer lesbiana), y que más del 70% de los varones de 40 años no aprobaría que un compañero de trabajo fuera homosexual.
Según varios sondeos, se estima que la comunidad LGBTI de Japón supone entre el 5% y el 8% de la población.
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