Imagen: El Diario / Acceso al Colegio Gaztelueta, Leioa |
Tras acudir tapado a los juzgados de Getxo para ocultarse a las cámaras, el maestro del colegio del Opus se ha acogido a su derecho constitucional a no declarar ante el juez después de que se elevara la tipificación penal de los hechos.
Iker Rioja Andueza | El Diario, 2017-02-14
http://www.eldiario.es/norte/euskadi/Gaztelueta-silencio-responde-acusaciones-sexuales_0_612438913.html
J.M.M.S., numerario del Opus Dei y exprofesor del colegio Gaztelueta de Leioa (Bizkaia), se ha escudado este martes en el silencio pese a las graves acusaciones de abusos sexuales de uno de sus alumnos, a las que expertos médicos y el propio magistrado dan credibilidad. El maestro, de 41 años, se ha acogido a su derecho constitucional a no declarar en esta su segunda comparecencia ante el juez de Getxo Emilio Lamo de Espinosa, que el pasado mes de enero elevó la tipificación penal de la denuncia inicial al apreciar tras la fase de investigación “indicios racionales de criminalidad” en las sesiones que J.M.M.S. mantenía con su alumno, hoy adulto pero entonces de apenas 12-13 años, en su calidad de preceptor o tutor durante el primer ciclo de la ESO.
El docente, ya apartado de Gaztelueta aunque el colegio defiende su inocencia, ha acudido a los juzgados de Getxo acompañado de su letrado y, según testigos presenciales, tapado “con gorro y gafas” para evitar que las cámaras de televisión presentes en los juzgados tomasen su imagen. Si la declaración, ahora en calidad de procesado, estaba prevista para las 9.45 horas, en pocos minutos ha quedado ventilada. La defensa del profesor ha dejado claro desde el primer momento que no iba a responder a preguntas y que se remitía a su brevísima comparecencia anterior, de apenas cinco minutos, en la que proclamó su inocencia y culpó a la familia de la víctima de formular acusaciones falsas.
Se da la circunstancia de que hace sólo unos días trascendió una carta del acusado en la que se declaraba "totalmente inocente" y en la que denunciaba que no había podido defenderse. "Es especialmente duro tener que sufrir en silencio esta injusticia a la que no encuentro sentido", escribió.
Según el auto de procesamiento dictado hace unas semanas por el magistrado, la denuncia de abusos sexuales contra J.M.M.S. tiene mucho fundamento. El juez estima que el maestro sometió a “dominación” al joven hasta el punto de que no sólo se produjeron tocamientos y abusos, sino que todo ello provocó que la víctima sufriera también ‘bullying’ por parte de sus compañeros. El auto judicial recuerda que el adolescente se intentó suicidar en varias ocasiones y que continúa condicionado en su vida social por aquellos hechos. Él y su familia viven ahora en otra comunidad autónoma.
El colegio Gaztelueta, entretanto, invitó a profesores y antiguos compañeros de la víctima a firmar ante notaría que todas estas acusaciones eran falsas. Sin embargo, uno de los exestudiantes rompió la ‘omertá’ y declaró por primera vez que la denuncia de la víctima tenía base y que efectivamente el profesor prolongaba sin sentido las tutorías con el denunciante.
Tras este trámite, la familia de la víctima espera que el magistrado dicte un auto de apertura de juicio para que el acusado se pueda sentar finalmente en el banquillo de los acusados. En principio, se podría exponer a penas de más de nueve años de prisión por abusos sexuales continuados.
En paralelo, la justicia canónica inició y cerró una investigación sobre estos hechos. Fue sonado que el Papa Francisco se interesó por carta por la familia, aunque en vía eclesiástica no sólo no ha habido condenas –los numerarios del Opus Dei no están sujetos a sus sanciones- sino que se pidió restituir el buen nombre del maestro.
El docente, ya apartado de Gaztelueta aunque el colegio defiende su inocencia, ha acudido a los juzgados de Getxo acompañado de su letrado y, según testigos presenciales, tapado “con gorro y gafas” para evitar que las cámaras de televisión presentes en los juzgados tomasen su imagen. Si la declaración, ahora en calidad de procesado, estaba prevista para las 9.45 horas, en pocos minutos ha quedado ventilada. La defensa del profesor ha dejado claro desde el primer momento que no iba a responder a preguntas y que se remitía a su brevísima comparecencia anterior, de apenas cinco minutos, en la que proclamó su inocencia y culpó a la familia de la víctima de formular acusaciones falsas.
Se da la circunstancia de que hace sólo unos días trascendió una carta del acusado en la que se declaraba "totalmente inocente" y en la que denunciaba que no había podido defenderse. "Es especialmente duro tener que sufrir en silencio esta injusticia a la que no encuentro sentido", escribió.
Según el auto de procesamiento dictado hace unas semanas por el magistrado, la denuncia de abusos sexuales contra J.M.M.S. tiene mucho fundamento. El juez estima que el maestro sometió a “dominación” al joven hasta el punto de que no sólo se produjeron tocamientos y abusos, sino que todo ello provocó que la víctima sufriera también ‘bullying’ por parte de sus compañeros. El auto judicial recuerda que el adolescente se intentó suicidar en varias ocasiones y que continúa condicionado en su vida social por aquellos hechos. Él y su familia viven ahora en otra comunidad autónoma.
El colegio Gaztelueta, entretanto, invitó a profesores y antiguos compañeros de la víctima a firmar ante notaría que todas estas acusaciones eran falsas. Sin embargo, uno de los exestudiantes rompió la ‘omertá’ y declaró por primera vez que la denuncia de la víctima tenía base y que efectivamente el profesor prolongaba sin sentido las tutorías con el denunciante.
Tras este trámite, la familia de la víctima espera que el magistrado dicte un auto de apertura de juicio para que el acusado se pueda sentar finalmente en el banquillo de los acusados. En principio, se podría exponer a penas de más de nueve años de prisión por abusos sexuales continuados.
En paralelo, la justicia canónica inició y cerró una investigación sobre estos hechos. Fue sonado que el Papa Francisco se interesó por carta por la familia, aunque en vía eclesiástica no sólo no ha habido condenas –los numerarios del Opus Dei no están sujetos a sus sanciones- sino que se pidió restituir el buen nombre del maestro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.