Imagen: Noticias de Álava |
La nueva coordinadora de Sidálava aspira, como mínimo, a mantener la línea de trabajo que ha convertido a este colectivo en un referente del campo social.
Carlos Mtz. Orduna / Jorge Muñoz | Noticias de Alava, 2015-04-19
http://www.noticiasdealava.com/2015/04/19/araba/pensar-que-el-vih-no-nos-va-a-tocar-ese-estereotipo-afecta-mucho-hay-informacion-pero-debe-calar-mejor
Trabajadora social vinculada a la Comisión desde hace 14 años, los últimos siete como responsable del Aterpe, a Rocío Vitero (Gasteiz, 1980) se le presenta el reto de llenar el enorme vacío que ha dejado al frente de la asociación Miguel Ángel Ruiz, su cabeza visible hasta hace escasas semanas. Lo asume, además, en un momento de profunda reflexión para Sidálava, de atender también a nuevas realidades, como el repunte de contagios por VIH entre la población universitaria, jóvenes bien informados sobre las prácticas de riesgo y mayoritariamente homosexuales. La prevención, pero también la atención a las personas en riesgo de exclusión social, a las privadas de libertad y a las que ejercen la prostitución conforman el frenético día a día del colectivo.
He leído por ahí que tiene un nudo en el estómago ¿Más tranquila ya?
-Ubicándome un poco todavía. Sí que es cierto que la parte de los servicios que me preocupaba más o menos va bien, porque conozco a todos mis compañeros. Pero son un montón de áreas y yo sólo he trabajado en dos de ellas, los pisos para personas presas y la exclusión.
¿Cómo valora el camino recorrido por la asociación hasta ahora?
-Me parece un camino muy bueno. Siempre he confiado en el trabajo que realiza la entidad, desde la parte más social a la reivindicativa, o de la gestión que se hace de los servicios. Ha sido un trabajo súper claro, siempre en la misma línea, sobre todo centrado en las personas, que es la base de lo que vamos a hacer.
Asume la coordinación tras muchos años como trabajadora social en el Aterpe. ¿Le va a cambiar la vida?
-Todo. De repente voy a ser una parte más pública, voy a pasar de estar centrada en una atención directa a una parte de coordinación y gestión. Sí que cambia porque voy a ser la parte visible, la representación de ese trabajo que está haciendo un montón de gente. Eso sí que es una responsabilidad.
Le toca llenar un hueco difícil, el que deja Miguel Ángel Ruiz...
-Tenemos dos precedentes, tanto Peio (López de Munain), que fue el primer presidente, como Miguel, que han sido figuras muy importantes dentro de la ciudad. Cubrir todo ese trabajo que hacía Miguel es otra responsabilidad ¡Como para hacerlo mal lo tengo! (risas)
¿Qué objetivos inmediatos se marca al frente de la asociación?
-Ahora, estabilizar la situación que tenemos. Hemos crecido muchísimo, hemos pasado en 15 años de ser una ciudad pequeñita a gestionar un montón de servicios, con partidas económicas muy grandes y una plantilla de más de 80 trabajadores. Tenemos que reorganizarnos y estabilizarnos, porque todo va cambiando. Hemos hecho varios planes estratégicos dentro de la entidad para ver cómo funcionan las cosas y dar visibilidad a nuestros proyectos. Mi objetivo es seguir la misma línea de trabajo que se ha marcado hasta ahora, porque es buena.
80 trabajadores, más servicios y una ciudad más grande, pero el mismo espacio... La sede se les ha quedado pequeña.
-Claro. Tenemos miles de atenciones diferentes. La parte de prevención, de sensibilización, las pruebas de VIH, que se están dando muchas y encima ha habido varios positivos en la última temporada... Muchos de ellos entre población homosexual y muy joven. Son nuevas realidades, estamos adaptándonos a las nuevas necesidades... y el espacio es el que es.
¿De cuántos positivos hablamos?
-En lo que llevamos de trimestre ha habido ya cinco, que son muchos en comparación con años anteriores. El año pasado, en más de medio año se dieron menos de cinco. Son universitarios, gente muy jovencita, formada, que sabe perfectamente sobre la prevención e igual cree que no le va a pasar... Gente con habilidades y un entorno normalizado. Hay que romper con esos estereotipos del pasado y hay que trabajar mucho en ello. Pensar que el VIH no nos va a tocar, ese estereotipo, afecta mucho. Ya no es una cuestión de falta de información, sino de que cale mejor. Se va a plantear el poder ofertar charlas en la Universidad para poder adaptarnos a este perfil, aunque no podemos descuidar ningún ámbito. Tenemos que adaptarnos rápidamente a lo que va surgiendo. Esto es el día a día y al abrir la puerta te encuentras con nuevas realidades.
¿En cierta medida se le ha perdido el miedo al VIH/Sida?
-Tampoco sé si es el miedo, pero durante muchos años la enfermedad estuvo centrada en un perfil de persona consumidora, con unos niveles económicos muy bajos, y ese perfil se ha modificado. Se han mejorado los tratamientos y la calidad de vida y por eso cambia toda la estructura. Hay muy pocos consumidores por vía parenteral (intravenosa) y se da otro tipo de contagio. Seguimos manteniendo el programa de intercambio de jeringuillas, que ha dado muy buenos resultados, pero la demanda es muchísimo más baja respecto a años anteriores.
Otra de las preocupaciones recurrentes para Sidálava es que las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) son una sencilla puerta de entrada para el VIH. ¿Cómo se encuentra este tema?
-Vamos a empezar a trabajar ahora también con el tema de las coinfecciones, de la mano de la Asociación de apoyo a pacientes con hepatitis C, por el asunto de los tratamientos. Se están haciendo estudios sobre cómo afecta estar infectado por VIH y hepatitis, si los tratamientos afectan de una manera u otra... Se está haciendo un trabajo conjunto. Son tratamientos duros pero los pacientes están muy contentos. También trabajamos en red con las plataformas vascas y de España.
Me refería más concretamente a la sífilis o la gonorrea...
-También son infecciones que se dan por falta de uso de las medidas adecuadas. No se ha dado un incremento de casos, sino que corresponden a ese perfil nuevo que se está dando.
Lo que no variará es el mensaje, supongo. Que el preservativo es la única medida de prevención.
-La única y la más sencilla. Hay que ser conscientes y utilizarlo, no hay más. El que lo desee puede venir aquí a solicitarlos y se van a llevar a puntos de información. El preservativo es lo que va a solucionar todo, de momento. Ante cualquier duda, que la gente acuda a consultar. No sólo porque crea que va a dar positivo en la prueba.
¿También ha habido crisis económica en la lucha contra el Sida?
-Hasta ahora no lo hemos visto así. Seguimos contando con el Plan estatal contra el Sida, donde se considera una enfermedad de importancia. Así como otras entidades tienen problemas con el sistema sanitario, nosotros podemos seguir dando una buena atención.
Con la penosa situación que atravesamos, la atención a la exclusión social habrá dado también un estirón importante.
-En el ámbito de la exclusión se ha dado también un cambio de perfil. Antes teníamos gente de calle y ahora ha aumentado mucho la población extranjera, la gente que antes trabajaba en la economía sumergida y se sujetaba más o menos de modo independiente... Son personas que con el tema de la crisis han acabado en recursos de alojamiento. Los datos de ocupación han sido más altos que en años anteriores.
He leído por ahí que tiene un nudo en el estómago ¿Más tranquila ya?
-Ubicándome un poco todavía. Sí que es cierto que la parte de los servicios que me preocupaba más o menos va bien, porque conozco a todos mis compañeros. Pero son un montón de áreas y yo sólo he trabajado en dos de ellas, los pisos para personas presas y la exclusión.
¿Cómo valora el camino recorrido por la asociación hasta ahora?
-Me parece un camino muy bueno. Siempre he confiado en el trabajo que realiza la entidad, desde la parte más social a la reivindicativa, o de la gestión que se hace de los servicios. Ha sido un trabajo súper claro, siempre en la misma línea, sobre todo centrado en las personas, que es la base de lo que vamos a hacer.
Asume la coordinación tras muchos años como trabajadora social en el Aterpe. ¿Le va a cambiar la vida?
-Todo. De repente voy a ser una parte más pública, voy a pasar de estar centrada en una atención directa a una parte de coordinación y gestión. Sí que cambia porque voy a ser la parte visible, la representación de ese trabajo que está haciendo un montón de gente. Eso sí que es una responsabilidad.
Le toca llenar un hueco difícil, el que deja Miguel Ángel Ruiz...
-Tenemos dos precedentes, tanto Peio (López de Munain), que fue el primer presidente, como Miguel, que han sido figuras muy importantes dentro de la ciudad. Cubrir todo ese trabajo que hacía Miguel es otra responsabilidad ¡Como para hacerlo mal lo tengo! (risas)
¿Qué objetivos inmediatos se marca al frente de la asociación?
-Ahora, estabilizar la situación que tenemos. Hemos crecido muchísimo, hemos pasado en 15 años de ser una ciudad pequeñita a gestionar un montón de servicios, con partidas económicas muy grandes y una plantilla de más de 80 trabajadores. Tenemos que reorganizarnos y estabilizarnos, porque todo va cambiando. Hemos hecho varios planes estratégicos dentro de la entidad para ver cómo funcionan las cosas y dar visibilidad a nuestros proyectos. Mi objetivo es seguir la misma línea de trabajo que se ha marcado hasta ahora, porque es buena.
80 trabajadores, más servicios y una ciudad más grande, pero el mismo espacio... La sede se les ha quedado pequeña.
-Claro. Tenemos miles de atenciones diferentes. La parte de prevención, de sensibilización, las pruebas de VIH, que se están dando muchas y encima ha habido varios positivos en la última temporada... Muchos de ellos entre población homosexual y muy joven. Son nuevas realidades, estamos adaptándonos a las nuevas necesidades... y el espacio es el que es.
¿De cuántos positivos hablamos?
-En lo que llevamos de trimestre ha habido ya cinco, que son muchos en comparación con años anteriores. El año pasado, en más de medio año se dieron menos de cinco. Son universitarios, gente muy jovencita, formada, que sabe perfectamente sobre la prevención e igual cree que no le va a pasar... Gente con habilidades y un entorno normalizado. Hay que romper con esos estereotipos del pasado y hay que trabajar mucho en ello. Pensar que el VIH no nos va a tocar, ese estereotipo, afecta mucho. Ya no es una cuestión de falta de información, sino de que cale mejor. Se va a plantear el poder ofertar charlas en la Universidad para poder adaptarnos a este perfil, aunque no podemos descuidar ningún ámbito. Tenemos que adaptarnos rápidamente a lo que va surgiendo. Esto es el día a día y al abrir la puerta te encuentras con nuevas realidades.
¿En cierta medida se le ha perdido el miedo al VIH/Sida?
-Tampoco sé si es el miedo, pero durante muchos años la enfermedad estuvo centrada en un perfil de persona consumidora, con unos niveles económicos muy bajos, y ese perfil se ha modificado. Se han mejorado los tratamientos y la calidad de vida y por eso cambia toda la estructura. Hay muy pocos consumidores por vía parenteral (intravenosa) y se da otro tipo de contagio. Seguimos manteniendo el programa de intercambio de jeringuillas, que ha dado muy buenos resultados, pero la demanda es muchísimo más baja respecto a años anteriores.
Otra de las preocupaciones recurrentes para Sidálava es que las Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS) son una sencilla puerta de entrada para el VIH. ¿Cómo se encuentra este tema?
-Vamos a empezar a trabajar ahora también con el tema de las coinfecciones, de la mano de la Asociación de apoyo a pacientes con hepatitis C, por el asunto de los tratamientos. Se están haciendo estudios sobre cómo afecta estar infectado por VIH y hepatitis, si los tratamientos afectan de una manera u otra... Se está haciendo un trabajo conjunto. Son tratamientos duros pero los pacientes están muy contentos. También trabajamos en red con las plataformas vascas y de España.
Me refería más concretamente a la sífilis o la gonorrea...
-También son infecciones que se dan por falta de uso de las medidas adecuadas. No se ha dado un incremento de casos, sino que corresponden a ese perfil nuevo que se está dando.
Lo que no variará es el mensaje, supongo. Que el preservativo es la única medida de prevención.
-La única y la más sencilla. Hay que ser conscientes y utilizarlo, no hay más. El que lo desee puede venir aquí a solicitarlos y se van a llevar a puntos de información. El preservativo es lo que va a solucionar todo, de momento. Ante cualquier duda, que la gente acuda a consultar. No sólo porque crea que va a dar positivo en la prueba.
¿También ha habido crisis económica en la lucha contra el Sida?
-Hasta ahora no lo hemos visto así. Seguimos contando con el Plan estatal contra el Sida, donde se considera una enfermedad de importancia. Así como otras entidades tienen problemas con el sistema sanitario, nosotros podemos seguir dando una buena atención.
Con la penosa situación que atravesamos, la atención a la exclusión social habrá dado también un estirón importante.
-En el ámbito de la exclusión se ha dado también un cambio de perfil. Antes teníamos gente de calle y ahora ha aumentado mucho la población extranjera, la gente que antes trabajaba en la economía sumergida y se sujetaba más o menos de modo independiente... Son personas que con el tema de la crisis han acabado en recursos de alojamiento. Los datos de ocupación han sido más altos que en años anteriores.
¿Y qué tiene que decir frente a la campaña que pretende restringir las ayudas sociales?
-Desde Sidálava nos hemos apuntado a la campaña de la Plataforma de Lucha contra la Exclusión, con la que colaboramos para defender todo el tema de la RGI y de los derechos sociales. Son derechos, son prestaciones que están ahí. ¿Que tienen que tener una supervisión? Está claro. ¿Qué tienen que ser gestionadas para lo que son? Claramente. Pero no dejan de ser un derecho. Toda esta política que hay alrededor hay que atenderla en su justa medida, hay que saber el uso que se está dando de este asunto y cómo se está vendiendo toda la información a la opinión pública... Como entidad, no tenemos dudas y nos hemos sumado a esa campaña.
DOCUMENTACIÓN
Los contagios por VIH se disparan en Vitoria con al menos cinco en lo que va de año
La Comisión Antisida detecta ya más positivos que en todo 2013. El virus se ceba con los jóvenes universitarios.
Carlos Mtz. Orduna / Alex Larretxi | Noticias de Álava, 2015-04-18
-Desde Sidálava nos hemos apuntado a la campaña de la Plataforma de Lucha contra la Exclusión, con la que colaboramos para defender todo el tema de la RGI y de los derechos sociales. Son derechos, son prestaciones que están ahí. ¿Que tienen que tener una supervisión? Está claro. ¿Qué tienen que ser gestionadas para lo que son? Claramente. Pero no dejan de ser un derecho. Toda esta política que hay alrededor hay que atenderla en su justa medida, hay que saber el uso que se está dando de este asunto y cómo se está vendiendo toda la información a la opinión pública... Como entidad, no tenemos dudas y nos hemos sumado a esa campaña.
DOCUMENTACIÓN
Los contagios por VIH se disparan en Vitoria con al menos cinco en lo que va de año
La Comisión Antisida detecta ya más positivos que en todo 2013. El virus se ceba con los jóvenes universitarios.
Carlos Mtz. Orduna / Alex Larretxi | Noticias de Álava, 2015-04-18
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