Imagen: El País |
El programa My Europe destaca la preocupación de los jóvenes europeos por la exclusión y la intolerancia
Susana Pérez de Pablos | El País, 2015-04-24
http://politica.elpais.com/politica/2015/04/24/actualidad/1429899793_222559.html
“En las noticias, en bromas claramente machistas que se hacen por la calle y que todavía les hacen gracia a mucha gente, en situaciones que viven amigos de tus padres, en los anuncios de la tele de productos de limpieza… ves desigualdad entre hombres y mujeres en todas partes”. (Aurora, 16 años)
Ni son líderes en su comunidad, ni en su país. Ni son conocidos, ni son hijos de nadie que lo sea, ni han hecho aún nada importante. Pero tienen toda la pinta de ir a hacerlo. Hablan y razonan como ya quisieran muchas personas que han tenido similares oportunidades educativas que ellos, y que les doblan o triplican la edad. Son avezados lectores, intelectualmente inquietos y buenos estudiantes, realmente buenos. Una de ellas es Aurora.
Un centenar de estudiantes de 16 países europeos, que estudian en centros públicos han sido seleccionados para participar en el programa europeo "My Europe", organizado por la ONG europea "Frankfurter Zukunftsrat", por su brillante currículo, por su nivel de inglés y su capacidad de redacción y análisis. Casualmente, algunos de los puntos más débiles de la educación española, si se analizan los datos de los informes Pisa de la OCDE. Están en Madrid esta semana para debatir sobre los temas que más les preocupan con la mirada puesta a 15 años vista, en 2030. Lo que para la mayoría de la gente es probablemente poco tiempo, pero, en el caso de ellos, son tantos años como los que han vivido hasta ahora. Tienen entre 15 y 24.
“Vemos la discriminación de género en el día a día. Incluso el acoso y el maltrato. En parejas de adolescentes, en amigas a las que su ex no deja en paz, en familiares, aunque sean lejanos...”. (Julia, 16 años)
De las 20 cuestiones generales sobre las que les preguntaron (entre las que se encontraban desde la sanidad a la política europea o la digitalización del mundo), los participantes en este programa escogieron las cinco que más les preocupaban y la que más han destacado ha sido la igualdad de género, la han elegido además alumnos de los 16 países. Le sigue de cerca la educación y a continuación la religión y los extremismos, la intolerancia y, llama la atención que relegado a una quinta posición, el desempleo.
Una de las participantes españolas, Aurora Ruiz de Puente, que estudia 1º de bachillerato en el Instituto de Educación Secundaria Fortuny de Madrid, entiende así este resultado. “La desigualdad entre hombres y mujeres está presente en todas las situaciones de la vida cotidiana. Y si la sociedad permite la desigualdad entre géneros también va a permitir otras desigualdades”. El empleo es importante, pero todos los jóvenes están muy preocupados por este otro tema, asegura esta estudiante. “Veo esa discriminación de las mujeres en las noticias de la tele; en bromas claramente machistas que hacen algunos en el instituto —y que todavía les ríe la gente—; en situaciones que viven amigos de mis padres, o en anuncios de la tele, como, por ejemplo, los relacionados con la limpieza de la casa, en los que siempre aparecen madres. Mucha gente no se da cuenta, pero yo creo que es una influencia negativa que se va quedando en la sociedad”.
“Las cuotas para las mujeres en la política y en el mundo de la empresa no son la solución hoy en día. Tampoco estamos de acuerdo en que las mujeres imiten las actitudes de los hombres para poder ascender. La respuesta está en la educación, en cambiar la mentalidad de la sociedad, educando a las nuevas generaciones”. (Leonor, 16 años)
Ayer, tras las jornadas de discusión, estos jóvenes anunciaron las conclusiones de la reunión de Madrid, bautizada como Get2Gather 2015. Entre ellas destaca de nuevo la igualdad de género. Estos jóvenes consideran que los Gobiernos e instituciones deben adoptar políticas más contundentes en relación con este tema. Y añaden otros dos asuntos: la homofobia y la intolerancia con la diversidad. Como solución, todos los grupos de discusión apuntaron a lo mismo: educación, educación, educación.
“La solución está en que la gente joven se implique. El cambio tiene que venir de ellos. Porque vamos a una sociedad cada vez más diversa y multicultural”, destaca Nicolás Hernando de Larramendi. Tiene 19 años y cursa 1º del doble grado de Derecho y Políticas en la Universidad Carlos III de Madrid. Estudió la secundaria en otro instituto público, el Ramiro de Maeztu. “Los jóvenes tenemos que hacer el esfuerzo de concienciar a la sociedad de que tiene que ser más tolerante”.
Julia Fuentes estudia también en el Fortuny, como Aurora. Terminó la ESO el curso pasado con un 9,27 y le dieron certificado de mención honorífica, un título que se otorga a los que sacan las notas más altas. “El empleo me preocupa, claro, pero quiero una sociedad que sea más justa y que sea libre, eso llevará a todo lo demás. Que se respeten los derechos humanos, la igualdad de género y que se haga a base de educación, que es la solución para todos los problemas de la sociedad”.
Felipe Pastrana, vicepresidente de AbbVie Corporation en España, es uno de los expertos de empresas que colaboran con esta ONG y ha sido uno de los coordinadores del grupo de discusión sobre Igualdad de Género durante estas jornadas. Habla de romper tópicos. “De esta generación de jóvenes que nació en la era digital, que vive pegada al móvil y que van a un paso que otras generaciones no entendemos está claro que tenemos muchos que aprender”.
“No hay nada sin educación, especialmente, sin educación pública. Y sin educación en valores. Porque las escuelas están para enseñar no para predicar”. (Miguel, 18 años)
Es evidente que en el mundo laboral, “un equipo paritario es más rico, más constructivo y más completo”, resalta Pastrana. “Pero si estos jóvenes ven tan claro la falta de igualdad en todos los ámbitos quizás tengan razón y no hayamos hecho lo suficiente. Habría que tomar nota”.
Ni son líderes en su comunidad, ni en su país. Ni son conocidos, ni son hijos de nadie que lo sea, ni han hecho aún nada importante. Pero tienen toda la pinta de ir a hacerlo. Hablan y razonan como ya quisieran muchas personas que han tenido similares oportunidades educativas que ellos, y que les doblan o triplican la edad. Son avezados lectores, intelectualmente inquietos y buenos estudiantes, realmente buenos. Una de ellas es Aurora.
Un centenar de estudiantes de 16 países europeos, que estudian en centros públicos han sido seleccionados para participar en el programa europeo "My Europe", organizado por la ONG europea "Frankfurter Zukunftsrat", por su brillante currículo, por su nivel de inglés y su capacidad de redacción y análisis. Casualmente, algunos de los puntos más débiles de la educación española, si se analizan los datos de los informes Pisa de la OCDE. Están en Madrid esta semana para debatir sobre los temas que más les preocupan con la mirada puesta a 15 años vista, en 2030. Lo que para la mayoría de la gente es probablemente poco tiempo, pero, en el caso de ellos, son tantos años como los que han vivido hasta ahora. Tienen entre 15 y 24.
“Vemos la discriminación de género en el día a día. Incluso el acoso y el maltrato. En parejas de adolescentes, en amigas a las que su ex no deja en paz, en familiares, aunque sean lejanos...”. (Julia, 16 años)
De las 20 cuestiones generales sobre las que les preguntaron (entre las que se encontraban desde la sanidad a la política europea o la digitalización del mundo), los participantes en este programa escogieron las cinco que más les preocupaban y la que más han destacado ha sido la igualdad de género, la han elegido además alumnos de los 16 países. Le sigue de cerca la educación y a continuación la religión y los extremismos, la intolerancia y, llama la atención que relegado a una quinta posición, el desempleo.
Una de las participantes españolas, Aurora Ruiz de Puente, que estudia 1º de bachillerato en el Instituto de Educación Secundaria Fortuny de Madrid, entiende así este resultado. “La desigualdad entre hombres y mujeres está presente en todas las situaciones de la vida cotidiana. Y si la sociedad permite la desigualdad entre géneros también va a permitir otras desigualdades”. El empleo es importante, pero todos los jóvenes están muy preocupados por este otro tema, asegura esta estudiante. “Veo esa discriminación de las mujeres en las noticias de la tele; en bromas claramente machistas que hacen algunos en el instituto —y que todavía les ríe la gente—; en situaciones que viven amigos de mis padres, o en anuncios de la tele, como, por ejemplo, los relacionados con la limpieza de la casa, en los que siempre aparecen madres. Mucha gente no se da cuenta, pero yo creo que es una influencia negativa que se va quedando en la sociedad”.
“Las cuotas para las mujeres en la política y en el mundo de la empresa no son la solución hoy en día. Tampoco estamos de acuerdo en que las mujeres imiten las actitudes de los hombres para poder ascender. La respuesta está en la educación, en cambiar la mentalidad de la sociedad, educando a las nuevas generaciones”. (Leonor, 16 años)
Ayer, tras las jornadas de discusión, estos jóvenes anunciaron las conclusiones de la reunión de Madrid, bautizada como Get2Gather 2015. Entre ellas destaca de nuevo la igualdad de género. Estos jóvenes consideran que los Gobiernos e instituciones deben adoptar políticas más contundentes en relación con este tema. Y añaden otros dos asuntos: la homofobia y la intolerancia con la diversidad. Como solución, todos los grupos de discusión apuntaron a lo mismo: educación, educación, educación.
“La solución está en que la gente joven se implique. El cambio tiene que venir de ellos. Porque vamos a una sociedad cada vez más diversa y multicultural”, destaca Nicolás Hernando de Larramendi. Tiene 19 años y cursa 1º del doble grado de Derecho y Políticas en la Universidad Carlos III de Madrid. Estudió la secundaria en otro instituto público, el Ramiro de Maeztu. “Los jóvenes tenemos que hacer el esfuerzo de concienciar a la sociedad de que tiene que ser más tolerante”.
Julia Fuentes estudia también en el Fortuny, como Aurora. Terminó la ESO el curso pasado con un 9,27 y le dieron certificado de mención honorífica, un título que se otorga a los que sacan las notas más altas. “El empleo me preocupa, claro, pero quiero una sociedad que sea más justa y que sea libre, eso llevará a todo lo demás. Que se respeten los derechos humanos, la igualdad de género y que se haga a base de educación, que es la solución para todos los problemas de la sociedad”.
Felipe Pastrana, vicepresidente de AbbVie Corporation en España, es uno de los expertos de empresas que colaboran con esta ONG y ha sido uno de los coordinadores del grupo de discusión sobre Igualdad de Género durante estas jornadas. Habla de romper tópicos. “De esta generación de jóvenes que nació en la era digital, que vive pegada al móvil y que van a un paso que otras generaciones no entendemos está claro que tenemos muchos que aprender”.
“No hay nada sin educación, especialmente, sin educación pública. Y sin educación en valores. Porque las escuelas están para enseñar no para predicar”. (Miguel, 18 años)
Es evidente que en el mundo laboral, “un equipo paritario es más rico, más constructivo y más completo”, resalta Pastrana. “Pero si estos jóvenes ven tan claro la falta de igualdad en todos los ámbitos quizás tengan razón y no hayamos hecho lo suficiente. Habría que tomar nota”.
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