Imagen: El Periódico / Amarna Miller y Minerva |
Esta estrella del porno es la portavoz del Salón Erótico que se celebra del 6 al 9 de octubre en Barcelona.
Luis Miguel Marco | El Periódico, 2016-10-02
http://www.elperiodico.com/es/noticias/gente/entrevista-amandra-miller-actriz-porno-5438151
“La misma gente que me llama puta se pajea con mis vídeos”. Así da comienzo el corto que, en un minuto y medio bien condensado, denuncia la doble moral y anuncia la nueva edición del Salón Erótico de Barcelona, que de jueves a domingo próximo, espera llenar el Pabellón Olímpico de la Vall d’Hebron.
El vídeo, realizado por Vimema Films, tuvo 1,2 millones de visualizaciones en 24 horas. La pornoestrella Amarna Miller (Madrid, 1990) es quien pone el cuerpo y la voz de ese audiovisual y es también la portavoz de una cita que el año pasado congregó a 20.000 personas, la mayoría hombres. Patrocinado por la cadena de prostíbulos Apricots, para este año anuncia 2.000 actuaciones en vivo.
- ¿Suscribe el contenido del vídeo?
- El guión no lo he escrito yo, pero lo comparto totalmente. Pone de manifiesto la hipocresía y la doble moral en temas como el aborto, la corrupción, el rescate a los bancos, la Iglesia, los desahucios, la prostitución, la homofobia.
- Entiende que haya levantado ampollas.
- De eso se trataba y por eso se hizo. Vivimos en un país retrógrado y lleno de contradicciones. Es un país que no funciona, y no me refiero solo a la política. Todo lo relacionado con la sexualidad, y no solo con el porno, sigue siendo todavía tabú. No se educa a la gente en el respeto a las opciones de los demás. Nos cuesta empatizar con el otro, aceptar otras conductas si no coinciden con la nuestra.
- ¿Usted por qué hace porno?
- Yo me dedico al porno desde los 19 años porque me gusta y porque me pagan por ello. Es mi opción personal. No trabajo en una oficina y por eso no quiero decir que esté mal ir cada mañana al despacho.
- Las críticas le llegan también desde las filas del feminismo. “El vídeo es crítico con todo menos con someter a las mujeres”, le echan en cara.
- A mí me han insultado y me han dicho de todo, pero aunque tengo mucho callo que se metan conmigo desde el propio movimiento me duele. No soy inmune a las críticas. Pero bueno, cada uno es libre de pensar lo que quiera. En cuanto a lo del sometimiento… mejor me callo.
- Usted vive y trabaja en Los Ángeles, donde hay una potente industria de películas para adultos. ¿Funciona bien?
- Es una industria muy consolidada y que gana muchísimo dinero, con un marco legal muy claro. Está mejor que Europa. Aunque claro que hay problemas. Existe por ejemplo una gran desigualdad laboral. Las mujeres cobramos el doble que los hombres. Yo estoy en completo desacuerdo con eso.
- Si la gente consume porno en la intimidad de su habitación gratis, ¿dónde está entonces el negocio?
- Buena cuestión. La inmensa mayoría de los canales porno son del gigante MindGeek. También son los dueños del 90% de las productoras de porno en el mundo. Lo que hacen es subir a las redes un porno en baja calidad y ponen enlaces para hacerse miembros de otros canales en alta definición o te redirigen hacia otros productos de pago. La consecuencia es, como nos pensamos que todo es gratis, el público en general está consumiendo un porno caduco y estereotipado. Por eso también muchas productoras pequeñas han echado el cierre.
-¿Qué es el porno ético del que usted ha escrito y defiende en su blog?
-El término no es mío. Es de una activista y educadora sexual americana que se llama Tristán Taormino. En el porno ético, los ‘performers’, los actores y actrices son tratados con respeto y en igualdad de condiciones. Hay un especial hincapié en hacerles sentir que su trabajo es valioso, su actuación se paga como dios manda y sin regatear su caché. Y el ambiente de trabajo es seguro, sano y consensuado. Eso sería lo deseable.
-Usted creó su propia productora para luego trabajar como actriz y directora. Ganó el premio Ninfa-Primera Línea 2014 a la mejor actriz porno. ¿Le interesa también lo que pasa detrás de la cámara?
-Me interesan todos los puntos de vista. Sobre todo me importa que nos vea como personas de carne y hueso. Somos más que un cuerpo con agujeros.
- Presenta en el salón una muestra que ha titulado 8 minutos, 4 segundos… ¿de qué va?
- El título hace referencia al tiempo que el español emplea al día de media en consumir pornografía. A partir de ahí muestro una serie de dibujos míos de técnica mixta que hablan de la relación entre la actriz y el espectador. Me gusta cuestionar y provocar. De nuevo hablamos de hipocresía.
- Pablo Iglesias e Ínigo Errejón la defienden. ¿Algún mensaje para ellos?
- Yo he apoyado públicamente a Podemos desde el principio. Por eso escriben por ahí que soy ‘la actriz porno que le gusta al coletas’. Me parece genial y un acto de valentía por su parte, pero que conste que no tengo el gusto de conocerlos personalmente.
El vídeo, realizado por Vimema Films, tuvo 1,2 millones de visualizaciones en 24 horas. La pornoestrella Amarna Miller (Madrid, 1990) es quien pone el cuerpo y la voz de ese audiovisual y es también la portavoz de una cita que el año pasado congregó a 20.000 personas, la mayoría hombres. Patrocinado por la cadena de prostíbulos Apricots, para este año anuncia 2.000 actuaciones en vivo.
- ¿Suscribe el contenido del vídeo?
- El guión no lo he escrito yo, pero lo comparto totalmente. Pone de manifiesto la hipocresía y la doble moral en temas como el aborto, la corrupción, el rescate a los bancos, la Iglesia, los desahucios, la prostitución, la homofobia.
- Entiende que haya levantado ampollas.
- De eso se trataba y por eso se hizo. Vivimos en un país retrógrado y lleno de contradicciones. Es un país que no funciona, y no me refiero solo a la política. Todo lo relacionado con la sexualidad, y no solo con el porno, sigue siendo todavía tabú. No se educa a la gente en el respeto a las opciones de los demás. Nos cuesta empatizar con el otro, aceptar otras conductas si no coinciden con la nuestra.
- ¿Usted por qué hace porno?
- Yo me dedico al porno desde los 19 años porque me gusta y porque me pagan por ello. Es mi opción personal. No trabajo en una oficina y por eso no quiero decir que esté mal ir cada mañana al despacho.
- Las críticas le llegan también desde las filas del feminismo. “El vídeo es crítico con todo menos con someter a las mujeres”, le echan en cara.
- A mí me han insultado y me han dicho de todo, pero aunque tengo mucho callo que se metan conmigo desde el propio movimiento me duele. No soy inmune a las críticas. Pero bueno, cada uno es libre de pensar lo que quiera. En cuanto a lo del sometimiento… mejor me callo.
- Usted vive y trabaja en Los Ángeles, donde hay una potente industria de películas para adultos. ¿Funciona bien?
- Es una industria muy consolidada y que gana muchísimo dinero, con un marco legal muy claro. Está mejor que Europa. Aunque claro que hay problemas. Existe por ejemplo una gran desigualdad laboral. Las mujeres cobramos el doble que los hombres. Yo estoy en completo desacuerdo con eso.
- Si la gente consume porno en la intimidad de su habitación gratis, ¿dónde está entonces el negocio?
- Buena cuestión. La inmensa mayoría de los canales porno son del gigante MindGeek. También son los dueños del 90% de las productoras de porno en el mundo. Lo que hacen es subir a las redes un porno en baja calidad y ponen enlaces para hacerse miembros de otros canales en alta definición o te redirigen hacia otros productos de pago. La consecuencia es, como nos pensamos que todo es gratis, el público en general está consumiendo un porno caduco y estereotipado. Por eso también muchas productoras pequeñas han echado el cierre.
-¿Qué es el porno ético del que usted ha escrito y defiende en su blog?
-El término no es mío. Es de una activista y educadora sexual americana que se llama Tristán Taormino. En el porno ético, los ‘performers’, los actores y actrices son tratados con respeto y en igualdad de condiciones. Hay un especial hincapié en hacerles sentir que su trabajo es valioso, su actuación se paga como dios manda y sin regatear su caché. Y el ambiente de trabajo es seguro, sano y consensuado. Eso sería lo deseable.
-Usted creó su propia productora para luego trabajar como actriz y directora. Ganó el premio Ninfa-Primera Línea 2014 a la mejor actriz porno. ¿Le interesa también lo que pasa detrás de la cámara?
-Me interesan todos los puntos de vista. Sobre todo me importa que nos vea como personas de carne y hueso. Somos más que un cuerpo con agujeros.
- Presenta en el salón una muestra que ha titulado 8 minutos, 4 segundos… ¿de qué va?
- El título hace referencia al tiempo que el español emplea al día de media en consumir pornografía. A partir de ahí muestro una serie de dibujos míos de técnica mixta que hablan de la relación entre la actriz y el espectador. Me gusta cuestionar y provocar. De nuevo hablamos de hipocresía.
- Pablo Iglesias e Ínigo Errejón la defienden. ¿Algún mensaje para ellos?
- Yo he apoyado públicamente a Podemos desde el principio. Por eso escriben por ahí que soy ‘la actriz porno que le gusta al coletas’. Me parece genial y un acto de valentía por su parte, pero que conste que no tengo el gusto de conocerlos personalmente.
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