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Drina Ergueta | La Independent, 2015-04-27
Lleva años revisando la prensa y tomando nota de las (a veces muchas) barbaridades de orden machista o sexista que se plasma en titulares y artículos de los más reconocidos medios del Estado español. Juana Gallego, entrevistada por La Independent, habla del Máster en Género y Comunicación se inicia este año en la Universidad Autónoma de Barcelona.
La autora de libros como "El sexo de la noticia", "Putas de película" y "De reinas a ciudadanas", entre otros donde analiza el contenido de los mensajes en los medios, nos dice que es "inconcebible que no haya formación docente en este tema", que para parte del profesorado universitario le sea desconocido el concepto de "visión de género" y recuerda los efectos que esto conlleva en el alumnado y su futuro accionar como profesionales: reproductores hombres y mujeres de estereotipos machistas.
El máster de la UAB pretende dar "una formación integral sobre la comunicación y su relación con el género desde el mayor número de perspectivas posibles", asegura la profesora Juana Gallego que, junto a Isabel Muntané, es coordinadora de este imprescindible emprendimiento.
La Independent: ¿Por qué es necesario un máster de este tipo?
Juana Gallego: No existe ninguno específico que aborde la comunicación desde una perspectiva de género. Siendo como es la comunicación el foro estratégico más importante de la actualidad, es inconcebible que no haya formación docente en este tema. Isabel Muntané y yo, como coordinadoras, hemos analizado toda la oferta en Cataluña, España e incluso en otros países y no hemos encontrado un solo máster de estas características.
LI: En gran parte del contenido de las carreras de comunicación y periodismo no se incluye la visión de género ¿Qué pasa, por qué no se da relevancia a este tema?
JG: Algunas profesoras o profesores, por su cuenta, quizá introduzcan algún tema con perspectiva de género, pero eso no es suficiente. La mayoría desconoce de qué se habla cuando decimos "comunicación con perspectiva de género". En algún caso, incluso se muestra rechazo a este término.
LI: ¿Cuál es el efecto de esta carencia de las universidades?
JG: Pues que los y las profesionales acaban la carrera sin prácticamente haber cursado ninguna materia o asignatura sobre género. Luego se incorporan a la profesión de publicistas, periodistas, comunicadores o cineastas, y siguen reproduciendo los viejos estereotipos sin ni siquiera darse cuenta de que están incurriendo en ello. Hace falta reflexionar seriamente sobre género y comunicación para intentar combatir esos clichés anacrónicos.
LI: ¿Cómo son las y los profesionales en comunicación actualmente?
JG: Personas con una formación adecuada, que dominan idiomas y que cuentan con algún máster; pero que no han profundizado en las implicaciones que tiene una representación asimétrica entre hombres y mujeres. Que a veces ni se percatan de que reproducen los mismos estereotipos de siempre. A las mujeres se las sigue representando como "excepciones", donde el aspecto, la belleza, los gestos, la indumentaria y la presencia siguen dominando por encima de su actividad, sus logros, su inteligencia o su capacidad. Y en publicidad y cine no digamos: el modelo dominante es invariablemente una mujer joven, delgada, atractiva y casi siempre con un papel secundario.
LI: Cuando se hacen cursos o talleres sobre visión de género destinados a profesionales de la comunicación, suele no haber mucho interés ¿Por qué les habría de llamar la atención un máster?
JG: El máster ofrece una formación más profunda, reglada, completa; analiza los diferentes contextos sociales con un rigor que no puede ofrecer un taller o un seminario. El máster pretende dar una formación integral sobre la comunicación y su relación con el género desde el mayor número de perspectivas posibles: política, social, cultural, deportiva, nuevos formatos comunicativos, etc.
LI: Una persona profesional de la comunicación y periodismo que tiene formación en género puede brindar a la sociedad...
JG: Un análisis mucho más preciso y riguroso de la realidad que le rodea. Percibe con mayor claridad la trascendencia que tiene para las personas los mensajes que elabora, así como el efecto distorsionador que los modelos estereotipados provocan en la sociedad. Es capaz de ofrecer una mirada crítica sobre las desigualdades entre hombres y mujeres, e intentar inducir a un cambio social que las elimine.
LI: ¿Y, a nivel personal, qué gana con estos conocimientos?
JG: Creo que un mayor grado de conciencia respecto a las desigualdades entre hombres y mujeres, que puede aplicar incluso a su propia forma de estar en el mundo. Más confianza y seguridad para afrontar los problemas y conflictos con los que, inevitablemente, todas las personas nos tenemos que enfrentar. En este sentido contará con una serie de prácticas y talleres que tratará de empoderar a las personas que lo cursen.
LI: ¿Cuál ha sido el criterio de elección se módulos y materias que se brindarán en el máster?
JG: Que cubriera el máximo de aspectos posibles y no nos quedara algún ámbito excluido. Así, habrá una formación general sobre género e información, pero también se abordarán los diferentes soportes y sectores que conforman el mundo de la comunicación: prensa, radio, televisión, internet, publicidad, cine, etc. Y en cuanto a los temas, se reflexionará sobre los retos más importantes que la sociedad actual ha de enfrentar, como el tráfico de personas, las identidades sexuales, los colectivos más estigmatizados, etc.
LI: ¿Cuáles son los requisitos para acceder al máster? ¿Hay excepciones en la admisión, para comunicadoras sociales sin estudios reglados, por ejemplo?
JG: Según la normativa para cursar un máster hay que tener una Licenciatura o Grado. Para personas que provengan de otros países deberán estar en posesión de un título equivalente. También se podrán cursar módulos sueltos para aquellas personas que no quieran matricularse en todo el máster, pero siempre que haya un mínimo de personas que lo cursen completo. Al ser un máster propio contamos únicamente con los ingresos de las matrículas.
La autora de libros como "El sexo de la noticia", "Putas de película" y "De reinas a ciudadanas", entre otros donde analiza el contenido de los mensajes en los medios, nos dice que es "inconcebible que no haya formación docente en este tema", que para parte del profesorado universitario le sea desconocido el concepto de "visión de género" y recuerda los efectos que esto conlleva en el alumnado y su futuro accionar como profesionales: reproductores hombres y mujeres de estereotipos machistas.
El máster de la UAB pretende dar "una formación integral sobre la comunicación y su relación con el género desde el mayor número de perspectivas posibles", asegura la profesora Juana Gallego que, junto a Isabel Muntané, es coordinadora de este imprescindible emprendimiento.
La Independent: ¿Por qué es necesario un máster de este tipo?
Juana Gallego: No existe ninguno específico que aborde la comunicación desde una perspectiva de género. Siendo como es la comunicación el foro estratégico más importante de la actualidad, es inconcebible que no haya formación docente en este tema. Isabel Muntané y yo, como coordinadoras, hemos analizado toda la oferta en Cataluña, España e incluso en otros países y no hemos encontrado un solo máster de estas características.
LI: En gran parte del contenido de las carreras de comunicación y periodismo no se incluye la visión de género ¿Qué pasa, por qué no se da relevancia a este tema?
JG: Algunas profesoras o profesores, por su cuenta, quizá introduzcan algún tema con perspectiva de género, pero eso no es suficiente. La mayoría desconoce de qué se habla cuando decimos "comunicación con perspectiva de género". En algún caso, incluso se muestra rechazo a este término.
LI: ¿Cuál es el efecto de esta carencia de las universidades?
JG: Pues que los y las profesionales acaban la carrera sin prácticamente haber cursado ninguna materia o asignatura sobre género. Luego se incorporan a la profesión de publicistas, periodistas, comunicadores o cineastas, y siguen reproduciendo los viejos estereotipos sin ni siquiera darse cuenta de que están incurriendo en ello. Hace falta reflexionar seriamente sobre género y comunicación para intentar combatir esos clichés anacrónicos.
LI: ¿Cómo son las y los profesionales en comunicación actualmente?
JG: Personas con una formación adecuada, que dominan idiomas y que cuentan con algún máster; pero que no han profundizado en las implicaciones que tiene una representación asimétrica entre hombres y mujeres. Que a veces ni se percatan de que reproducen los mismos estereotipos de siempre. A las mujeres se las sigue representando como "excepciones", donde el aspecto, la belleza, los gestos, la indumentaria y la presencia siguen dominando por encima de su actividad, sus logros, su inteligencia o su capacidad. Y en publicidad y cine no digamos: el modelo dominante es invariablemente una mujer joven, delgada, atractiva y casi siempre con un papel secundario.
LI: Cuando se hacen cursos o talleres sobre visión de género destinados a profesionales de la comunicación, suele no haber mucho interés ¿Por qué les habría de llamar la atención un máster?
JG: El máster ofrece una formación más profunda, reglada, completa; analiza los diferentes contextos sociales con un rigor que no puede ofrecer un taller o un seminario. El máster pretende dar una formación integral sobre la comunicación y su relación con el género desde el mayor número de perspectivas posibles: política, social, cultural, deportiva, nuevos formatos comunicativos, etc.
LI: Una persona profesional de la comunicación y periodismo que tiene formación en género puede brindar a la sociedad...
JG: Un análisis mucho más preciso y riguroso de la realidad que le rodea. Percibe con mayor claridad la trascendencia que tiene para las personas los mensajes que elabora, así como el efecto distorsionador que los modelos estereotipados provocan en la sociedad. Es capaz de ofrecer una mirada crítica sobre las desigualdades entre hombres y mujeres, e intentar inducir a un cambio social que las elimine.
LI: ¿Y, a nivel personal, qué gana con estos conocimientos?
JG: Creo que un mayor grado de conciencia respecto a las desigualdades entre hombres y mujeres, que puede aplicar incluso a su propia forma de estar en el mundo. Más confianza y seguridad para afrontar los problemas y conflictos con los que, inevitablemente, todas las personas nos tenemos que enfrentar. En este sentido contará con una serie de prácticas y talleres que tratará de empoderar a las personas que lo cursen.
LI: ¿Cuál ha sido el criterio de elección se módulos y materias que se brindarán en el máster?
JG: Que cubriera el máximo de aspectos posibles y no nos quedara algún ámbito excluido. Así, habrá una formación general sobre género e información, pero también se abordarán los diferentes soportes y sectores que conforman el mundo de la comunicación: prensa, radio, televisión, internet, publicidad, cine, etc. Y en cuanto a los temas, se reflexionará sobre los retos más importantes que la sociedad actual ha de enfrentar, como el tráfico de personas, las identidades sexuales, los colectivos más estigmatizados, etc.
LI: ¿Cuáles son los requisitos para acceder al máster? ¿Hay excepciones en la admisión, para comunicadoras sociales sin estudios reglados, por ejemplo?
JG: Según la normativa para cursar un máster hay que tener una Licenciatura o Grado. Para personas que provengan de otros países deberán estar en posesión de un título equivalente. También se podrán cursar módulos sueltos para aquellas personas que no quieran matricularse en todo el máster, pero siempre que haya un mínimo de personas que lo cursen completo. Al ser un máster propio contamos únicamente con los ingresos de las matrículas.
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