Imagen: 20 Minutos |
Hace unos días nos hicimos eco de la aprobación de la Ley de Extremadura y de los avances legales que supone, y hoy regresamos a esa ley para, a partir de la propia experiencia de Cristina Purrusalda, saber qué significa este paso adelante.
Cristina Purrusalda | 20 Minutos, 2015-04-08
http://blogs.20minutos.es/1-de-cada-10/2015/04/08/ser-lesbiana-no-te-hace-diferente/
Muchas personas se preguntan porqué es necesaria una ley específica para el colectivo LGTBI. Llevo días dando vueltas a todo lo ocurrido, hablando mucho sobre el tema, buscando respuestas y reflexionando. En mi caso, se hace necesario una ley de protección para no sentirme indefensa antes las injusticias y saber que si ocurre algo puedo denunciar, saber que puedo sentirme libre tal y como soy.
Para mí, estar en el Parlamento de Extremadura, el día que se aprobó la ley fue muy emocionante porque no esperaba vivir algo así, porque se removieron muchas emociones en lo personal y porque hasta que no llegué a Extremadura, no empezó realmente mi activismo e implicación.
El día que conocí a las chicas de la Asociación “Extremadura Entiende” fui consciente de que no estaba sola en mi lucha, por vivir mi vida como yo deseaba, por no sentirme un bicho raro. Supe todo el trabajo que ellas han estado haciendo por esta ley, por llegar a las mujeres en Extremadura, por conocer sus necesidades y sus intereses.
Ese día, en el Parlamento, me sentí orgullosa de ser parte de esta entidad que me ha permitido seguir aprendiendo y empezar a luchar por mis derechos y los de otras personas, desde el activismo, desde la educación, desde el trabajo, de conocer mujeres estupendas con las que ser yo misma.
Nunca me he ocultado pero tampoco he proclamado que soy lesbiana, para mí fue un proceso: conocerme, aceptarme y valorarme como soy; sólo espero que todas las personas puedan hacer lo mismo. Tome la decisión, hace años, de hablar con mi madre, mi padre y mis herman@s. He compartido mi vida con amigas y amigos, un@s me han apoyado y otr@s me demostraron que realmente no lo eran. Ahora no me preocupo de seguir explicando quien soy, porque además de lesbiana, soy mucho más: soy creativa, soñadora, artesana, cuentacuentos, dinamizadora turística, cariñosa, divertida…. Ahora simplemente vivo, por lo que el resto de personas que me rodean, se enteran de una forma o de otra. Siempre he intentado hablar sobre la orientación sexual de forma natural para normalizar la realidad que vivo pero lo cierto es que no siempre es así, continuamente siento que estoy saliendo del armario cada vez que estoy en nuevo trabajo, en un nuevo espacio público, en una reunión familiar, en un encuentro de amig@s… Continuamente me encuentro buscando referentes positivos, personas que hayan vivido o que vivan lo que yo vivo, por eso cada día tengo la necesidad de ser más visible, por mí y por todas las personas que no son capaces de serlo.
Una de las razones por las que es necesaria una ley que nos ampare y nos proteja, es el acoso, la Lesfobia, Homofobia, Transfobia y Bifobia que existe, por desgracia, aún en casi todos los ámbitos: centros educativos, ámbito laboral y sobre todo en espacios públicos.
Yo misma, lo he sufrido, tuve que abandonar un trabajo que me gustaba para superar una depresión por el acoso laboral y homofóbico que estaba sufriendo, perdí a mi pareja y casi me pierdo yo en ese proceso de superación y aceptación por no poder denunciar lo ocurrido, de sentirme indefensa ante la justicia. Han sido años largos y difíciles, he tenido que hacerlo yo sola, para hoy poder dar la cara sin sentir miedo, ni vergüenza, sin preocuparme por lo que piensan de mí, porque simplemente soy yo, ser lesbiana no me hace especial ni diferente.
He paseado por las calles, he sufrido miradas hirientes, palabras acusadoras, de las que se te clavan en el alma por lo injustas e innecesarias, pues ir con tu pareja por la calle no te hace diferente a cualquier pareja heterosexual que pasea.
Porque no es fácil hablar con tu padre, tu madre, tu familia, tus amig@s; leer libros o ver películas, participar en conversaciones en las que no te sientas identificada; porque un día se te acaba la paciencia y sólo buscas ser tu misma sin tener que dar explicaciones, para hacerles entender a las demás personas quien eres, como vives y de quien te enamoras.
Porque, un día, quisiera tener hij@s y quiero poder acceder a los tratamientos necesarios para ello, lo mismo que mujeres a mi alrededor.
Porque pienso como será mi futuro, como será ser mayor en esta sociedad, que aún sigue dejando desprotegidas a tantas personas por su orientación sexual.
Por estas y otras realidades, que muchas veces son cotidianas, por muchas cosas que aún no sé explicar, por muchas personas que me rodean, que sufren por su orientación sexual, por no poderla vivir abiertamente, se hace necesaria una ley de protección y un posterior trabajo constante para aplicarla, desde la educación, la prevención y las medidas de protección judicial y legal.
Por estas y otras muchas razones, me sentí emocionada de que se aprobara esta ley en Extremadura y ojalá sea un referente para otros lugares, me siento emocionada porque ahora es mi momento de seguir luchando, de seguir trabajando junto a mis compañeras, porque la Ley no es suficiente, lo importante es se cumpla, que se creen las herramientas necesarias desde el gobierno para ponerla en práctica y que toda persona en Extremadura (y ojalá en el mundo entero) no tenga que sentir jamás como un insulto se clava en su alma y encuentre la libertad para ser quien es y como quiera ser, donde le de la gana.
Para mí, estar en el Parlamento de Extremadura, el día que se aprobó la ley fue muy emocionante porque no esperaba vivir algo así, porque se removieron muchas emociones en lo personal y porque hasta que no llegué a Extremadura, no empezó realmente mi activismo e implicación.
El día que conocí a las chicas de la Asociación “Extremadura Entiende” fui consciente de que no estaba sola en mi lucha, por vivir mi vida como yo deseaba, por no sentirme un bicho raro. Supe todo el trabajo que ellas han estado haciendo por esta ley, por llegar a las mujeres en Extremadura, por conocer sus necesidades y sus intereses.
Ese día, en el Parlamento, me sentí orgullosa de ser parte de esta entidad que me ha permitido seguir aprendiendo y empezar a luchar por mis derechos y los de otras personas, desde el activismo, desde la educación, desde el trabajo, de conocer mujeres estupendas con las que ser yo misma.
Nunca me he ocultado pero tampoco he proclamado que soy lesbiana, para mí fue un proceso: conocerme, aceptarme y valorarme como soy; sólo espero que todas las personas puedan hacer lo mismo. Tome la decisión, hace años, de hablar con mi madre, mi padre y mis herman@s. He compartido mi vida con amigas y amigos, un@s me han apoyado y otr@s me demostraron que realmente no lo eran. Ahora no me preocupo de seguir explicando quien soy, porque además de lesbiana, soy mucho más: soy creativa, soñadora, artesana, cuentacuentos, dinamizadora turística, cariñosa, divertida…. Ahora simplemente vivo, por lo que el resto de personas que me rodean, se enteran de una forma o de otra. Siempre he intentado hablar sobre la orientación sexual de forma natural para normalizar la realidad que vivo pero lo cierto es que no siempre es así, continuamente siento que estoy saliendo del armario cada vez que estoy en nuevo trabajo, en un nuevo espacio público, en una reunión familiar, en un encuentro de amig@s… Continuamente me encuentro buscando referentes positivos, personas que hayan vivido o que vivan lo que yo vivo, por eso cada día tengo la necesidad de ser más visible, por mí y por todas las personas que no son capaces de serlo.
Una de las razones por las que es necesaria una ley que nos ampare y nos proteja, es el acoso, la Lesfobia, Homofobia, Transfobia y Bifobia que existe, por desgracia, aún en casi todos los ámbitos: centros educativos, ámbito laboral y sobre todo en espacios públicos.
Yo misma, lo he sufrido, tuve que abandonar un trabajo que me gustaba para superar una depresión por el acoso laboral y homofóbico que estaba sufriendo, perdí a mi pareja y casi me pierdo yo en ese proceso de superación y aceptación por no poder denunciar lo ocurrido, de sentirme indefensa ante la justicia. Han sido años largos y difíciles, he tenido que hacerlo yo sola, para hoy poder dar la cara sin sentir miedo, ni vergüenza, sin preocuparme por lo que piensan de mí, porque simplemente soy yo, ser lesbiana no me hace especial ni diferente.
He paseado por las calles, he sufrido miradas hirientes, palabras acusadoras, de las que se te clavan en el alma por lo injustas e innecesarias, pues ir con tu pareja por la calle no te hace diferente a cualquier pareja heterosexual que pasea.
Porque no es fácil hablar con tu padre, tu madre, tu familia, tus amig@s; leer libros o ver películas, participar en conversaciones en las que no te sientas identificada; porque un día se te acaba la paciencia y sólo buscas ser tu misma sin tener que dar explicaciones, para hacerles entender a las demás personas quien eres, como vives y de quien te enamoras.
Porque, un día, quisiera tener hij@s y quiero poder acceder a los tratamientos necesarios para ello, lo mismo que mujeres a mi alrededor.
Porque pienso como será mi futuro, como será ser mayor en esta sociedad, que aún sigue dejando desprotegidas a tantas personas por su orientación sexual.
Por estas y otras realidades, que muchas veces son cotidianas, por muchas cosas que aún no sé explicar, por muchas personas que me rodean, que sufren por su orientación sexual, por no poderla vivir abiertamente, se hace necesaria una ley de protección y un posterior trabajo constante para aplicarla, desde la educación, la prevención y las medidas de protección judicial y legal.
Por estas y otras muchas razones, me sentí emocionada de que se aprobara esta ley en Extremadura y ojalá sea un referente para otros lugares, me siento emocionada porque ahora es mi momento de seguir luchando, de seguir trabajando junto a mis compañeras, porque la Ley no es suficiente, lo importante es se cumpla, que se creen las herramientas necesarias desde el gobierno para ponerla en práctica y que toda persona en Extremadura (y ojalá en el mundo entero) no tenga que sentir jamás como un insulto se clava en su alma y encuentre la libertad para ser quien es y como quiera ser, donde le de la gana.
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