El escritor chileno, testigo del lento deshielo de la homofobia en América Latina, reconstruye su pasado en 'jardín'
J.M. Plaza | El Mundo, 2015-03-09
http://www.elmundo.es/cultura/2015/03/09/54fcbd02268e3e482f8b4572.html
Pablo Simonetti, que tiene aspecto y altura de galán de cine, es un escritor chileno de gran éxito en su país que se ha destacado por su lucha en contra de la discriminación de los homosexuales, un tema en el que se ha avanzado en Latinoamérica, a pesar de los prejuicios sociales y del peso de la Iglesia, tanto católica como evangélica. En Chile ya se reconoce legalmente la unión civil (no el derecho de adopción), pero Brasil, Argentina y hasta Colombia van aún por delante.
La reivindicación está presente en su vida y en su obra, aunque, según confiesa, lo más reconocible de su narrativa es la lucha por la identidad (cualquier tipo de identidad), lo que mueve a sus personajes. Simonetti acaba de publicar 'jardín' (Alfaguara), así, con minúscula, un breve e intenso libro que entronca directamente con su primera novela, 'Madre, que estás en los cielos'. Aquí también es la madre la protagonista y lo que se cuenta es una historia que es a la vez la radiografía de la clase acomodada chilena y el relato de su propia familia.
«El origen de esta novela se debe a tres sucesos independientes y casi simultáneos: primero me comunicaron que estaban echando abajo la casa de mi infancia. Esa noche fui a ver 'El jardín de los cerezos', de Chéjov. Y al día siguiente tuve una discusión con mis hermanos... Estos elementos se juntaron en mi mente, empecé a recordar, las imágenes brotaban y fue como un viaje a mi pasado».
La novela 'jardín' se inicia con la venta de la casa y está dedicada a su madre. El personaje planea, como el jardín, por todas las páginas, impregnando la atmósfera y los acontecimentos. La madre de Simonetti, de quien el escritor dice haber heredado su sensibilidad artística, había publicado tres libros sobre jardinería.
«Más allá de la contemplación y de los paseos, el jardín es en la novela el lugar donde se proyecta el mundo interior de la madre, un espacio de realización personal y de compañía», señala el escritor, quien recuerda que de niño se perdía por el jardín de su casa, se olvidaba del mundo que lo rodeaba y empezaba a fabular.
Pablo Simonetti, que estudió Ingeniería Civil pero lo dejó para dedicarse a la escritura, decidició hacer pública su homosexualidad. Primero se lo comunicó a su madre, con quien tenía una relación especial. «No fue sencillo. Mi madre, que era muy católica, fue una víctima de su tiempo y de su educación. Al principio se lo tomó como una enfermedad, así se lo habían enseñado, y mi confesión la descolocó. Pero llegó a entenderlo».
Comenta Simonetti que, según las estadísticas, la clase alta chilena es más comprensiva con la homosexualidad que los sectores desfavorecidos. Por lo menos, ahora es más fácil la visibilidad que en la época de José Donoso, por ejemplo, que siempre tuvo que vivir a escondidas. «Antes, o te casabas con una mujer y tenías una doble vida o ibas al seminario».
Los tiempos han cambiado. Simonetti vive desde hace años cion su pareja, el pintor José Pedro Godoy, especialista en flores, pájaros y selvas, que es quien ha dibujado las ilustraciones de contenido luto de jardín.
«Hasta ahora, todas mis obras estaban tuteladas por una novela clásica, vivían bajo su luz; ésta ha surgido por sí sola», dice el escritor, y recuerda esas relaciones creativas: 'La soberbia juventud', estaba inspirada por 'El retrato de una dama', de Henry James; 'La barrera del pudor', por 'El amante de Lady Chatterley', de D. H. Lawrence; 'Madre que estás en los cielos', por 'Memorias de Adriano', de Yourcenar y 'La razón de los amantes', por 'Ana Karenina', de Tolstói. Como se aprecia, hay mucha variedad de influencias y de referencias para una narrativa personal, cuya tema esencial es la defensa de la identidad amenazada, ya sean los ancianos, las mujeres o la sexual.
La reivindicación está presente en su vida y en su obra, aunque, según confiesa, lo más reconocible de su narrativa es la lucha por la identidad (cualquier tipo de identidad), lo que mueve a sus personajes. Simonetti acaba de publicar 'jardín' (Alfaguara), así, con minúscula, un breve e intenso libro que entronca directamente con su primera novela, 'Madre, que estás en los cielos'. Aquí también es la madre la protagonista y lo que se cuenta es una historia que es a la vez la radiografía de la clase acomodada chilena y el relato de su propia familia.
«El origen de esta novela se debe a tres sucesos independientes y casi simultáneos: primero me comunicaron que estaban echando abajo la casa de mi infancia. Esa noche fui a ver 'El jardín de los cerezos', de Chéjov. Y al día siguiente tuve una discusión con mis hermanos... Estos elementos se juntaron en mi mente, empecé a recordar, las imágenes brotaban y fue como un viaje a mi pasado».
La novela 'jardín' se inicia con la venta de la casa y está dedicada a su madre. El personaje planea, como el jardín, por todas las páginas, impregnando la atmósfera y los acontecimentos. La madre de Simonetti, de quien el escritor dice haber heredado su sensibilidad artística, había publicado tres libros sobre jardinería.
«Más allá de la contemplación y de los paseos, el jardín es en la novela el lugar donde se proyecta el mundo interior de la madre, un espacio de realización personal y de compañía», señala el escritor, quien recuerda que de niño se perdía por el jardín de su casa, se olvidaba del mundo que lo rodeaba y empezaba a fabular.
Pablo Simonetti, que estudió Ingeniería Civil pero lo dejó para dedicarse a la escritura, decidició hacer pública su homosexualidad. Primero se lo comunicó a su madre, con quien tenía una relación especial. «No fue sencillo. Mi madre, que era muy católica, fue una víctima de su tiempo y de su educación. Al principio se lo tomó como una enfermedad, así se lo habían enseñado, y mi confesión la descolocó. Pero llegó a entenderlo».
Comenta Simonetti que, según las estadísticas, la clase alta chilena es más comprensiva con la homosexualidad que los sectores desfavorecidos. Por lo menos, ahora es más fácil la visibilidad que en la época de José Donoso, por ejemplo, que siempre tuvo que vivir a escondidas. «Antes, o te casabas con una mujer y tenías una doble vida o ibas al seminario».
Los tiempos han cambiado. Simonetti vive desde hace años cion su pareja, el pintor José Pedro Godoy, especialista en flores, pájaros y selvas, que es quien ha dibujado las ilustraciones de contenido luto de jardín.
«Hasta ahora, todas mis obras estaban tuteladas por una novela clásica, vivían bajo su luz; ésta ha surgido por sí sola», dice el escritor, y recuerda esas relaciones creativas: 'La soberbia juventud', estaba inspirada por 'El retrato de una dama', de Henry James; 'La barrera del pudor', por 'El amante de Lady Chatterley', de D. H. Lawrence; 'Madre que estás en los cielos', por 'Memorias de Adriano', de Yourcenar y 'La razón de los amantes', por 'Ana Karenina', de Tolstói. Como se aprecia, hay mucha variedad de influencias y de referencias para una narrativa personal, cuya tema esencial es la defensa de la identidad amenazada, ya sean los ancianos, las mujeres o la sexual.
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